Pasé toda la tarde con Karlos en una cafetería, la verdad que tenemos muchas cosas en común. Creo que lo he asustado un poco, o debe pensar que estoy loca o que soy muy infantil. Como que ponerme a cantar la canción de bob esponja no ayudó mucho.

Por qué viniste aqui?

- Supongo que eso ya lo sabes, para ser mas exactos lo sabe toda la cuidad.

Sólo por tu padre?

- Siempre fui la chica invisible del salón, nadie nunca supo mi nombre, no hablaba con nadie ni tenia amigos. Supongo que en verdad quería tener otra vida, tener amigos, gente que me quisiera. En ese momento me sentí triste, no queria decir mas, me sentía incómoda hablando de ese tema.

Bueno, creo que ya lo estás consiguiendo. Me respondió con esa sonrisa que le caracteriza. Esa que nunca sale de mi mente.

Por un momento me puse a mirar la calle, habia mucha gente caminando, tan centradas en sus teléfonos, que no se daban cuenta de lo que pasaba a su alrededor.

- Joder!!! Algo habia aparecido frente a la ventana, algo con el rostro retorcido, desfigurado completamente. Asi de la nada se habia puesto frente a ma ventana.

Qué  paso? Me preguntó muy asustado.

- Nada sólo, creí haber visto algo, pero ya no está. Le respondí con un tono bajo de voz.

Estás bien? Quieres que nos vayamos?

- Sí, por favor.

No podía explicar lo que habia visto. Es que no sabia ni que era. Parecia un monstruo, era como una persona. Como si le hubiesen picado o cortado todo el rostro con un cuchillo o una navaja, estaba como podrido, como si hubiese pasado mucho tiempo enterrado y los gusanos se hubieran comido la mitad d el. Tenía el pelo sucio y corto. A decir la verdad. Me parecia muy familiar.