Capítulo 4

A punto de que llegáramos a mi granero, Joey me miró y su corazón volvió a latir con fervor y anhelos.

_ Hay otra cosa que debo confesarte

_ ¿Qué otra cosa? – sonrió con nervios y vergüenza. Me encantó verlo en esa faceta.

_ Hubo otra noche que vine y que me metí a tu casa y a tu habitación – abrí otra vez los ojos e hice alusión...

_ ¿A mi habitación?

_ Así es. Te vi dormir y te besé

_...

_ Y volvería a hacerlo si me lo permitieras...

El aliento se me retuvo y el corazón se me disparó. Aquel sueño, nunca fue un sueño, en verdad Joey me había besado, me había besado y a mí me había fascinado. Amé que lo haya hecho y sin saber que decir, o cómo actuar, me quedé perpleja. Él me miró.

Esperó a que yo le dijera algo, pero mi silencio lo incomodó, y pensó que tal vez, yo no le correspondería y la melancolía lo abordó.

Sonreí con disimulo y a punto de decirle algo, vi de repente una nota tirada junto a la puerta del granero.

Solté a Mareep para que fuera con sus compañeras y corrí a tomar aquella nota...

Joey a mi lado, me miró y yo comencé a leerla...

"Señorita Marie,

No nos deja otra opción. Como el máximo empresario de esta ciudad, exijo que desaloje el granero, en el máximo plazo de una semana, ya que tengo pruebas que la culpan de maltrato hacia esos animales y que tiene el sitio abandonado y en muy malas condiciones, lo que la contraloría lo define como en "estado de abandono", lo que la inhabilita para seguir siendo la dueña legal.

Mis encargados llegaran para deshabilitarlo, por completo, con una citación que la misma contraloría me ha otorgado.

Le dije que arregláramos esto por las buenas, pero usted se rehusó, así que ya esta situación está en manos de la ley.

Saludos cordiales.

Harold Taylor.

Se me llenaron los ojos de lágrimas y sin saber qué hacer, el mundo se me vino encima.

Joey me miró preocupado.

_ ¿Qué ocurre? ¿Qué dice esa carta?

_... Algo horrible... - él me miró alarmado y yo triste, miré mis ovejas, el molino y todo el granero de mi padre y estallé en llantos.

Abrazada a él, Joey me abrazó fuerte, con todo su cariño y me escuchó llorar y me consoló.

Esa era la segunda vez que me tenía en sus brazos...

Sentados los dos en el pasto, yo estaba junto a él.

_ Harold Taylor es el hombre más rico de toda esta ciudad, empresario y calculador. Hace un tiempo me ofreció dinero por el granero, al que yo se lo negué rotundamente. Luego volvió a insistirme; esa vez me ofreció el doble de dinero, que la vez anterior, y también me le negué. Hace una semana atrás volvió a llamarme y yo se lo dije una vez más, mi granero no está a la venta

_ ¿Y ahora que te escribió en esa nota?

_ Que tengo una semana para irme de aquí, ya que tiene un documento legal, que lo acredita la contraloría, donde dice que a mis ovejas las maltrato y que tengo el granero en la más ruina y abandono, lo que lo convierte a él en el nuevo dueño

_ ¿Qué? Ese imbécil no pude hacer eso. Este lugar es tuyo, solo tuyo

_ Pero tiene pruebas en mi contra, las que la ley lo avalan – otra vez me sentí ahogar y miré con pesar a mis ovejas – Este el lugar es de mi padre y significa mucho para mí. No puedo perderlo, así como así por el capricho de un mal hombre como ese tipo ¿No sé qué voy a hacer? – tomó mi mano, lo que me tomó por sorpresa.

_ Tranquila. Yo te ayudaré a que ese imbécil no consiga tu granero – lo miré más que sorprendida y a la vez agradecida. No me esperaba aquel gesto de su parte y él me sonrió.

_ ¿De verdad piensas ayudarme?

_ Si. Me has contado lo importante que es este lugar para ti y no puedes perderlo contra un imbécil que solo se jacta de tener dinero, y que además se cree el dueño de todo, un ególatra y alucinado – le sonreí con emoción y bajé la mirada. Recordé su beso, nuestro beso y la respiración se me aceleró.

Volví a mirarlo y me encontré con sus profundos ojos celestes asechándome con ternura y algo más.

_... ¿Por qué quieres ayudarme?

_ Porque quiero que seas feliz y sé que aquí en el granero de tu padre y junto a tus ovejas lo eres. Solo quiero que estés bien y que siempre sonrías, como cuando te conocí por primera vez aquel día – lo miré vibrante y nerviosa y él me miró con ternura.

_...

Sus ojos, fijos en mí, brillaron y sin contenerse, por impulso tomó mi mejilla entre sus manos. Yo lo miré con mi corazón todo alborotado.

Nos miramos detenidamente y aquel viento cómplice jugó con nuestros cabellos y sus ojos me cautivaron aún más.

_ Te amo. Estoy localmente enamorado de ti Marie

_ Joey, mi Joey

_ Te amo

Me llené de alegría, el alma se me alborotó por completo y emocionada, recordé el motivo de porque me había ido a vivir sola al granero y me quedé callada.

Joey incomodo frente a mi silencio, temió que yo no le correspondiera y prefirió levantarse de mi lado.

<< Entiendo si no sientes lo mismo, que yo siento por ti >>

<< Aún así te ayudaré y te protegeré de ese mal sujeto >>

Al ver que se iría y que quizás no lo volvería a ver, me entró la desesperación. No quería que se fuera y se alejará de mi lado y dejé todo lo demás atrás y me acerqué a él.

_ Joey, espera...

Él se volteó y yo tomé su mano. Me miró y yo con mis mejillas ruborizadas, él me miró con su desbordante ternura.

_ No te vayas. No podría soportarlo

_...

_ Yo también te amo. Estoy enamorada de ti

Sus ojos brillaron de amor y yo le sonreí con emoción. Acarició mi mejilla; se sintió el hombre más feliz y pleno de todos.

_ Mi niña. Mi hermosa y dulce Marie

_ Joey, mi Joey – no me pude contener más y lo abrasé fuerte, con todo mi amor.

Él embelesado al yo volver a abrazarlo, esta vez era aún más especial y amándome aún más por aquello, me abrazó con locura.

Me sentí maravillosa. Sentí que por fin había podido dejar mi dolor y resentimiento atrás y que otra vez podía ser feliz junto a él, a él que si realmente me quería y amaba.

_ Niña mía. No sabes lo feliz que me haces. Me siento el hombre más afortunado y feliz de todos

_ Yo también lo estoy. Nunca me imaginé que fueras tú el que me quisiera y me amará

_ Te he amado desde que te vi aquel día, en mi auto, sonreír – le sonreí con destellos.

_ Aún me parece un sueño, un dulce y bello sueño el que estés aquí, en mi granero, conmigo – me miró perdidamente.

_ Afortunadamente no lo es. Estoy aquí a tu lado, solo añorando volver a besarte y amarte con todas las fuerzas del mundo

_ Entonces bésame, bésame mi amor

Me miró intenso, amándome con fervor y yo perdida en él, le volví a sonreír y Joey fijo en mí, acarició una vez más mi mejilla y comenzó a besarme larga y muy, muy apasionadamente.

Besándonos sin parar, nos abrazamos fuerte y él con anhelos y su desbordante alegría, me cargó en sus brazos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top