Yusaku no supo cuánto durmió antes de despertarse por caerse de la cama cuando Ryoken lo empujo desesperado, antes de correr en dirección al baño que había en su alcoba, lo único que entendía es que aún era de madrugada porque el cielo permanecía oscuro.

Sentía la necesidad de seguir durmiendo, podría taparse y hacerlo, pero eso conllevaba a ignorar a su amado omega vomitar entre quejidos y eso no lo haría.

— Ryoken… ¿Estás bien? —Tardó unos minutos antes de seguirlo, estaba tan cansado que apenas y veía a su alrededor.

Fue una suerte que Ryoken no cerrará la puerta por la prisa.

— …

— Ryoken...

— ...Estoy… —Una arcada impidió que terminara de hablar— ...bien… estoy bien...

Iba a reclamarle que no le mintiera, pero verlo de rodillas en el piso del baño con los ojos acuosos y apenas sosteniéndose en el borde del inodoro le hizo callarse, ver a su pareja así no era algo que cualquiera soportaría.

— Ryoken…

— Estoy bien, Yusa... —Otra arcada y de nuevo vómito, el alfa solo suspiro mientras se inclinaba y acariciaba la espalda del omega.

— No. No lo estás, dime qué te ocurre.

— ...Nada…

— No me mientas, algo te pasa… desde hace días que estás así —Le respondió molesto el de mechas azules— Entiendo que no quieras decirme… pero ahora quiero que olvides tu orgullo y me digas que te ocurre.

— ...

— Muy bien, esto será de dos formas: en la primera tu me dices que te pasa, lo hablamos y lo afrontamos juntos; en la segunda no me dices nada, seguimos con esto, yo me canso de esto y te arrastró a otra revisión con tu padre ¿Cuál eliges?

Realmente no quería darle un ultimátum a su omega, pero esta era su única oportunidad de saberlo, aún cuándo Ryoken le reclamará que era injusto, que no confiaba en él, etc.

Pero no le respondió, sólo se quedó allí, en silencio sin mirarle; Yusaku suspiró aún acariciando la espalda del de ojos celestes, parece que ya tomó una decisión.

— Bien… si esa es tu respu-

— Estoy embarazado —Le interrumpió aún sin mirarle.