IX

— ¿No planeas desayunar?

— No tengo apetito realmente.

— ¿Y eso? ¿Estas bien? —Yusaku se veía bastante preocupado por su pareja.

— Si, lo estoy. Sólo tengo náuseas y ya…

— Eso no se escucha bien, deberías ir a revisarte.

— ¿Y que uno de los médicos le diga a mi padre que enfermé? Olvidalo —Ryoken se levantó de la silla del comedor para volver a sentarse algo pálido.

— ¿En serio estás bien?

— Si… sólo fue un mareo…

— Irás con un doctor, así tenga que arrastrarte hasta el hospital de tu padre.

Fue lo último que dijo Yusaku antes de levantar los platos y dejarlos en la lavavajillas, Ryoken suspiro cansado realmente no quería ir a revisarse porque su padre siempre se enteraba de todo lo que le pasaba a su hijo menor en esas consultas.

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