18 (reescrito)
El sábado acabó llegando mucho más rápido de lo que me esperaba. Entre salidas con las chicas, las clases y alguna que otra charla con Jackson, la semana se me había pasado volando por completo.
—Estoy demasiado nerviosa —dice Maddi saltando de un lado al otro.
No sé si ella es la más ilusionada de las dos en este momento.
—Ay, ya, deja de parecer un canguro —le dije—. Ya has visto que las cosas se han arreglado con ese simio en proceso de aprendizaje, así que deja ya de saltar que me pones nerviosa —terminé de decir tomándola de los hombros haciendo que parara.
—No puedo evitarlo, los nervios me ganan —ríe nerviosa.
—Pues ya puede ir relajando esos nervios que parece que te ha dado un calambre —le señaló el pelo.
—Ay madre —corre al baño para arreglarse de nuevo.
Me dejo caer en la cama sin arrugar la ropa que Maddi había insistido en que llevará. No llevaba lo mismo que llevarían las otras chicas, pero así mejor, no sería como ellas en ese sentido. Solo sabía que Jessie y las demás irían con ropa casual, en cambio las demás irían con ropa formal. ¿De dónde la han sacado? Ni me pregunten, solo sé que esas chicas han conseguido ropa bonita de la noche a la mañana.
—Ya estoy, vamos.
Seguí a Maddi hasta la entrada del patio que es donde se realizaría el baile de entrada a la fiesta.
Estaba nerviosa, tenía que admitirlo. No me esperaba que esta noche fuera a ser tan... ¿real? Sí, real por que nunca había venido a un baile de este estilo y tampoco había sido invitada nunca por un chico. Demasiado triste, lo sé, no hace falta que me lo digan, ya me lo recuerdo yo.
Unas manos rodearon mi cintura haciendo que me sobresaltara.
—Estás preciosa, la más linda del lugar si me dejas opinar.
Su aliento choco contra mi oreja haciendo que se me pusieran los pelos de punta.
Me volví hacía él quedando cara a cara. No pude evitar que una sonrisa sincera cruzara mis labios al verlo.
—No sé si decirte lo mismo, te haría demasiadas ilusiones —reí.
Su mano dejo un mechón de mi pelo detrás de mí oreja. Su roce alerto todo mi sistema y me quedé mirando sus ojos verdes profundos. La noche había caído y el reflejo de las luces colgadas se dejaban ver en sus hermosos ojos.
—Hermoso —dije sin darme cuenta.
Jackson río divertido. Le di un golpe en el hombro y él se intentó aguantar la risa pero no pudo.
—Lo siento, pero es la primera vez que me siento tan nervioso, y que me digas eso ya me descolocas todo.
Me sonroje a más no poder. Sus dedos acariciaron mi mejilla con ternura y por alguna razón solo éramos él y yo ahora mismo. El baile ni quiera había empezado y ya sentía las mariposas bailar dentro de mí como locas de un lado al otro.
—Vamos con las demás —le propuse y no se negó aún que tuviera las ganas de hacerlo.
Ya reunidos con los demás me junte con Maddi y las chicas para hablar de algunos asuntos con el tema del baile y las parejas, no muchas de las chicas del internado tenían pareja, así que tendríamos que hacer algo para que todas tuviéramos pareja para el final de la noche.
—Yo tengo algo, pero no sé si será buena idea —habló Lucy detrás de mí.
—Dila, no perdemos nada por escucharte —la sonreí animándola.
Ella al ser una de las mayores no se sentía muy cómoda con otras que no fueran de su curso, pero se había adaptado muy bien a nosotras, alguna que otra vez era algo callada, pero cuando hablaba demostraba ser de gran ayuda.
—Porque no hacemos un jugo y hacemos que todos formen parejas —explicó—. Así tendrían que ponerse con alguien aún que no quieran, son las reglas del juego, ¿no?
Nos dio una mirada a todas. Asentimos a su idea y fuimos a hablar con la directora Amanda.
—Directora —se volvió hacía nosotras—, necesitamos decir una cosa.
—Claro, adelante —nos dio paso hacía el pequeño escenario que había montado.
Maddi se paró en medio del escenario y tomó el micro. Un pitido callo a todos de golpe.
—Bien —empezó Maddi—, necesitamos que todos lo que no tengan pareja se pongan con alguien para un juego que vamos a hacer. No podéis rajaros del juego.
Entre murmullos de negación la gente que no tenía pareja se fue juntando con alguien. Vi que algunas chicas se acercaban coquetas hacía Jackson para luego irse con el ceño fruncido, todas sus miradas asesinas iban hacía mí. Al parecer le ha rechazado de la única manera que él es capaz: diciéndoles que ya está con alguien: yo.
Genial, lo que me faltaba, tener el odio de las demás chicas ahora, con lo que me había costado demostrar que no era una pija busca chicos.
Ya con todos en pareja Maddi habló de nuevo.
—Bien, ya con todas las parejas hechas diré las reglas del juego y en qué consistirá.
La miré como si estuviera diciendo algo nuevo, y así era, eso no era lo que teníamos planeado hacer desde un principio. ¿Qué planeaba Maddi?
—El juego consistirá en que cada pareja deberá buscar un lugar en especial y debe mantenerse escondido hasta que la pareja que pilla los encuentre. Es el pilla pilla de toda la vida, pero en parejas, así será más divertido.
Me dio una mirada cómplice, ya entendía que por qué estaba haciendo esto, y me daba miedo lo que iba a suceder después.
Me sonrió con malicia y volvió a presar atención a la gente.
—Si estáis todos listos que empiece el juego. Los que pillarán serán Hanna y Josh —señaló a la pareja—. Tenéis dos minutos para esconderos por todo el edificio. ¡Que empiece el juego!
Su grito hizo correr a todas las parejas que había y Hanna y Josh se pusieron de espaldas a todos con los ojos cerrados. Maddi y yo bajamos corriendo y nos reunimos con nuestras parejas y salimos corriendo del patio. No entendía del todo lo que esto significaba, pero si era una estrategia para que Jackson y yo nos quedáramos solos, lo había conseguido con éxito.
No es que no me gustará pasar tiempo con Jackson, al contrario, estos últimos días él ha sido el mejor apoyo que he tenido en años, no me imaginaba que este chico tuviera ese corazón tan bello.
Corrimos y no nos detuvimos hasta que estuvimos en una zona segura. Habían pasado lo dos minutos y ya deberían de haber salido a buscar a las personas.
—Esta parte nunca la he visto —comenté recuperando el aliento.
—Es el sótano —respondió él—, nadie suele bajar, así que casi nadie lo conoce.
—Qué raro, este lugar me parece muy guay —me dejé caer en uno de los escalones. El chirrido que causo mi movimiento hizo que las voces de fuera nos alarmaran.
—¿Has oído eso? —preguntó una voz desde fuera. Era Josh.
Debían de estar demasiado cerca de nosotros, esto no era bueno, teníamos que escondernos.
—Debe de haber gente por el sótano —comentó Hanna cada vez más cerca de la puerta.
Jackson me tomó de la mano y me alejo de la puerta llevándome hacía una puerta en donde debían de guardar algunos utensilios de limpieza y cosas varias. Este cuarto era una porquería.
—Shh —siseo Jackson pegado a la puerta.
Los pasos se escucharon cerca, muy cerca, al igual que las voces de nuestros amigos. Al no encontrar nada se dieron la vuelta y se fueron. Cuando escuchamos que la puerta del sótano se cerraba suspiramos aliviados, no nos habían descubierto.
—Menos mal, pensaba que nos iban a pillar por tu culpa —dijo él.
—Oh, perdón, no era mi intención que nos pillaran solo quería descansar de la carrera que me habías hecho dar.
—No es mu culpa que estés en baja forma.
Encaré una ceja ofendida.
—¿Me estás diciendo que soy una floja?
—No, solo te estoy diciendo que deberías hacer más ejercicio —respondió con una sonrisa en los labios.
Ay, odiaba que sonriera cuando estaba enojada con él, me era imposible mantener la concentración si me miraba de esa manera tan... profunda y tan suya, solo él era capaz de hacer que mi corazón se sintiera acogedor con cada sonrisa suya.
—Bueno —dije, volviendo a la realidad—, ya que se han ido mejor vámonos.
Pasé por su lado e intenté abrir la puerta. Tiré y tiré, pero no logré nada con ello
—No funca —le dije rascándome la nariz algo nerviosa.
—¿Cómo que no funciona? —Jackson se acerca e intenta él abrir la puerta de nuevo—. Joder —maldice echándose el pelo hacia atrás frustrado al ver que nos habíamos quedado encerrados.
—Bueno, mira el lado bueno —nos miramos—, por lo menos no nos han pillado.
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