XXIV

Por tercera vez en su vida, desde que recordaba, su mente estaba en blanco. Realmente no se esperaba eso.

— … ¿Q-que cosa?

— Eso… estoy embarazado, aún no se exactamente de cuánto… —Y por fin Ryoken volteó a verle, tenía lágrimas acumuladas en sus ojos— T-tengo… una cita... con un ginecólogo, colega de mi herma-

— ¿Porque no me dijiste antes? —Lo interrumpió abrazandole, Ryoken claramente no soporto más y comenzó a llorar apoyado en su hombro.

— Tenía miedo… no quise creerlo hasta que mi hermana me felicitó y entregó el papel que… que…

— ¿Mostraba el positivo?

No necesito una respuesta verbal, con el simple hecho de que asintiera aún apegado a su cuerpo era suficiente.

Estuvieron un rato abrazados y sólo se separaron cuando el de cabellos blancos dejo de llorar.

— ¿Ya estas mejor?

— Sí… un poco… —Le respondió frotando sus ojos.

— ¿Necesitas algo? ¿Comiste algo hoy?

— ¿Eh? La verdad… es que más allá de una sopa que Vaira me obligó a tomar…

— Que obviamente vomitaste… —Yusaku suspiró antes de pararse y ayudar a su pareja a lo mismo— Iré a prepararte algo…

— N-no es necesario… además es de madrugada aún y-

— Me tengo que alistar para el trabajo en dos horas, ya no vale la pena seguir durmiendo, además debes comer algo. Tu y nuestro cachorro deben alimentarse.

— ¿Dijiste nuestro? —Le preguntó Ryoken algo confundido, sentándose en la cama.

— Si… porque es nuestro. Es nuestro cachorro.

Ryoken sonrió mientras volvía a llorar, Yusaku se alarmó y se acercó para verle mejor y con la yema de sus dedos limpió cada lágrima que descendía por el rostro de su amado de cabellos blancos, sabía que estaba emocionado porque él también lo estaba.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top