XXXI
— Ryoken-sama.
— ¿Qué ocurre, Spectre?
— Entiendo perfectamente que no sea de mi incumbencia, pero... —El omega de cabellos plateados dudo antes de continuar— ¿No ha subido un poco de peso?
Ryoken despegó su vista de los documentos que tenía en sus manos para observar a su amigo, y asistente, con cierto enojo, aunque no tenía derecho a indignarse por eso, realmente había aumentado de peso... pero por órdenes médicas así que estaba justificado
— El ginecólogo me dijo que debía subir unos dos kilos. Así que si, engorde ¿feliz? —El albino suspiró molesto mientras le entregaba el mismo archivo que leía antes— Entregale a Shingetsu esos documentos y después dile a Tenjo que quiero los informes de mercadotecnia ahora.
— Entendido, Ryoken-sama —Spectre tomó la carpeta que le ofrecía su jefe, que parecía más molesto de lo usual— Y vuelvo a disculpar mi intromisión, pero... ¿ginecólogo?
— Lo que te voy a decir no sale de esta oficina. Al menos no por ahora.
— Por supuesto, lo que usted ordene.
— Estoy encinta, tengo casi cuatro meses.
Spectre casi se desmaya allí mismo, realmente no se esperaba que su jefe estuviera embarazado, aunque no negaría que lo sospechaba un poco por la actitud tan sobreprotectora del esposo alfa de su amigo y jefe además de lo enfermo que estuvo las últimas semanas.
— ... Oh... vaya... realmente no lo esperaba...
— Ni yo, ni Yusaku tampoco —Ryoken suspiro desganado antes de apoyarse en su silla— nos tomó por sorpresa y ahora no nos queda más que aceptarlo.
— Es cierto. Felicidades entonces...
— Gracias y recuerda nada de esta conversación sale de aquí. Conozco muy bien a los alfas de esta empresa y estoy seguro que a penas se enteren de esto...
— Van a tratar de sacar provecho. Aunque no todos somos así...
— Lo sé, Spectre, pero aún puedo contar con todos los dedos de una mano los que aceptan que un omega sea su jefe.
Spectre no respondió inmediatamente, porque Ryoken tenía razón, demasiada razón; habían alfas que no soportaban ser liderados por un omega, pero la mayoría que se quejaba por eso recibía el doble de trabajo. Si, era tiranía, pero de ese modo se quedaban quietos y obedientes.
— No lo dudo... como sea, iré a hacer lo que me pidió. Así que, con su permiso...
— También pídele a Anderssen que quiero su informe del proyecto Vrains... es el único que no he visto.
Spectre asintió antes de dar una reverencia y retirarse de la oficina. Aún no sabía qué pensar ante eso... más aún no sabía que pasaría de ahora en adelante y tal vez lo único que podía hacer era quedarse callado y no hacer nada. Tal y como se lo pidió su jefe.
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