Capítulo Dieciséis: ¿Mucho? Poco



Capítulo dieciséis: ¿Mucho? Poco.

Alex está muy concentrado explicándonos a Valerie y a mí sobre un proyecto que tiene en conjunto con alguien llamado Declan. Es referente a un parque para adultos y honestamente suena grandioso.

—Nos ha tomado mucho tiempo, pero estamos a poco de que todo esté finalizado. Hubo un problema con el plano original. Es en honor a un colega que falleció hace un tiempo atrás, Graham.

—Espera... ¿El hermano de Elle Cleaton? — pregunto uniendo los puntos. Recordando muy bien la triste historia de su hermano.

—Sí, era un excelente arquitecto.

—Estoy sorprendida— declaro, Alex ríe y bebe de su gaseosa. Siento un movimiento en mi cuello, me giro y Matthew está demasiado cerca de mí— ¿Qué haces?

—Tu olor me atraía, hueles muy bien.

—Estás siendo raro.

—Matt, aquí, otro trago— Edmun desliza otro trago de ron—. Cada vez te veo más cerca del escenario cantando.

— ¿Planeas embriagarme?

—Solo darte valentía, amigo.

— ¡Vamos a cantar! Saquemos a ese cachorro chillando la canción— pide Krista tomando la mano de Holden— ¿Si, Hol?

— ¿Por qué no? Vamos a cantar.

Los veo irse y vuelvo mi atención al Matthew cariñoso que ahora con su dedo acaricia mi hombro. Lo observo entre divertida y curiosa.

— ¿El alcohol te pone cariñoso?

—No, querer tocarte me pone cariñoso.

— ¿Has tomado muchas notas? — señalo hacia el bolsillo de su abrigo en donde guarda la pequeña libreta.

—Sí, solo me faltaban algunos detalles. Esta escena ya la escribí ayer para Mattheo y Eloise, solo nos faltaba vivirla para entender la chispa que existía ahí.

— ¿Es como lo escribiste?

—Mucho mejor.

Su mano va por mi cuello hasta detenerse en mi cabello, sostiene mi nuca y baja su rostro. Me estremezco cuando siento su nariz acariciando debajo de mi barbilla hasta el hueco de mi garganta. Denme fuerza que si no me la dan, soy capaz de olvidar cualquier cordura y hacer las cosas muy apasionadas.

—Me gustas.

—Puedo notarlo—aseguro riendo pero la risa muere cuando siento sus labios. Miro al frente y Edmun me observa divertido mientras Valerie y Alex continúan hablando.

—Pero aún no siento ganas de cantar, debo tener mayor incentivo. Quizás un adelanto del que será mi premio.

— ¿No es suficiente tener la promesa de dos besos?

—Soy ambicioso cuando se trata de tus labios.

—Incluso con unos tragos encima sabes qué decir para hacer a una mujer querer darte todo.

— ¿Todo?

Alza su rostro sonriéndome, estiro mi mano y paso mi pulgar por una de sus cejas.

—Todo.

— ¿Por qué me detienes?

—Porque eres un hombre recientemente soltero.

— ¿No crees en mi palabra?

—En primer lugar en ningún momento me has dado tu palabra.

—Oh, Dios mío. Es Holden Harris— grita alguien.

Volteo hacia el escenario. Hasta el momento habíamos pasado por bajo perfil, pero ahora que la chica ebria con poca ropa ha anunciado que Holden está aquí, hay unos pocos celulares tomando fotografías de Holden y Krista, aun no nos notan a Valerie y a mí, si alguien de aquí lee o se muere por el físico de Matthew, entonces tampoco lo han notado aun.

—Hola, preparen sus oídos para escuchar al dúo más explosivo de la vida—anuncia Krista y admito que luce como toda una estrella, la estrella que es—. Aquí va, Bang Bang.

—Y está canción se la dedica Elise a Matt—asegura Holden.

—Gracias, Elise— se ríe Matthew.

La canción comienza y en un principio la música va más atrás que la voz de Holden, pero luego se pone al ritmo y si bien Derek es el de las dotes musicales, Holden no lo hace mal al tener buena voz y si lo hiciera terrible a nadie le importaría porque está bueno y a cualquiera le encantaría verlo bailar y cantar.

La estrofa de Ariana Grande se la deja a Krista y no lo hace nada mal, sin contar que se agacha, sube lento y baila contra Holden. Un show muy sexy, no sé cómo se sentiría Garrett si presenciara esto. Y está canción caliente sobre tener sexo, montar y ser la mejor en ello se supone yo estoy dedicando a Matthew. Grandioso, simplemente grandioso.

Creo que Holden va a tocarle las tetas a Krista, pero solo es un truco antes de tocarla por las costillas y acercarla a su cuerpo. Observo a Valerie quien luce muy divertida de este espectáculo mientras Alex parece maravillado de las dotes artísticas de Krista y Edmun sorprendido de que de hecho, Valerie se esté riendo y disfrutando de un show bastante lascivo de nuestros compañeros.

Vuelvo mi vista a Matthew y sus ojos se han oscurecido mientras me observan.

—Me gusta está dedicación.

—Me alegro, no sabía que iba a dedicártela.

Su mano una vez más va a mi nuca extendiendo sus dedos a través de las hebras de mi cabello. Me obliga a levantar mi barbilla y observa mis labios con fijeza.

—Subiré y cantaré ahora, solo para tomar uno de mis premios por adelantado— se inclina y atrapa mi labio inferior entre sus dientes. Me estremezco—. Sí, quiero un adelanto de ese premio.

No hay vacilación, segundos pensamientos o algo previo. Mi labio inferior se pierde entre los de Matthew en una húmeda succión en lo que significa el inicio de un beso que enciende cada lugar de mi cuerpo.

De fondo, además del canto de Holden y Krista, se escucha los gritos de las personas ante el baile que continúan, pero no me importa, porque justo en este momento la lengua de Matthew se presiona entre mis labios y abro mi boca dejando que este beso se vuelva húmedo y que su lengua acaricie la mía.

Lo siento inclinarse hacia mí y estoy muy segura de que mi espalda está presionando la de Alex, pero no me importa. Una de mis manos se posa en su muslo donde presiono la tela de su pantalón y la otra siente el rastrojo de su apenas visible barba contra la palma.

Me besa con tanta fuerza que todo en mí se está volviendo un absoluto desastre. Quiero trepar sobre él o que él trepe sobre mí. Lo quiero todo, sin ropa. Estoy tan arruinada, porque sé que ningún otro beso de algún hombre se sentirá así y me hará delirar de tal manera.

Un sonido ronco escapa de él y luego muerde mi labio superior antes de succionarlo y dejar libre mi boca. Abro mis labios tomando suaves respiraciones mientras mis ojos se abren apenas para observarlo fijamente.

—Están a instantes de sacar el banco a Alex— informa Edmun.

Me giro y Alex ríe mientras con una mano me indica que me arrime más hacia Matthew, literalmente estamos a instantes de sacar su trasero del banco. Aclaro mi garganta y me acerco a Matthew para que Alex pueda volver a su comodidad. Las personas aplauden a Holden y Krista y mientras se acercan la chica medio borracha parece pedirle fotos.

—Mi turno— anuncia Matthew tomando otro trago de su bebida y saliendo de nuestra mesa para dirigirse al micrófono.

Paso mi pulgar por mi labio inferior, mi vista se desvía a Valerie quien parece sorprendida, me encojo de hombros y ella ríe haciéndole espacio a Holden cuando llega hasta nosotros.

—Excelente presentación— los felicito—, no sabía que yo estaría dedicando una canción.

— ¿Fue una bonita sorpresa, verdad? —pregunta Holden sin dejar de reír y limpiando con una servilleta todo el sudor de su frente.

—Se te levantó— lo acusa Krista bebiendo de un solo trago el resto de su bebida—. Lo sentí.

—Me meneaste el culo, no soy impotente. Claro que iba a pararse.

—Tengo novio— ella finge hacer un puchero. Holden se gira hacia Valerie.

—Entonces ¿Primor, te gustaría ir a mi casa?

—Buen intento, pequeño ofrecido—Valerie palmea su mejilla.

—Y aquí vamos. Un karaoke no está completo, si Matt no le rinde tributo a tan legendaria canción de Justin Timberlake.

Matthew se acerca al micrófono y aunque no está del todo ebrio, parpadea muchas veces como si tratase de ubicarse. Aclara su garganta. Pasan al menos 5 segundos antes de que la canción comience a sonar.

¿Qué carajos?

Lo odio.

Lo odio por hacer una canción caliente de sexo aún más caliente.

Al comienzo su voz ronca y varonil le lleva el ritmo perfecto, ni siquiera lee. Se sabe la maldita canción de memoria.

Entrecierra sus ojos y sonríe de costado cuando llega el coro y hay varias señoritas acercándose al pequeño escenario, entre ellas la señorita ebria exigiendo que se quite la camisa. Ha desatado una furia de mujeres hormonadas. Incluyéndome.

Cuando llega al coro hay movimientos interesantes de empujar las caderas hacia adelante. Mi boca cae abierta y Krista y grita algo acerca de que lo mueva.

Quizás en otra vida Matthew fue cantante.

O quizás Justin Timberlake ha dejado una parte de su alma en él que sale a relucir cuando tiene alcohol encima y ponen la canción.

O simplemente, Matthew si trae lo sexy de vuelta.

Tantas hipótesis pero la conclusión es la misma: ¡Maldita sea! Me lo como.

Me levanto y camino a un espacio prudente del escenario mientras lo veo hacer lo suyo y enloquecer a estas personas. Las mujeres están calientes. Yo tengo calor.

Alguna idiota intenta tocarlo, pero él salta hacia atrás y niega con su dedo índice. Ve hacia la mesa pero luego me encuentra y sonríe guiñándome un ojo sin perderle el ritmo a la canción. Me gusta un plato que ahora se encuentra libre en el menú.

No tendría por qué ver sin comer.

Cuando termina hay un montón de gritos y coro que pide otra. Necesito aire porque vergonzosamente admito que estoy muy excitada por este hombre y mis bragas no están intactas.

Salgo a paso apresurado, cuando estoy afuera el aire frío me golpea y tomo profundas respiraciones, esperando que esto purifique mi alma y pensamientos pecaminosos.

—Aire. Aire, necesito mucho aire.

— ¡Elise!

—Mierda. La tentación me persigue.

Me volteo hacia Matthew, tiene sudor en su frente, su cabello está ahora muy desordenado y su abrigo se encuentra abierto dejando al descubierto su sencilla camisa color verde. Y se ve tan delicioso.

— ¿Y bien?

— ¿Qué?

—Ahí, hice lo que querías.

—Hiciste más de lo que quería. ¡Jesús! Es que se te metió el espíritu del mismo Justin o fuiste cantante en tu vida pasada.

—No seas ridícula... Tus mejillas están muy sonrojadas.

— ¡Claro que lo están!

Porque estoy muy caliente. Deseosa, ansiosa y conmocionada. Es raro sentirme así.

—Ven.

Toma mi mano y me dejo guiar porque sigo absolutamente aturdida. Ya he establecido que he tenido sexo. Mucho. Y con diferentes chicos. Me he excitado, he disfrutado y varios de esos orgasmos hicieron que mi cuerpo se estremeciera durante largos segundos en los que estaba en una absoluta nube de placer. Pero esta calentura es incluso vergonzosa, parezco una adolescente descubriendo los placeres de la vida.

Nos detiene en uno de los costados del local. Enarco mis cejas hacia él viendo alrededor. Miro la hora en el reloj que descansa en su muñeca izquierda. 3 de la madrugada.

—Esto está un poco oscuro ¿No te parece?

—Perfecto. Vengo por mi premio.

Lo observo ladeando mi cabeza a un lado, sonrío y tomo los lados abiertos de su abrigo atrayéndolo hacia mí y dejando a mi espalda recargarse de la pared. Espero y esta pared no sea el lugar donde descargan orina.

Lo atraigo hasta que su pecho presiona al mío, paso mis brazos alrededor de sus costados y meto mis manos en los bolsillos traseros de su pantalón y admito que le aprieto el culo cuando lo presiono aún más contra mí.

—Me gusta esto— declara.

—A mí también.

Sonríe antes de bajar su rostro y capturar mis labios con los suyos. En esta ocasión, sus labios se mueven lentamente mientras sus manos se ubican en mi cintura. En algún punto, nuestras lenguas se unen al beso y sus manos se deslizan hasta llegar a mi espalda. Luego bajan, bajan otro poco más pasando por encima de mi trasero hasta el borde de mi falda.

Un sonido escapa de mí mientras aprieto mis manos en la carne que sostienen y él ladea la cabeza mucho más haciendo el beso mucho más profundo, lo cual no creí posible. Saco una de mis manos para llevarlas al su cabello y enredar mis dedos en él mientras otro gemido escapa porque es un beso increíble y mi calor corporal ha aumentado demasiado.

Sus manos terminan de bajar y se adentran debajo de mi falda acariciando la parte trasera de mis muslos. Está vez él es el que emite un gemido mientras se presiona hacia adelante donde me hace muy consciente de que no soy la única que está teniendo reacciones en su cuerpo. Sí, eso que siento en mi vientre no es un teléfono ni un brazo mutante.

Libera mis labios y una lluvia de besos cae desde mi mejilla hasta mi barbilla en donde muerde suavemente. Siento sus manos subir aún más y entonces están sobre mi trasero, si no trajera malla, estaría tocando mis bragas.

— ¿Mucho? —pregunta contra mi cuello antes de lamer.

—Poco.

Alza su rostro y nos observamos con fijeza. Mi corazón late muy rápidamente mientras estoy en suspenso sobre qué sigue. Una de sus manos se nueve lentamente sobre la mejilla izquierda de mi trasero hasta llegar a la parte alta de mi muslo. Grito cuando alza mi pierna y la enreda en su cadera y gimo cuando se presiona totalmente hacia adelante luego de impulsar mi cuerpo un poco hacia arriba.

Ciertas partes de nuestros cuerpos colisionan de una manera interesante.

Mantiene esa mano en mi muslo y traslada su otra mano de mi culo a mi torso. Me estremezco cuando sus dedos fríos se adentran bajo su suerte cubriéndome y toca mi piel debajo de la camisa. Su mano va ascendiendo hasta detenerse a la altura de mi sujetador.

— ¿Mucho? — vuelve a preguntar con voz enronquecida.

—Poco.

Ve hacia mi pecho y sonríe justo antes de posar su mano sobre mi pecho por encima del sujetador. Enarca una ceja.

—Esperaba encaje.

—No necesito usar encaje todo el tiempo para seducir...Y justo hoy decidí ir por algodón.

Ríe antes de presionar su mano sobre mi pecho haciéndome gemir para luego volver a besarme. Si este es un sueño sucio y húmedo, yo no quiero despertar.

Tanto la mano que sostiene mi muslo como la que se encuentra sobre mi pecho presiona y se siente maravilloso. Se impulsa hacia adelante con sus caderas y oficialmente Matthew Williams y yo nos estamos frotando en zonas estratégicas que involucran hacer un desastre en mis pobres e indefensas bragas.

Tiene un ritmo hipnótico para mover sus caderas contra las mías, presionando su muy destacable miembro contra el vértice entre mis piernas. Saco mi otra mano del bolsillo de su pantalón para adentrarla bajo su camisa y clavar mis uñas en la parte baja de su espalda. Gime y se presiona con más fuerza contra mí. Mi mundo da vueltas.

Soy consciente que en este solitario lugar solo se escuchan nuestros jadeos, gemidos y respiraciones entrecortadas. Deja de besarme para guiar sus labios de vuelta a mi cuello. Su barba incipiente rasguña mi piel y me encanta. Creo que su mano se cansa de tocar el sujetador y decide adentrarse debajo la copa. Me estremezco y mi pezón muy feliz se pronuncia ante el contacto de su palma.

No deja de crear fricción entre nosotros meciendo sus caderas contra las mías. Puedo sentir lo tenso que está mi cuerpo y las muchas partes que hormiguean. La palma de su mano acaricia la cima fruncida de mi pecho por debajo de la copa y muerde mi cuello.

¿Cómo con un clima tan frío puedo estar sintiendo tanto calor? Respuesta fácil: Matthew Williams.

—Oh, Dios mío— dejo escapar cerrando mis ojos. No puedo creer que estoy a instantes de...

Se presiona un par de veces más, aprieta mi pecho, gimo y mi cuerpo se estremece. He tenido un orgasmo frotándome y siendo manoseada por Matthew. Respira contra mi cuello mientras su propio cuerpo se estremece.

No puede ser.

Mierda.

¿Qué se supone que ha sucedido? ¿Qué carajos? ¿Cuándo deje la Tierra y me fui a un paraíso de los orgasmos?

Nunca. Nunca en mi adolescencia hice la cosa de frotarse con ropa, no le encontraba lo divertido, pero frotarse con Matthew ha sido ir a otro nivel.

Mantengo mis ojos cerrados tomando cortas respiraciones. Siento como si hubiese corrido un maratón, y una ola de calor. Mi cuerpo ha transpirado totalmente. La respiración de Matthew contra mi cuello desaparece y pienso que va a alejarse, pero entonces me sorprende dejando besos suaves por mi mejilla hasta llegar a mi boca y darme un beso calmado y corto.

Su mano sale de mi sujetador y poco a poco baja mi pierna. Noto entonces lo incómodo que era la posición para mí y me cuesta tener equilibrio. Decido abrir mis ojos y me encuentra con los suyos.

Sus labios están hinchados, su cabello es un desastre y sus mejillas están muy sonrojadas. La imagen del Matthew post-orgasmo. Yo he de lucir peor. Mi cuello se siente irritado por su barba.

Mi espalda aún se mantiene contra la pared porque si me despego me caigo. Paso una mano por el suéter y tomo una profunda respiración.

— ¿Mucho? — pregunta pareciendo dudoso.

—Eso definitivamente no fue poco.

Sonríe pareciendo aliviado. Supongo que estaba esperando que me diera un ataque de locura. Pero no tengo nada de qué quejarme y esto ha ocurrido por los dos. No me obligó y no lo obligué. Ambos hicimos que sucediera.

Bajo la vista hacia la parte delantera de su pantalón y noto cierta evidencia. Río.

—Pareciera que te hiciste un poco de pis.

—Gracias, es lo que me gusta escuchar luego de tener un orgasmo con mi bóxer y pantalón puesto.

—No te sientas solitario, mi ventaja es que el daño en mis bragas no se nota.

Lleva su mano hacia atrás, hacia su espalda, y trata de ver, vuelve la vista hacia mí.

—Te gusta usar las uñas ¿No?

Siento el sonrojo acumularse en mis mejillas. Ríe, pero también se encuentra sonrojado mientras abrocha su abrigo de tal manera que no se nota el daño en su pantalón. Da unos pasos hacia mí y toma mi barbilla entre sus dedos.

— ¿Y ahora, Elise?

—No lo sé.

— ¿Sabes qué? Mereces ser conquistada y vivir una historia. Seguiré mostrándote mucho más de Eloise y Mattheo. Hasta el final.

—Suena a que quedan muchas escenas.

—Muchísimas.

Una vez más todo lo que hacemos es observarnos. Contengo el más grande de los suspiros mientras hay un cosquilleo en mi estómago. Se aleja de repente y me asusto, pero saca el celular de su abrigo.

— ¿Si?...Estamos afuera...Tomando aire. Ahí te veremos— guarda su celular—. Parece que ya nos vamos.

—Dame un minuto.

Trato de peinar mi cabello con mis dedos, acomodo la copa del sujetador donde estuvo su mano. Aliso mi falda y tomo profundas respiraciones. Todo bajo su atenta mirada.

»Bien, estoy lista. Aunque apuesto que no hice mucho con mi apariencia.

—Te ves relajada.

—Ya, claro.

—Y saciada.

—Cállate— río comenzando a caminar, aun sin creerme lo que ha sucedido. Me alcanza y su mano toma la mía. Siento como entrelaza nuestros dedos.

—Me gusta cómo avanza esto.

No le respondo, pero a mí igual. Me hace perder la cordura y sentir más de lo que espero. Cuando llegamos al estacionamiento, nuestros amigos se encuentran ahí. Krista me guiña un ojo, pero el resto finge no tener idea de nada de lo que pudo haber pasado.

— ¿Vienes con nosotros, Elise? — pregunta Valerie antes de bostezar.

—Nosotros la llevaremos— responde Edmun—. Transporte Alex está listo para dejarla sana y a salvo, niña buena.

—Valerie— ella suspira como si se diera por vencida—. Un placer haberlos conocidos.

—Y eso que es un placer tranquilo. Hay otros tipos de placeres— asegura Edmun con seriedad, pero luego la esquina de su boca se alza en una sonrisa ligera.

—Lo espero en el auto— dice con rapidez Valerie subiendo su vehículo. Holden ríe estrechando las manos de ellos y luego dándome un abrazo.

—Eres una chica mala ¿Eh? — Susurra contra mi oído haciéndome reír—Avísame cuando llegues a casa, nunca se sabe si estos resultan tener una vena de maldad.

—Lo haré.

—Fue divertido, espero podamos hacerlo en otra oportunidad— dice Krista riendo. Lleva muchos tragos encima—, Y Matthew ¡Joder! Te sabes mover, si escribir no sigue funcionando, puedes dedicarte a las noches de karaoke.

—Tú también podrías hacerlo chica lasciva. Te luciste cantando y bailando— la felicito.

Intercambiamos un par de palabras más y luego cada uno sube a su transporte. Matthew se acerca mucho a mí y no puedo evitar recargar mi cabeza de su hombro.

— ¿Pueden dejarme en casa de papá? Así no haré doble viaje al despertar.

—Claro— responde Matthew antes de darle la dirección a Alex.

Durante el viaje estoy en silencio, creo que el que mi cuerpo esté saciado le permite en mi cabeza no dar tantas vueltas, aunque el muy codicioso aún está esperando que haya más. Más acción y menos ropa.

Ellos conversan de temas al azar y algún proyecto de Edmun que no logro entender. Demasiado pronto se detienen frente a la casa de papá. Me despido y cuando bajo, Matthew me sigue.

Abro la puerta de la casa y me giro hacia él.

—Debería darte tu suéter, pero no quiero.

—Quédatelo, luego podemos fingir que voy a tu casa a buscarlo.

—O puede dejármelo y usar eso solamente cuando me toque— su boca cae abierta y yo río—. Estoy bromeando.

O no.

»Gracias por mostrarme un poco de la diversión que Eloise y Mattheo están teniendo.

—Ha sido todo un placer.

—Literalmente—agrego. Baja su rostro y antes de siquiera darme tiempo me da un beso rápido.

—Ten dulces sueños, Elise.

—Igual tú, Matthew.

—Créeme, los tendré.

Lo veo alejarse y subir a su camioneta. No se van hasta que entro a la casa y cierro la puerta detrás de mí.

Muerdo mi labio inferior luchando contra una sonrisa, es la mejor noche que he tenido en mucho tiempo. No sé qué me espera en lo que sea que está sucediendo entre Matthew y yo, pero me encanta sentirme así.

Siento de todo menos aburrimiento.

Y la piedra a la que llamo corazón está latiendo locamente esperando por un poco más de esto. Todo está cambiando.

No sé si estoy preparada para ello, pero nunca he retrocedido ante lo desconocido o un reto. Aquí vamos.

Mi celular vibra.



Asunto: Pregunta rápida.

"¿Mucho?"


Sonrío y sacudo mi cabeza antes de responder.



Asunto: respuesta rápida.

"Definitivamente me sigue pareciendo poco."




Hace algo de calor o solo es Melise que vino a encender Wattpad 7u7. Y aquí está otro capítulo de esta historia que se puso medio interesante, al menos, eso me parece.

1.Veamos cuántos se leyeron mi otra mitad y entendieron de primeras quién es Declan.

2.Krista y Holden con su numerito sexy de bang bang.

3. Beso de adelanto de premio Melise.

4. Matthew cantando.

5.Todo lo referente a ese lado del bar con tan buena pared y unos buenos minutos de paraíso.

6.Despedida de buenas noches Melise.

7.¿Mucho? 7u7


Sabía que debía esperar para dedicarte algún capítulo beba y he dedico que quiero que sea este, así que capítulo dedicado a mi traficante de imagines y con quien parece que hacemos "casting" para encontrar a los que más se acercan a la idea que tengo de un personaje. Ti amu mucho y deberíamos contar los pocos días que faltan para vernos una vez más.

Espero les guste. Seguramente es así y este capítulo será releído un montón de veces, ajá, yo lo sé.

Un beso.

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