A un amor no correspondido
Querido tú,
Necesito decirte muchas cosas y no sé ni por dónde empezar. Desearía que se convirtiera en una película donde todo se resumiera y solo sentarnos a verla, para ahorrarme el tiempo que invierto escribiendo todo esto. Ya que esa opción no es tan viable en este momento, tendré que recurrir a lo que mejor sé hacer: escribir.
Y es que, escribir se ha vuelto, a lo largo de mi vida, en un medio de escape, en un gran refugio en el que expreso todo lo que siento, todo lo que pienso, lo que me preocupa, lo que me mantiene intranquila o en paz, lo que me hace feliz o triste, lo que tanta rabia me da, y lo que me ilusiona fantásticamente. Cuando escribo sobre mí, es porque algo importante está sucediendo en mi vida. Cuando escribo sobre alguien es porque anhelo en el fondo que algún día lo pueda leer y quede maravillado con todo lo que puedo describir con palabras acerca de sí.
Recuerdo que cuando todo empezó, evité escribirte. Sabía que, si comenzaba a escribir sobre ti, es porque esto se terminaría conforme mis cartas o textos fuesen cambiando de estados de ánimo. Sé que te escribí algunas palabras que perdí al cambiar de celular. Cosas que sentía en momentos específicos y que al principio me costaba meterlas entre letras y signos de puntuación. Y me costaba porque yo sabía... yo sentía que una vez que comenzara no me detendría hasta que terminara su ciclo. Y me quedaría la incertidumbre de cuánto tiempo duraría ese ciclo, de cuantas veces te escribiría en silencio.
Cada vez confirmo más lo que tanto temía. Me he enamorado de alguien que no me corresponde. Y estoy segura de que te amo porque no puedo sentir lo mismo por nadie más, porque no quiero ver a nadie más como te veo a ti, porque nadie más me hace sentir como si todo mi interior explotara al verte, porque el simple roce de tu piel me derrite por completo, y porque cada vez que nos miramos yo solo pienso en lo mucho que desearía saltarte encima y besarte hasta que se me duerman los labios. Es abrumador sentir tanto por alguien que ni siquiera sé si siente lo mismo por mí en la misma proporción. A veces siento que nos conectamos, que quizás te asusta aceptar que también me amas porque tal vez tú no sabes cómo amarme tan fuerte. Dicen que la etapa de enamoramiento dura menos de 6 meses, yo llevo enamorándome de ti desde el primer día que te conocí, y eso, sin dudas, es más de una tonta etapa de enamoramiento. He llorado, he reído, he suspirado, he reflexionado tantas veces, me he cuestionado lo que siento, he pretendido y buscado olvidarte y sacarte de mi corazón, restablecerme de fábrica, y dejar de sentir todo esto que siento por ti. Yo nunca había sentido algo tan fuerte por nadie antes, sé que te amo, porque yo siento que es un amor y admiración profunda la que tengo por ti. Sé que te amo porque, aunque tú no a mí, yo disfruto mucho sentirme tan viva con el amor que te tengo. Y de alguna forma te agradezco por llegar a mi vida y enseñarme todo lo que una conexión profunda puede causar. No estoy segura por cuanto tiempo voy a amarte. No tengo ni la más mínima idea siquiera de si algún día tendré la oportunidad de expresarte todo esto. Siempre trato de transmitírtelo. Si alguna vez lees esto, hazme saber si puedes sentirlo. No eres cualquier persona en mi vida, ni aunque quisiera.
***
¿Cómo se superan dos personas que son el uno para el otro? ¿Cómo es posible que algo así pueda ocurrir? Dos seres que descaradamente son conscientes de la conexión tan intensa que sienten entre sí, y que aún se toman el atrevimiento de ignorarlo y hacer como si no sucede nada. Y entonces, la vida los junta una y otra vez, en una rutina tortuosa por no poder hacer más que mirarse y tragarse todo lo que no se atreven a decir ni hacer. Se vuelve injusto, se vuelve absurdo, generando tanto suspenso sobre lo que podría ser o no, sobre si abstenerse a dejarse sentir está verdaderamente mal o no.
Lo que dos individuos pueden llegar a sentir entre sí aún en contra de su propia voluntad, es simplemente insólito e irracional.
***
Hoy te he confesado que te amo, como nunca lo había hecho, y de la forma más sencilla y natural que encontré. Me alivia saber que no era tan complicado como pensé que sería. Tú mismo fuiste capaz de leerme el pensamiento y escudriñaste dentro de mí para que simplemente lo dejara salir. Me vuelvo un mar de inconsistencias cuando trato de expresarte lo que siento. Y entonces me abruma el hecho de que todas nuestras interacciones las tomas a modo de broma. Tal vez esperas aliviar la tensión con chistes o risas, creyendo que dejarás de afectarme tanto como lo haces... o al menos tanto como te permito hacerlo. Vienes con tu energía de "si me río no es real", y me molestas pensando que lo que transmito con mi rostro y cuerpo es una reacción natural a un mal chiste como si ya hubiera olvidado lo serio que esto se ha vuelto. Te falta coraje para admitir que esto ha perdurado más de lo que debería. Y que las veces que he tratado de hablarlo tu solo lo has evadido.
***
Constantemente me pregunto: si un día me eligieras, ¿lo dejaría todo y correría a tus brazos? Mi corazón vocifera un rotundo sí. Mi raciocinio se vuelve un garabato de incertidumbre.
***
¿Qué es más difícil: amar a alguien que no te ama o decidir dejar de amar a alguien que ves a diario?
Para mí, ha sido la segunda opción. Con la primera no tuve problema alguno, entregarle mi amor a alguien que no me corresponde es una maldición que me ha perseguido por años, y no me tomes por loca, sé que debo priorizar mis sentimientos por encima de todo esto, y precisamente quiero hacerlo a partir de ahora. Existen mil y una posibilidades de que sientas o no lo que yo siento por ti. Podría ponerme a suponer 568 pensamientos que asumiría tú tienes. Y tan solo me equivocaría quien sabe cuánto, o acertaría con unos tantos. Seria perder el tiempo, desgastarme mentalmente tratando de adivinar lo que tu piensas o sientes. Y desde mi rabia podría asumir que tú ni siquiera te imaginas ni un segundo en pensar en mí así, en detenerte un momento del día a solo dejar que invada tu mente y disfrutar de todo lo que te haría sentir dentro de ti.
Si lo haces o no, tal vez nunca lo sabré.
Dicen que uno debe luchar por amor. Yo he respetado que no me permitieras luchar por ti. Pero, ¿quién lucha por mí? Quien yo soñaba que lo hiciera, nunca lo hizo. ¿Qué lo haría cambiar de opinión y decidir hacerlo? Nadie lo sabe. Estoy atravesando un momento en el que dedicarte mi energía, tiempo... corazón, es desgastante.
Quizás solo soy una egoísta que quiere robarte del mundo e incrustarme en tu corazón, así como permití que lo hicieras en el mío. Hemos tenido una relación secreta hasta para nosotros mismos, donde nos besamos y amamos locamente con solo mirarnos a los ojos. Y aun si fuéramos ciegos, nos entregaríamos en cada roce de tus dedos sobre mi piel y mis manos enredadas en tu cabello. No eres cualquiera en mi vida. No eres cualquiera en mi corazón. No eres cualquiera en mi mente. Te has convertido en todo. No sé desde cuando permití que fuera así. Para qué mentirte diciendo que nunca quise que así fuera. Yo lo disfrutaba. Y pasé por tantas etapas en nuestra relación, y sin que tú mismo lo notaras. La negación, la rabia, la tristeza, la decepción, la felicidad, el amor efervescente, el deseo insaciable, la resignación, el desespero, la aceptación, la terquedad, el capricho, la necedad... la rendición.
Mi corazón ha vivido tantas emociones contigo que está agotado. Y al principio pensaba que sólo sería pasajero, algo que no me importaría más allá de la atracción del momento. Esto creció demasiado para seguir manteniéndolo escondido de mí misma. Puedo engañar a cualquiera, pero no a mí. Y traté de que mi razón siempre prevaleciera, buscando, informándome, analizando y reflexionando si esto se estaba convirtiendo en obsesión o en lo que tanto anhelaba: amor.
He tenido miedo de volverme loca. De que mi mundo se convierta en ti. Porque soy un ser tan libre, y esto me tiene presa. He tratado de ignorarlo, de distraerme y de dejar que se muera solo. Pero es que ni siquiera tú me ayudas. No he sido capaz de matarlo. Tú sientes que hay algo y tampoco quieres matarlo. Somos un par de cobardes.
***
En este párrafo quiero atacarte. Te hablo desde mi rabia, desde mi tristeza, desde mi decepción, desde mi envidia y todas esas emociones negativas que evito sacar. Y es que me provoca gritarte en la cara, echarte la culpa de todo, desquitarme y pasarte toda esta carga, liberarme y dejarte a ti con el dolor que yo siento... pero no puedo. Si te odiara todo fuera más sencillo. Pero no puedo. Si dejara de quererte y te olvidara por completo, todo fuera más fácil. Pero no puedo. No soy capaz. No voy a hacerlo. No quiero odiarte, no quiero causarte dolor, no quiero verte sufrir, no quiero que seas infeliz, no quiero que te estanques, no quiero olvidarte, no quiero dejar de quererte, no quiero dejar de amarte, no quiero que me olvides, no quiero que nos seamos indiferentes, no quiero que volvamos a ser simples desconocidos. Pero... si sigo así, no podré avanzar.
He tenido momentos en los que me he cuestionado tanto en si seguir con esto o no. Me he preguntado qué hubiera pasado si hubiéramos decidido tener algo casual y solo disfrutar de nuestra compañía. Consumar toda esta conexión solo nosotros, sin permitirnos sentir de más. Supongo que me quedaré con la duda de lo que pudo haber sido y ya no será.
Atravesar el proceso de decidir por lo que sabes qué te hará bien, que te traerá bienestar y te hará estar mejor, no es tan sencillo como cualquiera podría pensar. No si en el camino debes sacrificar algo tan significativo como ese inmenso amor que tienes por alguien importante. Es de valientes decidir hacerlo a un lado y avanzar. Porque sabes que si te quedas solo seguirá siendo un ciclo sin fin, del cual no evolucionará nada más. Como en este, nuestro romance de oficina especial. Digno de una comedia romántica. Pase lo que pase, sé que tendremos un final feliz.
Debo admitir que mi corazón aún guarda esa pizca de esperanza de ser solo tú y yo en el mundo, y que luchemos el uno por el otro. Pero creo que este no es nuestro momento. Bien dicen que lo que va a ser, será. Y lo que no, pues ni que te quites ni que te pongas. Yo no voy a forzar al universo para que esto sea, ya me ha dado demasiadas señales confusas, y, ¿qué puedo esperar de algo que sólo me ofrece dudas? Tal vez me esté sentenciando contigo... o no. Tal vez logre mover al menos una minúscula fibra en ti como para darte cuenta de que ya no estaré aquí. Que ya mis manos frías no te van a acariciar la espalda cuando lo desees, que ya mis ojos no te van a mirar fijamente enamorada tratando de descubrir qué ocultan los tuyos, mis labios ya no van a anhelar ese beso que nunca llega, tus manos ya no van a tener la libertad de recorrer mi cuerpo, el aroma en mi cuello que tanto disfrutas inhalar al abrazarme ya solo será un vago recuerdo, nuestros dedos dejarán de entrelazarse, nuestras piernas ya no volverán a jugar por debajo de la mesa, nuestra cercanía dejará de coquetear en los pasillos, nos convertiremos en dos seres de superficie, que no lograrán alcanzar el fondo de la confianza y entrega total, tú me saludarás al verme y yo voy a sonreír gentilmente, escucharás mi voz a lo lejos y yo la tuya pero dejaremos de prestarle especial atención, nos alejaremos mientras estemos más cerca. Pero es que no sé de qué otra forma sacarte de mi corazón. Necesito que me ayudes a olvidarme de ti. Para poder avanzar con mi vida. Para poder dedicarme a mí misma. Para poder ofrecerle mi amor a alguien que sí está dispuesto a quedarse y luchar por mí. Libérame de ti. Permíteme ser feliz, estar tranquila, segura, estable. Déjame ir. Piérdeme. Te dolerá, lo sé porque a mí me está quemando viva. Pero debo escoger lo que me hará bien. Y sentirme así por ti ha dejado de hacerme bien de un tiempo para acá, es injusto. Ya acepté que en el amor se gana y se pierde, yo he perdido la consumación de un anhelo que tenía contigo. Pero ahora quiero ganarme volver a disfrutar de mi ser tranquilo y en paz otra vez, quiero ganarme la oportunidad de amar a alguien que me entrega todo su amor porque ha decidido elegirme entre todas las demás personas y quedarse a mi lado aceptándome tal como soy.
También quiero que sepas que todo esto no significa que dejaré de quererte de la noche a la mañana o por siempre, solo necesito darles otro sentido a mis sentimientos por ti y aceptar que el rumbo que tome nuestra historia dejará de ser lo que soñaba que sería. Aunque sé que mi corazón siempre guardará la esperanza e ilusión de estar juntos, tal vez este no sea el momento, tal vez sea en un futuro, tal vez no haya momento en esta vida, tal vez en otra vida... lo cierto del caso, es que ahora quiero enfocarme en lo que tengo y poder disfrutar y vivirlo a plenitud todo lo que vaya a durar. Sé mi amigo, uno valioso, uno real. Y no dejes de quererme bonito porque yo no dejaré de hacerlo. Conservas un espacio en mi corazón y aunque luche por quitártelo, ese pobre órgano no te dejará ir tan fácilmente.
Gracias por llegar a mi vida.
Gracias por enseñarme que podía sentir tanto por alguien.
Gracias por hacerme descubrir sensaciones que desconocía de mi cuerpo.
Gracias por ser tú.
Gracias... sencillamente, gracias.
Con amor desbordante, Vero.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top