Capítulo 9
Eran ese tipo de momentos donde Haou deseaba no tener más relación con Yusaku y compañía…
Pero después recordaba que quería a esos despreciables imbéciles y tarados alfas que llamaba amigos, aún cuando se metiera en tantos líos por alguno.
Como robar y destrucción de propiedad ajena por Zarc, faltas a la moralidad y portación de armas blancas (y amenazar con ellas) por parte de Kengo junto a con ataques de agresión a oficiales la ley, o a cierto fiscal alfa de cabello negro y mechones lilas con el que decía ser el padre de su amigo, conducción en estado de ebriedad y peleas callejeras para Yusaku… aunque él tampoco se quedaba atrás, su primer arrastró fue por la preparación de sustancias ilícitas y controladas ¿Pero quién le iba a creer que a sus 9 años, siendo ya un aficionado a la química, iba a preparar por error heroína?
Los cuatro se conocieron a los nueve años, habían cometido pequeños delitos y sus padres estaban cansados así que permitieron que la policía se “encargará” de ellos, la verdad es que a Zarc, Kengo y él los encerraron en una celda unos diez minutos para que “reflexionaran” sobre sus actos; originalmente iba a ser una hora pero cuando Yusaku se apareció junto a un policía, diciendo que no debía atacar a oficiales de la ley siendo él el hijo de un fiscal, que debía actuar como alguien de bien y blablabla… para no terminar como parias como ellos…
Nadie se espero que el de ojos verdes atacará al policía y le quitará su arma de electrochoques para usarla en su contra hasta dejarlo inconsciente, le quitó las llaves y los dejó salir invitándolos a comer algo.
Desde entonces los cuatro han sido amigos en las buenas y en las malas.
Cómo ahora, que estaban discutiendo en medio de una calle vacía cuál de sus tácticas usar para que su amigo de apellido de flor venenosa se acercará al omega que amaba con obsesión sin que pareciera un imbécil.
— ¿Usamos la táctica de “Romeo y Julieta”?
— Saldría corriendo y armaría un escándalo peor que tu ex, Haou, no, otro.
— ¿“Policía Joe”? —Zarc habló mientras escribía algo en su libreta— Esa táctica funcionó cuando quise invitar a Kurosaki Ruri… claro que después me dejó porque su hermano me odiaba, pero bueno.
— Muy cruel… pero serviría, anotalo como tal vez.
— ¿“Vamos, héroe”? La usamos en Takeru y ya sabemos cómo es.
— ¿Fingir un grave acoso sexual público con intento de robo para así hacer que se sienta desprotegido y poder actuar como el héroe para salvarle…? ¿De nuevo? —Kengo asintió ante lo dicho lo el alfa líder de ojos verdes— Funcionó en Takeru… es cierto, deberíamos usar esa.
— ¿Quién sería el acosador y quien el ladrón? Además de la obvia cubierta para que el otro par escape.
— Yo seré el acosador, Kengo no puede porque si Takeru descubre esto nos matara por dejar a su novio manosear a otro omega —El alfa de cabello gris con mechones verdosos habló, todos asintieron.
— Yo seré el ladrón, tengo mejor condición que ustedes e intimidó casi tanto como la hermana de Haou-kun.
— En eso Kengo-kun tiene razón —El castaño halago a su amigo antes de ver a todo su grupo—, yo les daré cubierta.
— Ustedes son los mejores amigos que pude desear… ahora vamos hay que organiza-... arnos…
Algo curioso del primo omega de Yusaku, Homura Takeru, es que este a veces tenía la curiosa habilidad de disfrazar su presencia hasta el grado en que a veces hasta sus padres ignoraban su presencia, por eso el omega con lentes solía usar ropa bastante llamativa todo el tiempo… como hoy que usaba un short suelto negro con detalles rojos, una blusa del mismo color con un dibujo de flama en el centro, un pequeño bolso con forma de llama de lentejuelas rojas y amarillas junto a unas botas negras de tacón bajo que le llegaban hasta las rodilla, donde una tenía una especie de tira de cuero que muy probablemente era la fausta del menor oculta.
¿Y como es que ellos lo sabían? Fácil, Takeru estaba parado frente al grupo a casi un metro de distancia con los brazos cruzados y una expresión de enojo que indicaba la muerte temprana de los cuatro alfas.
— T-T-Takeru… c-cariño ¿D-desde hace cuanto…?
— Estoy aquí parado desde hace bastante rato, Kengo.
— ¿Y-y-y… q-q-que tanto…?
— Bastante, Yusaku —Por alguna razón, el enojo en el omega pareció aumentar.
— ¿Q-qué tanto es…?
— ¡Todo! —El omega bramó furioso mientras sacaba su fausta de su bota para darles varios latigazos a los alfas— ¿¡Así que ustedes fueron los que organizaron el momento más horrible e incómodo de mi vida!?
El grupo salió corriendo despavorido cuando Takeru se detuvo un segundo al notar que había hecho lo que más odiaba… gritar. Obviamente él salió corriendo detrás de ellos.
Los alfas corrían intentando salvar sus pellejos cuando Yusaku les ordenó a los tres adelantarse, aprovechando que le llevaban bastante ventaja a Takeru, que él lo detendría mientras ellos decidían a donde irían a buscar refugio.
La idea que tuvo el de ojos verdes en el momento que agarró esa enorme piedra era asustar al de mechones rojos con el rebote de esta… no errar la trayectoria y darle a la ventana del co-piloto de una patrulla estacionada, cuyos policías estaban en un pequeño puesto comprando bebidas, rompiendola en el proceso… ese no era el plan.
El par de primos alternaron su vista entre ellos y el par de policías, que solo lanzaron el dinero antes de intentar perseguir a Yusaku… que salió corriendo rápidamente intentando alcanzar a su amigo, al final los oficiales se devolvieron para subirse a su patrulla y darle alcance al de ojos verdes.
(...)
— Hola pa-…
— ¿¡Sabes lo que es recibir una llamada del capitán de estación diciendo que tu hijo está arrestado por destrucción a propiedad policíaca, huir de un arresto y agresión a un policía en servicio!? —Ai le gritó a su hijo que solo suspiro hastiado como buen adolescente— Yusaku, soy fiscal de distrito, que tenga influencia en el sistema no significa que-
— ¿Me vas a sacar o sólo vas a sermonearme? Porque si es lo segundo entonces prefiero a mamá, ella ya se rindió y va directo al castigo.
Fujiki Ai suspiró antes de masajearse la sien y salir a hablar con el capitán de detectives, iba a sacar a su hijo porque sabía que dejarlo en la cárcel con sus amigos u otros convictos no iba a cambiar en algo su actitud.
Yusaku no tenía arreglo, Zarc tenía a su hermano mayor omega, Sakaki Yuya, que ya tenía un hijo de casi cuatro y un gran historial de promiscuidad junto a un carácter que casi podía compararse al de Takeru o su mellizo, Sakaki Yuri, así que el de ojos amarillos sabía que cuando su hermano de ojos carmín descubriera el que canceló su cita con uno de sus novios por ir a sacarlo de la cárcel… iba a desear haber muerto en manos de Homura Takeru; Haou tenía a su hermana mayor alfa y tutora legal, Yuki Yubel, que siempre fue más como una madre estricta que una hermana con Haou y su mellizo, Jyudai, así que cualquiera sabía la reprimenda que le esperaba al castaño por los cargos similares que tenía le harían desear colgarse ahí mismo; Kengo tenía a su madre una beta tan estricta con él y su hermana menor de 12 años, Dojun Emma, que de seguro cuando se enterara de esto, iba a terminar enlistado en el ejército; Yusaku, en cambio, no tenía a nadie así.
Su madre se rindió hace años con él, su padre estaba siempre trabajando y solo lo notaba cuando se metia en problemas o hacia gastos excesivos en su tarjeta, nadie estaba para corregir su actitud tan delictiva. Tal vez por eso sus padres tuvieron a Aiko, querían una segunda oportunidad para tener al menos un cachorro decente y no un sociópata futuro delincuente.
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