Capítulo Treinta Tres: No es una suposición, es un hecho
Capítulo treinta y tres: No es una suposición, es un hecho.
Elise.
De alguna manera, Kennedy hoy podría simplemente estallar de la felicidad. Él está muy extasiado. Bebo de mi café sin quitarle los ojos de encima, ni siquiera presto atención a lo que Valerie está diciéndole a Derek.
Estoy un poco nerviosa porque siento que hoy me estoy lanzando al vacío, no hay piloto, no hay hojas, es como abrir una caja de sorpresas ¿Qué tipo de sorpresas?
— ¿Qué me dices, tú? —pregunta Valerie cuando Derek comienza a caminar a su lugar ojeando sus hojas, le doy mi atención a Valerie.
— ¿Sobre qué?
—Habrá una exhibición en unas semanas de E. Schwarzenberg .Tengo dos invitaciones, mi agente logró conseguirlo ¿Quieres venir conmigo?
—Claro, me encantaría ir.
—Genial.
—Pareces muy entusiasmada sobre esto, mayormente disimulas tu entusiasmo.
—Cuando algo te apasiona supongo que no te controlas.
Enarco una de mis cejas porque la palabra «pasión» y Valerie no suelen ir de la mano, al menos no en público, siempre parece controlada, serena y analítica sobre qué decir y qué hacer, pero es bueno saber que el arte, sobre todo del austriaco, le apasiona.
Steven anuncia que en pocos minutos estaremos en vivo y Sara viene corriendo hacia mí con mi blazer, le sonrío.
—Toma un respiro Sara, no puedes vivir acelerada. No dejes que las malas costumbres de Kennedy se te peguen.
—No se me permiten errores—me devuelve la sonrisa.
—Tú solo envíame todos los detalles y yo iré contigo, Val.
—Perfecto. Ahora iré a hablar con Parker estos pocos minutos que me quedan.
La veo irse mientras termino de arreglarme frente a Sara, ella con sus dedos peina mi cabello, vuelvo mi vista a Kennedy que ahora ríe junto al asistente. Enarco una de mis cejas.
— ¿Sabes qué sucede con Kennedy? —pregunta Holden llegando hasta mí, una vez más veo las puntas verdes sobresalientes de su cabello.
— ¿No te gritó por tu cabello?
—No, creo que de hecho ni lo noto.
—Eso sí es bastante alarmante.
—Lo es—me sonríe— ¿Cómo te va extrañando a tu súper novio?
—No soy una mujer dependiente de su novio—ruedo mis ojos—, sin embargo no negaré que lo extraño un poco.
— ¿Un poco?
—De acuerdo, mucho. Pero cuando me llama digo poco.
— ¡Tres minutos!
—Toma, un chicle.
— ¿Es tu intento de decirme que tengo mal aliento?
—No, solo que pareces tensa. Relájate mujer, ve y tócate pensando en tu novio, pero relájate.
—Seguro, iré luego a tocarme en el camerino.
—Bien—ríe yendo a su lugar. Abro el chicle y camino a mi lugar.
Se encargan de verificar que mi micrófono esté adherido bien a mi camisa, Kennedy camina hasta mí.
—Tú solo lee ¿De acuerdo?
—Sé leer.
—Sí, sí. Luego de esto estoy seguro que todos ganaremos un aumento.
— ¿Qué es todo esto?
— ¡50 segundos!
—No lo arruines—sisea antes de alejarse.
—Ah, volviste a ser tú, ya estaba temiendo que fueras un impostor.
Resopla antes de alejarse, llevo uno de los audífonos a mi oído, enderezo mi espalda y volteo a ver hacia Breana, ella finge hacer un arma y dispararle a la espalda de Kennedy, río y ella me arroja un beso antes de enderezarse junto en el momento en el que anuncian que estamos al aire.
Derek se encarga de abrir el programa, así que espero pacientemente por mi turno, saco el chicle de mi boca y rápidamente corro a la papelera más cercana, cuando regreso a mi lugar solo pasa un minuto cuando Krista me cede el espacio.
—Hola, aquí una vez más Elise Smith—en mi oído comienzan a susurrarme líneas además de justo frente a mí tener el telepronter —. Hoy la sección de la señorita E será única y especial...
Leo lo que luce como un acertijo, mantengo mi sonrisa mientras leo otro poco más antes de ceder mi espacio —. Una vez más esperarlo verlos en breve— cuando hay el primer corte comercial le pido a Susy mi celular. Le escribo un rápido correo a Matthew.
Asunto: Loco mundo.
"Kennedy es raro. Un asno raro.
Sin me extrañas mucho, siempre puedes ver el programa :D
De acuerdo, te extraño un poco y...
Siento que el mundo hoy está un poco loco.
En el loco mundo, Elise Smith."
Debo entregar mi celular de vuelta cuando anuncian que estamos a poco de regresar de los cortes comerciales. La verdad es que el programa se siente como un borrón. Intervengo en la sección de Holden debido a que la mía aun no llega. Cada vez me siento un poco más inquieta porque se siente como ser una marioneta de Kennedy. No me gusta leer sin tener dominio de lo que digo y cuando finalmente llegamos a mi sección, estoy tensa por ello mientras leo y escucho de igual manera la voz narrando a través del auricular.
—Tal como lo anuncié al principio del programa, hoy nuestra sección será muy especial—sonrío y miro hacia la cámara tres que es quien hace una nueva toma de mí— y diferente, seguramente se preguntarán por qué. Hace un tiempo me aboqué totalmente a este proyecto por qué que ustedes quieren saber todo y soy así de eficiente—río—. Así que, disfruten del especial.
Ruedo mis ojos y Kennedy alza la mano indicando que aún no me mueva porque estoy enfocada y luego la cierra en puño liberándome de estar inmóvil. Suspiro y paso la mano por mi cabello mientras una música un poco teatral comienza a sonar.
— ¿Conoces a Matthew Williams? —la voz es masculina e impersonal, por un momento creo que he escuchado mal, pero entonces datos sobre la fecha de nacimiento y profesión comienzan a ser arrojados.
Cierro mis ojos y respiro hondo, seguramente solo es mi mente jugándome una mala broma por extrañar a Matthew, abro mis ojos de nuevo y veo a Breana con los ojos muy abiertos mientras una mano cubre su boca.
Esto no es una jodida broma.
Me siento como si viera un accidente pasar frente a mis ojos y el shock no me dejara hacer nada para arreglarlo. Horrorizada veo fotos de Matthew mientras comienzan a contar su historia.
No su historia como escritor.
La historia de su vida.
El acoso escolar, no sé cómo encontraron la foto que supongo tomaron cuando fue encontrado con Abby. Salgo de mi trance mientras camino hacia Kennedy.
—Quita esa mierda. Quítala ahora—grito haciendo a un lado la puta cámara— ¡No puedes hacer esto!
—Vuelve a tu sitio, pediste por esto y aquí está tu momento de brillar.
Gruño mientras comienzo a hacer un lado las cámaras, cuando volteo a ver lo que aún se proyecta, hablan del primer intento de suicidio de Matthew y... ¿Esa es mi voz? Me paralizo.
— ¡¿Qué demonios es eso?! Oh, Dios mío ¡Son mis conversaciones con Breana! Quiten toda esta maldita porquería.
Camino hasta un tomacorriente y arranco los cables, no sé qué cámaras estoy apagando ni qué estoy desenchufando, todo lo que quiero es que esta maldita pesadilla termine. Kennedy está gritándome y esa horrible voz masculina sigue contando cada cosa de la vida de Matthew. Estoy segura de que puedo estar dañando algunos artefactos, pero no me importa. Todo lo que puedo pensar es que no pueden estar haciéndole esto a Matthew, a una de las personas más maravillosas que he conocido.
«Tal vez deba ser Matthew calientes Williams» Breana y yo reímos. Yo digo Matthew de mierda, yo lo crítico porque fue mi etapa berrinchuda cuando se negó a las entrevistas y estábamos en zona de guerra. De alguna manera muchas de esas cosas están distorsionadas y calzan a la perfección con los vídeos actuales.
—Hazte a un lado, Elise—pide Holden antes de agacharse, tomar los cables y arrancarlos del tomacorriente, hay chispas y él maldice— ¡Mierda!
— ¡Están dañando mis equipos! —me volteo hacia Kennedy y tomo toda mi fuerza para empujarlo.
—Eres un maldito imbécil ¿Cómo te atreves? Tú, grandísimo y soberano hijo de perra. Excremente de cerdo, tus entrañas son una mierda y basura como tú—vuelvo a empujarlo— ¿Cómo le haces eso a él?
— ¿Qué sucede contigo? ¡Tú querías esto!
—Yo no quería toda esta mierda—vuelvo a empujarlo. Grito y tiro de mi cabello porque no hay manera en la que entienda lo que sucede. Hay gritos a mí alrededor— ¡Acabas de hacerle esto a mi novio! Tú, maldita basura humana, escoria parasitaria.
» ¡Detengan el maldito vídeo!
— ¿Dónde se apaga esta cosa? —maldice Derek.
—Todos dejen el maldito show—grita Kennedy antes de presionar su dedo de mi frente—. Tú sabías de todo esto, tú me diste la historia así que deja de fingir, deja de actuar como una puta loca y vuelve a tu lugar a trabajar que para eso se te paga.
—Quita tu dedo de Elise—advierte Derek.
Cierro mis ojos, respiro hondo y cuando los abro cierro mi mano en puño, procurando tener mi pulgar afuera, lo alzo y estrello directamente al ojo de Kennedy. No recuerdo en mi vida nunca antes haber dado un puñetazo tan seriamente y tan merecido. Él maldice y aunque lo he lastimado, nada arregla todo este desastre.
Alguien me abraza desde atrás y por la voz reconozco que se trata de Jocker. Él está susurrando palabras en mi oído que no logro comprender. Quiero acabar a Kennedy, siempre lo he catalogado como un pobre hombre estresado con serios complejos de diva, pero en este momento siento que es un ser humano sin corazón que ha expuesto al mundo un momento tan privado y doloroso de la vida de Matthew.
Mathhew...
¡Dios! Si Matthew ve esto él fácilmente va a odiarme, pensará que soy parte de este circo.
Kennedy cubre con una mano su ojo antes de señalarme, alzo mi barbilla, no hay manera en la que me doblegue, si por mí fuera, le doy mil puñetazos más, puedo entender ahora cómo se sintió Adelaide cuando le partió la nariz.
—Estás despedida.
—Por favor suéltame, Jocker. Estoy bien.
Poco a poco Jocker me libera, retiro el maldito auricular de mi oído y arranco el micrófono de mi camisa, se lo arrojo a Kennedy al rostro, seguramente haciéndole más daño.
—Metete el rating por el orificio inmundo, sucio, asqueroso y podrido de tu culo. No sé si me botas, pero de igual manera renuncio, sabandija asquerosa de barro mierdoso y nunca más pongas tus sucias pezuñas en mi rostro, maldita escoria.
Me quito el blazer y se lo arrojo al rostro.
»Vete a la infierno, bastardo—camino hasta Susy y extiendo mi mano, de inmediato me entrega mi celular. Mi barbilla tiembla, pero me niego a derrumbarme aquí.
—Lo siento mucho, Elise—susurra Susy entregándome el celular.
—No es tu culpa, Susy. Tienes mi número, igual volveré por mis cosas.
Salgo a toda prisa del lugar, no tengo tiempo para esperar por el ascensor, bajo las escaleras de inmediato desbloqueando mi celular, Matthew no ha respondido mi último correo. Marco su número.
—Por favor responde, necesito que lo escuches de mí—imploro bajando las escaleras a toda prisa.
No sé cómo quedará el programa cuando aún queda tiempo para que siga al aire, pero en este momento es lo último en lo que puedo pensar. La llamada no es contestada soy enviada al buzón de voz. Maldigo y lo intento de nuevo mientras camino a paso apresurado por la planta del canal hasta dar con el estacionamiento.
»Vamos, Matthew. Por favor, responde—sucede lo mismo— ¡Joder! ¿Qué tan difícil es atender una maldita llamada?
Quiero arrojar mi celular contra el suelo, pero sé que eso no va a ayudarme. Veo como Breana prácticamente está corriendo hacia mí y cuando está lo suficientemente cerca la abrazo con fuerzas, incluso algo de su cabello se mete en mis ojos pero no me importa, necesito mucho este abrazo.
—Voy a llorar Breana, siento que voy a llorar.
—Si te hará sentir mejor, hazlo.
—No entiendo, no entiendo qué se supone ha sucedido—me alejo pasando las manos por mi rostro, las primeras lágrimas caen—y...Va a odiarme. No sabes lo mucho que confió en mí contándome su historia y ahora todo esto...Va a odiarme.
—No va a odiarte, no puede odiarte. No creo que exista alguien que pueda hacerlo.
— ¿Cómo no odias a quién traiciona tu confianza?
—Tú no has traicionado su confianza. Concéntrate. Tú no hiciste eso y es lo que debes hacerle saber.
Intento llamarlo una vez más, me doy cuenta que el resto de mis amigos camina hasta mí, Matthew no responde.
— ¿Nada? —pregunta Holden acercándose y abrazándome.
—No me responde. No tengo el número de su agente.
—Demándalo—dice Jocker con serenidad—. Demándalo por hacer uso de tus grabaciones dentro de la instalación para fines de lucro y cuando logres hablar con Matthew, sugiérele que demande por incluso usar sus datos clínicos y violar ciertos códigos de privacidad. No merece ninguna compasión.
»Lo que ha hecho ha sido vil, incluso con todo su delirio de que tú querías o lo que sea, él tenía que saber que esto iba a afectarte, si Kennedy no quiere ser humano, entonces enséñale a serlo.
—En este momento solo quiero hablar con Matthew.
— ¿Quieres que intente llamar desde mi celular?
Asiento hacia Derek, temiendo que él no responda a mis llamadas sabiendo que soy yo pero responda la de un desconocido, sin embargo la llamada no cae.
—Sus amigos. Llama a sus amigos—sugiere Valerie y casi quiero besarla por ello.
Marco primero a Alex, pero parece que su celular está apagado. Intento con Edmun y la llamada es contestada.
—Edmun ¡Dios! Gracias al cielo...
— ¿Quién habla?
—Soy Elise...
Permanece en silencio y temo que me odie o simplemente finalice la llamada, pero todo lo que hace luego de un tenso silencio es suspirar.
—No sé qué sucede con Matthew en este momento, estoy intentando comunicarme con él. Vi toda la mierda de la revista y su mamá me llamó histérica sobre tu programa contándome un poco toda esa mierda que ha sucedido.
»Creo que eres una buena chica, Elise, realmente lo creo, pero siempre va a importarme más el bienestar de mi amigo, así que si eso fue una jodida broma o malentendido debes hacérselo saber, porque él tiene que estar sufriendo y no estoy bien con ello ¿Entiendes? No tengo ninguna información que darte ahora, todos estamos intentando comunicarnos con él, pero si al encontrarlo él no quiere que te diga entonces no puedo hacerlo ¿Puedes entenderlo, verdad?
»Hace años no pude ayudarlo de la manera en la que hubiese querido y en este momento haré cualquier cosa que necesite para nunca más volver a verlo caer en ese hoyo oscuro de autodestrucción. Estoy casi totalmente seguro de que nunca le harías daño adrede, pero todo depende de él.
—Lo entiendo—susurro y en parte sus palabras son una especie de consuelo.
—Bien, cuando toda esta locura pase estoy seguro que podremos solo dejarlo atrás.
—Si él luego no quiere hablar conmigo...
— ¿Si?
— ¿Podrás al menos decirme que está bien?
—Lo haré.
—Gracias, Edmun.
Finalizo la llamada y muerdo mi labio inferior, Holden asiente con la cabeza hacia Breana antes de pasar un brazo alrededor de mis hombros y pegarme a su cuerpo. Ellos lo saben, estoy a punto de quebrarme ante la tensión y esta maldita locura.
—Barbie, llevemos a Elise a casa.
—Seguro, caramelito explosivo.
***
Ahora entiendo por qué Alejandra Moreno, CEO de la revista electrónica Riudash me agradecía. Dejo caer mi Tablet sobre el sofá antes de esconder mi rostro entre mis manos.
Todo esto es horrible.
Todo esto es una absoluta mierda.
La historia de Matthew de forma detallada está en su sitio web y narrada por mí, no es que sepa cuándo coño se supone que la narré. Hay una foto inédita de mí de una sección de fotos que tuve hace apenas una semana que Karla programó para mí.
Si el documental en el programa no me hundió, esta revista digital lo ha hecho. Incluso me cuestiono si soy ese monstruo traicionero que ha maquinado ese horrible vídeo y ha declarado a la revista.
— ¿Cómo es esto posible, caramelito atrevido?
—No lo sé. Matthew me contó su historia, pero yo nunca se la dije a alguien más porque él confió en mí y ahora parece que soy este monstruo.
» ¿Vieron las tendencias? Sus fanáticos están furiosos llamándome perra insensible porque es como luzco. Mientras la revista y el programa ganan dinero los que se preocupan por Matthew pueden ver que esta es una mierda. Él no quería ser visto por sus errores pasado, todo lo que deseaba era contarle historias al mundo y parece como si yo le arruiné eso cuando no he hecho nada ¡No he hecho ninguna puta cosa!
—Karla debe aparecer y dar alguna explicación—sentencia Holden— ¡Porque esto es una locura! Parece que fuiste emboscada para tomar el arma que otro usó.
—No puedo pensar con claridad. Estoy confundida y...Dime que mis tres peces siguen vivos.
—Están vivos, Elise—repite Breana por quinta vez.
Retiro las manos de mi rostro y recuesto mi cabeza del sofá, veo hacia el techo ¿Qué pasará si Matthew nunca me llega a escuchar? ¿Qué pasará si no me cree? No quiero conocer cómo se siente tener un corazón roto.
Todo iba tan bien que pareciera que esto tan solo fuera una larga pesadilla de la cual despertaré en algún momento.
No tengo trabajo.
Soy la perra maldita del día según internet.
Vendí a mi novio a la prensa.
Y él seguramente me odia.
Aprieto mis labios con fuerzas. No voy a llorar, no voy a llorar. Si lloro de igual manera no solucionaré nada, si lloro no sabré detenerme.
—No puedo ir a ver a papá mañana. No puedo—susurro—. Necesito pensar...No sé, solo no puedo.
— ¿No crees que podrías pedirle el favor a Edgar? —pregunta Breana sentándose a mi lado y palmeando su regazo, dejo caer mi cabeza y acaricia mi cabello—Quizá este es el momento de que demuestre que no te dará la espalda y están comenzando una nueva etapa.
—Lo llamaré desde tu celular, Elise, y si él no está dispuesto a ayudarte, entonces ¡Demonios! Yo lo haré.
Holden se aleja con mi celular, Breana y yo permanecemos en silencio.
—Le dije que estaba celosa.
— ¿Ah?
—A Rayan. Le dije que quería ayudarlo, pero que también estaba celosa y cuando él preguntó por qué yo le respondí que locuras mías.
—Y por supuesto que no aceptó esa respuesta.
—Por supuesto que no, Rayan puede ser terco y obstinado. Así que le dije que antes, en su momento, me gustó.
—Una mentira, porque aún te gusta.
— ¿Y sabes lo que me dijo? —sacudo mi cabeza—Que no me creía porque en realidad yo siempre lo vi como un amigo. Así que tuvimos una estúpida discusión sobre si me creía o no, bastante estúpida la discusión a decir verdad.
— ¿Y qué pasó luego?
—Quería apoyarme de algo para movilizarme y le agarré el pene sin querer.
—Oh, Dios—río con desgana, pero no puedo evitar notar lo divertido que suena.
—Estaba duro, Elise. Muy duro, parecía una completa roca e hizo un sonido que me hizo quedarme en shock. Quité mi mano muy rápido, pero el daño ya estaba hecho, así que hice la cosa más estúpida.
— ¿Qué?
—Tomé su mano y la dejé sobre uno de mis pechos y le dije que ya estábamos a manos. Creo que Rayan estaba anonadado, hasta yo estaba sorprendida así que intenté bromear diciendo que tal vez solo debíamos darnos un beso de la amistad al estilo Derek.
»Pero él me sorprendió porque me dio un beso de la amistad, apenas y sentí sus labios, luego quito su mano y permanecimos en silencio. Le pregunté si estábamos bien y dijo que siempre lo estaríamos. Eso fue todo lo que pasó en el armario.
Sonrío porque es la manera de Breana de hacerme saber que hay locuras de muchos tipos y que siempre confiará en mí porque sabe que yo nunca traiciono. Nunca.
—Yo le dije que estaba quizá a medio camino de estar enamorada de él, Breana. Lo cual es una estupidez.
— ¿Por qué?
—Porque por supuesto que estoy ridículamente enamorada de él. No es una suposición, es un hecho.
— ¿Sabes que debes decírselo, verdad?
—Como si fuera la clase de mujer que se guardaría un «te amo» para siempre. Él lo sabrá...No sé cuándo, pero se lo haré saber.
—Te lo dije.
— ¿El qué?
—Que algún día llegaría quien hiciera latir ese corazón escéptico tuyo.
— ¿Quién no caería a los pies de un escritor que te dice ser su musa? —Sonrío—Sería un pecado no caer. La mejor historia es la que se vive y él me ha hecho vivir mucho.
» ¡Mierda! no quiero que me odié, Breana. Él es importante para mí y no quiero perderlo.
—Todo estará bien.
—No puedes prometerlo.
—No, pero si luchas y no te rindes, entonces todo estará bien.
***
27 de septiembre, 2015.
Asunto: ninguna explicación te parecerá correcta.
"Piensa en cada momento que hemos pasado juntos y piensa en qué momento pude mentirte.
En qué momento no fui real.
Nunca rompería tu corazón.
Nunca te haría daño.
Nunca te haría esto, y creo que lo sabes.
Sabes que cada beso, momento, caricia, abrazo, risa, sonrisa y secretos están a salvo conmigo.
Puedes estar enojado ahora, pero espero que me des la oportunidad de explicar toda esta mierda inmunda en la que me hundieron.
Yo... No soy la escritora de nosotros dos y me choca no saber qué decirte. Me altera no tener algo lirico y precioso que decirte que te haga aparecer mágicamente para hablar.
¿Puedes decirme que estás bien?
Una vez papá me dijo «quien ama no hace daño adrede»...Luego él dijo «quítate del medio estorbo» (se lo dijo a perro lo de quitarse no a mí), pero creo que se entiende el hecho de que no te haría daño adrede y... ¡Qué horrible que dije eso por correo! Mejor obvia que lo dije, debería borrarlo, pero solo lo tacharé.
Espero saber pronto de ti.
Con amor, Elise Smith"
Envío el correo y leo de nuevo el largo testamento que me ha enviado Karla en donde trata de explicarme todo, solo que le respondí que prefiero hablemos en persona sobre esto. Hace un par de horas hablé con papá antes de que se fuera a dormir y parecía sereno de pasar tiempo con Edgar, no es que ahora es el súper hijo, pero al menos él lo está intentando.
Por alguna razón esperaba una renuncia de Amber, pero cuando le escribí de manera tentativa me dijo que el lunes sin falta ahí estaría, quizá le faltó un tanto de más entusiasmo, pero no se leyó como una anti-Elise.
Veo la hora en mi Tablet ya va a dar la media noche y no puedo dormir. Mi correo está lleno de mensajes, incluso veo unos cuantos de Kennedy con asuntos no agradables que incluyen daños de su estúpido equipo. He pensado un poco sobre lo que dijo Jocker, podría demandarlo, no porque necesite el dinero o quiera un escándalo, si no para darle un merecido escarmiento. También debo buscar la raíz completa de todo este desastre, pero por ahora todo lo que quiero saber es de Matthew.
Mi Tablet vibra con una nueva notificación y mi corazón se acelera cuando es una respuesta de Matthew.
Asunto: Re: ninguna explicación te parecerá correcta.
"Estoy bien...Eso parece. No todo está bien.
Hablaremos, pero no ahora.
Creo conocerte, pero ahora todo es muy confuso.
Hasta pronto, Elise.
Matthew Williams."
Holaaa, aquí el nuevo capítulo :D
El Hada señala a @Solbonica espero haber escrito tu usuario de forma correcta. Infinitras gracias por todo ese bonito apoyo.
Espero les guste.
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