Capítulo 17. Wendy
No podía dejar de reproducir el hermoso momento que tuve con Jakson en el acantilado, mientras admirábamos la ciudad de noche con las pocas luces que quedaban iluminándola.
Me encontraba en mi cuarto esperando a que Madisson se terminara de alistar para así poder salir y unirnos a los demás para irnos de "excursión" por la ciudad. Habían pasado tres semanas desde que tuve ese momento romántico con Jakson y todavía no había podido hablar con él con tranquilidad.
—Madison si no te das prisa se irán sin nosotros —grito apoyada en el marco de la puerta del baño llamado sin parar.
Finalmente después de estar casi 5 minutos llamando para que saliera se deja mostrar. Lleva la línea del ojo, rímel y poco más, la verdad es que no entendía por se maquillaba. Me gustaba más ir al natural en vez de ir pintada todo el día.
Las chicas que veía parecían pallasos fuera del circo.
—¡Vamos! —la tomo de la muñeca y la arrastró fuera del cuarto.
Ando a toda velocidad por los pasillos con Madisson detrás mía, cuando llegamos con los demás suspiro agotada de llevar a esta mujer a la fuerza en vez de que pusiera de su ayuda. Me he planteado dejarla en el pasillo e irnos sin ella, pero no soy tan mala amiga como para hacer eso. Y menos a Madisson.
—Menos mal que habéis llegado nos íbamos a ir sin vosotras —nos regaño Lucy mientras se acercaba con Jessi y las demás.
—Disculpar Madison y sus momentos de belleza —bromee haciendo que las demás incluida Madisson rieran.
Madison no se tomaba nada a mal. Ella sabia que me caía genial y nunca diría nada malo de ella. Eso también se aplica a las demás. Desde que llegue ellas han sido las únicas que me han estado apoyando con todos los jaleos que se han formado a mi alrededor por Jakson.
Le conté lo sucedido a Madison lo sucedido con él la noche siguiente de mi momento con Jakson. Empezó a gritar de la alegría. No paraba de afirmar que sentía algo por mi, pero no la creía. Lo más raro de todo es que no paraba de pensar en una cosa que me llamo la atención esa misma noche.
Una extraña marca en el cuello de Jakson.
Solo sabia una persona que pudiera tener esa especie de cicatriz. Y hacia años que no la veía. Si, exacto, el chico de mi infancia. No quería sacar conclusiones erróneas, pero las cosas me estaban haciendo pensar que era ese niño con el que jugaba todos los días de pequeño.
No se que más pensar de todo esto.
No quiero equivocarme y que al final no sea ese niño. Pero, ¿y si lo es? No perdía nada por preguntarle. Era raro encontrarte a gente de tu infancia en un internado, y más cuando yo sabia que sus padres eran ricos y no tenían ningún problema.
Tal vez él salio diferente a ellos.
Solo deseaba que todo lo que pensaba se evaporara por hoy y ya volviera mañana. Quería disfrutar de mi día fuera de esa asquerosa cárcel a la que llaman internado para adolescentes problemáticos.
Por fin estábamos apunto de llegar a la ciudad. Solo la había visto desde la lejanía cuando estaba en el acantilado con Jakson. Era como nuestro lugar secreto. Nadie aparte de nosotros lo sabía. O eso esperaba.
—Esto es genial, nuestra primera excursión —comento Hana mirando por la ventana del autocar cuando ya estábamos dentro de la ciudad.
Curiosa me atreví a preguntar- ¿Nunca os han sacado del internado?
—No nunca, es la primera vez. Que yo recuerde.
Hana tenía una memoria de pez y siempre se le olvidaban las cosas. Hasta se le olvida como se llama en algunos momentos. No entendía como es que estaba aquí metida. No parecía mala chica, al contrario, era la más maja y sincera del grupo. No me extrañaba que saliera con James, uno de los amigos de Jakson.
Solo esperaba que no se pusieran muy cariñosos delante mía. No era muy fan de las muestras de afecto en publico. Y no me gusta ver como se comen el uno al otro.
—Wen mira, ese es uno de mis lugares favoritos —dijo Jessi interrumpiendo mis pensamientos mientras señalaba a un hermoso descampado.
Ella ya había salido más de una vez del internado debido a algunas escapadas que planeaba con unas cuantos más. Entre ellos Jakson. Estaba segura de que conocía la ciudad como la palma de su mano.
Volviendo mi atención a Jessi, contemple por la enorme ventana las casas que se dejaban ver a nuestros ojos. No era la primera vez que las veía, pero si de cerca. Eran preciosas. Antiguas y con ese toque rural que tanto me encanta.
Soy de esas que les gusta las cosas antiguas.
—Chicos bajar —grito a profesora y todos nos pusimos de pie para salir en orden. Algo difícil por lo que veía.
Ya todos fuera del autorcar nos reunimos con la profesora para que nos diera las instrucciones. Según nos dijo nuestra tutora íbamos a hacer una especie de juego por la ciudad. Nadie lo entendió pero si nos sacaban del internado todos se apuntaban.
—Seguro, nadie sabe con certeza lo que vamos hacer -—hablo la profesora Maron con los brazos en jara sobre su cintura, era maja, pero tenía su punto de grosería cuando no le hacíamos caso mientras hablaba —Así que yo os lo explicare. Os hemos traído aquí para que practiquéis la confianza con los demás compañeros. Se que algunos os lleváis genial y todo eso, pero nos centraremos en la gente que no os cae bien o viceversa —se giro a la otra profesora que nos acompañaba y tomo una carpeta con lo que parecía ser la lista de los parejas o grupos —Así irán las cosas...
Fue nombrando gente y algunos no estaban muy contentos. Yo no prestaba mucha atención la verdad, estaba más interesada en la cuidad que en saber con quien me tocaba. La belleza y la elegancia de algunas casas me dejaba pensar que estábamos en le barrio rico de la ciudad. Deje de admirar las casas cuando Madison me dio un codazo para que prestara atención. Parecía que dirían con quien me iba a tocar.
Solo rezaba para que no fuera...
—Jakson y Wendy —declaro la profesora adelantándose a mis pensamientos sobre con quien no quería que me tocara.
Que buena suerte tengo. No es que me fastidie ir con él, es solo que las cosas no van muy bien desde que paso lo del acantilado y mis supersticiones sobre que es el niño de mi infancia. Si fuera verdad no es que me quiera encariñar con él. Aunque ya sea demasiado tarde para eso.
Con un pequeño empujón de Madison me dirigí hacia Jakson que se encontraba hablando con James y Connor. Connor era todo lo que tu quisieras, majo, borde, bromista, pero era un autentico cotilla. Al principio me caía medianamente bien, pero desde que ocurrió lo de Jakson no es que me fíe de sus amigos.
Y menos de Connor.
Suspire y me lleve las manos a los bolsillos. Me pare al lado de Jakson y espere a que terminara de hablar para irnos a dar una vuelta por la ciudad. No dudaba de que él se la sabía mejor que Jessi. Sonreí ante mis pensamientos, y parece que alguien se dio cuenta.
—Valla, la princesa esta contenta —dice Connor rodeando mis hombros con su brazo pegándome más a él.
De un empujón suave me suelto y me agarro al brazo de Jakson. Se que las muestras de afecto hacia él son poco inusuales en mi, pero no me gusta como me trata Connor.
—Si nos disculpáis debemos ver la ciudad —tire del brazo de Jakson y cuando estuvimos los suficientemente lejos lo solté.
Jakson río al ver que me revolvía el cabello con frustración -Parece que la pequeña Wen esta cabreada.
—No que va —dije con un claro tono de sarcasmo dándome medía vuelta quedando enfrente suya —es solo que tu querido amigo me saca de mis casillas en tan solo un segundo.
—Oh vamos —rodeo mis hombros con su brazo y se inclino quedando a mi altura. Mi pulso se acelero ante la poca distancia que nos separaba —no seas tan melodramática, el solo quiere ser majo.
—Pues valla forma de serlo —me cruce de brazos sin poder dejar de mirar sus ojos verdes que me hacían caer en lo más hondo del mundo, de su mundo —¿y tu?, ¿cómo serias majo?
—Ya lo sabes.
Este momento se estaba volviendo algo fuera de lo normal. Hablábamos como si nada hubiera pasado y encima nos estamos tirando fichas, nunca entenderé como funciona nuestra relación. Si es que llegamos a tener algo. ¡¡Wendy deja de pensar eso!! No podía dejar que mi corazón se abriera ante él, somos muy diferentes y a la vez tan iguales.
Jakson me hace plantearme cosas que ni yo misma pensé que haría antes. Sin duda el tenia algo que me hacía ponerme al revés con solo una mirado o una palabra. No podía dejar que este sentimiento siguiera creciendo como lo esta haciendo.
Me daba miedo que tal vez todo lo que hace fuera mentira.
Me separe de él y me puse ha andar siendo seguida por él. Minutos después se posiciono a mi lado enseñándome cada cosa de la "enorme" ciudad. Desde abajo y paseando por ella se veía pequeña, nada se comparaba de como se veía desde las alturas.
En una de nuestras caminatas paramos y compramos algo para comer. Ya era la hora de parar y reponer fuerzas. Las tripas no paraban de rugir desde que salinos del autocar y parecía que Jakson lo había notado pero no quería decirme nada.
Era muy mono cuando se lo proponía.
—Y dime —comenzó a hablar después de unos minutos sentado en la banca de un parque que habíamos pasado minutos antes— ¿Cómo es que no has pensado en irte si te han dado la oportunidad?
Suspire.
—No puedo irme aun. Necesito pasar un año en el internado para salir. Y no llevo ni tres meses.
Jakson bajo la mirada a su dona y se quedo como pensativo. No había dicho nada malo solo había dicho la verdad. Quería irme, si, pero no podía hasta que no pasará un maldito año. Me parecía injusto.
Jakson se levanto de golpe y tomo mi muñeca levantándome de golpe. Rodeo mi cintura con sus manos y me pego a él.
¿Me estaba abrazando?
No me importaba pero era raro y más ahora. Tal vez se sentía culpable por meter el tema. No lo culpaba, estaba segura de que si él estuviera en mi posición también me pondría así.
—No pasa nada —dije intentando relajar la rara sensación que sentía al oír los latidos de su corazón en mi oído.
Jakson no respondió, pero si se separó. Levante la mirada para verle a los ojos, podía notar un extraño brilló de compasión y de algo más. Pero no me dio tiempo a descubrirlo cuando juntos sus labios con los míos en un simple roce.
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