Capítulo Cuarenta: Retomando las fuerzas
Capítulo cuarenta: Retomando las fuerzas.
Me separo de Matthew para ver venir a toda prisa a una Nicole llorando y luciendo histérica hacia nosotros.
—Ya déjalo, maldita mujer. Deja de hacerle daño.
— ¿Perdón? Tal vez solo debas consultar tu declaración con la cuenta bancaria de tu amiga Alicia o quizá la tuya propia—espeto dando pasos hacia ella— ¿Cómo pudiste hacerle esto?
—Cállate, tú no sabes nada. No sabes que es lo que se siente que quiten de tus manos lo que es tuyo.
—Yo sé cómo hiciste algo terrible y me inculpaste, eres una falsa. Escudarte de un supuesto amor cuando todo lo que haces es destruirlo, lastimarlo, te hace una cobarde. Él no merece eso. Eres una maldita arpía venenosa de mierda parasitaria. Y tengo todo un repertorio de nuevos insultos para ti.
» ¿Acaso se lo dijiste? ¿Le dijiste a Matthew la barbaridad que le hiciste? —Me giro hacia él— Matthew lamento ser quién te lo diga, pero odiaría que te expusieras a muchas más locuras de esta loca enferma. No fui quien vendió tu historia, todo este tiempo tuviste al culpable a tu alrededor. Ella lo hizo y sé que no vas a creerme quizá, pero tengo...
—Lo sé—me interrumpe su voz enronquecida—. Lo sé todo.
Eso me deja momentáneamente muda, pero entonces entiendo por qué se ve tan triste, las lágrimas y eso me molesta. ¡Mierda! El cielo sabe que tengo un montón de dolor propio en mí, pero saber que ella le ha causado este dolor a Matthew hace que hierva de la ira.
—Eres una obsesiva enferma ¿Cómo le haces eso a quién dices amar?
—Cierra tu estúpida boca—me grita dando pasos hacia mí— ¿Quién te crees que eres? ¡Crees que eres perfecta! Cuando sé que eres una persona horrible. Vienes y le quitas el novio a otra chica y crees que eres suficiente para él cuando solo eres una zorra promiscua regalada.
—Un momento...—comienza Kurt quien parece salir de su sorpresa, pero Nicole lo ignora mientras me mira con rabia.
— ¡No sabes nada sobre él! No fuiste quién lo salvó.
—Tampoco fui quién lo hundió—digo con fuerza y eso la corta—. Lo salvaste como un ser humano decente haría. Como yo hubiese querido hacerlo por él, por mi hermana, por muchas otras personas que se sienten perdidas y creen que esa es su única salida. Lo hiciste y eso está bien ¿Pero lo que has hecho ahora?
»Eres una estúpida que destruyó con sus pies lo que construyó con sus manos. ¿Acaso sabe la familia de Matthew la cantidad grosera de dinero que ganaste con todo esto? ¿Saben que le pusiste un precio a su dolor? Me das asco. Tu amor es enfermizo. Voy a demandarte por usurpación de identidad o lo que sea, porque necesitas un alto, hoy hiciste esto y mañana tú podrías ser un peligro para la sociedad.
Una parte de mí sabe que está mal decir todas estas palabras que pueden resultar demasiado hirientes y orillarla a malas decisiones, pero estoy cegada por la ira. Quiero darle un poco del daño que me ha ocasionado, el que le ha dado a Matthew; y no sé cómo detenerme.
—Te odio—sisea y esa es toda la advertencia que me da antes de lanzarse sobre mí.
Grito por la sorpresa mientras golpes vienen contra mí, la empujo y creo que es mi instinto el que me hace darle un puñetazo cuando me hace caer al suelo y le veo las intenciones de destrozarme. Kurt y Matthew están diciendo cosas, él primero logra quitármela de encima mientras Matthew se agacha a mi lado.
Él me observa antes de alzar su barbilla y voltear a ver a Nicole.
—Ya basta, detente. Esto no es culpa de Elise. No te amo, y el amor de amigos que sentí por ti, tú sola lo mataste. Basta de culpar a otros por tus errores.
»Te doy la espalda porque me fallaste, porque me traicionaste, porque me vendiste. Tú, Nicole, tú sola me hiciste esto. Tú le hiciste esto a nuestra amistad. Deja de culpar a los demás, deja de culpar a Elise. Mantente alejada de mí y mi familia. Y por supuesto que no vas a acercarte a Elise. Ya basta.
Me pongo de pie y me alegro de que solo tengo un pequeño dolor en mi mejilla y que mi abrigo me protegió de sus uñas y loco ataque. Sin embargo, la esquina de su boca está sangrando. Mi corazón late rápido mientras siento mucha adrenalina.
—Nunca más vuelvas a ponerme una mano encima—le advierto—, supongo que la demanda por usurpar mi identidad se verá bien con una de ataque.
—Elise, por favor—me pide Matthew y me controlo, porque hay mucho veneno que quiero soltar. Es como si Nicole me hubiese dado munición para explotar y dirigir mi ira acumulada hacia ella—. Entra a casa, Nicole, por favor, solo detente. Deja de hacerme daño.
—Yo no quería lastimarte, yo solo quería amarte y no me dejaste.
—Por favor—susurra Matthew y creo que por primera vez desde que la he visto esta noche, ella comprende el daño que le ha hecho mientras comienza a derramar lágrimas.
—Perdóname, Matthew, por favor...
—No puedo, justo ahora no puedo—él toma mi mano y me insta a caminar para alejarnos mientras Kurt nos sigue. Nicole lo llama y noto como Matthew se tensa sin dejar de hacernos caminar hacia su camioneta.
Me detengo cuando llegamos a ella.
—Yo...Lo siento, lo supe esta mañana, iba a decírtelo, pero quise enfrentarla primero.
—Siempre creí en ti, Elise. Y comencé a sospechar de ella, vine aquí solo queriendo pruebas que confirmaran lo que me negaba a creer. Porque era mi amiga, porque me salvó y me era tan difícil creer que me hiciera esto y luego fingiera que todo estaba bien y me apoyara. Siento que la enfermé.
—No es tu culpa.
—No, no lo es, pero me duele ver en lo que se ha convertido Nicole.
—Lamento que ella te hiciera esto. No lo mereces.
—No merecerlo no significa que no sufriremos en esta vida—me ve fijamente— ¿Cómo estás, Elise? Y dime la verdad.
—En este instante me siento...Con más piezas. A veces estoy muy triste, pero hay una chispa en mí que no se apaga y salgo adelante. Estoy recibiendo ayuda profesional—confieso—, me hace bien.
—Eso es bueno—susurra, luego ve detrás de mí—, creo que él te espera.
—Vine con él, íbamos a hablar, pero primero necesitaba pasar por aquí—rasco mi cuello de manera distraída— ¿Cómo está tu mano?
—Tres de mis dedos funcionan, obtuve una cirugía en los otros dos y mañana será retirado todo, comenzaré terapia luego.
—Qué buena noticia.
Esto es tan extraño, tener estas conversaciones que tantean terreno, pero nos dice tan poco. Sé que él también nota que nuestra pequeña charla es tensa.
—Siempre creí en ti, aun así me disculpo por enviar señales que te hicieran creer lo contrario.
—No hay problema. Y...Gracias, Amber me dijo lo que has estado haciendo y quiero que sepas que ya no es necesario. Estoy de pie y recuperando las riendas de mi vida, pero aprecio mucho el que te preocuparas por nosotros.
—Me importas.
—Matthew.
—Y siempre vas a importarme. Y detesto toda esta fría conversación cordial cuando todo lo que deseo es que esto fuera diferente.
— ¿Qué esperas, Matthew? Fui tildada de la perra traicionera, contribuí a que te hicieras daño, mi hermana se quitó la vida, mis peces murieron y mi programa fue cancelado. Mi vida es un reguero de piezas que escapan cada vez que intento tomarlas. Desearía que todo fuera diferente, pero no puedo pensar en esto también. No...No puedo.
—Entonces ¿Solo sacas el «nosotros» de tu lista de reconstrucción de vida? ¿Nos metes en una caja y lo dejas ir?
De nuevo siento mi corazón ser apretujado mientras respiro hondo.
—Te dejo ir, yo te dejo ir.
—Pero no quiero que me dejes ir. No lo quiero.
—Entonces déjame ir tú.
—No puedo. No lo entiendes. No puedo guardar mis sentimientos, mis recuerdos, mi vida. No puedo dejarnos ir cuando esto late tan fuerte y vivo entre nosotros.
—No estoy dispuesta a esto, lo siento. Pero no es un buen momento.
—Algún día será un buen momento, yo lo sé.
—No puedes predecirlo.
—Es verdad, no puedo hacerlo. Pero puedo creer en nosotros.
Me acerco y lo abrazo recostando mi cabeza de su hombro, tratando de absorber la manera en la que se siente estar de este modo con él. Beso su mejilla y lo libero.
—De verdad lamento todo esto, Matthew. Estarás bien.
—Estaré bien—asiente con la cabeza— y tú también lo estarás. Y luego nosotros estaremos bien.
—Cuídate mucho, por favor.
—Elise...
—Ten una buena noche.
—No me olvides.
—Yo nunca te olvidaría.
—Solo no lo hagas.
Me doy la vuelta y comienzo a alejarme sintiendo mi cuerpo y mi alma protestar por mis acciones. Kurt se acerca.
—Solo vamos por nuestra cena, por favor.
—Elise, no tienes por qué hacer esto si lo amas.
—Solo vamos a cenar.
No parece convencido, pero abre la puerta de su auto para mí. Le hace una señal de despedida a Matthew y luego nos saca de este lugar.
***
18 de noviembre, 2015.
Desconocía que Karl, antiguo novio de la mamá de Adelaide, tuviera mi número telefónico e incluso mi nueva cuenta de correo electrónico. Sin embargo, él, quien ahora trabaja para otro canal televisivo, se comunicó conmigo y me instó a reunirme con él para una propuesta de trabajo.
Finalmente he escuchado a papá, Karla y amigos, necesito volver a trabajar para estar activa y hacer más que ir al gimnasio y arruinar mis progresos cuando luego me atraganto de comida. Así que por primera vez en mucho tiempo me he arreglado como Elise la estrella.
Falda blanca entubada y ajustada, camisa rosa de botones y tacones de ocho centímetros. Ignoro los fotógrafos cuando bajo de mi auto, y aun cuando este no es un canal en el que haya trabajado, saludo a las personas al pasar y reconozco a algunos de ocasiones en los que los conocí.
Tomo mi pase de visitante y luego de unas indicaciones me dirijo al piso en donde Karl me espera. Me veo en el espejo del ascensor y mi maquillaje ligero está impecable, mis leves pecas se perciben si me ves lo suficientemente cerca. Sonrío, creo que Matthew instaló en mí un comité de "no permitas que escondan tus pecas". Honestamente, yo trato de no pensar o contar la cantidad de tiempo que llevamos separados, de esa manera quiero convencerme de que duele menos.
La gente siempre dice que el tiempo sana las heridas y eso no es del todo cierto. El tiempo solo te ayuda a aprender a respirar y vivir con las heridas latentes que nunca cierran del todo.
Así que hay días malos, pero también hay días buenos llenos de fe y esperanza de vivir. Días en los que sonrío, me distraigo y me siento afortunada con la vida que llevo. Días en lo que entiendo que nada fue mi culpa, que la vida sucede y cada quien es dueño de sus decisiones. Hoy es uno de esos días buenos, puedo intuir que incluso lo seguirá siendo.
Y lo creo con más fuerza cuando una de las asistentes de Karl me guía hacia una enorme sala de juntas en donde me encuentro con rostros conocidos. Por un momento estamos en silencio y luego todo es un estallido de risas, burlas, incredulidad y emoción.
Los abrazo a cada uno de ellos, estando muy feliz de verlos, más cuando estos días vernos todos al mismo tiempo no es tan fácil y por un momento se siente como estar de nuevo preparándonos para el programa, en donde todos hablamos de diferentes temas, Holden apuesta con Derek, Jocker rechaza rotundamente el café que una trabajadora le ofrece y Krista se mantiene con la vista en su teléfono.
Es como estar en casa. Así se siente.
—Bueno, veo que ya están todos aquí.
Nos giramos hacia la voz de Karl y me sorprende encontrar a Adelaide de pie a su lado, ella luce incrédula y luego Jocker la llama.
—Prometo que no tengo ni idea de esto ¿Qué está sucediendo, Karl? Me dijiste que querías decirme algo importante—dice ella con confusión.
—Y lo haré, siéntate.
Karl nos saluda a todos, luego entra su asistente y cierra la puerta. Poco a poco se va instalando el silencio porque creo que de alguna manera, todos, sabemos que aquí viene una propuesta que nos incluye a todos y sé que nosotros estamos cruzando los dedos para que sea buena y podamos aceptar, y de esta manera seguir compartiendo del modo en el que lo hemos hecho desde hace tantos años.
Por debajo de la mesa Breana toma mi mano, volteo a verla y me sonríe de manera esperanzadora, le devuelvo la sonrisa.
—Creo que ustedes intuyen por qué estamos reunidos hoy aquí. Siempre creí que InfoNews era un programa innovador, práctico y muy rentable mientras trabajé con aquel canal—comienza Karl—. Si bien es cierto que en los últimos meses parecía que la dinámica cambiaba un poco y se hacía un tanto forzado, pensé que con unos cambios podría volver a darse su toque.
»Lo que sucedió con el señor Williams es bastante desagradable—me mira—, nunca estaré de acuerdo con ese grado de irrupción a la privacidad de alguna figura pública que perjudique sus relaciones con el programa, y menos cuando es un tema serio como el suicidio.
—Sobre eso, quiero aclarar que yo no lo hice—anuncio porque lo creo necesario—, mis compañeros son testigos de que yo estaba a ciegas, solo leía y decía que lo que me informaban. Tenía una relación con el señor Williams, por lo que perjudicarlo no estaba en mis planes.
»Alguien usó mi identidad y provocó todo el desastre que le siguió, jamás le haría eso a cualquier persona que pasará por algo como eso. Ahora sé lo que se siente y reafirmó mi posición.
— ¿Vas a demandarla, cierto? —me pregunta Derek y asiento con mi cabeza.
—Ya estoy en ello.
—Gracias por aclararlo, Elise. Me hubiese sentido muy decepcionado si no fuese así—aclara su garganta y sus asistente comienza a entregarnos unas hojas—. Ahora bien, en vista de que el programa fue cancelado con su antiguo canal de origen, estuve haciendo evaluaciones del mercado y creí que el programa podría ser bueno para este canal. Así que lo hablé con los ejecutivos.
»No parecían muy entusiasmados con la idea, no después del escándalo con el que se sacó el programa del aire. Sin embargo, pulimos la propuesta con ligeros cambios en el programa y se expuso lo rentable que resulta transmitir un programa que el público no ha dejado de aclamar.
— ¿Y qué dijeron? —pregunta Rayan inclinándose, estando tan a la expectativa como nosotros.
—La propuesta fue aceptada, por lo que lo próximo fue reunirnos con los dueños del canal adversario para negociar la compra de los derechos del programa—ríe—, creo que ellos estaban un poco desesperados para deshacerse de ustedes.
—Me siento ligeramente ofendido—declara Jocker.
—Pero fue una buena cosa para nosotros porque obtuvimos el programa por un precio bastante accesible. No queremos reformar ni cambiar a los antiguos animadores, porque son ustedes quienes le dieron el toque al programa. Sin embargo, vamos a introducir dos nuevos elementos. O quizá dos nuevas personas. No se preocupen, uno será un ancla, es joven y creo en que a los nuevos talentos siempre hay que darles oportunidad ¿correcto?
Recuerdo lo joven que entré en este mundo, de hecho todos nosotros entramos jóvenes y siempre es bueno y alentador que alguien crea en ti cuando no tienes experiencia, pero si muchas ganas de triunfar en este mundo.
—Todos merecemos una oportunidad de triunfar—asegura Jocker y estoy de acuerdo con él.
—Creo que saldré porque...—comienza Adelaide.
—Y es ahí donde entras tú, Adelaide.
— ¿Yo? Yo ya no cargo bandejas con café, ahora soy un poco más exclusiva ¿Cierto, Jocker?
—Bastante exclusiva—le sonríe Jocker. Y ¡Dios! Ellos se aman tanto que es imposible no notarlo.
—No te necesitamos para eso—ríe Karl—. Te necesitamos para una sección. Eres buena investigando y en tu blog tus temas son variados. Nos gustaría que compartieras sobre ello unos pocos minutos.
—Esta es una propuesta...Impresionante—los ojos de Adelaide están muy abiertos, Jocker toma su mano—, y...
—No puedes negarte. Si lo haces, entonces me temo que esto se cancela.
—Oye, eso es bastante sucio. Es mucha presión y yo no puedo, eso es demasiado para mí.
—Nada es mucho para ti—le dice Jocker y ella voltea a verlo, él sonríe—. Tú eres grande y das la talla en todo.
»Sin embargo, ninguna persona va a obligarte a hacer lo que no quieres y si eso es una condición y tú no quieres, no importa ¿Verdad?
Por la manera en la que Jocker nos ve da la impresión de que debemos afirmar o habrá consecuencias, sin embargo estoy totalmente de acuerdo con él. Sé que nuestros sueños no tienen por qué estar por encima de los de ella.
—Exactamente de qué me estás hablando, Karl.
—Solo sería una o dos apariciones semanales, en una sección para ti. Realizas una investigación durante toda la semana, la promocionas en tu blog y luego en el día que se acuerde, apareces en el programa hablando sobre ello. Tu novio tiene razón, nada te queda grande.
— ¿Cómo es que se te ocurrió la idea?
—No fue mi idea—sonríe—. Tu mamá divagó de ello mucho tiempo. Decía que eras muy bonita, que la cámara iba a amarte y tú tenías un lindo cerebro. Ella pensó que pasaría esta cosa mágica en donde Kennedy descubriría tu valor y serías una nerd como ella lo llamaba. Brenda no estaba alejada de la realidad, solo que Kennedy no supo verlo.
—Oh, Dios—murmura Adelaide y espero seriamente que lo que dice Karl sea verdad y no solo una estrategia para convencerla. Aclaro mi garganta.
— ¿El contrato de Adelaide sería igual de bueno que el nuestro? ¿Tendrá contrato de exclusividad? —comienzo—Además, es necesario que aclares si esto representará una traba para las publicidades ya firmadas con su blog y que no comprometerás o alterarás el contenido del mismo para dedicarlo exclusivamente a este programa.
»Si ella acepta, necesita su propio camerino, un seguro social y un montón de cosas más que puedo exponer sin ningún problema.
—Debería contratarte—se ríe Karl—, serías una buena representante para ella. Piénsalo bien, Adelaide. De igual manera tengo muchas cosas que comentarles a ustedes.
Él comienza a explicarnos cómo pretende que mantengamos el mismo concepto del programa, pero con leves modificaciones que no suenan alocadas ni malas ideas. No es un monologo, escucha nuestras intervenciones e incluso ríe de los inevitables momentos divertidos que surgen cuando nos reunimos todos.
Para cuando termina y está diciendo que estará enviando la propuesta a nuestros correos y agentes, Jocker está diciendo que le envíe el de Adelaide al señor Hans mientras ella decide si adquirir uno propio. Adelaide no ha aceptado la propuesta, tampoco la ha rechazo. De hecho mientras Karl hablaba noté el entusiasmo en ella, solo que como todo profesional debe evaluarlo sin presión y sin estar rodeada de tantas personas. Estoy segura de que Jocker y ella van a evaluar la propuesta desde todos los ángulos posibles.
Cuando nos despedimos de Karl, procedemos a entregar nuestra credencial de visitante y acabamos como siempre en un estacionamiento conversando.
— ¿Sigue en pie lo de la galería? —me pregunta Valerie.
—Te he dicho que sí—río—. No voy a cancelarte, deja los nervios.
—Es que ¿No has pensando que puede estar ahí?
—Sí, así como también he pensado que no lo reconoceríamos cuando es anónimo.
— ¿No es austriaco? —pregunta Krista despegando la vista de su celular.
— ¿Y? tú no vas y ves a una persona y dices "ah, mira, parece austriaco" —Valerie rueda sus ojos—. Es un poco chocante que sea anónimo.
—Quizá solo es feo, viejo y ermitaño—la fastidia Breana.
—O caliente, joven y divertido—dice Krista.
—O solo quiere ser apreciado por su arte—intervengo—. Amas su arte y con eso basta ¿No? ¿O es una necesidad primaria conocerlo?
—No, no—niega con rapidez Valerie—. Solo sería bastante agradable conversar con él sobre qué le inspira y decirle lo maravilloso que considero su arte.
—Y decirle que te bañe en pintura y pinte sobre tu piel—la fastidia Krista y río.
—Como sea el caso, no voy a embarcarte, Valerie.
— ¿Por qué invitaste a Elise y no a mí? —se queja Krista.
—Porque ya nosotras habíamos conversado de él y ella es seguidora de sus obras al igual que yo...
—No tan obsesionada—aclaro para molestarla, pero me ignora deliberadamente.
—Y tú no podrías apreciarlo cuando solo estás metida en la tecnología hablando con el mundo o viendo qué hace el mundo y no de la forma de que está pasando internacionalmente, si no de la manera "vamos a saber qué está pasando con mis seguidores y colegas."
—Oye, no es mi culpa que estas personas tengan vidas tan divertidas ¿Nunca has ido y revisado la cuenta de algún seguidor? A veces es súper divertido... A veces son raros, pero es divertido. Y sobre mis colegas, amiga, siempre es entretenido ver sus trenes chocar, ver el drama de lejos o solo estar informada. Además, de eso se trataba mi rol en el programa. InfoNews creó éste monstruo.
—Eso es bastante dramático—agrega Adelaide uniéndose a la conversación—. Tú sola desarrollaste esa obsesión. Algunos psicólogos podrían ayudarte.
—Ah ¿Qué sería de nosotros sin la burla de Adelaide? —dice Krista y su celular tiene una serie de notificaciones. La observamos retándola a no hacerlo y se resiste...Por diez segundos. Reímos— ¡Puedo dejarlo cuando quiera! Solo que sí quiero ver estas notificaciones.
—Bueno, mujer no adicta a la tecnología y mis otras bellas amigas. Ya voy yéndome—comienzo a despedirme, me detengo en Breana—. Dale mis saludos a Gabriel.
— ¿Quién es Gabriel? —cuestiona Krista.
—Su novio de toda la vida—río—. Su ex, uno de esos ex que son geniales y dices "¿Por qué no están juntos?" pero luego te respondes "ah, sí, porque existe Rayan."
— ¡Elise! —Breana se sonroja— Cállate, no tienes que gritarlo.
—No lo grité, y él ya se fue.
—Y nosotras ya sabemos eso. Solo se ha vuelto obvio—la tranquiliza Valerie encogiéndose de hombros—; también me voy.
Me acerco a los chicos que están un poco más alejados y me despido. Cuando estoy en mi auto pienso en lo bien que se sintió bromear con ellos, cómo me relaje y solo me sentí yo misma sin torturarme o abrazar los sentimientos negativos.
***
21 de noviembre, 2015.
Tengo el cumpleaños de Breana, pero Edgar no puede venir hoy a estar con papá y desde la muerte de Hope nosotros no hemos retomado el contacto con Amber porque he estado aferrada en invertir mi tiempo en cuidarlo para no enloquecer con mis pensamientos, o al menos, así lo era al principio.
Ahora realmente quiero compartir el almuerzo de cumpleaños con mi mejor amiga y amigos, quien ha sido bondadosa y se negó a hacer una fiesta por mí, no se lo pedí y le dije una y otra vez que no era necesario, pero así ella lo quiso.
De ninguna manera papá querrá salir, solo lo hace para ir al terapeuta. Él no está del todo deprimido, pero se mantiene con un estado de tristeza que a veces es tan bajo que podría pasar un par de horas llorando. Es como viajar en el tiempo y revivir la pérdida de mamá, sin embargo ya me encuentro vestida incluso cuando no sé si podré salir, podría pedirle el favor a mi vecina, la señora Riley, solo sería ir, comer, hacer sonreír a mi mejor amiga y volver. Pero no se siente bien dejarlo, no puedo.
El timbre de la casa suena y no sé por qué espero que de alguna manera la vida decidiera no golpearme y enviarme por primera vez en un tiempo una solución y no dolor. No sé cómo tomarme a la vida cuando abro la puerta y veo a mis dos visitantes.
Amber y la madre de Matthew: Natalie Williams.
—Eh, hola—doy una sonrisa que seguro luce confusa. Amber da un paso hacia adelante y me da un corto abrazo que le correspondo—. Es bueno verte.
Casi me siento culpable porque papá me ha enviado a vivir mi vida y llamar a Amber porque de igual manera extraña fastidiarla, pero he sido acaparadora y me he aferrado tanto a cuidarlo que solo lo aplazaba para no hacerlo.
—Igual a ti, espero y no te importe que viniera con mi tía.
—No, para nada. Hola, señora Williams—me siento incómoda porque no sé cómo saludarla. Cuando nos conocimos estuvimos bien, cuando la vi, yo siendo la novia de Matthew, solo fue un poco raro por lo reciente de todo y luego estuvo su correo que no juzgo porque como madre quizá yo hubiese hecho lo mismo si creyera que alguien le hizo esa bajeza a mi hijo.
Ella estira su mano y aprieta la mía, me da una leve sonrisa de simpatía.
—Lamento mucho tu pérdida.
—Gracias...Pasen adelante.
Me hago a un lado y ellas entran. Estorbo de manera lenta llega hasta Amber y lame sus zapatos, ella ríe y lo saluda. Luego papá aparece y ambos sonríen antes de que Amber vaya y lo abrace.
—Ah, mi jefe gruñón.
—No me des tanta dulzura que me empalagas, ya deja, de abrazarme. Me agradas más cuando sufres y puedo reírme—se queja papá, pero sus ojos están húmedos.
—Yo también estoy feliz de verte, Dante—se ríe Amber—. Tengo mucho con lo que ponerte al día vamos, vamos.
—Espera—la detiene mientras ella hace rodar la silla—. Hola, Natalie.
—Hola, Dante.
—Ya saludaste, ahora deja que te cuente otro episodio de mi chiste de vida amorosa.
Los veo irse hacia el pequeño jardín con Estorbo yendo detrás de ellos. Pienso que no puedo ser egoísta, acabo de confirmar lo que ya sabía: conversar con Amber y bromear con ella le hace bien a mi papá.
— ¿Quiere algo de beber? —ofrezco.
—No, de hecho mi visita será muy breve. Solo me gustaría que nos sentáramos a conversar.
—De acuerdo.
Nos sentamos en el sofá y aclaro mi garganta porque hay algo que quiero decir en primer lugar.
—Entiendo de dónde vino su correo, señora Williams. Si yo fuera madre y le hubiesen hecho algo similar a mi hijo, creo que incluso pudiera haber reaccionado peor. Pero quiero aclarar que yo nunca le haría daño intencional a su hijo, Matthew es una de las personas más impresionantes que yo he conocido en mi vida. Yo no fui, no hubiese sido capaz de hacerle tal daño.
—Matthew es mi único hijo, él es mi sol, mi estrella, todo. Yo honestamente espero tú u otra persona, nunca tengan que pasar por el dolor de ver a tu hijo tocar fondo. De enterarte que tu hijo sufría de tal manera que ni siquiera deseaba vivir por ti. Fue terrible ver a mi hijo adrede cruzar el tráfico para ser arrollado, pero fue mil veces peor cuando creí que era cosa del pasado y me llamaron al trabajo para decirme que su amiga lo había encontrado colgando del techo de su habitación.
»Es horrible, Elise, la desesperación de no saber si llegarás a tiempo para verlo por última vez, la culpa de sentir que no lo supiste, no lo sospechaste y el miedo de si lo volverá a hacer. Me siento orgullosa de la fuerte que se ha vuelto mi hijo, el hombre que es hoy en día y también estaba orgullosa de ese niño rellenito que me sonreía en casa mientras devoraba mis galletas. Lo amé con o sin kilos, lo amo porque viene de mí, porque es mi carne y es mi amor verdadero. El amor que sé nunca me dará la espalda del mismo modo en el que yo nunca lo haré.
Escucharla hablar de forma por encima de los intentos de suicidio de Matthew me hace pensar mucho en cómo el dolor tiene que ser sofocante para papá. Entiendo y simpatizo tanto con lo que ella dice que solo reafirmo mi postura de no juzgar sus acciones en lo referente a mí. Sin ser madre, la entiendo.
Yo hubiese hecho lo mismo por Hope de haber tenido la oportunidad.
—Me cegué y tomé todo lo que te señalara como culpable, pero cuando vi a mi hijo llorar y quebrarse pidiendo que creyera con él, no pude no hacerlo y decidí depositar mi fe en ti, eso fue algo después de mi correo, por lo cual me disculpo.
—Entendí por qué lo hizo incluso entonces.
—De igual manera me disculpo. Creí junto a mi hijo y lamenté tanto cuando supe lo de tu hermana, porque estuve ahí como lo están ustedes ahora y solo les quiero desear mucha fortaleza—toma mi mano—. Es duro, pero aprendí durante muchos años posteriores que Matthew pudo haberlo hecho antes o después, incluso pudo hacerlo conmigo en casa. Entendí que no era mi culpa, que quizá fallé en no notar las banderillas de alarma que él dejaba para mí, pero que aun así, yo no instalé la decisión en su sistema. Mi hijo decidió hacerlo porque él no quería seguir.
»Escuché por tres meses y medios a Matthew decirme que me odiaba, que odiaba que no lo dejáramos morir—comienza a derramar lágrimas—, lo escuché gritarme y culparme de su aspecto físico, soporté que no quisiera vernos cuando íbamos. Cada vez regresé a casa llorando y asustada de no haber hecho lo correcto. Y sé que la historia te puede sonar familiar.
—Mi hermana...Ella reaccionó un poco igual—solo que ella fue por las drogas, no hubo intentos de suicidios anteriores...No que yo lo sepa.
—Mi hijo no me odiaba, no nos odiaba a nosotros. Él odiaba sus decisiones, él odiaba tener miedo a vivir. Vi a mi hijo resurgir y fortalecerse, fue tan hermoso. Y cuando yo vi todas esas noticias sobre él y su pasado, fue terrible, solo pude pensar en cómo iba a afectarlo.
»Creí con Matt luego de muchas dudas, y ahora sé que no fuiste tú. Mi corazón se rompió al saber lo que hizo alguien que he visto como una hija.
—Lo lamento.
—Yo más, lamento que la creencia de un amor enfermera a alguien que tenía tan buen futuro y que poseía un buen corazón. Siento que perdí una hija—limpia sus lágrimas con la mano que no sostiene la mía— Nicole me ha roto el corazón, no por hacerme daño con sus decisiones, si no por traicionar y lastimar al ser más preciado para mí. Por querer derrumbar a quien pensé me ayudaba a levantar. No comprendo cómo pudo hacerle eso a quien ayudó a salvar y honestamente no deseo saberlo en este momento.
—Algunos amores hacen daño—susurro.
—Yo creí que Matthew estaba bien con ella, que la amaba, él nunca me hizo creer lo contario y quizá yo estaba tan desesperada en que el fuera feliz con quien pensé que no iba a hacerle daño que me cegué y no quise ver que mi hijo no era feliz.
»Pero lo vi contigo y ahora lo veo estar sin ti. Y no lo entiendo, Elise, porque ahora te estoy viendo a ti y la manera en la que pareces absorber cada palabra referente a él, pero están separados y sufriendo. Matthew está bien, pero Matthew es de nuevo este hombre feliz, pero no una felicidad plena. Él me hizo creer en ustedes, pero ahora ustedes no lo hacen.
Tomo una temblorosa respiración y muerdo mi labio inferior antes de atreverme a mirarla.
—No fue su decisión. Yo...Me sentí sofocada, sentí que pasaba por mucho y me aferré con fuerzas a cualquier excusa que me sirviera para cerrarme. Había y hay muchos desastres en mi vida, ni siquiera sabíamos la verdad. Él estaba lidiando con sus problemas y yo con los míos.
»Estoy sanando ahora, pero mientras mis heridas sangraban al igual que las suyas no se sentía bien hacernos daño y...Creo que nos rendimos.
—Toda historia de amor tiene desafíos, no todo es miel y rosas ¿Si no, qué historia le contarás a tus hijos cuando pregunten? No pienso presionar u obligar algo, solo sentí que te debía una disculpa, una explicación y que merecía la pena mencionar sobre cómo creo que los caminos aún están despejados para ustedes.
—Gracias por sus disculpas.
—Ahora debo irme, él no sabe que estoy aquí.
Libera mi mano y se pone de pie, yo también lo hago.
— ¿Él está bien?
—Lo está, pero él podría estar mejor al igual que tú. Me alegra ver que eres fuerte y sales adelante.
—Poco a poco he ido retomando mi vida—me encojo de hombros y sonrío—. He ido sanando y abrazo las partes de mí misma que me hacen ser quien soy.
—Eso es bueno.
Besa mi mejilla y ríe cuando pretendo ir por Amber.
—Ella se queda, tu papá la llamó y le hizo saber que la necesitaba para que tú pudieras ir con tus amigos
— ¿Papá hizo eso por mí?
—Los padres podemos hacer miles de cosas por nuestros hijos basados en el amor.
Abro la puerta y me aferro a ella mientras la veo salir. Creo que esta conversación breve nos ha hecho bien.
—Gracias por venir—le digo en última instancia.
—Gracias por haberme recibido cuando no fui tan receptiva contigo en su momento.
Sonrío viéndola subir a un taxi que parecía esperarla y me pregunto cuánto dinero tiene para darse semejante gusto, pero disperso el pensamiento comprendiendo que papá resolvió el problema para que yo pueda ir con Breana y que de hecho esto me demuestra que no me necesita aferrándome a cuidarlo cuando él sabe hacerlo sin mí.
Debo retomar y volver a mi vida. Recuperar mi alter ego, volver a mi casa, tomar en serio qué se supone haré de manera profesional y dejar de comer como cerda para luego ir a matarlo en el gimnasio. Soy fuerte y necesito abrazar a Elise Smith, la que en muchos correos mandó a comer mierda a Matthew Williams y luego lo enamoró. La animadora que conquistó a muchos y que incluso consiguió salir con hombres espectaculares. La que se presta para campañas publicitarias en ropa interior y propaga el mensaje de que si un hombre no da orgasmo debes dejarlo.
Sonrío, me siento un tanto ligera, con dolor y malos recuerdos, pero aun así me siento yo misma e incluso un poco más fuerte. Fui a una batalla y la perdí, pero no significa que deba perder el resto de las batallas en mi vida. Puedo seguir brillando.
Esa tarde mientras almorzamos celebrando el cumpleaños de Breana, nuestra celebración se hace doble cuando nace una vez más InfoNews bajo la dirección de Karl Benson.
Holaaaaaa, bueno, no sé cómo decirles esto, pero aquí va:
Quedan tres capítulos + el epílogo para concluir esta historia que tanto he amado escribir.
Ahora, conteo rápido.
1. Elise enfrentando a Nicole (todo ese momento)
2. Melise (todo ese momento, desde la tensión hasta lo que se siente como una despedida)
3. ¿Alguien alguna vez pensó en Karl? Ese maravilloso hombre que nos trajo ahora un momento de luz. Aquí entra toda la reunión con Karl.
4. ¿Las condiciones para la nueva edición de InfoNews? ¿Quién será ese talento nuevo que entrará? ¿Será otro libro más para esta saga?
5. Aw, Amber reencontrándose con Dante.
6. Conversación de Elise con la mamá de Matthew.
7. InfoNews volviendo con nuevo productor y nuevo canal.
El hada señala en esta recta a final a una lectora bien antigua, que viene apoyandome y dandome mucho amor desde hace un buen tiempo, finalmente el hada te señala hoy cariño @Cindy140494 infinitas gracias por aun mantenerte en este sueño conmigo.
Espero les guste.
Un beso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top