Capítulo 18. Jakson
Como suponía, las cosas no iban como yo esperaba que fueran. Wendy hacía que me comportar de manera diferente a la que he intentado mantener desde que he llegado a este estúpido internado. Y para colmo me viene con sus dulces palabras que me dejan más rayado de lo que estoy.
Desde que la bese, cada vez que la veía algo en mi interior se revolvía. Verla reír hacia que una fuerte alegría me inundara todo el cuerpo. Y verla llorar me mataba por completo, y más si yo soy el causante de todo su dolor.
Ella me importa de verdad.
Es la primera chica que la logrado que no deje de pensar en ella. Wendy siempre a sido especial para mi, incluso de pequeños. Estaba seguro de que ella no se acordaría ya que paso hace mucho tiempo.
Pero tenia esperanza de que lo hiciera.
Me podía imaginarla saltar a mis brazos si se llega a enterar. En el pasado eramos muy buenos amigos, pero ahora parecemos como el perro y el gato en algunos momentos. No es mi culpa que me comportara así con ella, era la personalidad que había fabricado en este lugar y no podía dejar que todo cambiara. Pero es que Wen me cambia todo con solo un gesto.
Y por impulso a abracé y no pude evitar besarla cuando nuestros ojos se conectaron. Veía todo mi mundo en ella, todo mi pasado reflejado en sus ojos. Wendy me cambio y me volverá a cambiar con solo su presencia, no lo dudaba.
No dude en rodearle la cintura para acercarla a mi. Ella en cambio estaba tensa ante el beso imprevisto que le había dado. Cuando me iba a separar ella con suavidad correspondió y me descolocó. Rodeo mi cuello con sus manos y me junto a ella.
Era diferente a lo que me esperaba, pensaba que se alejaría o me pegaría pero no, me esta correspondiendo a algo que tal vez nos pase factura en un futuro. Hay una pequeña posibilidad de que no nos volvamos a ver en mucho tiempo. Pero hasta que eso paso aprovechare para estar con ella y descubrir que es estoy que siento al verla.
Nos separamos pero no dejamos de tener el contacto visual que podía llegar a matarme. Wendy fue la primera en hablar:
—Perdona yo no... —me soltó y se hecho hacia atrás llevándose las manos a la cabeza desconcertada.
—No pasa nada fui yo el que...
Me interrumpió.
—No, enserio, esta bien —movió las manos al frente para que no me preocupara —A sido algo...
Se quedó callada sin saber que decir. Se mordió el labio inferior nerviosa y no me quedo otra que relajar la situación. O por lo menos intentarlo.
—Sera mejor que volvamos con los demás, ya casi es la hora de volver.
Ella asintió con la mirada fija en el suelo y con un notable sonrojo en sus mejillas. Sonreí al ver que efecto causaba en ella.
Me mordí el labio reprimiendo una risa. Se enfadaría si me río de sus sonrojos.
Durante el camino de vuelta al autocar no hablamos nada, solo un incomodo silencio que a mi parecer era algo bueno. No sabría como explicarle lo del beso, fue un impulso al ver su gentileza hacia mi. Se que si le digo eso dirá que me he aprovechado, pero no, quería besarla, y no era un juego lo que estoy haciendo con ella.
Finalmente llegamos a donde estaban los demás y nos volvimos de vuelta al internado. Durante el viaje no pude apartar la vista de la ventana y no paraba de darle vueltas a mi asunto pendiente con Wendy. Tal vez no debería presionarla, pero quiero explicarle que no soy uno de esos chicos aprovechados como los que hay aquí.
Yo puede que lo parezca, pero no lo soy.
—Hey, que pasa la Wendy de Peter pan te a dejado tirado —río con sorna Connor. Algunas veces no me gustaba este chico. Pero que podía hacer yo. Solo era uno más de sus estúpidos amigos.
Suspire
—Déjame tío, no estoy de humor para tus idioteces.
Resopla poniendo una mano en mi hombro haciendo que le mirara con el ceño fruncido. No me gustaba que me tocaran, y menos si es con las intenciones con las que creo que va.
—Venga tío deja a esa chavala, hay muchas que comen de tu mano.
Pero no la que quiero, pensé. Aparto su mano de mi hombro y vuelvo a mirar a la ventana. Connor pareció darse cuenta de que quería que me dejara y volvió a hablar con los demás. Suspire cerrando los ojos e intentando dormir por lo menos unos minutos, pero para mi mala suerte habíamos llegado ya.
Con mala gana me levanto y me voy directo a dentro. Las profesoras no dijeron nada pero si recibí una mirada asesina por parte de estas. Si las miradas mataran yo ya estaría muerta. En el momento en el que estaba lejos de todos me gire para ver si localizaba a Wendy. Y la vi riendo con sus amigas.
Sin duda esa chica me estaba haciendo algo.
—Joven Jakson —dijo una voz de mujer detrás mía.
Me gire quedando cara a cara con la que parecía ser la directora. No era un chico el que llevaba esto, pensé torciendo el ceño. La mirada seria de la directora me mando de vuelta a la tierra y con una señal de su mano me mando seguirla.
Sin decir nada la seguí hasta su amplio y limpio despacho con múltiples medallas y trofeos que nunca había visto en este sitio (no eramos de esos que ganábamos premios). Cuando ya estábamos los dos sentados la directora saco unos papeles y los choco contra la mesa para ordenarlos. Temí que me hiciera leerlos.
—Tranquilo, no has venido para nada malo —aclaro, haciendo que me relajara de la enorme tensión que empezaba a sentir —pero, si tengo que hablar algo serio con usted —se acabo lo bueno —la razón principal por la que le he traído es por la señorita Wendy. Como usted ya sabe el primer día que ella llego mandamos a alguien que fuera su instructor y usted se ofreció voluntario, pero no veo que la enseñe las instalaciones en este mes que lleva con nosotros.
—Si lo se, perdone pero no he tenido tiempo para...
—No tiene por que ponerme excusas joven —me interrumpió antes de que pudiera proseguir con mi defensa —solo le estoy diciendo que tiene que enseñarle las instalaciones si o si. ¿Entendió?
—Si directoria —intente decir sin titubear pero los nervios me ganaban.
La directora se levanto de su asiento y se acerco a la estantería de numerosos libros. Llevo sus manos hacía atrás juntándolas. Trague saliva esperando que me dejara ir. Para mi suerte así fue.
—Ya puede irse, y no vuelva a defraudarme.
No pude contestar nada, mi mente tan solo quería salir y correr a esconderme detrás de Wendy. Se que pareceré un nene de mama pero esa señora daba miedo. Estaba seguro que hasta el más malo y temido del internado le da miedo la directora.
Cuando estuve lo suficientemente alejado del despacho me dirigí a las habitaciones de las chicas sin que nadie se percatara. Era ya algo tarde y estaba seguro de que todos estarían en sus habitaciones. Incluida Wendy. Necesitaba aclarar las cosas antes de que pensara algo fuera de lugar.
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