-1
N/A: Ya se cumplirán dos años exactos desde el primer capítulo de Alguien como él (miento, faltan como tres semanas, pero quería tener una buena excusa para hacer una parte más), así que...les dejo esto como una antesala al capítulo especial, solo para que puedan entenderlo, o tal vez no.
¿Quién destruyó a quién? ¿Realmente ya no hay remedio para nosotros dos?
A pesar de todo el tiempo, sigo pensando en ti, en mí, en nosotros, y en cómo habríamos cambiado al mundo. O quizá estoy exagerando ahora, quizá era un suceso inevitable que tarde o temprano se iba a dar aunque lucháramos con todas nuestras fuerzas por dejar atrás tantas sombras que invadieron nuestras existencias antes de comenzar con todo esto, quizá, quizá, quizá...
Pero lo que ambos sabemos es que ni el quizá, ni el hubiese, ni cualquier otra palabra que exprese algo subjuntivo existe, o al menos, no existe en este presente en el que nosotros dos no somos, no estamos, no gozamos. Sencillamente no existe, no pasó, no se concretó, y dudo que en algún momento pueda entender el porqué; ya que, nazco y renazco como el fénix...y ninguna de las espadas que me clavan por la espalda me dan la respuesta de tu partida, me asesinan o me asesino a mí mismo clavándome una daga en la yugular y sigo sin poder comprender aquello que nos alejó aparentemente (para mí) sin razón alguna. Y es que soy muy ciego y orgulloso, recién lo reconozco después de tantas cicatrices; yo soy aquí el único que fue necio, el único que arruinó las cosas. Por esa misma razón, necesito que tú me lo digas, que me cuentes una historia para dormir acerca de lo que te llevó a tomar esa decisión tan drástica y radical. Lo necesito, Gabriel Mercer, y no solo lo necesito: lo merezco.
No sé qué es lo que exista en tu cabeza; porque mientras más busco la respuesta, menos la encuentro. Incluso llegué a reflexionar días y días sobre la última carta que sí tuve el valor de mandarte, y lo único que me decía a mí mismo era: ¿qué nos estoy haciendo? ¿Qué me estoy haciendo? ¿Por qué si la vida me dio un camino, yo decidí hacer uno desde cero e ignorar eso que tenía frente a mis ojos?
No quiero que tu respuesta me alivie, no espero ser feliz con ella, solo quiero ser real, quiero saberla. Y no sé, quizá me digas algo como: "Las cosas suceden por algo"; pero sé muy bien que tú piensas en todo y eres tan calculador que esas cinco palabras no bastarían para explicar ese plan que ya pensaste a detalle y que probablemente escribiste con sangre, no tengo ni la menor idea de lo que me dirías porque estoy seguro de que si te veo por algún lugar...ya no serías el mismo, ya no reconocería ni tu manera de andar, y es más que obvio que te sucedería algo similar al verme. "Nosotros los de antes, ya no somos los mismos". Sin embargo, ¿sabes qué también sé? Que cada situación está a su tiempo, y que en algún momento, como mencionaste en la última carta, en algún momento fijarás tu vista en la mía y la explicación será tan clara para mí que las palabras estarían de más. No sé cuándo sea nuestro tiempo, no sé si siquiera existe o se dará, pero reconozco que esta vida sin ti no es vida, y que estos años...de mi mente no te fuiste ni por un segundo: ni cuando dormía, ni cuando comía, ni cuando pensaba, ni cuando existía.
Sin firma porque no es necesario. Porque ya sabes quién soy, y porque de seguro arrugaré esta carta como otras tantas...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top