04
Taehyung estaba feliz, había conocido a un buen compañero de clases, alguien que no se burló de él en ningún momento, un chico que lo hacía sentir aceptado. Aunque no hablaron mucho durante la mañana, Taehyung se había sentido cómodo a su lado.
Extrañaba a los amigos que había dejado en su antigua escuela rural. Pero sus padres habían decidido sacarlo un año antes de su antigua escuela para que no quedara tan retrasado en su nivel académico, no querían que Taehyung pasara por lo mismo que su hermano Namjoon en su momento.
Tomó su mochila que estaba cargada de los libros que usarían ese año y que gracias a tanto peso su mochila se había roto. Los tirantes cedieron y ahora debía tomar la mochila como si fuera un bebé pequeño.
¿Porque cargaba con todos los libros?
La respuesta era muy sencilla, Taehyung estaba becado en el colegio, por lo que le daban todo el material que sus otros compañeros debían comprar, estos eran los libros anexos a sus asignaturas, también tenía derecho a almorzar en el colegio y un pequeño aporte monetario para su locomoción.
Y esa mañana al ingresar al colegio inmediatamente se había dirigido a la sala correspondiente a retirar el material que le serviría para todo su año académico.
Taehyung caminó por los pasillos y recordó haber visto un baño cuando ingresó por uno de los pasillos, ese colegio era como un laberinto, habían al menos cinco escaleras que conducían al segundo piso desde distintos puntos.
Entró al baño, este estaba vacío por lo que entró a uno de los cubículos y vació su vejiga de una vez. Luego salió y lavó sus manos, iba a tomar su mochila cuando uno de sus compañeros de salón entró también al lugar.
—Aquí estás campesino.
Oh no.
Taehyung no miró en su dirección y simplemente tomó su mochila y pasó al lado de quien recordaba su apellido era Jung.
Por supuesto que este no lo dejó y lo tomó del brazo bruscamente para luego estamparlo contra una pared.
—Suéltame —dijo con su respiración agitada. Tenía miedo, había esperado que en algún momento algún chico lo molestara, pero ¿golpes?, no, Taehyung no estaba preparado para que alguien le pusiera la mano encima.
—Me caes mal, con esa sonrisa de mierda, haciéndote el tímido campesino para obtener la atención del resto.
El primer golpe lo dejó medio aturdido. El dolor llegó inmediatamente y su piernas comenzaron a temblar, sus ojos se llenaron de lágrimas pero se golpearía solo si botaba una miserable lágrima delante de su agresor.
El rostro de triunfo del Jung lo descolocó.
Cuando vio que empuñaba su mano libre nuevamente, Taehyung cerró sus ojos fuerte pero los segundos pasaban y el segundo golpe nunca llegó.
Entonces los abrió y se quedó de piedra al ver a su compañero de puesto, el chico bonito.
Seokjin.
—¿Que estás haciendo Jung?
—Sal de aquí Kim, ve a hacer tus cosas de raritos o ir detrás del culo de algún sacerdote.
Seokjin estaba tan acostumbrado a que lo molestaran pero por alguna razón no quería verse como un chico "raro" para Taehyung.
—Déjalo ir.
Jung rió —¿Harás tu primera obra de caridad, justo hoy?
Seokjin lo empujó fuerte, eso hizo que Hoseok perdiera el equilibrio y cayera al piso.
Taehyung no podía creer que había sido salvado nuevamente por el chico de cabello castaño.
Se sentía inútil por no poder cuidarse por si mismo pero él no tenía culpa alguna de caerle mal a su compañero de clase. Por supuesto que no tenía culpa alguna del odio infundado que tenía este contra su persona.
Era tan injusto. Él no le había hecho daño a nadie, no merecía ese trato.
—¡Hijo de puta! —Jung se levantó y empujó a Seokjin fuerte pero este no cayó, solo chocó contra la pared detrás de él —te metiste con el equivocado.
—No te tengo miedo imbécil, ¿quieres golpearme? hazlo —lo retó.
—Lo haré, por meterte donde nadie te llama —Jung le pegó un puñetazo en el estómago y Seokjin se retorció enseguida por el golpe.
Taehyung mordió su labio sin saber que hacer pero ver el rostro dolorido de Seokjin fue necesario para armarse de valor y poner su brazo en el cuello del matón del curso y tirarlo hacia atrás.
Seokjin aprovechó la ayuda y pateó la entrepierna de Hoseok, sabía que era algo cobarde golpearlo mientras no podía defenderse, pero había visto tantas veces a Jung hacer lo mismo que la rabia por hacer justicia inundó todo su interior.
Pero como todo en la vida de Seokjin era difícil y engorroso, no pudo siquiera decirle a Taehyung que soltara a Hoseok cuando Henry, el inspector de su nivel entró al baño gritando.
—¡¿Que hacen golpeando a su compañero de esa manera?!
Taehyung soltó al chico como si este estuviera envuelto en llamas y se acercó asustado hasta Seokjin.
—Nos estábamos defendiendo señor Anderson —dijo el castaño asustado de que lo llevaran donde el rector del instituto. Eso solo significaría que sería castigado en casa.
—¿Dos contra uno Kim?
—Él me golpeó primero señor —Taehyung dio un paso al frente y mostró su rostro.
Henry Anderson observó a los tres y suspiró cansado —los tres a la oficina del rector ¡ahora!
Jung maldijo y salió primero que todos.
Taehyung tomó su mochila rota y la abrazó a su pecho. Caminaron juntos por el pasillo y el rostro asustado de Seokjin le hizo estremecer.
Nadie dijo nada y cuando el rector los suspendió a los tres estudiantes por dos días Seokjin sintió su estómago doler y no por el golpe de Hoseok.
Les entregaron sus mochilas y se retiraron de la oficina para esperar a sus respectivos padres.
—Siento que te hayas visto involucrado. Deberías haber dejado que me golpeara.
La voz de Taehyung sonó culposa y Seokjin quien no había levantado la mirada de sus zapatos negros se encogió de hombros.
Ya era tarde para arrepentimientos.
—Primer día de clases y ya te metiste en problemas, mocoso.
Taehyung saltó en su sitio y le sonrió de lado a su hermano mayor quien venía con una enorme sonrisa en su rostro.
Seokjin apreció el cariño con el que el mayor inspeccionó el rostro del azabache y su mueca de disgusto cuando vio el color morado en su mejilla.
Por razones obvias se habían llevado a Hoseok a otra oficina por si algún adulto quería pedir más explicaciones de las que le otorgaría el rector de la institución.
—¿Estás bien?
—Si.
—Iré a hablar con el rector, los papás no saben que te suspendieron, fue buena idea que hubiese venido yo a matricularte ¿cierto?
Taehyung asintió aliviado por que Namjoon era el mejor hermano mayor del mundo.
Entonces Nam vio a Seokjin. Su rostro pálido lo hizo preocuparse.
—¿Está enfermo?
—No lo sé, ha estado callado desde que salimos de la oficina del rector.
Ambos hermanos susurraban para que Seokjin no pudiera escuchar y realmente este no lo hacia.
No.
Seokjin se estaba imaginando todos los castigos que le iban a propinar en casa. No había manera en que pudiera zafar del enorme problema en el que se había metido.
Taehyung y su hermano mayor entraron a la oficina y Seokjin se quedó solo esperando por quien sea llegara a buscarlo.
Rogaba que no fuera su madre.
Taehyung volvió a salir de la oficina luego de un rato con su mochila en los brazos, se paró al frente de él y le agradeció la ayuda. Todavía con el rostro cargado de culpa se fue del colegio mirando hacia atrás en dirección a Seokjin.
Algo en lo asustado que estaba el chico lo hizo preocuparse en demasía.
Pasaron tres horas en donde Seokjin se torturaba con los insultos y castigos que recibiría por parte de sus padres, ninguno había llegado todavía y mientras el tiempo pasaba él tenía que conformarse con las miradas cargadas de lástima del personal del colegio.
Sabía lo que pensarían de él y su familia de locos religiosos.
Estaba perdido en sus pensamientos cuando escuchó una voz familiar.
Era su madre.
—¿Oh por dios Jinnie que pasó?
Cerró los ojos, hubiese deseado que llegara cargada de ira y lo maltratara con sus palabras de una buena vez y que no le hiciera creer al resto que era una mamá abnegada y cariñosa.
Era por mucho más doloroso que quisiera parecer como si realmente se preocupaba por él.
—Defendí a un compañero que estaban golpeando en el baño.
Seokjin sabía que ese era un buen acto, había actuado de acuerdo a la injusticia que había visto horas antes. Cualquier padre estaría más o menos orgulloso de eso ¿no?
—Iré a hablar con el rector y nos iremos a casa.
El menor no se perdió el tono filoso y la amenaza en los escasos segundos que sus ojos hicieron contacto.
Cuando la puerta se cerró, Seokjin empuñó sus manos y esperó por lo peor.
.
.
.
.
—¿Que le pasó a tu mochila, bonito?
Taehyung iba inmerso en sus pensamientos mientras iban camino a su casa en las afueras de la ciudad. El bus que los transportaba se movía de un lado a otro y el castaño estaba empezando a sentir náuseas.
—Se rompió por el peso —Taehyung mordió su labio —me dieron todos los libros y fue mucho al parecer.
—Claro que si, esa mochila tiene más de cinco años de uso bebé. Tú sabes que antes de que yo la usara había sido de otra persona —Namjoon se lamentó —te pasaré la mía ¿si?
—¿Que? , no, no. Esa es tuya Joonie, papá trabajó mucho para que pudieras tenerla.
—No importa, puedo usar el bolso deportivo, no puedes estar con una mochila así de rota mientras yo tengo una nueva.
—Pero...
—Nada, soy tu hermano mayor y la usarás sin reclamar ¿estamos claros?
Taehyung asintió y abrazó aún más fuerte su rota mochila negra.
—¿Crees que lo van a castigar?, él parecía realmente asustado.
El mayor de ambos arrugó su ceño por que no entendía de quien estaba hablando su pequeño hermano.
—Mhm... no sé de quién estás hablando Tae.
—El chico que me defendió —quiso rodar los ojos pero sabía que a su hermano no le gustaba cuando lo hacía —se llama Seokjin.
—Oh, ya veo. —Namjoon miró hacia adelante y se levantó cuando divisó su parada acercarse —vamos bebé.
Tae gruñó por el apodo en público, no tenía problema de escucharlo siempre y cuando su hermano no lo dijera en voz alta.
El azabache se paró justo detrás del mayor y bajaron juntos agradeciéndole al chófer por el viaje.
—Entonces estás más preocupado por ese chico Seokjin que por el castigo que te darán los papás ¿no?
El rubor subió por sus mejillas y sin mirar hacia adelante asintió despacio —él fue bueno conmigo hoy, no me gustaría que le pasara algo malo por mi culpa.
—No fue tu culpa, Tae.
Suspiró molesto y caminó al lado de su hermano los casi quince minutos que separaban la parada de buses de su hogar.
Cuando divisó la casa se tensó. Y aunque sus padres jamás lo castigaban, había un cierto temor a la decepción que podrían sentir sus progenitores al ser enviado a su hogar en el primer día de clases.
Y nada de eso había sido su culpa.
Ni la de Seokjin.
Bueno quizá no debería haber tomado a Jung Hoseok por el cuello y tratar de estrangularlo como lo veía en el programa de lucha los fines de semana.
Había sido una pésima idea.
—Para tu suerte —dijo el mayor abriendo la puerta principal —mamá y papá están trabajando en la casa de los Miller.
Taehyung suspiró aliviado.
—Entonces...
—Entonces adivina quién te va a cuidar.
Taehyung entró y corrió directamente hacia la cocina, podía sentir el olor a pan horneado y sabía muy bien quien estaba en su cocina.
—¡Abue!
La anciana le dio un enorme abrazo a su nieto menor y sonrió hacia Namjoon quien se había apoyado en el marco de la puerta para mirarlos.
—Y, ¿te gustó la sorpresa bebé?
Tae dejó muchos besitos en la mejilla de su abuelita y no la soltó en ningún momento haciendo reír a los dos mayores.
—Es la mejor sorpresa de la vida Joonie, gracias.
Tae se quedó en su cocina con su corazón contento por tener a su abuelita por esos dos días.
En algún momento olvidó a su nuevo amigo y justamente lo que él no sabía era que en casa del castaño las cosas no eran como en la suya.
Solo se enteraría mucho tiempo después, cuando Seokjin no tuviera otra escapatoria que cobijarse en sus brazos.
Y ese sería el momento de conocer realmente como eran los Kim en su fuero más íntimo.
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Hola!!!!
Gracias x seguir aquí.
Hay muchas cosas que por supuesto están vinculadas a nadie como tú, como por ejemplo el inspector del colegio de los chicos. Nadie se ha dado cuenta que este Henry es el mismo Henry del otro libro 👀.
Iremos de a poco desenvolviendo los temas, el próximo capítulo será triste, demasiado.
Bueno nos leemos pronto 💜.
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