Capítulo 2

3 días después...

La noche había caído; todas mis ovejas estaban dormidas, cerré el granero, y exhausta, ya no quería seguir pensando en la estúpida propuesta de aquel infame y me fui a dormir.

Tenía una taza de leche caliente junto a mí, ya que no podía dormir. Más inquieta estaba y sentía algo, que hacía mucho que no sentía.

Me sentí completamente sola, sin nadie que pudiera, quizás, darme un consejo o que me hiciera reír, y triste, bajé a recorrer el granero.

Descalza, quería sentir la paja y el pasto en mis pies y triste, caminé con mi vestido celeste. Quería buscar las nubes de algodón en el oscuro cielo.

Recordé lo que me había hecho mi exnovio, la razón por la que me había venido a vivir sola a aquel granero, y así poder escapar de todos, y de aquel enorme dolor para mi corazón.

Aquel auto negro estaba nuevamente frente al granero y él buscándome con la mirada, no había aguantado las ansias a que llegara el día de mañana, para volver a verme. De pronto, se sintió como un adolescente inseguro e inmaduro por hacer lo que estaba haciendo.

_ ¿Qué es lo que estoy haciendo?, ¿Por qué de pronto actúo y me comportó de esta manera? Si a esa joven mujer la he visto tres veces y ya. ¿Qué me está pasando con ella?...

Miró de pronto que mi casa tenía una luz encendida, y atento, sus ojos brillaron al verme pasear por el granero.

Sus manos temblaron de emoción y con la mirada perdida en mí y en mi largo cabello suelto, sonrió.

Dispersa, solo caminé y caminé por la oscura noche y con la garganta atorada, de pronto vi un auto negro, justo estacionado frente a mi granero y temí lo peor.

_ No...

Impulsiva, nada me importó y corrí a ver de quien se trataba y él desesperado, temió que yo lo descubriera y aceleró y se dio a la fuga.

Vi como aquel auto negro se esfumó entre la oscuridad de aquel largo camino, de la frontera, y preocupada y asustada, pensé lo peor. Que era ese infame de Harold.

_ ¡Imbécil! ¡Pero si crees que con venir a espiarme me intimidaras, estás muy equivocado!

Casi sin aliento, sintió un gran alivio al yo no haberlo descubierto, pero a la vez se sintió un completo idiota por actuar así tan cobarde, y sin dejar de conducir, recordó de pronto mi rostro y mis ojos serenos y tristes.

<< Añoro volver a verla >>

<< Volver a verte... >>

Sin importarme nada, me recosté junto a mis ovejas y cansada, no quería que nada malo les pudiera ocurrir y cerré los ojos. Me dormí completamente hasta la mañana siguiente.

Mareep preocupada por mí, comenzó a lamberme el rostro al ver que yo no despertaba.

Sentí su suave lengua y sonreí.

_ Ok. Ya desperté...

Sabía que era ella y la abrasé fuerte. Ese día sería mejor que el anterior...

Era casi medio día; juntaba toda la paja mala en un costado para luego tirarla. Aquello aún me resultaba un poco cansador, y con los fuertes rayos del sol, era aún más agotador. Solo quería tener la mente ocupada y no pensar en lo del imbécil de Harold.

Repuesta, había dejado el asunto atrás, muy atrás y con mis ovejas contentas, recorrimos juntas todo el granero. Las quise llevar a pastar más al fondo, cerca de la colina y sin darme cuenta, aquel misterioso sujeto famoso había vuelto en su auto para observarme, y así lo hizo los siguientes días por una semana completa...

Una semana después...

Completamente renovada, cepillé mi largo cabello y lo trencé con unas flores, del mismo color que mi vestido celeste.

Me sentía maravillosa y llena de ilusiones.

Regaba unas plantas y flores y recordé con ilusión el bonito sueño, que anoche había tenido con aquel guapo sujeto famoso.

No lo comprendía, pero tenía la sensación de que a aquel sujeto ya lo había visto en alguna parte.

Regando mis plantas, evoqué todo aquel sueño, y el corazón se me disparó.

<< Su tierna y sexy sonrisa >>

<< Su suave voz >>

<< No. Es imposible >>

<< Él es imposible >>

Su voz estaba latente en mis oídos y corazón. No podía sacarme sus profundos ojos de mí. Esa intensa mirada con la que me miraba...

<< Su beso >>

<< Jamás olvidaré ese dulce beso que me dio. Aunque solo haya sido un simple sueño >>

Mareep junto a mí, comenzó a valar para que yo le prestara atención...

La escuché y desperté de aquel bonito sueño. La miré abruptamente y ella pegada a mi vestido, se me revolvió el corazón de ternura y le sonreí.

_ Ven aquí...

Con ternura y cariño la cargué en mis brazos y me sentí más feliz, que hacía un instante atrás...

Lleno de suspiros, no podía dejar de sonreír y más anheló el volver a besarme y sentir mi respiración cerca de sus labios.

Lo recordó todo, una vez más, el que anoche había ido hasta mi casa y habitación y me había besado mientras yo dormía. Se llenó de deseos y más ilusiones.

La noche anterior...

Estacionado su auto frente al granero, la neblina se había esparcido por completo y sin importarle nada, cruzó la calle y entró a mi granero.

Advirtió que ninguna luz de mi casa estaba encendida y con el corazón apegado a la garganta, este le palpitó con fervor y anhelos.

Buscó una puerta por donde pudiera ingresar y mis ovejas dormidas en el establo, encontró la entrada de atrás de mi casa y fue hacia ella.

Estaba todo muy oscuro y él anhelante, sus ojos brillaron y su sonrisa fue intensa y perdura.

Sin dar marcha atrás, estaba empecinado en encontrar la que era mi habitación y solo verme dormir.

Vio las escaleras y más sonrió y comenzó a subirlas con cautela.

Yo dormida profundamente en mi cama, él me vio y sonrió perdidamente enamorado.

<< Es ella >>

Anhelante, se acercó a mí y sin dejar de latirle fuerte y rápido su corazón, me miró dormir por unos instantes y su alma se regocijó de alegría, ternura y de amor.

_ Eres demasiado bella, incluso cuando duermes...

Se inclinó para verme y estar más cerca de mí, y con sus ojos profundos en mí, sonrió intenso y con añoranza.

_ No sé qué fue lo que hiciste para que calaras en lo más profundo de mí, pero solo te digo que te protegeré y cuidare, siempre. Solo quiero que estés bien...

Miró las flores celestes en mi trenza y amándome con locura, me miró embelesado. No se pudo contener más y acarició mi suave mejilla.

Sus ojos más brillaron y yo dormida, sentí su tierna caricia en mi mejilla y esbocé una pequeña sonrisa. Él me vio sonreír y sonrió intenso, lleno de deseos, y sin más, acercó sus labios a los míos y depositó en ellos un cándido, largo y muy apasionado beso.

Con el corazón alborotado, despertó de aquel recuerdo...

<< Se veía tan bonita mientras dormía >>

<< Y lo fue aún más cuando besé sus labios >>

<< Me bastó conocerla solo una vez y se quedó por siempre aquí en mi corazón >>  

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