Siento estar tanto tiempo ausente, y con ello dejar la historia abandonada... ¡Pero volví! Y conmigo traigo un nuevo capítulo (Colgaría dos pero estoy con el móvil y he tardado más de una hora en escribir este... Así que habrá que esperar a que pueda con el ordenador).

Se despide, Green-ink18

Bajé hasta la sala de entrenamiento, donde Marga me esperaba sentada en una silla de respaldo oscuro y con los codos apoyados en un escritorio de madera vieja. La mujer levantó la mirada del escritorio justo cuando puse un pie en la sala, y en ese momento comenzó a hablar:

-Alía, justo a tiempo. Como no conoces apenas nada sobre la magia he pensado que te vendrá bien una clase avanzada sobre ella; y de paso fabricaremos tu varita. -La mujer se levantó del escritorio y se colocó delante de un gran pergamino en blanco colgado en la pared-. Esto es una pluma de agua, con ella podemos escribir sobre los pergaminos, luego se secan y se vuelven a usar.

«¿Por qué tengo la sensación de que no voy a poder descansar? No ha sido buena idea despertarme temprano...»

-¿Ya vamos a comenzar? -Marga asintió y con la mano me señaló que me acercara, cosa que hice al segundo. Cuando estuve a la altura del escritorio la mujer me enseñó la pluma gris que sostenía en su mano derecha, y comenzó a dibujar cuatro rectángulos en el pergamino, uno encima del otro.

-Los magos se dividen en cuatro grupos, según el poder que desean. Vosotros ocho estáis en el grupo 1, junto con algunos grandes magos del momento, aunque ustedes son más poderosos. Luego están los del grupo 2, que suelen ser los magos que se especializan en dominar un sólo poder, al igual que los del grupo 1, y sólo controlan los cuatro elementos y la oscuridad.

»Después va el grupo 3, del que forman parte la mayoría de magos, y todos o casi todos los magos de rayo y sabiduría... Y por último el grupo 4, formado por magos de nivel bajo y poca cantidad de magia, además de todos los magos de curación y luz. Esta magia, la que tu posees, es la más difícil de controlar, y más todavía en esta zona infestada de demonios. Ya es raro encontrar un mago de luz, y mucho más que pueda curar algo más que un rasguño con su propia magia...

Atendí a todo lo que Marga decía, y aunque le encontraba sentido se me hacia demasiada información. «Tendre que estuiar mucho.»

-Entonces, los magos con el poder de Belyan son escasos y débiles -Marga sonrió tristemente y asintió con la cabeza. Podía comprobar el dolor en su mirada, pues como bien sabe si fueran más poderosos las muertes serían más escasas.

-Bueno, no me gusta hablar demasiado de este tema, pasemos. Hay una forma de manifestar la magia que duerme dentro de nosotros, una lengua mágica y un objeto potenciador de magia.

»La manifestación es lo más sencillo, y se conoce por "Incantatores", pero sólo las pueden usar los magos de los grupos 1 y 2. Debes conocerla, pues me han contado que tú ya saber crear círculos de poder, o "Tores". -«Oh, entonces el círculo brillante se llama así».

-¿Pero, si es la más sencilla por qué solo la podemos usar los más poderosos? -La mujer dibujo un círculo de poder en el pergamino, y se acercó a mi para responder a mi pregunta.

-Toma asiento, la clase va a ser larga -fue lo primero que dijo. A continuación señaló la silla en la que antes estaba sentada ella, y me acerqué lentamente mientras la escuchaba hablar de nuevo-. Simple: el " Incantatores" es un hechizo sencillo para aquellos con el poder necesario para usarlo, los magos de grupos 3 y 4 son demasiado débiles, o no poseen la cantidad de magia necesaria para crearlo...

»Bien, creo que esto está claro, ahora toca el Iluzie. -Marga dibujó varias líneas horizontales, y escribió sobre ellas extraños nombres-. El Iluzie es el idioma con el que la magia nombra a los objetos, los lugares y hasta los elementos. No es algo que yo pueda enseñarte como si fuera un idioma normal, pues este se te ira revelando poco a poco. -«¿Revelando? Entonces como voy a aprender...»

-¿A qué se refiere con "Se te irá revelando"? No entiendo -Marga soltó una pequeña risa ys e acercó a mi hasta apoyar ambas palmas en el escritorio.

-El Iluzie elige si eres apto para aprender, y solo te revela las palabras que cree que necesitarás o sabrás usar con sabiduría. Este tipo de magia es la más poderosa, y solo los magos de corazón puro pueden usarlo.

-Pero, ¿no podría obligarte a que me digas palabras? De esa forma aunque no tenga corazón puro yo también las conocería. Si hiciera eso no tendría sentido toda esa complicación. -La mujer negó con la cabeza y sacó un pequeño libro forrado en cuero negro del escritorio, que más tarde puso delante mía.

-En esta libreta guardó todas las palabras que me han sido reveladas en Iluzie, y mis traducciones no las posee nadie... ¿Cómo puedo explicártelo? -Marga apoyó su mano en la barbilla, y con la otra mantenía su codo a la altura perfecta. Paseó por la sala lentamente hasta que una idea llegó a su cabeza, me miró y sonrió-. Ya sé. Mira, yo tengo puesto que fuego se traduce como "Zefer", y Castiel lo tiene como " Fir". Cada persona tiene su propio idioma Iluzie, de manera que se te imposibilita utilizar otras palabras que no pertenezcan al tuyo.

-En ese caso cómo voy a aprender. ¿Me aparece la palabra cielo de repente escrita entre las nubes? -pregunté mientras levantaba los brazos y los movía en el aire. La mujer sólo agachó la cabeza agotada cómo respuesta. «No sé si el gesto fue por la vergüenza o la risa, aunque he de reconocer que mi pregunta es un poco tonta.»

-Mira Alía, Iluzie elige cuando aparecerse. Cuando más lo necesites, en un sueño, o simplemente cuando te aburras... Te aconsejo que escribas las palabras y las recojas en un libro como el mío. Si consigues muchas y las unes entre ellas podrás creas hechizos más complicados.

-Vale, entonces el Iluzie es para usar hechizos más complicados, y el "Incantatores" para conjuros simples. -Marga sonrió encantada por mí resumen.

-Recuerda que el "Incantatores" sólo se puede usar con tu magia de nacimiento, no con una que aprendas más adelante. -Asenti rápidamente y Marga se preparó para explicar la última parte-: Y ahora, la varita.

»Esta es un objeto puramente mágico; de origen mágico y para uso mágico. Por ejemplo para los magos de nivel bajo es un objeto indispensable, pues sin ella no pueden realizar apenas hechizos. Se combina con el Iluzie en numerosas situaciones, para crear hechizos mucho más poderosos. Funciona como una potenciadora de magia, aumenta la capacidad mágica de un mago, y le da la posibilidad de realizar hechizos más complejos.

-Entonces la varita se encarga de aumentar la magia que posee un mago, y lo hace más poderoso de lo que en realidad es. -Marga sonrió y me acercó una vara de madera. Esta estaba tallada con ondas parecidas a las olas o al viento, y tenía pequeños cristales grises incrustados por la parte más delgada.

-Esta es mi varita, y es conocida como "Susurro de diamante". La fabriqué con mi maestro hace muchos años, y todavía trabaja como el primer día. Una varita debe poseer, como uno de sus componentes, algo perteneciente al mago que va a utilizar dicha varita, para que solo sea usada por este. -Afirmé cada vez que Marga me miraba, por si no atendía, pero preste atención a toda la explicación.

Cuando dejó de hablar me indicó que la siguiera basta otra zona. Esta consistía en una pequeña fuente de agua cristalina; toda rodeada de piedras blancas, encajadas y pulidas a la perfección. También había un gran sauce blanco a su derecha, cuyas hojas caían sobre la superficie del agua, que sólo se turbaba por la pequeña cascada de agua que de la pared de piedra y evitaba que la fuente se secara. «¿Cómo no vi esto antes? Es casi imposible de no ver». La mujer se sentó en el borde de la fuente y ella se sentó a mi lado, ambas bajo la sombra del sauce.

-Verás, las varitas están hechas de madera, y la madera de sauce blanco es la más apta para ser portadora y conductora de magia, ya que se dice que este es un árbol puro; o eso cuentan las leyendas. El caso es que debes buscar una rama del tamaño indicado para la varita, poner sobre esta tu objeto y sumergirla en el agua mientras pides a Belyan su ayuda. -Me levanté decidida a conseguir mi varita y comencé a escalar el sauce.

Por suerte el tronco intrincado del sauce me proporcionó numerosos puntos de apoyo, pero tantas ramas y hojas me dificultaban la visión y me rasgaban la ropa. «¿Hace cuánto que no me cambio? Debo estar asquerosa...». Intenté seguir subiendo, y con la mano apartaba las hojas que caían sobre mi cara.

Cuando llegué al final del tronco Marga me aconsejó que eligiera una de las ramas gruesas y buscará de ahí la adecuada, así que me subí en una de ellas y busqué otra más pequeña. No tardé mucho en encontrar una parecida a la de Marga, alargada y delgada. Con cuidado la arranqué de la rama, intentando no romperla ni estropearla. Luego bajé por donde había subido, y cuando llegué abajo me tuve que quitar del pelo las hojas que se habían enredado en este. Marga se acercó a mí sonriente y le tendí la rama para hacer la varita:

-Venga Alía, ahora toca que añadas algo tuyo. Yo puse un colgante de diamante que tenía desde pequeña, ¿y tú que vas a poner? -Me senté en el bordillo de la fuente y observé el movimiento del agua. «Como ondas, pequeños soplos de aire. ¿Aire? ¡Ya sé!» Rápidamente me levanté y dejé ver mis alas-. Alía, ¿qué has elegido? -La mujer parecía extrañada por haber hecho eso, pero pronto sabría el porqué de mis acciones.

-Usaré una pluma, una de mis plumas. -Con un gesto hice que Marga se acercara a mí, y le pedí que quitara una de mis plumas. La mujer lo hizo en un rápido movimiento, pero aún así el dolor perduró unos momentos más. «¡Arde! No sabía que esto dolía tanto.» Un par de lágrimas escaparon de mis ojos pero las conseguí limpiar antes de que ella las viera.

Cuando tuve ambos objetos puse la suave pluma sobre la rama, y sumergí ambas cosas en la fuente. Justo cuando llegaron al fondo me arrodillé y pedí ayuda a Belyan:

«Por favor ayudadme diosa Belyan; portadora de vida, creadora de los ángeles y símbolo de luz. Ayudadme a mejorar en el arte de la magia con estos objetos, y cread para mí una varita.»

Una luz dorada comenzó a brillar en el fondo de la fuente, donde estaban la rama y la pluma. Marga y yo cerramos los ojos para protegernos de la cegadora luz, y cuando los abrimos ya había desaparecido, al igual que los objetos.

En su lugar había una hermosa varita blanca. Metí la mano en la fuente para coger la varita, y al sacarla pude observarla con más atención. La parte más delgada tenía la pluma enroscada hacia abajo, pero la pluma parecía hecha de cristal azulado. Toda la varita estaba regada con pequeñas piedras doradas que le daban un brillo dorado precioso, y la zona más ancha estaba hecha de la madera del sauce, trenzada y llena de curvas que la hacían muy cómoda de llevar. Toda la madera poseía un color blanco muy bonito.

-Es hermosa Alía, y se parece mucho a ti. Es la varita perfecta para una maga de curación como tú. -Asentí con una gran sonrisa a la mujer, y esta me entregó una cinta blanca, hecha de cuero y con una hebilla pequeña, además de un hueco alargado y vertical-. Es para que guardes la varita. Puedes atarla en el muslo, el brazo o la pierna, donde prefieras.

Cogí la cinta blanca y la até en la parte superior de mi pierna izquierda, y a continuación guarde la varita en el espacio y me giré para ver a Marga, pero la mujer había desaparecido del lugar. «Tanto le cuesta avisar, si no supiera que puede hacer eso me pondría a buscarla.»

Intenté dejar pasar eso y me fui al comedor, con mi nueva varita y más conocimientos sobre la magia. «Este mundo es complicado, pero creó que podré seguirle el ritmo a los demás, seré la maga que Belyan quiere, no pienso decepcionar a nadie...»