Mi pequeño homenaje a París
Ya no queda ese esplendor
ni esa luz perpetua de París.
Ya no quedan sonrisas,
solo llantos desconsolados.
Ya no hay luz, sino oscuridad;
ya no hay buenos pensamientos
ni bonito futuro
sin este presente oscuro.
Pero sí que hay luz en la oscuridad
así como sonrisas
y palabras de ánimo.
Sí que hay acciones y ayuda.
Sí que hay unión y fuerza.
Sí que hay esperanza
de una vida mejor.
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