Capitulo 4


Todos se movían en aquella discoteca tan apretada al ritmo de la espantosa melodía. Olía las bebidas alcohólicas y el sofocante aroma que desprenden sus cuerpos. Escuchaba las risas, los suspiros, los murmullos que el viento transportaba mas allá de lo que cualquiera seria capaz de imaginar.

Ver todo aquel alboroto desde las alturas le daba nauseas. No comprendia a los Mobians, ¿Como las personas disfrutaban de un lugar así? Sus ridículos rituales de diversión eran extraños.

Evito su mirada y la sensación de asco que invadió su cuerpo cuando observo a una tortuga vomitar aquel liquido verdoso y luego continuar bailando como si nada.

De verdad que no los entiendia.

Dejo escapar un suspiro tratando de volver a concentrar su mirada en el objetivo. Un leopardo risueño que se pasaba observando a las mujeres con una sonrisa socarrona. Desnudandolas con la mirada nada disumulada.

El trabajo era de lo mas sencillo: asesinarlo.

Se volvió algo tan habitual el eliminar a personas que con el tiempo dejo de preguntarse si hacia lo correcto. Trabajar para alguien como G.U.N. era algo muy fácil de comprender si eras lo suficientemente listo: U obedecías sus ordenes o te asesinaban. Con ellos no era una opción el cuestionar sobre las misiones, solo se obedece sin decir nada. Hace mucho tiempo que queria dejar esta mierda de acatar cada orden suya, pero es imposible. Si los abandonaba ellos no descansarian hasta eliminarlo y a cualquiera que se ponga en su camino. Han creado especialmente una máquina para el azabache, que tiene la capacidad de igualar la fuerza del erizo e incluso hasta superarla. Para ellos no era mas que un arma que pueden usar a su antojo. Idiotas.

Presiono lentamente el gatillo de su arma, tratando de tener un tiro limpio y rápido, algo que se le  dificultaba porque aquella estúpida gata no dejaba de abrazarlo. Si seguía así tendría que resignarse con asesinarla también.

Pero la dificultad de este trabajo solo iba en aumento cuando todo el lugar comenzó a sacudirse. La multitud no tardo en acudir al pánico y correr desesperados fuera de la discoteca.

Perdiendo a su presa y con dificultades de mantenerse en aquel área tan elevada, decidio bajar e intentar ver que es lo que retraso su trabajo.

Fue cegado por la luz del sol cuando salio del oscuro establecimiento. Cerro sus ojos tratando de acostumbrarse a la luz e intentar ver a su alrededor. Las personas señalaban al aire con una sonrisa de asombro y alivio, mientras que otros gritaban de emoción. Trato de ver lo que ellos y todo se detiene.

Aquel maldito erizo azul.

No solo le fastidiaba en sus sueños y pensamientos, sino también en el trabajo. Sonic tenía otra de sus aburridas peleas con Eggman. Enfrentaba una máquina de gran tamaño mientras apartaba a un lugar seguro a las personas de los escombros que caían cerca de la pelea.

Tenía las de ganar, simplemente tomaba aquello con tal diversión que se tomaba su tiempo en dar el golpe final.

Realmente no lo entendía. La misma pelea con su archienemigo todos los días, siempre salvando a todos sin ni siquiera esperar a recibir agradecimientos, ¿No le cansaba?.

Aunque debía admitir que su pobre corazón dio un vuelco al verlo, deseando poder admirar tal obra maestra hasta su muerte,  pero tenía un trabajo que debía terminar antes.

Trato de visualizar al leopardo entre la multitud, apartando a la gente de su camino con brusquedad cuando logro verlo mientras observaba la pelea embobado.

Sin mucho esfuerzo lo tomo del cuello y lo arrastro hacia un callejon cercano. Agradecia el ruido de la multitud y de los escombros caer a la lejania, asi nadie se preocuparia por los espantozos gritos que soltaba su presa.

- ¡Sueltame! ¡Te digo que me sueltes! -

Shadow lo lanzo con brusquedad hacia la pared haciendo que el leopardo se quejara de dolor.

Sin mucho esfuerzo y con una velocidad digna de si, presiono la afilada navaja sobre su cuello, dejandose llevar por la mirada de completa agonia que le ofrecia aquel felino y gozar de su ultimo aliento.

Algo que odiaba admitir sobre su trabajo, es que a lo largo de los años, el placer de arrebatar las vidas iba en aumento. Sentia que ya no podia parar. Ver el temor en sus ojos ante una muerte inminente le daba una satisfacción casi enfermisa. Era un mounstruo despues de todo.

********************************

Su departamento estaba oscuro, apenas visible por las luces de la calle. Había un olor rancio proveniente de la cocina, probablemente de algun alimento caducado. El pequeño goteo en el baño era su unico acompañante en ese lugar al que llamaba hogar, casi se imaginaba que le daba la bienvenida cuando regresaba de su trabajo.

Dejo su chaqueta en el pequeño tocador que estaba cerca de la ventana y se dejo desplomar de un pequeño salto en su cama. Ni siquiera se molesto en quitarse los zapatos.

Observo el techo oscuro, apenas distingiendo las grietas que ya se percibían por la antigüedad del edificio. Se dejo distraer por cada una de ellas, con la esperanza de apagar su mente hasta poder conciliar el tan anhelado sueño.

Cerro los ojos tratando de sucumbir por completo a la oscuridad, pero las imagenes de las personas que habia asesinado aparecieron como rafagas en su mente, torturandolo, culpandolo.

Sacudio su cabeza, esperanzado en ignorar las voces que comenzaban a culparlo, de sentir los brazos tomar sus extremidades y consumirlo en la oscuridad.

Siempre fue conciente de sus acciones, tal vez disfrutaba arrebatar vidas sin pensarlo demasiado, pero una pequña parte de él que habitaba en su corazon, le hacia sentir remordimiento. Sabia que despues de todo, el merecia todo lo malo, y cuando el momento llegara, no pondria resistencia a su tan merecido destino.

Deja escapar un gruñido, frustrado por otra noche mas de insomnio. Se levanta con pesar de la cama y se dirige al tocador, observando por la ventana algo que pueda llamar su atención.

No tenia mucho que hacer para entretenerse en esas cuatro paredes y la idea de salir a caminar no le entusiasmaba.

Bajo la mirada hacia su chaqueta, buscando en sus bolsillos su celular. Al encontrarlo se percato de una pequeña nota que se encontraba encima.

El número de Sonic.

Sus manos temblaron y su respiración se agito. Habia olvidado que tenia en su poseción tal tesoro.

Se deja llevar por la imaginación, lo maravilloso que seria escuchar su voz tan cerca de él, imaginar sus expresiones al hablar o su bella sonrisa que lo volvia loco.

Seria un deleite poder hablar con él, sentir cerca su voz, distinguir cada tono.

Tal vez era el cansancio que comenzaba a apagar su lado racional, tal vez era la adrenalina que invadia su cuerpo y le hacia actuar sin meditar las cosas con claridad, pero el número se estaba escribiendo tan tranquilamente en su celular que parecia correcto.

Llevo el aparato a su oido y dejo que el tono sonara, en la espera de ser respondido.

Despues del segundo tono, su razon volvio en él, acompañado con la ansiedad y el temor. Comenzo a sudar, maldiciendose por dejarse llevar por sus sentimientos y no por la logica.

¿De donde sacaba la idea de que Sonic le respondería? Ni siquiera conocia su número, ademas, marcar a alguien a las 3 de la mañana no era algo normal ¿En que mierda pensaba?

Golpeo la pared con frustración, sintiendose idiota.

"- ¿Hola? -"

Santa mierda

Todo se congelo, dejo de respirar. No estaba preparado para esto, era una muy, muy mala idea.

Si con ver la presencia del erizo lo dejaba hipnotizado, escucharlo tan cerca, lo paralizo.

Era como tenerlo al lado suyo, susurrandole en el oído. No estaba listo.

"- ¿Shadow? ¿Eres tú? -"

Abre sus ojos desmesuradamente al ser reconocido. Su pobre corazon empieza a latir tan fuerte que siente que saldra disparado de su pecho. Abre la boca para hablar pero ni un sonido podía crear. Estaba completamente mudo.

Toma un lapiz del mueble que logra ver de reojo, y sin pensarlo demasiado lo presiona en su pierna, tratando de recuperar sus sentidos.

Deja ecapar un gruñido y siente como la respiración vuelve fluir en él. Respira con calma y prueba ligeramente sus cuerdas vocales, y de alguna manera, intenta parecer de lo mas normal.

- ¿Como sabes que soy yo? -

Se deja llevar por las luces de los autos que pasan por la calle, intentando no pensar mucho y dejarse llevar por la ansiedad.

Escucha del otro lado una pequeña risa y siente que sus piernas flaquean.

"-Porque solo tu tienes mi número-"

Aprieta los dientes con fuerza, evitando que la emoción que su corazon desbordaba se escurriera por sus labios.

-  Oh -

Idiota, idiota, idiota, ¿No pudiste decir algo mas creativo?

"- Si, sinceramente no crei que me llamarias, la verdad no estaba seguro de que tuvieras celular -" se rie con ganas, sin importarle modular su voz para no lastimarlo "- Pero me algro de que lo hicieras, me hace feliz -"

Joder Sin poder retenerlo sonrio como un bobo enamorado. Sus mejillas adquirieron un lindo tono rojizo y por alguna razon sentia su cuerpo mas liviano.

Se recosto en la cama por temor a caerse. Cerro sus ojos e intento tomar fuerzas y valentia. Me voy a morir.

- Bueno, debia comprobar que el número no fuera falso -respira con calma, llenando sus pulmones de aire refrescante - me algra equivocarme -

"- Supongo que es valido -" el silencio permanece por unos segundos, pero de alguna manera no se siente incomodo
"- ¿Necesitas algo? -"

- Y-yo... - chasquea la lengua molesto por tartamudear, no logrando encontar una buena razon por haber llamado. No queria sonar desesperado, pero tampoco queria ser grosero. Mierda, mierda.

"- Hoy te vi -"

Shadow se tenza ante sus palabras, recordando perfectamente en el unico momento en el día donde pudo haberlo visto. No era algo que deseara que viera.

- ¿Oh si? Bueno ¿Y que con eso? - trato de no darle importancia, sonar como si no fuera algo malo.

"- No sabia que eras de ese tipo de personas -"

- ¿Qué quieres decir? - trata de ignorar el miedo que sube por su cuerpo.

"- Ya sabes, no es que parezcas una persona sociable. Con suerte logro sacarte una conversación -" rie ligeramente "- ¿Pero una discoteca? Realmente me tienes sorprendido. No crei que te gustara ese tipo de lugares -"

Deja escapar un largo suspiro mientras aleja el celular para que no escuchara. Agradecido de que sus mayores miedos no fueran reales.

- Bueno, la verdad no me gustan ese tipo de lugares. Convivir con personas nunca ha sido lo mio. Solo fui por un trago -

"- ¿Un trago? ¿A las 10 de la mañana? No lo se, para mi que quieres ocultar tu gusto por el baile -" se burla con una gran carcajada.

- Cree lo que quieras erizo, no me afecta -

"- Ya, ya gruñon. Mientras no fueras a fumar esos asquerosos cigarrillos estaremos bien. Ya eres todo un abuelo, debes darle prioridad a tus pulmones -"

- ¿¡Qué mierda dijiste!? -

El azulado ríe con ganas, haciendo mas burlas sobre su edad y lo malo que es fumar.

Sin desearlo, la risa lo contagía y lo acompaña en la burla, haciendo comentarios sobre su temor al agua.

Su conversación fluyo con risas y pequeñas anécdotas de su pasado. La noche transcurrio tranquila, agradable. Ni siquiera se preocupo por las horas que avanzaban ni los pequeños rayos de sol que se filtraban por la ventana. No se dio cuenta cuando sus ojos se cerraban lentamente mientras era arrullado por el héroe, apenas lograba seguir la conversación.

Se dejo llevar por esa voz tan encantadora, dejandose consumir por el sueño y transportandose a un mundo feliz, sin pesadillas, sin miedos. Solo uno donde ambos estuvieran juntos, uno en donde todo estuviera bien, donde los dos estuvieran bien.

- Te amo -

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