Hanna: Aún no recuerdo nada, sólo puedo ver imagenes de nosotros acostados en el pasto verde, en el rio y después todo se pone negro.

Mario: Soliamos pasar horas en el muelle recuerdas, sólo mirando el rio. Papá y mamá siempre estaban trabajando, asi que todos los dias estabamos tu y yo solos.

Hanna: qué pasó con ellos?

Mario: Una dia hubo una tormenta, el río creció, creció tanto que tapo la calle y los caminos, e incluso llegó a nuestra casa. Ellos venian en el auto del trabajo, era de noche, estaba oscuro y la lluvia no les dejaba ver nada. No se sabé que pasó, pero cuando paro de llover encontraron el carro, con ellos adentro, pero ya estaban muertos.

Hanna: La noche que estábamos solos, yo estaba enferma, tenia fiebre, preguntaba por ellos, tu estabas al lado mio, me decias que pronto llegarían.

Mario: Lo recuerdas. Después de eso nos llevaron al orfanato. No queria estar ahi. Queria irme contigo.

Hanna: Y que pasó contigo? Que fue lo que te hicieron?

Mario: Al poco tiempo una pareja me adoptó, eran jóvenes, nadie sabia las verdaderas intenciones que tenian. Eran unos drogadictos, sólo necesitaban a alguien que les vendiera la droga.

Hanna: y ese alguien eras tú.

Mario: Sí, pero un dia los descubrieron por mi culpa. A ella ya la habian cogido pero el se estaba escondiendo en la casa de la policia y yo estaba alli con él. Estaba drogado, hasta que llegó la policia, me culpaba a mi de todo lo que les habia pasado, asi que cogió una navaja, yo estaba atado sobre la cama de mi cuarto. Entonces comenzó a cortarme la cara con la navaja, no paraba de decir que tenia que haberme callado la boca.
Decia que preferia estar muerto antes que en la cárcel, pero que si él moría, yo también. Asi que después de dejarme morir desangrado, se pegó un tiro en la cabeza.