Capítulo 16. Wendy

Trague con dificultad ante la gran tensión que sentía ahora mismo. Estaban por hablar con Jakson sobre mi y sobre anoche. No debería de preocuparme ya que no paso nada pero, me pone nerviosa que diga que "durmió" conmigo. Y lo peor de todo es que casi nos besamos. Si sumamos todo eso da a mi vergüenza multiplicada por mil. Tierra trágame.

Me tape la cara con las manos cuando empezaron a preguntarle. Jakson puso caras raras a cada pregunta que le hacían las chicas. Solo esperaba que no dijera nada de nosotros o le mataría. Aparte las manos para asegurarme de que habían acabado ya, pero no, y lo peor de todo es que Jakson me estaba mirando.

Y yo que no quería llamar la atención él hace que la llame más. Resoplo y me centro en la ventana e intento que el tiempo pase rápido o que por lo menos todo esto sea un sueño. Y para añadir más cosa al asunto las chicas acaban de hablar con él y vuelven a la mesa.

La primera en hablar es Clara, la lista del grupo. O eso dicen las demás, no me he parado a conocerla la verdad.

-Dice que no tuvo nada con nadie, pero una de las chicas le vio saltar por la ventana de una de las habitaciones de las chicas.

-Eso no significa que haya echo nada -defendió Madisson mirando con disimulo.

Se que parecía que habíamos echo algo pero no es verdad... bueno, estuvimos apunto de besarnos, pero eso no cuenta como hacer algo. Solo esperaba que Jakson no fuera expandiendo rumores falsos como hizo cuando llegue. Ese día fue algo bochornoso para mi. No quiero que se vuelva a repetir.

Mientras las chicas discutían sobre el tema me escabullí y me dirigí fuera de las instalaciones, se que me caería un buen castigo pero necesitaba pensar en lo que estaba pasando estos días con mi vida. Las cosas se estaban yendo de las manos de una manera que no era capaz de controlar con facilidad.

Sin saber por que me dirigí hacia la casa de árbol, por alguna extraña razón me sentía segura en ella aunque solo haya estado un día. Recordaba que de pequeña me gustaba subirme a la casa del árbol de uno de mis vecinos ya que eramos muy buenos amigos el chico y yo. Sonara raro lo que voy a decir pero el niño de mi infancia se parecía a Jakson. Desde que lo vi por primera vez lo pensé, pero nunca le di la oportunidad hasta que me llevo a aquí el primer día.

Imaginarme que le conocía de antes no se me paso por la cabeza en ningún momento hasta que todos esos acontecimientos con el me hicieron pensar en mi pasado. No eramos los mejores amigos pero nos llevábamos y nos hablábamos, hasta que mis padres dejaron de llevarme a su casa y al poco tiempo vi un cartel en esa casa que ponía "se vende" desde entonces no he vuelto a saber de ese niño. Hasta ahora, creo.

No quiero llenarme la cabeza de falsas cosas de mi pasado, pero si se diera la posibilidad de que Jakson fuese el niño de mi infancia, solo tal vez... Me alegraría. Me alegraría de saber que no estoy sola después de todo. He pasado por tantas cosas que no son nada agradables y solo me apetece llorar en un hombro conocido. Jakson es casi conocido, tal vez él lo sabia y no me lo dijo, pero igual necesito aclarar esa posibilidad.

Me subí a la cabaña y me senté al lado de una de las ventanas que daban hacia el bosque. Me resultaba raro el lugar pero era tranquilo y pacifico. Me bastaba para aclarar todo. Cerré los ojos poco a poco, sentía un inmenso cansancio por todo mi cuerpo. Seguro era por la caminata que me había pegado.

Pero valió la pena por esta paz que daba el bosque.

Al cabo de unos minutos de estar durmiendo, oí como si alguien se acercaba lentamente. Abrí con cuidado los ojos ya que no me fiaba de quien pudiera ser. Tal vez un animal o alguien desconocido que venia a ocupar la casa, pero eso lo descartaba, no había nadie por esta zona, todo era del internado.

Se me paso por la cabeza Jakson, pero no, él seguro estará con sus amigos burlándose de mi como siempre hace cada vez que pasa algo entre nosotros. Me levante despacio para que la persona que estuviese merodeando por la zona no me oyera.

Me asome levemente por la ventana para asegurarme de que no hubiera nada y así bajar.

Al asegurarme de que no había nadie baje y seguí un pequeño rastro de pasos que llevaban hasta el pequeño acantilado al que me llevo hace unos días Jakson. Me encantaba las vista que mostraba de toda la ciudad desde la altura, era algo diferente a lo que se ve desde otros lugares.

Me pare en seco cuando vi una figura sentada en el suelo del pequeño acantilado. Me apoye en uno de los arboles y me quede contemplando a la persona. Las luces se reflejaban en el cabello castaño del chico y el viento lo revolvía sin piedad. Me gustaría poder acercarme y hablarle, pero no lo conozco.

-¿Quién anda ahí? -pregunta el chico, al parecer percatándose de mi presencia.

Me quede inmóvil al lado del enorme árbol en el que estaba apoyada. Desvíe la mirada hacía el suelo sin responder a su pregunta. Me sentía nerviosa sin saber por que, era un desconocido. O eso creía. Trague con miedo y hable débil.

-P-Perdón... Yo no quería...

Me calle al ver como el chico se levantaba y se daba la vuelta. Jakson, estaba enfrente mía con los ojos llorosos. Me quede estática al verle por primera vez de esa manera. Parece de esos típicos chicos fuertes, pero en realidad esconde una parte sensible detrás de todo eso.

Juego con mis manos con nervios durante unos segundos aun con la mirada en el suelo para luego levantar la cuando le oigo avanzar hacia mi. No podía desviar la mirada de él, lo veía tan vulnerable y a la vez tan normal. Se que al principio me lleve mal con él, pero me ha demostrado cosas que ningún chico antes a hecho.

De tan sólo pensar que Jakson es tan dulce conmigo y que me valore, hace que mi corazón y mi cuerpo reaccionen de una manera muy rara y que nunca he sentido.
Ya enfrente mio me escanea con la mirada para luego abrazarme por sorpresa de mi parte.
Me quedo quieta durante unos pequeños segundos analizando la situación hasta que le correspondo.

Jakson unde su cabeza en mi hombro emitiendo pequeños sollozos. Por intuición llevo mi mano a su pelo y lo acaricio. Se que tal vez no funcione, pero si eso le ayuda a relajarse estaré así.
Nos quedamos en esa posición durante un buen rato, la noche cada vez estaba más densa que antes y parecía que Jakson ya estaba más relajado de lo que estaba antes.

Se separa de mi lentamente y toma mi rostro con sus manos. No levanto la cabeza en ningún momento así que no podía ver que aspecto tenía ahora mismo, pero me lo imaginaba.

-¿Por qué eres buena? -pregunto el desconcertando me.

-¿Qué? -encaro una ceja -estabas mal y... solo quería ayudarte, eso es lo que hacen las buenas personas.

No estaba segura de porque le había ayudado a relajarse o porque le he consolado, pero fue algo que ni yo misma pude controlar. Verle así de débil y diferente a como es delante de los demás me ha echó sentirme especial y a la ves diferente.
Seguro esta avergonzado de que le haya visto llorar y por eso me esta echando un reproche. Así son los hombres.

-No me hacia falta tu ayuda en absoluto -me suelta dándose media vuelta mirando a la ciudad y dándome la espalda.

Eh aquí la autoestima del hombre, nunca mostrarse débil delante de una chica, pero bueno, que voy hacer yo con este cabezota.
Suspiro y me acercó despacio a él. Rodeo su cintura con mis brazos tomándolo por sorpresa. Me sentía segura y agosto en sus brazos, me daba la sensación de que no era la primera vez que nos abrazábamos. Todos los recuerdos de mi infancia son algo borrosos desde hace tiempo, y aunque quisiera saber si le conozco de antes no sabría como descubrirlo. Mis padres no me ayudaran nunca. Por eso me dejaron aquí.

Sentía una gran presión en mi pecho al recordar a mis padres. Me dolía pensar que me han dejado sola sin decirme los motivos de su abandono. Pero no estoy totalmente sola, lo se, y eso es algo que nunca pensé que admitiría.

Cerré los ojos abrazando con más fuerza la espalda de Jakson. Las ganas de llorar y desahogar todo escaparon de mi y no pude evitar las lagrimas cayeran. Jakson pareció notar que lloraba y aflojo el abrazo para darse la vuelta y abrazarme para que finalmente, me deshiciera de todo lo que he estado aguantando.

-Perdona por abrazarte y estropearte la camiseta con mis lagrimas -me disculpe después de que me pasara casi diez minutos llorando en su pecho. Me sentía avergonzada de mi misma.

-No te disculpes, se notaba que guardabas mucho dolor.

-¿Y tu..., no guardas dolor? -me atreví a preguntar al recordar que él también estaba llorando cuando lo encontré.

-No me muestro débil ante los demás, y lo sabes -me miro con una sonrisa burlona. Estábamos sentados mirando la ciudad que casi ya no había luces que la iluminaran. Ya era tarde, muy tarde.

-No te creas. Todos tenemos una parte débil que no queremos mostrar, pero que al final mostramos a alguien -no dejo de mirar al frente contemplando la ciudad mientras me abrazo las rodillas contra mi pecho.

-Sin duda tu nunca has sufrido algo más que lo de tus padres.

-No la verdad, siempre me he mantenido fuera del sufrimiento desde pequeña. Nunca me ha gustado llorar por nadie que no valiera la pena.

-Lees demasiado -opino sin dejar de reír.

Bufe mordiéndome el labio para no reír con él. Me sentía estúpida en este momento, sentada con este chico que me saca de mis casillas a sido el único (a parte de Madisson) al que le he contado cosas de mi vida desde que he llegado. Sin duda este chico tiene algo... pero no se el que.

-¿Qué pasa, tengo monos en la cara? -pregunta acercándose más hacía mi dejando muy poca distancia -¿O es que te gusta lo que ves?

No me había percatado de que había dejado de mirar a la ciudad y le estaba mirando a él. Me sonroje desviando la mirada rápidamente.

-N-No digas tonterías -no podía evitar tartamudear ante esa declaración -nunca me gustaría mirarte.

Le oí reír sin compasión ante mis nervios. Seguro estaba roja como un tomate. Que vergüenza.

-Tranquila idiota, solo era una broma, se que no estas interesada en nadie. De momento.

-Oye -le golpee el hombro y él fingió dolor -me gustabas más cuando eras tierno y no el idiota que eres ahora.

-¿Soy mono? -se rasca la barbilla mirándome con malicia.

-¡Me has entendido a la perfección!

Torcí el gesto mientras él no dejaba reír. Me resultaba raro oírle reír tanto en un solo momentos. Tal vez se sienta cómodo conmigo al igual que yo con él en ocasiones. Le dedique una pequeña sonrisa, no quería reír pero no podía evitarlo.

-Finalmente puedo verte sonreír -comento divertido. Volví a ponerme seria -Oh vamos no seas una agua fiestas.

-Tu eres el agua fiestas aquí por si no lo habías notado.

Volvimos a reír y esta vez no me corte. Me sentía tan cómoda con él. Seguro seria la última y la primera vez que pasa un momento tan maravillosos con él. No pude evitar acercarme a él y sentarme en su regazo, seguro si alguien nos viera pensaría que eramos una pareja pero no, solo quería estar más cerca suya.

Suena raro pero lo quería cerca. Jakson se sorprendió ante mi acción y no dejo de mirarme perplejo hasta que apoye mi cabeza en su hombro. Su fragancia inundaba mis fosas nasales como si nada. Me gustaba su olor a colonia barata de chico. Él no se arreglaba para nadie que no le importara, estaba segura de eso.

Cerré los ojos al sentir como acariciaba mi cabello y el silencio nos inundaba. Él miraba la ciudad y yo me relajaba en su pecho. Podía escuchar los latidos de su corazón latiendo con sincronía. Sonreí y levante la cabeza para depositar un beso en su mejilla para luego ocultar la cabeza otra vez.

Puede notar como sonreía ante mi atrevimiento. No quería que este momento se acabará nunca.










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