— ¿No has pensado en darle a tu hija un padre?

— ¿No has pensado que a veces solamente ya no quieres tu pene, Darkness?

— ¡Sólo te hice una pregunta! —Darkness llevó sus manos rápidamente a su entrepierna— ¡La violencia es innecesaria!

— Entonces no digas estupideces.

— ¿Por qué actúas así? Insisto en que sólo fue una pregunta…

— Y yo en que te calles —El contrario siguió limpiando el arma que tenía en la mesa frente suyo—. Mi hija sólo me necesita a mi, yo soy su madre y es todo lo que necesita.

— Los niños necesitan un padre y una madre… —El mayor se acercó lentamente al menor, antes de abrazarle por la espalda, sintió como el contrario se sobresaltaba y aun así se acercó susurrarle al oído— Tu hija me adora, déjame volverme su padre…

Debió esperar el filo de aquella navaja en su cara, sorprenderlo o intimidarlo causaba el efecto de que se cabreara demasiado…  

— Si aún quieres tener tu hermoso rostro intacto, vas a soltarme y devolverte a tu asiento, lentamente…

— Tranquilo, tranquilo… —El mayor cumplió el pedido mientras gruñía molesto— ¿Por que actuas asi conmigo…? ¿Que te he hecho, yo~?

— Invadir mi espacio personal sabiendo que odio el contacto físico de los alfas.

— Cierto…

Ambos quedaron en silencio un rato, Darkness suspiro antes de sacar su propio cuchillo militar y revisarlo, nunca se sabe cuando el filo esté mal o haya sangre de su víctima anterior.

— ¡Agh~! ¡Estoy agotado~!

— ¿Que hay Phantom?

— Nada que te interese, Darkness —El recién llegado se sentó en una de las sillas con escritorio, al igual que sus otros dos compañeros, para entonces sacarse sus botas.

— Pareciera que hoy todos están en mi contra… ¿Acaso están en su pre-celo o que?

— ¿Lo golpeas tu o lo golpeó yo?

— Golpeemoslo entre ambos.

Y tal y como ambos chicos lo dijeron golpearon por igual en la cara al mayor que les estaba molestando desde hace rato, Darkness sólo se quejó mientras sobaba su nariz hinchada, era una suerte que su hermana no estuviera ahí rematarlo.

— ¿Pasó algo interesante en tu misión, Phantom?

— Nada del otro mundo, más allá de que parece que conseguí la usb tan importante para Kaiba…

— ¿En serio? —Phantom asintió antes de arrojar la mencionada usb a su compañero, que la examinó segundos antes de dejarla a un lado en su propia mesa— Después la reviso… ¿Cómo la conseguiste?

— Sólo diré que los rumores de que Kaiba Gozaburo es un cerdo… son reales…

— ¿¡Te acostaste con ese viejo!? ¡Diablos Phantom, respetate un poco!

— Callate Darkness o ahora te arrancó el orgullo alfa —El mencionado chillo aterrado antes de volver a cubrir su entrepierna—. El odio puede más que el asco… ese es mi mantra… y créeme que mi odio hacia los alfas es casi tanto al asco que sentí el solo dejar que ese viejo me tocará…

— Por lo que estoy viendo, la mitad de los omegas, por no decir la gran mayoría, en Hanoi realmente odian a los alfas…

— ¿Y nos culpas, Darkness? Porque hasta el momento ningún alfa nos ha dado un gran motivo para no odiarlos.

— Pero yo soy alfa… —Darkness volvió a reensamblar su cuchillo antes de acercarse al menor de sus compañeros— ¿Que acaso ustedes me odian?

— Sorprendentemente eres una extraña excepción, a medias claro. Al menos no tengo la necesidad de cortarte el cuello aquí y ahora.

— No sabes como me reconforta escucharte decir eso, Revolver~.

— Callate ya, Darkness.