08
Dedicado a estas bellas personitas que estuvieron de cumpleaños hace poquitos días ❤️
Espero que hayan tenido una linda celebración ♥️
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La noche había caído en la granja de los Kim y tanto Taehyung como Seokjin estaban emocionados por la noche de películas que tendrían en la habitación de Namjoon. Este había tomado el dormitorio de su hermano pequeño para darle al par de amigos una cama más grande y también la posibilidad de ver una de las tantas películas que tenía muy bien ordenadas a un costado de su cama.
-Mi Joonie es el mejor ¿no crees?
-Si -Seokjin miraba con sumo interés la vasta colección de películas de todos los géneros que se le podían ocurrir.
-¿Ya elegiste? -Tae llegó a su lado y apoyó su mentón en el hombro de su amigo -a mí me gustan las de terror.
Seokjin tragó al sentir la respiración de Taehyung sobre su cuello. Trató de alejarse pero luego su amigo dejó su mano en su cintura manteniéndolo en el lugar. Su pecho se agitó y solo pudo volver a respirar cuando Taehyung se alejó de él tomando entre sus manos una de las tantas películas del estante. Completamente indiferente a lo que había hecho, ahora Seokjin se preguntaba si Tae siempre era así de cariñoso con sus amigos.
Si era así de demostrativo con otros chicos como él.
-¿Jinnie?
El aludido se giró inmediatamente y volvió a tragar. Lamió sus labios y luego se acercó a la cama. Se subió a esta para acomodarse en las mantas un tanto alejado de su amigo.
Este en tanto se movió por la cama y apoyado en sus rodillas puso la película en el reproductor de dvd que estaba a los pies de la cama de Namjoon.
-Ojalá te guste, se llama Silent Hill.
-Uhm, ¿da mucho miedo?
-Naa, a mi no me dio nada cuando la vi.
Seokjin más tranquilo llevó su mano hasta la fuente de palomitas que estaba al medio de ambos.
Con la luz apagada la película era realmente terrorífica o al menos eso era lo que el castaño pensaba mientras veía como esa madre buscaba a su hija en aquel pueblo fantasma lleno de cenizas.
Observó a su amigo y este se veía realmente feliz mientras comía palomitas.
-Uhm ¿Tae?
Taehyung miró hacia su amigo, se veía gracioso con los restos de palomitas cerca de sus labios.
-¿Tienes miedo? -el azabache se limpió la boca -¿Quieres un abrazo?
Seokjin asintió y se movió por la cama para recostar su cabeza en el pecho del otro. Lo cierto era que a Seokjin le daban miedo muchas cosas, la oscuridad, los fantasmas que podían acechar en las sombras de los pecadores... Algo así decía su mamá y él tenía miedo de sus pecados, hasta de los no cometidos.
-¿No te molesta si cierro los ojos y no la veo?
-Claro que no -Tae comió más palomitas tratando de no pensar demasiado en el lindo chico que lo abrazaba como si fuera su peluche favorito.
Seokjin respiró más tranquilo cuando Tae no se burló de él por tener miedo a una simple película. Su papá siempre le decía que era un amanerado pero él no sabía muy bien a que se refería y tampoco quería saber, por la forma en que lo decía no parecía algo bueno en absoluto.
Algunas cosas eran mejor no saberlas.
-¿Tae?
-Uhm.
-¿Piensas alguna vez en el futuro?
-¿Eh?
Seokjin se sentó en la cama ruborizado.
-Es que yo a veces pienso en eso... Ya sabes, como será mi vida en unos años más.
El azabache dejó de mirar la película para enfocar sus ojos en el chico nervioso en que se había vuelto Seokjin. A la luz de la única fuente luminosidad su amigo se veía hermoso.
Oh dios.
Tae se obligó a no tener esos pensamientos. Ya le había pasado una vez y no había sido para nada una buena idea que le gustara uno de sus amigos de su antigua escuela rural, no después de la tremenda paliza que le dio el hermano mayor de este por querer corromperlo.
Ese recuerdo era un tanto doloroso.
-¿Y como crees que será tu vida más adelante? -Tae se concentró en la conversación y no en las bonitas mejillas de Seokjin.
-No lo sé, quiero estudiar en la universidad y salir de mi casa.
-Yo quiero tener un perro cuando grande.
Seokjin sonrió sin mostrar sus dientes -eso es bonito también.
-Mmh, es tonto lo que dije ¿Cierto?
-¿Que? No, claro que no. Todos tenemos diferentes maneras de ver el futuro.
-Tú pareces triste.
Seokjin entrelazó sus dedos y asintió levemente, no sabía por qué pero se le hacía tan fácil hablar con Taehyung sobre su vida, algo que no había hecho con nadie, solo con Mina pero eso había sido casi una obligación ya que ella había visto tantas veces como sus padres lo castigaban.
-Yo he sido muy feliz hoy día Tae -su nariz picó derrepente. -Gracias.
Oh no, él quería llorar. Llorar delante de su nuevo amigo, el único amigo que había hecho en su vida.
Tonto Seokjin.
-Puedes venir cuando quieras, yo también fui muy feliz hoy Jinnie, ¿puedo decirte así?
Seokjin sonrió y así sin más su tristeza quedó atrás.
-Puedes decirme así, Tae.
En realidad no era algo que no hubiese escuchado antes, su madre también le decía de esa manera, pero solo cuando alguien más la escuchaba. Entonces él nunca creyó que lo decía por cariño, pero en el caso de Taehyung era diferente. Se escuchaba diferente viniendo de él.
-¿Cambiamos de película?
-Uhm -Jin se rascó la nuca -lo siento, el terror no es mi género preferido.
-Oh, no importa, no pensé que te daría miedo, deberías haberlo dicho Jinnie. Aquí hay como 100 películas alguna de estas te tiene que gustar.
-Me gustan las románticas -murmuró bajito. Sus orejas rojas por la vergüenza.
-¡Entonces buscaremos una de esas Jinnie! Quiero que te sientas muy cómodo aquí en casa, mañana podrás conocer a mis papás y comeremos mucha comida deliciosa.
Seokjin sonrió amplio y una nueva sensación de estaba apoderando de él, no sabía muy bien como definir lo que estaba haciéndole sentir Taehyung con su amistad, pero se sentía cuidado y escuchado por su amigo y ese era un sentimiento que estaba tan lejano en su día a día.
Con una calidez en su interior Seokjin se paró justo al lado de Taehyung y tal como lo había hecho el azabache horas antes él apoyó su mentón sobre su hombro ignorando lo que ese sencillo acto le hacía sentir a su amigo.
Y pasarían muchos años antes de que él supiera como realmente Taehyung se sentía cerca de él.
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El ruido de unos ladridos despertó a Seokjin, no sabía que hora era pero el sol ya estaba en lo alto por lo que podía ver a través de las cortinas de la habitación del hermano de Taehyung.
Taehyung.
Una sonrisa se coló en su rostro y giró su cabeza para ver a su amigo, pero este no estaba en la cama junto a él. Su ceño se frunció al mismo tiempo que él se sentaba, se llevó la mano hasta su cabello y acarició un poco antes de bajar los pies de la cama.
Sintió un poco de vergüenza al estar recién despertando. Era de muy mala educación lo que estaba haciendo y él podía claramente escuchar a su madre regañarlo en sus pensamientos.
Se levantó y buscó su mochila para vestirse y pedirle al hermano de Namjoon que lo llevara hasta su casa, pero no alcanzó a moverse cuando la puerta se abrió y un sonriente Taehyung le dio los buenos días.
-Jinnie, ¿quieres acompañarme a ver las gallinas? Mi abu ya buscó los huevos -dijo realmente apenado de no poder mostrarle a Seokjin aquello.
El ceño del castaño se frunció ¿que hora serían?
-Yo... Dormí demasiado -dijo a modo de disculpa.
-Oh, no importa realmente, yo desperté recién -Tae entró a la habitación -¿Dormiste bien? Yo suelo abrazar a quien duerme conmigo espero no haberte molestado.
-No me di cuenta -el castaño se encogió de hombros un poco más tranquilo.
-¿Entonces vamos a ver las gallinas? -Tae seguía sonriendo. Él realmente había despertado de muy buen humor ese día.
-Uhm si -Jin pasó su mano por su cuello en un acto nervioso -¿Puedo usar el baño?
Taehyung se rió -sígueme.
El castaño tomó su mochila y siguió a su amigo por el pasillo. Sus pisadas resonaban por todo el piso de madera al ir descalzo.
Cuando entró al baño dejó su mochila en la tapa del inodoro y la abrió, sacó su toalla y la ropa que se pondría ese día. Todo bajo la atenta mirada de Taehyung quien estaba apoyado en el marco de la puerta.
Seokjin alzó su mirada y se miraron unos segundos.
-¿Yo me puedo duchar?
-Si.
El castaño mordió su labio, no sabía cómo decirle a su amigo que quería cerrar la puerta para ducharse.
-Uhm...
-¡Tae! -el azabache saltó en su sitio al escuchar la voz de su hermano mayor gritarle desde algún lugar del pasillo.
-Mejor me voy, mi abu está preparando el desayuno. Te espero abajo.
Y con eso Seokjin pudo respirar tranquilo.
Cerró la puerta y se apoyó en esta, lamió sus labios y sonrió. Hace mucho tiempo que no se sentía feliz y eso que el día recién comenzaba.
¿Que más podría vivir en aquel lugar?
No tenía idea que tenía deparado su amigo para ese día pero él ya quería conocer un poco más de la granja y por supuesto a los padres de Taehyung.
Y no quería pensar en volver a su casa, no cuando había conocido a personas que lo trataban bien y no como si él fuera un estorbo, como si fuera basura.
Seokjin seguía sonriendo mientras se quitaba la ropa para meterse a la ducha.
Y no dejaría de sonreír durante todo el día.
Luego de ver a las gallinas Seokjin y Taehyung se sentaron en la mesa de la cocina y degustaron la comida deliciosa de la abuela Kim.
Tae no había mentido al decir que su abuela hacia todo bien por qué lo que estaba probando era el mejor pastel de frutilla del mundo.
-¿A qué hora se durmió el par? -Namjoon tomó un trozo de pan y se lo llevó a la boca mirando a los dos chicos frente a él -eran las 3 de la madrugada y todavía podía escuchar sus risas.
Tanto Taehyung como Seokjin se sonrojaron, ellos no habían hecho nada más que reír al contar sus historias más divertidas.
-Jinnie me contó que una vez vio al sacerdote de su iglesia caerse en medio del barro -Taehyung rió recordando.
Jin asintió y repasó con su cuchara el plato ya vacío. Quería pedir una ración más pero su madre siempre decía que eso era de mala educación, solo debía comer una porción y muy pequeña por cierto.
Kim NaRa observó a sus dos nietos y al chiquillo tan bonito que era Seokjin, estaba contenta de que su pequeño Taetae pudiera hacer amigos en esa nueva escuela. Ella había temido porque su nieto menor no pudiera encontrar su lugar en aquel instituto tan diferente a su antigua escuela rural.
-No entiendo que tiene eso de divertido -Nam se cruzó de brazos sobre la mesa.
-Los brazos, Joonie -reprendió NaRa.
-Jinnie lo dice gracioso.
-Oh si -Jin miró su plato una vez más y luego suspiró queriendo más pastel -él suele usar sotana, de esas que muestran en las películas.
-¿En esta época? -Namjoon estaba realmente interesado.
-Si -murmuró -bueno, un día llovió mucho y nosotros tuvimos que ir de todas maneras a ayudar a la iglesia.
NaRa se levantó de su silla y tomó el plato de Seokjin.
El chico hizo una mueca pero luego siguió su relato mirando al hermano de Tae.
-Entonces él salió al patio y cuando estaba atravesando por el jardín resbaló en un charco enorme de lodo. -Taehyung se rió aún si la historia no terminaba haciendo sonreír a Seokjin.
Namjoon entrecerró sus ojos pero no dijo nada.
-Él cayó y su sotana se levantó. -Jin hizo una mueca frunciendo su nariz.
Taehyung aplaudió -¡Te falta la mejor parte Jinnie, el cura no llevaba ropa interior!
-Oh dios -Nam se rió contagiado de la risa estruendosa de su hermanito.
Kim NaRa movió su cabeza pero igual sonrió y dejó una nueva porción de pastel frente al castañito.
-Come cariño, estás muy delgado.
Seokjin agradeció haciendo una reverencia sobre la mesa y luego sin esperar más volvió a probar ese delicioso pastel ignorando las miradas que tenían sobre él las otras personas de la mesa.
Abu, ¿puedes hacer algo super delicioso para Jinnie? Creo que él no come correctamente...
NaRa pensó en aquellas palabras y su corazón de apretó en su pecho. Veía muy delgado al amigo de su nieto y también bastante tímido, como si tuviera miedo hasta de hablar. Eso llamó profundamente su atención.
En tanto Namjoon observaba a su hermano y a su amigo. No se perdía los ojos brillantes de Taehyung hacia Seokjin y eso lo preocupaba, él sabía que su Taetae no gustaba de las niñas y que siempre había tenido enamoramientos con otros chicos de su edad. Y él no quería que se repitiera la historia de ver a su hermanito volver golpeado de la escuela con el rostro lleno de lágrimas y la desilusión de ser rechazado vilmente.
Él no dejaría que la historia se repitiera.
-Bien niños, ya que terminaron todo deberían ir a ordenar la habitación, recuerden que Joonie les prestó su cuarto solo por esta noche.
Los chicos aludidos asintieron con pesar y es que ellos no habían podido ver muchas de las películas que querían.
-Pueden pasar una noche más allí si quieren, yo saldré hoy. Yo dormiré en casa de Ryan, mis papás ya saben, abu.
NaRa asintió -Entonces podrán ver más películas.
Los chicos se levantaron de la mesa contentos y comenzaron a quitar los platos y tazas ocupadas para ayudar en algo a la anciana mujer.
En eso la puerta que daba al patio se abrió y los padres de Taehyung hicieron ingreso al hogar.
-¡Hola a todos! -Kim Mi Soo llegó hasta Taehyung y le dio un fuerte abrazo -hola corazoncito, te extrañé.
El chico recibió gustoso el abrazo de su madre y luego se separó de ella para pararse al lado de Seokjin.
-Ma, él es Kim Seokjin.
Seokjin hizo una reverencia y recibió el saludo de la cálida mujer.
-Que bonito niño. Mira Sam -llamó la mujer.
Un hombre entró también hasta donde se encontraban todos y primero se acercó a darle un beso en el cabello a su hijo menor.
-Hola bebé, ¿cómo estuvo esa noche de películas? -el hombre sonrió y sus ojos se fueron inmediatamente a quien acompañaba a su hijo.
-Hola señor Kim -dijo tímido Seokjin.
Kim Samuel ladeó su cabeza y entrecerró los ojos al ver los ajenos, se le hacían tan familiar pero no podía recordar donde.
-Hola chico, soy Samuel.
El castaño sonrió, pronto todos se saludaron y él sintiéndose muy bien corrió detrás de Taehyung para seguir con las películas que habían escogido para la tarde.
Ambos cayeron en la cama y Seokjin volvió a confirmar, mientras escuchaba hablar a Taehyung que estaba en el lugar correcto, con personas que le estaban entregando un poquito de cariño, aún si no lo conocían demasiado.
Seokjin fue feliz mientras estuvo en la granja de los Kim...
Y esos recuerdos jamás lo abandonarían.
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