Aprovechando las oportunidades
Desde que ese imp apareció la vida de Stella cayó al punto más bajo posible en el infierno y todo por un estúpido libro, y por el simple echo de mantener vivo un negocio había perdido literalmente casi todo, su imagen, su esposo, su hija... Oh su querida hija Octavia...
La vida de Stella nunca fue fácil, desde su niñez hasta la etapa adulta tuvo que hacer cosas grandes solo para ganar cosas pequeñas o sea que tuvo que hacer todo sin recibir casi nada a cambio, los frutos de su esfuerzo se hacían lentamente más insignificantes para ella y los demas, así que repasemos un poco de su vida y descubramos el porque.
Primero estaban sus padres, no le guardaron nada de empatía desde su nacimiento y mayormente para calmarla solo le compraban cualquier cosa que ella quisiese, al principio eso la volvió caprichosa pero cuando cumplió 4 años esto solo la hizo sentir extrañamente vacía y la obligaba a rechazar todo lo que le den, me explico, en aquellos años la forma en como simplemente le daban esos regalos y esos dulces era poco llamativa era como si fuese una excusa o plan para distraer a los hijos,como en los tiempos modernos con los celulares. O una forma algo original de callarla cada vez que ella se sentía mal por algo para no tener que lidiar con el problema, esto fue algo curioso porque cada vez que ella recibía algún tipo de regalo sentía que era porque estaba siendo callada a la fuerza o porque estaba siendo molesta, esto por un lado la llevo a esforzarse más en su personalidad "se una buena niña" como decía su madre, pero esto no le sirvió del todo y solo se volvió más fría en sus emociones y raras veces llegaba a decir algo sin que fuera continuado o interrumpido por sus padres.
Primer flashback
Stella a la edad de 5 años había tenido una pesadilla y no tuvo mejor idea que acudir con su madre, la cual había tenido un día un poco duro debido a que había perdido una apuesta con unas "amigas" y para ella si bien lo apostado era bastante insignificante, para ella si valía algo sin contar que ella odiaba perder. En el momento en que ella estaba apuntó de pasar a la sala y emborracharse para evitar sentir como su orgullo se caía lentamente, si hija llamo:
Stella: ¿Mami?
Madre de Stella: QUEEEEE?– Ella dijo con furia, lo que provocó que su hija llorará por el susto que le provocó. Esto hizo que su madre solo resoplar a con frustración, no estaba de humor para liderar con esta niña, desde años tuvo que ser asi.
Madre de Stella: Cariño ya deja de llorar de una vez, tu padre y yo te hemos dicho que debes ser una buena niña.
Stella no parecía prestar atención y seguía sollozando en el pasillo.
M. De Stella: Ash... Mira, aquí mami tiene unos dulces.– luego de esto saco de su bolso una bolsa de golosinas– Tu puedes tener estos dulces, pero tienes que ser una buena niña.
Para Stella los dulces se veían muy tentadores y en verdad quiera uno, así que por un momento dejo de llorar y se fijó en los dulces. Su madre sonrió y sin previo aviso estrelló la bolsa contra el pecho de su hija, la cual solo se limito a envolver la bolsa con sus cortos brazos.
M. De Stella: Buena chica, ahora mamá va estar ocupada así que porfavor no la molestes mientras hace su trabajo¿okey?.
Y Stella solo se limito a asentir e irse a su cuarto, ya ahí comió uno de los dulces y cuando lo terminó perdió rápido interés en ellos así que dejo a un lado la bolsa y decidió jugar con sus muñecas, pero luego se puso a llorar por lo que una de las empleadas (que por cierto pocos eran diablillos) entro para consolarla debido a que la había escuchado mientras pasaba. Fue la única vez en ese día que se sintió feliz.
Fin de primer flashback
Stella puso la mirada en blanco mientras seguía caminando, desde aquel momento se aseguró de que NUNCA sería como sus padres y se aseguró de darle todo el amor y atención que su hija necesitaba. Aún si sabía que tarde o temprano los recuerdos la llevarían a volverse completamente dura con ella, por suerte eso nunca pasó o bueno no de manera tan frecuente, raras veces llego a ser dura con su hija y cuando lo era trataba de contenerse. Salió de sus recuerdos por un momento para ver si todavía estaba llendo por el camino correcto, la falta de vehículos circulando por la zona le dejaron en claro que si lo estaba haciendo, volviendo con lo que estaba ¡Ah sí! Su suegro...
Desde antes, Paimon el padre de su ex-marido demostró ser un hombre bastante estricto y fiel a lucifer y llego a considerar lo atractivo, o bueno hasta que descubrió que era el padre de su marido y el interés murió para ella, pero para el encontró algo extrañamente atractivo en ella. Por un momento el estómago de Stella tuvo lo que se podría decir como un malestar por el simple echo de recordar ese momento sumado a las lágrimas acumuladas en sus ojos de rubíes.
Segundo flashback
En la cama matrimonial de la pareja Stella se encontraba cambiándose cuando justo se aprecio Paimon sin previo aviso, lo siguiente que paso fue que el la sometió en la cama y acto seguido abrió lo que parecía ser un tercer ojo en su frente, algo que uso para "hipnotizar la" por así decirlo.
Paimon: Ahora dime, quien soy yo querida.
Stella hipnotizada: usted es mí amo, mí papi...
Paimon: eso es correcto, ahora ¿Qué vas a hacer tu ahora?
Stella hipnotizada: voy a ser la incubadora de tus huevos papi...
Paimon: ¡Muy bien! Pero yo no pienso tener hijos contigo, eso sería bastante malo para los dos ¿No crees?
Stella hipnotizada: si amo...
Paimon: lo que quiero es...–se acercó a ella y le dijo– que seas una buena niña ¿Entiendes?
Stella hipnotizada: seré una... Buena niña...– Una lágrima salió del ojo de Stella y Paimon lo limpio con su mano libre (la otra sostenía su pierna) antes de dirigirla a su pecho desnudo.
Paimon disfruto de esa noche, mientras que Stella aún consiente no tanto. Lloro en silencio en la bañera esa noche...
Fin del segundo flashback
Desde ese día ella se negó a que su hija pasará tiempo con su abuelo paterno por miedo a que esté le hiciera lo mismo que le hizo a ella, aún así nunca hablo con nadie sobre ese echo por temor a que algo le pasará a ella o a su familia.
Stella se sujeto de la pared de uno de los edificios abandonados mientras su estómago hacía revuelto lo que comió antes de llegar hasta aquí, y ahí recordó la tercer razón para estar en este lugar.
Tercer y último flashback
Cuando Stella descubrió que su marido se acostó por décima vez con aquel plebeyo algo se quebró en ella, agarró un jarrón de cerámica grueso del jardín y se dirigió al cuarto donde el estaba, Stolas dormía plácidamente después de una noche de gran fornicación pero el ruido de la puerta abriéndose abruptamente lo despertó, abrió los ojos y se encontró con su esposa quien se acercaba lentamente, Stolas le pregunto a su esposa que hacía despierta tan tarde, obviamente nervioso debido a que Blitzø se encontraba justo saliendo por la puerta con el libro.
Stella no se dio ni el tiempo de pensar si lo que estaba haciendo valía la pena pero aún así lo hizo, levanto el jarrón y acto seguido lo estrelló contra la cabeza de Stolas el se vio aturdido por el acto de su esposa pero no parecía tener fuerzas para detenerla o mejor dicho no parecía tener el valor para hacelo y se dejó golpear, Stella lo golpeó hasta que el jarrón se agrieto y la cara de Stolas empezó a sangrar, Stella solo sollozaba y lo golpeó hasta que la vasija se rompió. Para cuando se detuvo Stolas abrió un portal y se tele-transportó mediante este a lo que parecía el patio del castillo, Stella aún aturdida y agotada por el esfuerzo solo se limito a salir de la habitación ignorando al diablillo en shok el cual decidió al ver que ella no parecía interesada en lastimarlo salir por la ventana.
Cuando ella bajo por las escaleras en lo único que estaba pensando su mente era en tomar lo más fuerte que tenía en la bodega del palacio, abajo en la cocina se encontraba Octavia quien no podía dormir muy bien debido a que su intento de hacer dieta solo le causó más hambre, lo cual le costó varias horas de sueño justo en ese momento un Stolas con sangre en la cara y algunos golpes de apareció por la puerta asustando a las 2. Octavia se apresuró para atender las heridas de su padre quien se inventó una elaborada historia de cómo alguien intento atacarlo con un jarrón mientras trataba a sus plantas, pero en ningún momento hablo acerca de su esposa o le dijo algo después de ese momento y ni siquiera hizo algo en contra de que ella lo ayudará a tratar sus heridas, y eso le recordaba al síndrome de Estocolmo aunque no tuviera nada que ver...
¡Ella lastimó a su esposo con brutalidad, y el ni siquiera se defendió o hizo algo al respecto!
Fin del tercer flashback
Para cuando Stella llego y entro al lugar sintió que estaba a punto de caerse y estrellar la cara contra el suelo y mojarla con las lágrimas, el lugar al cual había ido era un bar de mala muerte cuyo cantinero era una especie de muñeco de madera que simulaba el aspecto de un hombre blanco con sombrero de copa y gran mostacho. Aguantando las ganas de gritar tomo un puñado de maníes secos de un tazón y se los metió a la boca sin despotricar agarrando aquellos que se le resbalaban y caían en su vestido para volver a ponerlos en su boca ignorando el echo de que estaba siendo observada por alguien más quien estaba sentada a su lado en la barra.
Barbie wire era su nombre, y desde que vio a nuestra princesa entrar por la puerta no le pudo quitar los ojos de encima a esta mujer, era realmente extraño ya que nunca en su vida había llegado a sentir algún tipo de atracción hacía alguien de la realeza por varios motivos, por un lado porque estos no veían a los de su raza como más que simples objetos para desquitar su ira y por el otro, si ella quería estar con uno de ellos era por una razón muy específica y personal que llegaba a ser egoísta en cierto punto. Su hermano lo hacía porque la persona con la que se acostaba tenía una pieza clave para mantener a salvo su negocio que, conociéndolo, gastaría su dinero en alguna pavada¹ que solo tendría algún valor emocional, en caso de otros quienes conoció en su vida Fizzarolli solo lo hizo más por el echo de que Asmodeo si le daba un mejor trato que Mammon aunque a diferencia de Blitzø, si parecía haber algo entre ellos.
Barbie acababa de salir de rehabilitación por alcohol y lo primero que hizo fue ir a un bar, y no podía caer más bajo que eso, ella se había echo prometer que empezaría una nueva vida en otro lugar más seguro con un mejor trabajo y quizá llegue a formar una familia propia, adoptar a un hellhound no era tan complicado y mantenerlo menos, una de las cosas que le dieron en rehabilitación y que agradecía fueron las clases de paternidad y maternidad. La idea de formar un vínculo emocional con alguien y dar parte de tu vida por el/ella le daban una razón para afrontar sus problemas y hacer un esfuerzo para dejar sus vicios por el bien de alguien a quien le importas y te importa fue algo que realmente la ayudo con eso de su alcoholismo, y en cierto modo fue una de las pocas cosas que realmente parecían ayudar en ese lugar o hacer un intento para mejorar. Si no lo harás por ti hazlo por el/ella.
Barbie fijo su mirada al vaso tratando de no hacer algún tipo de contacto visual con aquella mujer que en este preciso momento estaba observando fijamente a este cantinero robótico tratando de abrir una botella de lo que paresia mas una gaseosa que algún tipo de bebida alcohólica, Stella ya había pagado así que cuando el cantinero logro abrir la botella la tomo y procedió a vertir su contenido en su estómago para después golpear la base de la botella contra la barra e indagar en su mente, luego tomo otro sorbo a solo diez segundos del anterior solo que esta vez estaba tratando de saborear su bebida dejando que sus papilas gustativas sientan cada parte más halla del alcohol y siguió así con toda la botella, y las siguientes 3 que ordenó. Para este punto lo único que quedaba era una persona completamente diferente si la comparamos con el momento en el que había entrado en la puerta, paso de ser una mujer con algún tipo de conflicto emocional a una universitaria llena de hormonas en búsqueda de un tigre a quien montar e iba a ponerse interesante, fíjate:
Stella: Ay no sientes calor?– Sin darle un solo segundo al cantinero de responder se arrancó la mitad del vestido, dejando solo un sostén deportivo el cual TAMBIÉN se lo saco y lo lanzó a una esquina sonriendo con satisfacción.– Ahhh, mucho mejor~~
La diablilla se quedó en shock e incapaz de sacarle los ojos de encima al ahora torso desnudo de la princesa, no supo el porqué pero calculo que la princesa tenía un tamaño de copa H fijó su mirada en su rostro tratando de no ser una pervertida, no buscaba faltarle el respeto a nadie y mucho menos a alguien de la realeza con quien no quería tener problemas. Stella miraba con curiosidad para todas partes sin quitar esa estúpida sonrisa de su rostro, mientras el cantinero solo se limitaba a agarrar los restos del vestido se Stella y su corpiño, no parecía haber nada que le interesará hasta que fijo su mirada en Barbie, la diablilla retrocedió un poco nerviosa al ver como la mirada de esa mujer cambiaba a una llena de picardía e interés.
Stella: hola, cual es tu nombre querida~
Barbie: Barbie, Barbie wire señorita.
Stella sonrió mientras se ponía un poco roja y dijo:
Stella: Hey Barbie... Wire~– Esto último lo dijo de una forma un tanto extraña– No quieres tener un buen momento con esta diosa?– Acercó su pecho hacia Barbie y lo exhibió con orgullo mientras la diablilla retrocedía con nervios.
Barbie nerviosa: eeemm yo....
Stella: vamos solo por esta noche, veo que has estado teniendo muchos días pesados, parece que algo te afecta yo también estoy teniendo malos momentos así que... ¿Por qué no nos ayudamos de forma mutua?
Barbie lo pensó por un momento y tenía razón, había estado pasando por mucha mierda estos días y no estaba llegando a ninguna parte en este momento, sin contar que no le había estado quitando los ojos esta mujer, si solo sería una simple noche de diversión entonces ¿Por qué no?
Barbie: cantinero ¿Donde ahí una habitación disponible?
El cantinero señaló una puerta que solía usar como área de descanso (aunque no la necesitaba) y las chicas no perdieron tiempo en dirigirse al lugar.
El cantinero sonrió y tomo una copa recién servida para luego observar al espectador y decir:
¡Salud!
El estaba feliz porque por un lado, había obtenido algo de dinero y por otro al fin alguien compraba una de sus mercancías más nuevas, antes de retirarse al piso de arriba (el lugar era de dos pisos) decidió terminar su copa, quizá alguien más aparecería para querer tomar algo.
De momento está historia se queda aquí, mañana será otro día...
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