Capítulo Cuarenta y Cuatro: Algo más que palabras (Final)



Capítulo cuarenta y cuatro: Algo más que palabras.

27 de diciembre, 2015.


Mi sonrisa es enorme cuando Derek me entrega un café y besa de manera sonora mi mejilla. Tomo un mechón de ese cabello lacio que ya llega un poco más debajo de su barbilla.

— ¿No decías que era una huelga hasta que el programa volviera?

—A algunas chicas solo les gusta sujetarlo fuerte mientras nos divertimos. Podrías probarlo.

—Lo tendré en cuenta—doy un sorbo a mi café mientras caminamos el estacionamiento para llegar al que es nuestro nuevo canal televisivo.

Saludamos al entrar, incluso, aunque no conocemos a la mayoría de estas personas, subimos al ascensor y río.

— ¿Qué es lo gracioso?

—Qué no me creo que estemos aquí, que esté sucediendo. Estamos viniendo a recoger el cronograma de cómo será la división de los segmentos. Estamos volviendo.

—Nunca nos fuimos, cariño.

Las puertas del ascensor se abren; sé que Derek y yo somos los primeros en llegar porque no vimos los autos de nuestros amigos en el estacionamiento privado. Sin embargo cuando entramos al que será nuestro estudio, Karl se encuentra asintiendo con la cabeza hacia un hombre de cabellera castaña muy clara que de hecho parece tener reflejos rubios. Es un chico alto, lo que no me sorprende, más me extraño cuando me rodeo de chicos bajitos.

—Buenos días, gente trabajadora—anuncia nuestra llegada Derek antes de dar un sorbo a su café.

Karl y su acompañante se giran, el tipo se me hace vagamente familiar mientras observo que las cámaras van a amarlo si él es nuestro nuevo compañero. Corrección, las mujeres y hombres que sean del otro equipo van a amarlo. No es un chico de rasgos finos o elegantes, es un poco más como "no voy a arreglarme porque me da igual y soy atractivo por naturaleza", ni siquiera su cabello está peinado y aun así le va todo despeinado con esos bonitos ojos grises. Honestamente, este hombre es un muñeco. Él nos observa en silencio y luego uno de sus movimientos capta mi atención.

Comienza a jugar con el piercing en la esquina de su ceja derecha. Casi parece que no se da cuenta.

—Llegan temprano—nos saluda Karl estrechando nuestras manos y es tan extraño porque Kennedy nunca tenía esta cortesía. Doy un sorbo a mi café antes de hablar.

—Estamos muy entusiasmados—asiento hacia el chico— ¿Una manía lo del piercing?

—Algo así, no me doy cuenta a veces—se encoge de hombros y deja de tirar del metal.

— ¿Eres el nuevo? —pregunta Derek sin perder el tiempo—Por cierto, soy Derek, y ésta belleza de mi lado es mi exprometida Elise.

—Un gusto, y sí, parece que soy el nuevo. Me llamo...

— ¿Peluchito? —Volteo a ver a una Adelaide incrédula— ¡Claro que eres mi peluchito! ¡Austin! ¿Pero qué haces aquí?

—Y soy Austin—acaba por presentarse antes de rodar sus ojos y sonreírle a Adelaide. Escucho la voz de Jocker acercándose—. No me metí en este lío adrede, la profesora al parecer creyó que esto sería bueno para mí, y aquí estoy.

— ¿Karl? —Adelaide definitivamente va en busca de información.

—Hola, Adelaide, parece que tengo mis contactos con personas en donde solías trabajar, solicité a alguien con personalidad, inteligencia y el mejor, la respuesta fue enviarme a Austin, como pareces ya conocerlo—Karl sonríe—. Por ahora al igual que tú solo estará un par de veces a la semana en un fragmento pequeño, básicamente será un ancla. Irá a realizar reportajes, investigaciones de cualquier tema que resulte interesante y lo transmitiremos desde acá. Nos hace falta alguien que salga y muestre, ese es Austin.

— ¿Por qué no me dijiste?

Me alejo dejando a Adelaide con sus preguntas, salgo un momento del estudio descubriendo a Jocker hablando por teléfono. Me hace una seña de silencio mientras responde con monosílabas y al final sonríe antes de colgar.

— ¿Y a ti qué te pasa?

—Ah, que las cosas salen como quiero—pasa una mano por su cabello—. Conseguí los boletos para Dubái. Adelaide y yo recibiremos el año nuevo por allá, me prometí mostrarle el mundo y poco a poco lo consigo. Será otro punto que marcar en mi mapa.

— ¿Dubái? Pero mira que siento envidia—cierro mi boca— ¿Adelaide lo sabe?

—No, hoy planeo darle la sorpresa porque justamente lograron conseguirnos vuelo para mañana.

—Tu novia se va a morir.

—Tranquila, la reviviré. Sé cómo hacerlo.

—Ah ¿Te he dicho que me encanta cuando haces alusión al sexo?

Todo lo que hace es reír antes de entrar al estudio. Me siento genial cuando logro que Jocker, el tipo apodado caramelito serio, sonría. Me dedico a beber de mi café afuera y eso me da la oportunidad de ver a todos llegar poco a poco. Cuando es el turno de Parker de aparecer llevo dos de mis dedos a mi boca y silbo.

—Como quisiera ser la ropa que te envuelve en este momento, mi rey—suelto haciéndolo reír cuando llega hasta mí. Besa mi mejilla y yo estiro mi mano para tocar su abdomen—.Ah, nunca eres una decepción para mis manos, Parker.

— ¿Qué haces acá afuera?

—Estoy dándole una buena bienvenida a todos ustedes. Adentro ya se encuentra los que componen contigo el trío internacional—me río.

Intercambiamos otras palabras y luego lo veo entrar. La próxima en llegar es Breana junto a Krista.

— ¿Qué le pasa a mi mitad pervertida? —la pregunta va para Krista. Tiene claramente los ojos irritados aun cuando intentó fuertemente ocultarlo con maquillaje.

—Garrett ha roto conmigo.

— ¿Qué? —decir que estoy impactada es poco. En todo caso, pensé que si eso sucedía, Krista iba a ser quien cortaría, aunque ya había concebido que esos dos estarían juntos por siempre.

—Sí, fue lo mismo que pensé cuando me cortó ayer ¿Quién termina a la persona que llamaba el amor de su vida en vísperas de año nuevo? ¿Cómo cortas con una persona sin darle señales que las cosas no van bien? ¡Estábamos estupendo! Yo no lo entiendo.

Volteo a ver a Breana quien hace pucheros en honor a la tristeza de Krista mientras pasa un brazo alrededor de sus hombros.

—Quizá luego puedan conversar, Caramelito picante. Y si no es así, entonces deja que se vaya. Dolerá, llorarás y creerás que es el único, pero luego conocerás a alguien más. Además, no necesitas de alguien para ser feliz. Estás completa, no necesitas ninguna mitad que te haga sentirte entera.

—Sabia—concedo sonriendo hacia Breana—, pero Bre tiene razón. Quizá solo le dio muy fuerte la luna y luego lo arreglan; de no ser así, eres preciosa y joven te queda toda una vida para encontrar el amor definitivo de toda la vida si eso es lo que buscas ¡Ánimo!

—Lo intentaré, pero es que...— ¡Mierda! Krista es casi como mi doble en ciertos aspectos y nunca la he visto así de triste ni llorando. Sus ojos se humedecen—Me duele, no entiendo qué sucedió. Estábamos felices. Lo amo y se supone que me ama y ahora no lo entiendo. No entiendo.

»No hice nada malo, no hay nada malo en mí—eso me da alivio, que no lo justifique menospreciándose a sí misma como un error.

Se me pasa que quizá esa es la cosa, que ella no es el problema y quizá lo es él, pero me dedico a apretar su mano y sonreírle. Sé cómo duele cuando no estás con quien amas.

—Estarás bien, Kris.

—Vamos adentro a saludar al resto—tira Breana de su brazo.

—Ve pensando cómo vas a bautizar a nuestro nuevo caramelo—le digo.

— ¿Cómo es?

—Lamible—respondo haciéndola reír. Veo a Rayan acercarse mientras ríe con Holden. Ambos se detienen frente a nosotras.

—Qué grandioso es llegar y ver todas estas bellezas y... ¿Qué te pasa, Kris? ¿Quién mierda te ha hecho llorar? —Holden tira de ella y la abraza—Cualquier cosa mala, solo piensa que estará bien.

—Ow, eres tan lindo, caramelito explosivo—suspira Breana y luego se gira hacia Rayan— ¿Qué tal todo Rayan?

—Aquí, preguntándome nuevamente por qué yo no soy un caramelo.

—Yo tampoco tengo un apodo.

—A veces te digo Bre.

—Ya—ella rueda sus ojos y luego sonríe— y yo a veces te llamo Ryry.

—No es lo mismo.

—Acéptalo, Rayan, no eres un caramelo para la Barbie—le pica Holden aun abrazando a Krista que se mantiene en silencio— ¿Qué tal te ha ido con Garbo?

—Se llama Gabriel y lo sabes—responde Breana luego sonríe—. Va bien, por ahora es solo salir—se encoge de hombros.

— ¿Estás viendo a alguien? —cuestiona Rayan y Breana parpadea rápidamente antes de fingir quitar una pelusa de su camisa.

—Ajá, algo así. Parece que no voy a estar soltera.

—No...—comienza, pero luego se calla.

— ¿No qué? —pregunto y él frunce el ceño.

—No es bueno salir con los ex.

—Gabriel no es cualquier ex. Él es un hombre genial y hemos sido amigos posterior a nuestro noviazgo y...No sé por qué te estoy explicando mi vida amorosa.

—O no amorosa—corta Rayan—. Y recuerdo que hace unos meses tú me dijiste que no considerabas a cierta mujer apta para mí, pues ahora te lo digo yo. No veo que ese Gabriel sea un buen tipo para ti.

—Pero qué...

—Bien, bien. Creo que estamos completos y podemos entrar al estudio para que nos den las pautas—corto porque esto comienza exactamente cómo sucedió en julio cuando estos dos se dejaron de hablar. Solo que Rayan es quien ahora crítica la conquista de Breana.

Holden decide ignorarlos mientras arrastra a Krista y su corazón roto dentro del estudio. Enlazo un brazo con el de Breana y otro con el de Rayan. Les sonrío. Son tan lindos y tontos que provoca golpearlos y abrazarlos.

—Ya, niños. No peleen. Bien dicen que los que se pelean se aman y amanecen en la cama luego de una larga follada apasionada.

— ¿Quién dice eso? —se ríe Rayan mientras las mejillas de Breana se sonrojan ¿Pero de qué van tus pensamientos, amiga mía?

—Lo digo yo, cree en mi sabiduría.

—Estás loca—termina por decir Breana.

—Igual sigo creyendo que no es un buen tipo para ti—dice de la nada Rayan y gimo, aquí vamos...

—Tú no sabes lo que dices.

—Sí que lo sé.

—No. Solo estás diciendo tonterías, ni siquiera le conoces.

—Soy papá, eso hace que tenga algún extraño sentido que me hace saber estas cosas.

— ¿Qué sucede contigo? —se detiene Breana.

Bueno, yo no entiendo por qué ella se molesta tanto y no entiendo por qué Rayan no desiste. Así que me rindo y libero sus brazos dejándolos en su guerra de miradas donde espero no terminen sin hablarse de nuevo. Breana aún desconoce que me fui de lengua larga a divulgar sus sentimientos, me sigo sintiendo muy culpable al respecto.

— ¡Kris! —grita Valerie justo cuando Krista me pasa saliendo del estudio.

— ¿Qué sucede?

—Garret, internet. Mala combinación. Ahora vuelvo—me dice siguiéndola.

Creo que Karl es ajeno a todo el drama de su alrededor aunque debería acostumbrarse, nos amamos pero bien como cualquier familia a veces queremos sacarnos los ojos cuando no congeniamos en ideas. Camino hasta Derek y le pellizco el culo, levanta la mirada brevemente del celular.

—Voy a cortarle las bolas a Garrett.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? —Me entrega el celular y abro mi boca mientras leo los encabezados—. Mierda.

—Yo voy a volverlo mierda—sisea Holden detrás de mí.

Creo que eso oficialmente me hace darme cuenta que mi familia de InfoNews está de vuelta, con su amor, talento y drama. La mezcla perfecta.

***

30 de diciembre, 2015.


Veinte páginas, eso es todo lo que me resta del borrador de Matthew y debo parar porque soy un nudo de emociones antes las palabras que leo.

Hay tanta pasión.

Sentimientos.

Entrega.

Dolor.

Y amor.

Siento que vislumbrar los sentimientos de Mattheo me da al menos la mitad del corazón de Matthew y es demasiado. Es como recibir descargas eléctricas sin parar. Me aniquila, me cala hondo y me abraza el alma.

—Viene el final. Se acerca—susurro cayendo en cuenta de todo esto.

He devorado este borrador las últimas semanas y por cada palabra todo se volvía más intenso, más difícil de leer, pera también imposible de ignorar. Tomo mi celular y escribo.



Asunto: tan poco.

"Me queda muy poco para el final.

Quiero disculparme.

Creo que jamás podré plasmas tan hondo mis sentimientos de la manera en la que has plasmado los tuyos.

Por ahora solo tengo una sugerencia: permítele a Eloise dar un par de perspectivas, seguro ella no es profunda y literaria como Mattheo, pero podría decirte cómo se sintió y se siente.

Y, sí, no te he tuteado, pero a esta altura creo que el formalismo carece de sentido.

Planeo darte mi opinión final, pero hasta ahora creo que el romance podría ser uno de los mejores géneros que has escrito alguna vez.

Estoy orgullosa de ti.

Elise Smtih"

***

31 de diciembre, 2015.


Papá y Edgar están conversando, incluso creo que escucho a papá reír, pero es muy difícil concentrarme cuando veo borroso y mis manos tiemblan sosteniendo el manuscrito de Matthew. Releyendo de nuevo los últimos párrafos.



«Sabía que la amaba. Siempre lo supo.

Lo supo cuando al verla su respiración flaqueaba. Cuando al tocar su piel sentía una caricia en su alma.

Cuando al hacerle el amor y adentrarse a su cuerpo, pensaba en mil maneras de permanecer siempre así.

Cuando con cada beso le demostraba el amor verdadero.

Cuando cada sonrisa le recordaba el presente que había alcanzado.

Cuando su apoyo y palabras le hicieron saber que sus errores pasados contribuían a hacerlo la persona que él era hoy.

Cuando lo hacía reír, suspirar, incluso cuando le hizo llorar sintiendo cuán doloroso podría resultar la idea de perder lo mejor que había tenido en mucho tiempo.

Simplemente la amaba porque era su musa. Porque inspiró la mejor de las canciones, una que contaba en versos y estrofas su historia con adornos, pero aun así, su historia de amor.

Él la amaba. Mattheo simplemente la amaba con todo el corazón y no sabía si ese era el final.

El alma le dolía, el corazón le escocía y solo se sentó esa noche frente a su ventana tratando de imaginar un futuro sin Eloise.

Pudo vislumbrarlo, no era malo. Pero no era el que deseaba.

"Vamos, musa, no nos deje ir" pensó mientras con una mano envuelta en su corazón esperaba alguna señal de ese amor por el que rogaba su corazón. No quería rendirse, pero le daría el poder de la decisión a ella. Se lo debía, él tan solo esperaría...»



Sorbo mi nariz viendo los tres puntos suspensivos. Debajo de ello hay signos de interrogación hechos con lapiceros junto a su letra: Cuéntame el final, dame el spoiler de mi vida.

Toda la historia ha sido una montaña rusa de leer, hay muchos momentos que pasamos juntos recreados pero unidos con la ficción, de tal manera que aun cuando son nuestros, parecen más de Eloise y Mattheo. A través de los ojos de Mattheo he visto la manera en la que Matthew me percibe, cómo percibe nuestra historia, nuestra relación, el dolor, el amor, la ira, el miedo, la tristeza y muchos otros sentimientos que me han calado hondo.

Contengo las lágrimas y hay una sonrisa tirando de mis labios. Leerme mezclada con la ficción ha sido una experiencia increíble. Sin duda alguna, Eloise es una versión que tiene mucho de mí, pero también mucho de sí misma que me gustaría aprender a obtener. Y Mattheo es una preciosura de hombre incluso con sus tormentos y con tantos pensamientos profundos.

Yo quiero que Mattheo y Eloise tengan un final feliz. Incluso si no es el mío con Matthew, quiero que ellos lo tengan.

Veo la hora en mi reloj. Faltan cuarenta minutos para que este año culmine. Mordisqueo mi labio inferior y me pongo de pie mientras comienzo a caminar de un lado a otro. Prometí decirle cuando lo terminara y me he desvelado para llegar hasta este punto. La vida está llena de riesgos, uno más no puede hacer daño.

— ¡Oigan! —llamo a mi papá y hermano, ambos detienen su conversación para observarme. Sonrío, es triste ser tres y no cuatro, o para el caso cinco contando con que hace unos años perdimos a mamá, pero agradezco en mi corazón tener la oportunidad de tenerlos a ambos y compartir este momento con ellos. Incluso se han vestido algo formales y comimos alimentos de algún abastecimiento, pero no importó porque estamos juntos.

»Yo necesito ir a un lugar, pero quiero estar con ustedes, pero también—sacudo mi cabeza y tomo el manuscrito—... Sueno tonta e incluso cursi, pero necesito ir ahora a un lugar, como con mucha urgencia y...

—Una aventura de año viejo no viene mal ¿Eh, Edgar?

Edgar ve a papá, luego a mí y el borrador que sostengo en mis manos. Ellos saben que es de Matthew, todo el mundo sabe que es de él.

—Supongo ¿Qué mejor que correr el riesgo de recibir el año nuevo en la vía colapsada? Una aventura siempre será algo bueno.

El grito de alegría que escapa de mí los sorprende mientras río y corro a abrazarlos. Edgar parece un poco torpe en un principio pero luego ríe palmeando mi espalda. Corro buscando abrigo para papá y Edgar hacer rodar su silla para luego subirlo en el auto, en el asiento de atrás y guardar la silla en el maletero. Subo y él sube de copiloto.

—Bueno, me disculpo desde ahora porque esto será una carrera de fórmula 1.

Dicho eso presiono mi pie no tan leve del acelerador y papá maldice mientras Edgar se agarra de la puerta. Río comenzando a conducir como en una carrera, agradezco que las vías no estén colapsadas y que no hay ningún vehículo atravesado al que pueda ocasionarle daño. Me detengo en un semáforo y estiro mi mano para encender el estéreo y dejar que la música se reproduzca. Volteo a ver a mi hermano y está pálido.

—Tengo mi estómago a instantes de salir por mi boca—susurra. Volteo a ver a papá y ríe.

—Esta mierda de velocidad es buena—asegura sin dejar de sonreír.

Río y presiono el acelerador cuando la luz cambia, bajo un poco la velocidad porque no pretendo que nos detenga la policía o conseguir un accidente, pero me encargo de tomar las curvas como una profesional y de esquivar otros autos. Canto en voz alta la canción que suena de Windfall mientras creo que mi hermano podría estar rezando y papá ríe. Es un momento espectacular que me gustaría siempre conservar en mi memoria.

Saludo al portero de la urbanización donde vive Matthew, por suerte él me recuerda o quizá es que me reconoce de la televisión, cuál sea el caso, soy feliz de poder entrar. Hay personas en el estacionamiento riendo, incluso parlantes de los que sale música. Apago el auto luego de estacionarme muy mal y abro la puerta.

—Iré avanzando—anuncio prácticamente corriendo fuera del auto, pero me devuelvo y sonrío cuando Edgar me ofrece el manuscrito—. Gracias.

—Nosotros te alcanzaremos.

Arrojo un beso y comienzo caminar a paso apresurado, veo rápidamente la hora en mi reloj y ahora solo quedan veintiún minutos para que el año acabe. Me pregunto si Matthew está con estas personas celebrando, por lo que comienzo a buscarlo entre todos estos desconocidos.

— ¡Elise!

Volteo de inmediato consiguiéndome con un adolescente moreno trotando hacia mí, le reconozco.

»Oh, sí eres tú. Pensé que no te volvería a ver por acá, le pregunté a Matt el mejor por ti, pero fue evasivo.

Me como la cabeza intentado recordar el nombre de tan encantador adolescente y sonrío cuando alcanzo el nombre en mi memoria.

—Hola, Michael. Solo hubo un malentendido ¿Sabes si Matthew está aquí en el estacionamiento?

—No. Todas las celebraciones la pasa con su familia, el año pasado ellos vinieron y fue divertido, pero él fue esta vez.

—De acuerdo, gracias, Michael. Que tengas un feliz año nuevo— beso su mejilla y estoy dispuesta a irme porque el tiempo corre, pero me giro de nuevo— ¿Por qué le dices Matt el mejor?

—Porque lo es. Nos contó su historia y como ha logrado tanto—se encoge de hombros—. Nos inspiró a ir por más en la vida y es genial todo lo que ha logrado. Es el mejor.

Sonrío y cuando tímidamente me pide una foto, poso rápidamente antes de correr hacia mi auto en donde papá ya está siendo instalado en su silla.

—No, no. Debemos volver al auto—indico y Edgar de nuevo lo hace entrar y guarda la silla. Cierro la puerta y enciendo el auto arrojando el manuscrito a Edgar—. De nuevo me disculpo, pero quedan dieciséis minutos para que el año acabe y me he propuesto encontrar a Matthew antes.

Piso el acelerador y Edgar grita, papá maldice y yo tarareo para no entrar en pánico o nervios viendo el tiempo correr. La casa de la familia de Matthew no está cerca, pero si me doy prisa puedo lograrlo. Pido perdón al cielo cuando me paso una luz roja y prometo ser mejor cuando voy en contra de unas de las señalizaciones, incluso me propongo donar dinero cuando sin querer casi me llevó un gato en el camino.

Siento que estoy a instantes de transpirar mientras en la radio anuncian que restan nueve minutos para terminar el año. Podría audicionar para rápidos y furiosos, porque estoy haciendo todo esto y aun manteniéndome con vida.

Cuando anuncian que quedan tres minutos estoy entrando a la calle de Matthew y odio que las personas estén dispersas por la calle, me hacen tener que esquivar mucho y reducir la velocidad, pero consigo detenerme detrás de una hilera de carros diagonal a la casa de la familia de Matthew. Prácticamente me arranco el cinturón de seguridad mientras tomo el manuscrito de las piernas de mi pálido hermano.

—Iré...

—Solo ve, Elise, ya te alcanzamos—dice papá sonriendo—. Creo que tu hermano primero va a vomitar.

—Gracias, papá—río cerrando la puerta detrás de mí y dando grandes zancadas hacia la casa de Matthew.

¡Jesús! Esta parece la calle de la gente feliz. Hay gritos, risas, niños jugando y adolescentes disfrutando. Un montón de familias pasándola bien. Toco el timbre como si mi dedo no pudiera despegarse del maldito botón. Mi reloj anuncia un minuto. Mierda.

Siempre dejando todo para última hora. Incluso esto.

La puerta se abre y el rostro sonriente de Liam me saluda mientras la familia Williams comienza el conteo desde cuarenta. Hablando se sentir presión...

—39, 38, 37...

—Hola, Liam. Esto es sorpresivo, lo sé, y hay un montón de razones del por qué esto tiene que estarte impactando. Pero he dado la carrera de mi vida para llegar hasta aquí antes de que acabe el año. Papá está en el auto con mi hermano y necesito urgentemente llegar hasta Matthew—hablo con tanta rapidez que no sé cómo no se me traba la lengua.

—25, 24, 23...

Él parpadea y quiero sacudirlo o empujarlo, pero parece reaccionar dándome una pequeña sonrisa y haciéndose a un lado.

—Eh, claro, claro. Pasa.

Entro encontrando el canto del conteo, creo que esta enorme familia ni siquiera me nota. Hay demasiadas personas ¿Todo Londres es familia de Matthew? Sacudo mi cabeza intentando encontrarlo y lo veo justo contando frente al bebé que conocí aquella vez. Doy grandes zancadas hacia él.

—11, 10, 9...

Lo alcanzo y toco su hombro, voltea y sus ojos se abren con sorpresa. Presiono el manuscrito contra su pecho y él lo sostiene con una mano.

—Elise...

—Elise, Eloise, musa, señorita E, cualquiera de mis personalidades. Te amo.

—3, 2...

Paso mis brazos alrededor de su cuello, me alzo sobre las puntas de mis pies y presiono mi boca contra la suya. Cierro mis ojos y sé que aún está sorprendido porque muevo mis labios sobre los suyos que están muy quietos. Pero luego entre tantos gritos de año nuevo, logro escuchar como el manuscrito golpea el suelo y sus brazos envuelven mi cintura pegándome a su cuerpo. Sonrío brevemente antes de besarlo con toda la pasión y amor que siento por él. Por este hombre que se tomó el tiempo de escribir una historia para mí, aguantó mis groserías, locuras, se dejó enamorar y siguió esperando por mí. Por quien me dio la oportunidad de escribir el final de nuestra historia.

Enredo mis dedos en su cabello mientras su lengua lame mis labios y se abre paso a mi boca, gime y me pega más contra su cuerpo. Alguna persona está palmeando mi hombro en celebración de año nuevo, alguien llama a Matthew, algunas personas ríen, otros jadean, alguien grita que Matthew me está comiendo la boca y que tapen los ojos del bebé Lucas, pero no nos detenemos.

Cuando Matthew libera mis labios, abro mis ojos observando los suyos aún cerrados. Paso mi mano por su barbilla sintiendo esa barba apenas crecida que tanto me encanta, una leve sonrisa aparece en su rostro.

— ¿Es verdad o es otro sueño? Porque si estoy soñando, no quiero abrir los ojos. No aún.

—Es real. Somos reales—lo abrazo con mis brazos alrededor de sus hombros—. Te amo y lamento no haberlo dicho antes.

—Esa ha sido la entrada más espectacular para una declaración de amor que he visto en mi vida—susurra contra mi oído abrazándome fuertemente, río sintiendo mis ojos humedecerse—. Quedará para la historia de cualquier romance.

—Lo siento. Estaba asustada de sentir tanto y luego salir lastimada. Estaba dolida del tiempo que estuvimos separados, usé excusas, fui terca, pero he encontrado mi camino de vuelta. Temía que me rompieras el corazón y sufrir más, pero yo misma lo rompía al estar lejos de ti—respiro su olor—. No soy escritora como tú, no tengo las palabras adecuadas, pero te amo, y si aún me das el poder del final, quiero escribirlo contigo por tanto tiempo estemos juntos. No quiero un final. Quiero comienzos, muchas páginas. Quiero que llenemos páginas del presente y futuro, quiero desarrollos, alegrías e incluso las tristezas. Lo quiero todo contigo, Matthew Williams.

Se separa y toma mi rostro en sus manos. Alrededor de nosotros las personas celebran y ríen, incluso parecen entender que en este momento estamos en una burbuja. Matthew me ve fijamente a los ojos y espero que en ellos pueda encontrar todo el amor que tengo para dar. El amor que esperé conseguir y que ahora abrazo con todo mí ser.

No suelo llorar, pero hay un par de lágrimas cayendo ante lo emocional que es este momento. Las limpia con su pulgar mientras lleva su otra mano a mi cintura, es un agarre flojo porque su mano aun no es tan fuerte, pero no me importa.

—Nuestra historia necesita un nombre—sonríe. Río y sacudo mi cabeza.

—Dijiste que me ibas a dar hechos.

—Así es.

—Y lo has hecho.

—Te dije que no iba a ser solo palabras, que iba a darte sucesos empíricos.

—Entonces está fácil, lo acabas de decir.

—A ver, dímelo que estoy atontado ante el hecho de que he recuperado a mi novia.

Beso sus dedos y luego llevo de nuevo mis brazos alrededor de su cuello, sus manos se posan en mis caderas. Sonrío.

—Si no eran solo palabras y eran hechos, entonces el libro debería llamarse...

— ¿Algo más que palabras? —intenta.

—Uh...—hago una mueca que lo hace reír— Yo pensaba algo como "la realidad de los hechos", pero tu título está mejor.

—Eres horrible para dar títulos de libros ¿Te lo dijo alguien alguna vez?

—Calla, era la primera vez que intentaba nombrar un libro.

—Sonaba a libro de investigación—se ríe y sonrío porque aun cuando se está riendo a mi costa, se le ve tan feliz. Yo estoy igual de feliz.

Algo más que palabras...Tiene sentido, es lo que me ha demostrado desde aquella vez que llegó al estudio a responder a lo que para mí fue un reto, aquella vez que pensé que tendría un orgasmo con su voz y que aprecié lo que era y es un buen culo. Tiene razón, me ha dado muchos hechos, recuerdos, momentos. Dulces y amargos. Felices y tristes. Pasionales y adorables. Me ha dado sus facetas. Me ha dado tanto y sé que ambos podemos dar más.

—Algo más que palabras, tiene sentido. Me gusta—sentencio.

—Sin embargo necesitamos un final para el libro.

—Eloise declara épicamente su amor, te doy el derecho de copiar esta escena—él ríe ante mis palabras, parece que no puede dejar de estar feliz, yo tampoco puedo—. Luego saludan a toda la familia de Mattheo, él saluda a su suegro y cuñado. Celebran un poco, bailan y luego Mattheo la lleva a un lugar privado donde le bailé de nuevo Sexy Back y pasen toda la noche desnudos hablando de todo y de nada mientras lo hacen una y otra vez—finalizo.

—Suena como un final perfecto.

—Lo es—atraigo su rostro al mío—. Te amo.

—Esperé mucho por ello, musa—es quien acorta la distancia y me besa de nuevo, pero luego hay personas a nuestro alrededor abrazándonos mientras gritan feliz año nuevo.

Reímos y me dejo abrazar por la familia de Matthew que incluso arrastran a mi hermano y papá en grandes abrazos. Me encanta la felicidad con que nos envuelven y reciben mientras la música alta suena y comienzan a bailar. El año nuevo no suele ser una celebración muy grande, pero para ellos parece ser una cosa súper mundial que celebrar, incluso algunos de sus vecinos que estaban en la calle se unen. Los padres de Matthew me abrazan y sonríen.

No sé cómo lo logro, pero vuelvo a llegar a los brazos de Matthew, él me hace girar antes de pegarme a su pecho y balancearse, tiene una sonrisa que apuesto es igual de idiota que la mía, nos balanceamos mientras nos observamos y sonreímos. En algún momento Alex y Edmun llegan.

Es una celebración agradable, llena de mucha felicidad, burlas y diversión. Los primos de Matthew, Liam y Tyler, consiguen embriagarse y ser realmente estúpidos haciéndonos reír. Matthew toma mi mano, me abraza, me besa, susurra cosas y me dice que me ama. Me demuestra que lo suyo es más que las palabras.

Aun cuando perdí a mi hermana y sentí que todo era demasiado para mí, creo que aprendí de la voluntad de Matthew. Me sirvió leer sus palabras sobre el adolescente que no encajó, cometió errores y decidió salir adelante. Me hizo ver lo fuerte que yo soy, me ayudo a quitar ese humo que empañaba mi futuro.

Amaría tener a mi hermana en este momento conmigo, estrechando nuestra relación de la manera en la que lo he hecho con Edgar. En cierta manera creo que ella nos ayudó a reencontrarnos; y aun cuando ella no está físicamente, la llevo en mi corazón y sé que forma parte de lo que será uno de los mejores años nuevos de mi vida.

Matthew me abraza desde atrás mientras ríe de lo que Amber dice, alzo mi rostro y lo giro para observarlo reír; sonríe cuando nota mis ojos en él y dirige su mirada a la mía.

— ¿Qué?

—Has ganado, me has callado la boca. Resulta que sí eres un escritor versátil.

—Ah, eso me sabe a gloria.

—Pero igual sigues siendo un pomposo que además de vender por sus maravillosas letras, también vende por lucir como un modelo de ropa interior.

—Creo que siempre amaré ese insulto—sacude su cabeza riendo—. Estás loca, musa.

— ¿Y bien...?

— ¿Qué?

—Esta es la parte en donde sonríes y dices que te rindes e irás a mi programa para que la señorita E te entreviste.

—Sigue intentándolo—se burla y ríe. Frunzo el ceño, pero me da un beso antes de continuar hablando con Amber.

Bueno, lo seguiré intentando. Me queda mucho tiempo, no tengo prisa, quizá en el camino para lograrlo consiga otra historia de su parte. Uhm, me gusta inspirarlo. Esto se siente bien, ser feliz se siente magnífico.




No me puedo creer que llegué al capítulo final de esta maravillosa historia, y aunque ha sido la que más he tardado en concluir en wattpad, igual sentí que el tiempo pasó volando.

Este final es un tanto diferente a los que he escrito hasta ahora y aun así he quedado totalmente derretida con él y más aun con el epílogo.

Me guardaré las palabras bonitas para después del epílogo, pero creo que nos merecemos hacer el último conteo de esta historia:


1. InfoNews de vuelta.

2. ¡Austin! ¿Se me habían olvidado del peluchito de Adelaide?

3. Quiero que Jocker también me lleve a recorrer el mundo de vez en cuando, con gusto marco los puntos del mapa con él.

4. Cómo van y le rompen el corazón a la adicta a la tecnología, a la pobre Krista.

5. Stavis (como los apodó Alexa) y su discusión nuevecita de paquete. 

6. ¿Qué salía en los encabezados que hizo correr a Krista y activar el gen agresivo en Derek y Holden?

7. Esto iba antes, pero no importa, ¿Quién también quiere tocarle el abdomen a Parker con tal confianza y pellizcarle el culo a Derek?

8. Esa última narración que Elise leyó en el libro de Matthew.

9. Inserte aquí toda la escena de Elise yendo a encontrar a Matthew *-*

10. Elise y Matthew reencontrandose.

11.Melise unidos.

12. El capítulo final.


Nos vemos muy prontito con el epílogo.

Espero les guste.

Un beso.

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