Ese día estaba tan enfermo que no pudo ir a trabajar, para desgracia de Yusaku y el resto, Ryoken le notificó de su ausencia a Fausto y le pidió que los vigilará junto a Spectre.

Yusaku quiso morirse al medio día por tanto papeleo, hasta Takeru parecía agonizar por la gran cantidad de trabajo que tenía por cortesía de Spectre.

— Yusaku…

— ¿Qué ocurre?

— ¿Porque Fujiki-san no vino? —El de ojos esmeralda volteó a ver a su amigo mientras escribía unas cosas en el monitor— Porque… bueno, ustedes… ya sabes…

— ¿Estamos casados?

— Exacto.

— No lo se… pero desde hace bastante que anda así.

Y no mentía, Ryoken había estado enfermo desde hace bastante tiempo… y ese día parece que empeoró, porque estaba desde la madrugada vomitando hasta el agua.

De no ser porque su cuñada, Vaira, le llamó para confirmar la presencia de Ryoken allá en su consultorio hace unos días, lo habría arrastrado hasta donde su suegro para que lo examinará.

De todos modos le pidió a Vaira que fuera a ver a su pareja y le informará cualquier cosa, realmente rogaba que Ryoken estuviera bien.