No eres adecuado

Noticias recientes: Giovanni se lesionó, pero eso no lo detiene porque seguirá jugando y haciendo sus actividades cotidianas, muchos dicen que acudió al "huesero"; Gabriel Mercer intenta retomar nuestra relación después de que con Giovanni le lleváramos serenata a altas horas de la noche luego de un mensaje de Eros; Se acerca mi cumpleaños y no tengo ni la menor idea de cómo sentirme.

—¿Alcohol?

—Listo.

—¿Comida?

—Listo.

—¿Agua pura?

—Más que listo.

Preguntaba Giovanni mientras que Celeste corría de un lado a otro a verificar las cosas.

—¿Luces?

—Si son de color verde...sí están listas.

—Va a ser la mejor fiesta del puto mundo —comentó Giovanni mientras colocaba vasos sobre una mesa gigante —, ¿ya tienen su disfraz?

—Yo tengo el disfraz más horrible que pueda existir —dije seguro —, es una persona horrible sin sentimientos que mata y destruye todo a su paso sin importar qué.

Los dos pusieron cara de confusión por un momento y luego me dieron la indicación para que dé la respuesta.

—O sea, yo, obviamente.

—Eso no cuenta —reclamó Celeste —, ¿cómo vas a ser el chico de la fiesta de disfraces sin disfraz?

—Celeste y yo tenemos un disfraz perfecto —presumió Giovanni —. Yo soy Batman y ella es Catwoman.

—¡Todavía no está decidido! —exclamó ella —Considero que no me queda bien el disfraz, no tengo el vientre plano, por último, como es mañana en la noche, me pondré un polo ancho y diré que soy un zombie.

Giovanni le volteó los ojos y se fue dejando los vasos de lado.

—¿Dije algo malo?

—No le gusta que hables del peso —respondí a susurros —, y no estás gorda si eso es lo que crees.

Me retiré luego de unos segundos y fui a buscar a Gabriel Mercer.

Cuando lo encontré estaba donde siempre, sentado en las escaleras mirando el atardecer y como nunca...hablando con David, el cual estaba en la misma posición: apoyando los codos en sus muslos y escuchando a Mercer mientras asentía hacia algunas cosas.

—No entiendo por qué nunca te llevamos...

—No estoy listo, quizá —respondió seco.

—¿De qué hablan? —pregunté sentándome con ellos y metiéndome en su conversación.

—Hoy será el mejor día del mundo —especificó David —, ¿alguna vez has ido a Pietate, pequeño? Imagino que no por tu rostro.

—Es un lugar en donde está la virgen —explicó Gabriel —, muchos hacen obras de penitencia ahí o de agradecimiento. Es como acampar con un montón de personas creyentes en un monte o algo así.

—Es más que eso —sonrió —, casualmente este año...Los Pródigos irán a tocar, ya sabes, las alabanzas —dijo emocionado —, ¡cómo me encantan!, espero que toquen la de la reina del cielo o esa de Jesús donde bailan hacia la derecha e izquierda, no recuerdo sus nombres ahora, pero prometo filmar un vídeo para ti, será grandioso. Es una gran pena que te lo pierdas.

—Se supone que todos los años se van para evitar el Hall...

—Ariel, no digas eso —Gabriel colocó su dedo índice en mis labios —se van por devoción.

—Nos vamos hasta el dos...me apena bastante dejar a mi mejor amigo Gabriel Mercer —rió al decirlo —, pero por alguna extraña razón Camilo dijo que era mejor que se quedara.

—Es para probarme, como siempre, no sé qué más quiere de mí —cuestionó Gabriel.

—David, ¿sabías que mañana es mi cumpleaños? —pregunté destellando felicidad.

—Oh, Dios mío, no —negó sorprendido —. Dieciocho, ¿verdad?

—Efectivamente —afirmé sin despejar mi vista de los ojos de Gabriel —. Mañana organizaré una pequeña reunión en mi casa, con mis típicos tres amigos, ¿crees que sería malo que invite a Gabriel a comer un pedazo de torta de chirimoya y a beber un par de vasos de soda de cereza light?

—Yo no creo que haya problema —respondió David antes que Gabriel —, pero guárdame un pedazo y esto solo se queda entre nosotros tres.

—Vámonos, David —ordenó Camilo San Román mientras salía de quién sabe dónde.

Muchos otros tipos vestidos de negro y blanco lo seguían hacia un auto negro, David fue el último en subir y se despidió moviendo la mano de un lado a otro con una media sonrisa en el rostro.

—Así que...estás completamente solo ahora —dije apenas el auto partió, coloqué mi mano derecha sobre su muslo y subí hasta sus caderas haciendo que mis dedos caminaran como si fuese una araña.

—Ariel —tomó mi muñeca impidiendo que siga subiendo —, te perdoné, es cierto. Pero me sigue doliendo.

—Y a mí me duele que no te acuerdes de mi maldito cumpleaños —intenté hacer que soltara mi mano pero fallé en mi acción.

—¿Crees que me olvidaría de tu cumpleaños? —siguió sosteniendo con más fuerza mi muñeca y me miró directamente haciendo que lo único de nosotros que esté cerca sean las puntas de nuestras narices.

—No —titubeé.

—Exacto —se alejó y soltó mi muñeca de manera rápida, la cual tenía la marca de una mano.

—Bravo —aplaudí —, en pocos minutos mi muñeca estará morada porque alguien me sostuvo muy fuerte.

—Lo lamento —rió —, pero mira el lado bueno, pareces un papel con líneas verdes...ahora tendrás un poco de color. Como que te hace falta un día entero de playa sin protector solar, ¿verdad?; ¡no me mires así! —exclamó —Está bien, lo lamento, en serio —sostuvo mi muñeca suavemente —discúlpame —besó mi piel con el tacto más delicado que podía sentir por parte de Gabriel Mercer, que sin dejar de mirarme bordeaba las marcas que se habían formado en poco tiempo alrededor de mí.

—A las cuatro en punto en mi casa, haremos como una previa...ya sabes: Giovanni, Celeste, Mercedes; los típicos.

—No comeremos pastel de chirimoya, ¿o sí? —preguntó pícaro.

—Sí lo haremos —sonreí con los labios —tengo dos pasteles porque uno es para hundirme la cara y el otro para comer; brindaremos un poco, nos disfrazaremos y luego recién iremos al lugar de la fiesta. Ya está todo listo.

—¿Disfrazarnos?

—Sí, así que piensa en algo lindo —exhorté —o terminaremos siendo algo improvisado.

—Creo que quiero ser Barnabas Collins.

Aplasté su cabello y lo separé para ver cómo le quedaría.

—No me gusta —reí —, dudo que serías un vampiro sexy con esos ojos y esa piel toda ruborizada, habría que utilizar un kilo de maquillaje.

Gabriel suspiró e hizo su cabello hacia atrás de nuevo.

—¿Llevo algo?

—A ti.

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