Capítulo 3

2020...

La noche estaba completamente oscura y en el cielo sólo se podía ver la luna llena, algunas nubes se aglomeraban a su alrededor, casi adorándola. Las estrellas parecían tímidas y no querían hacerse notar aquella noche, mientras en el oscuro bosque una leve capa de neblina cubría todo, eran leves los rayos de luz que cruzaban las ramas de los árboles.

Los pasos apresurados de alguien se oían perfectamente en el silencio sepulcral de la noche, también se oía la respiración agitada de quien fuera el alma que corría asustado.

Un hombre completamente desnudo corría a través de los árboles, arañándose en el proceso, las gotas de sangre quedaban impregnadas en las ramas y su cuerpo estaba cubierto de un rojo vino intenso.

Mientras corría observaba hacia todos lados, y trataba de poner la mayor atención posible a su alrededor, lo estaba cazando, no sabía la razón detrás de aquello, los humanos no conocían la existencia de seres sobre naturales, no había estado en su forma de tigre, lo habían atacado en su forma humana, sin embargo, aquellos hombres le habían disparado siendo humano no dejándole otra opción más que cambiar a su forma animal y sanar su herida, pero aquello sólo había hecho las cosas peor, porque los humanos lo vieron y empezaron la persecución.

Cuando su tigre se había cansado, había vuelto a ser humano, pero la sangre aún lo cubría y se sentía cansado, debía llegar pronto al refugio de los cuidadores del bosque y pedir ayuda a su alfa o iba a morir. Trató de cambiar de nuevo, pero sabía que había perdido su energía en curarse, así que siguió caminando sigilosamente.

Pero mala fue su suerte o cruel fue su destino, desde las profundidades del bosque una suave luz brilló en el metal de la escopeta, los dedos del cazador dispararon al hombre que trataba de esconderse entre algunos arbustos, la bala entró directamente en su corazón, una perfecta bala de cobre, haciendo al hombre retorcerse y morir, cambiando a su verdadera forma, un Tigre de rayas negras y pelaje amarillo.

Los cazadores se acercaron y sonrieron al ver su obra hecha. Uno de ellos metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y busco un teléfono que se le había dado, escupió el chicle que traía en su boca y lo colocó en su oreja luego de haber marcado. — ¿Está hecho? — preguntó la voz, al otro lado de la línea

— Está hecho, muerto — sonrió y le sonrió al otro hombre cuya cicatriz en su ojo derecho se tensó en la malvada sonrisa

— Bien, el dinero será transferido — dijo la voz y colgó la llamada

Los hombres no se habían impresionado con los shifters, su madre había sido una y su padre humano, por supuesto, no habían heredado ningún gen, así que se habían convertido en cazadores de aquello que nunca serían. 

La luz del día había llegado y la noticia del shifter muerto había llegado a los oídos del alfa de Daegu, había sido en su territorio y era uno de los de su manada.

Las manadas en la actualidad no se regían por aquellos de la misma especia, en su mayoría eran dirigidas por lobos que descendían de las grandes familias de Corea, sin embargo, habían algunas que eran dirigidas por otros shifters.

Alguien había matado a uno de los suyos y pagaría por aquello. El hombre se levantó de su asiento y se dirigió al ala de su casa donde vivía su hijo.

Un hombre pálido yacía acostado en el sofá de la habitación, una habitación decorada en negro y dorado, su cuerpo estaba completamente desnudos sólo su entrepierna cubierta con una sabana de seda dorada.

Mientras su cabello oscuro se desparramada en todas direcciones.

La puerta fue tocada y un gruñido bajo escapó de los finos labios del pálido. — Abre la puerta, Yoongi — era la voz de su padre y Alfa

Yoongi abrió un ojo y observó el desorden de la pasada noche allí, un cuerpo estaba en la cama y estaba desnudo, sin nada cubriendo el trasero pequeño, se preguntó cómo había cavado así, no solían gustarle chicos sin trasero para agarrar, quizás había sido el polvo de hadas y lo había hecho embriagar, el chico en la cama era un hada, lo supo al ver los símbolos de flores y hojas como tatuados en su cuerpo.

— ¡Abre la maldita puerta! — exigió su padre y rápidamente Yoongi se puso un pantalón deportivo para abrir

— ¿Qué pasó? — Yoongi podría tener 200 años, pero su padre era más viejo e inteligente, no podría sonar muy rudo

— Saca a tu amigo de aquí, te bañas y bajas a mi oficina, hay problemas — la orden fue clara y concisa, no admitía réplicas

Así lo hizo Yoongi, sacó al chico quien enojado exigió respeto, Yoongi lo ignoró y se apresuró a bañar, oyó la puerta ser cerrada de golpe y no le importó.

Veinte minutos más tarde estaba en la oficina de su padre, allí estaba él, su padre y al lado otro Alfa, de los centinelas.

— Dijiste que pasó algo, ¿Qué ocurrió? — preguntó el pálido

— Anoche mataron a un Tigre de nuestra manada — dijo su padre, Min Seunho, era un hombre de armas tomar, siempre serio y amenazante

— ¿Otra manada lo hizo? — preguntó Yoongi, sabía que nadie sería capaz de hacer aquello, no querían una guerra, pero siempre había una posibilidad

— No, fueron humanos, cazadores posiblemente — habló ahora el centinela, Yoongi no recordaba su nombre, pero creía que era algo como Kim Yaeun o algo por el estilo

— ¿Cómo saben que eran humanos? — quiso saber, el pálido

— Encontramos goma de mascar en el lugar junto al cadáver del Tigre, también por el aroma — respondió el centinela

— Sin embargo, creemos que estos humanos saben de la existencia de los shifters — dijo su padre, había cierta tensión en su voz cuando dijo aquellos

— ¿Por qué lo creen? — le eriza a los pelos la posibilidad de humanos sabiendo de ellos, más si eran humanos que no eran pareja de un shifter

— Había un rastro a lo largo del bosque, era rastro de sangre y huellas de un pie descalzo, luego las huellas de zapatos, también el forense de la manda encontró dos balas en el cuerpo, una era normal, sabes que esas sólo hieren a los shifters, sin embargo, una estaba alojada en su pecho, en su corazón, era de cobre, para los tigres es el cobre, así como otros shifters, para nosotros la plata es muy mala, un disparo al corazón te matará al instante, estos humanos sabían que era shifter, de allí la necesidad de esa bala y sabían cuál era la debilidad del Tigre — el centinela explicó todo, haciendo que los pelos en la nuca de Yoongi se erizaran

— ¿Cuál es el plan de acción? — preguntó a su padre

— Por ahora, estamos tratando de rastrear a los humanos, pero por lo pronto la manada está advertida sobre el peligro, no deben estar solos en la noche, no sabemos que significa todo esto y si hay más humanos involucrados, debemos ser cuidadosos — dijo el padre de Yoongi

— ¿En qué ayudo? — preguntó Yoongi, no se quedaría de brazos cruzados, también era su manada

— Quiero que vayas a Busan, tu madre está allí, sé que entre ella y yo las cosas terminaron mal, pero la quiero protegida, quiero que la cuides — dijo, Yoongi detectó el atisbo de tristeza en la voz de su padre, sin embargo, él había sido un imbécil, lastimosamente Yoongi era igual. Aunque no lo admitía

— ¿Piensas que podría atacar a otras manadas? — preguntó

— Hasta el momento nada ha ocurrido en otras manadas, he hablado con cada Alfa, esto podría ser un ataque a Daegu, aunque tu madre no esté aquí. Podría correr riesgos — dijo Seunho

— Está bien, iré — respondió

— Llevarás a alguien más contigo, Jung Hoseok, es un shifter Oso, así que te cuidará y ayudará — habló el Alfa

— Bien, te mantendré informado — dijo Yoongi y se dispuso a salir de la habitación

— Mantente y mantenla a salvo — pidió el Alfa

Los padres de Yoongi habían estado juntos por mucho tiempo, hasta que la madre colapsó, se había hastiado de cada insulto, Yoongi había sido testigo de aquello, sin embargo, aún cuando creció jamás fue en contra de su padre, muy en el fondo sabía que le tenía miedo, había sido criado por él, era como una copia de su actitud, fuerte, inteligente, arrogante, superior por ser Alfa, su padre siempre le había dicho que eso lo haría un grandiosos líder.

Por supuesto, Yoongi lo creyó, porque él quería ser un gran líder, demostrar que tenía la habilidad para llevar la manada el día que su padre se lo encargase, sin embargo, su padre solía exigir un Omega, una pareja, pero a pesar de todo lo que ahora era Yoongi aún anhelaba conocer a su destinado, además, no podría procrear con alguien que no fuera quién su destinos haya elegido. Un Alfa no podía embarazar a quien no fuera su destino, esas palabras que varias veces le había dicho su abuela.

La mujer se había ido a vivir con su madre luego de que esta dejara a su padre, cualquier Omega no estaba obligado a vivir con el Alfa, por muy destinado que fuese, los Omegas podían enamorarse de nuevo, sin embargo, tampoco podían procrear, pero si el Alfa era malo, este no podía obligarlo, aún cuando lo mordiera, siempre se iría si lo deseaba, para Yoongi era un poco cruel, porque el Alfa sí sufría, pero él creía que el destino le daría un hermoso Omega al cual amaría y le amaría a él, así que, no tendría ese problema. Con eso mente se dirigió a su habitación y a empacar, se suponía que Hoseok sería avisado, él lo conocía, era uno de los shifters más fuertes que conocía, alegre, pero serio cuando se debía, eran no exactamente cercanos, pero tampoco desconocidos totales y le agradaba. 

Los pájaros siempre eran alegres y cantarines, la luz del sol era suave, brillante, pero no letal, aunque no estaba demás el bloqueador solar, últimamente el tiempo era muy distante, o hacia frío o hacia calor, mejor que decidiera de una. No todas las personas se sentían especialmente bien con esos cambios de tiempo.

O llevabas ropa de verano o ropa de invierno, salía con un suéter por el frío de la mañana, pero en la tarde el calor era tan abrasador que deseaba estar desnudo, lo cual haría, sólo si no tuviera miedo de ser arrestado o pudor por mostrarse sin ropa a demasiados ojos mirones.

Jimin suspiró cansado, eran las 6:30 de la mañana, o la menos era lo que decía el reloj en la pared, su ropa no era especial, pero siempre terminaba mal, los cambios de tiempo lo estaban volviendo loco, no podía vestir como quería.

Tampoco es que tuvieses tanto de donde elegir, según él, la ropa linda, según Jimin. No era para él, no cuando era tan diferente, toda su vida había sido así, las personas lo veían mal, aún más cuando era el hijo del Alfa, se suponía que debía ser perfecto, para Jimin nadie lo era, pero no quería debatir aquello, sin embargo, a pesar de creer aquello, las palabras sí le afectaban, y mucho.

Suspiró de nuevo, observó su rostro, tenía grandes mejillas, sus labios eran gruesos, sus ojos pequeños, no tanto, sólo lo sentía así, tenía un poco de papada, y bajando más su mirada, no tenía un abdomen plano, era sin marcas, no era alguien con panza, sólo era ancho, pero se veía gordito, siempre se sintió así, o las personas lo hicieron. Había quienes lo amaban, sus padres y sus dos amigos, Jungkook y Taehyung, ambos eran pareja, pero eran extraños para Jimin, no deseaban vivir juntos, sin embargo, estaban acoplados.

Las piernas de Jimin eran gruesas, no en exceso, pero eran algo, las caderas eran más anchas que las de su madre, solían burlarse de él por eso, en el pasado más que en su presente lo había hecho, pero siempre había un tonto. Y su trasero, Dios, era grande, por lo cual solía usar pantalones lo más flojos posibles, así lo ocultaba. Quizás ese era su mayor atrayente, pero no quería que lo quisieran por ello.

Seguía sin desear una pareja, pero tampoco era de mente cerrada por si algún día lo deseaba.

Esa vez llevaba una camiseta con manga corta, como hacía frío una chaqueta encima de jean y unos jeans, los más grandes que tuviese, tenis y estaba bien. Él compartía casa con Tae, y Jimin siempre le insistía en irse con Jungkook, quien era su pareja y lo había mordido, pero ninguno de los dos querían vivir juntos, su excusa era que les faltaba algo, o eso habían dicho por los  últimos 15 años.

Bajó las escaleras, amaba su casa era sencillamente hermosa, tenía paredes de ladrillo rojo, había algunas plantas, fotos, una sala con sofás cómodos, un estudio, una cocina comedor, baños y 3 habitaciones. Era suya, recordaba el día que sus padre le habían pedido que no se mudara, pero Jimin quería hacerlo, vivir bajo el ala de sus padres era vergonzoso hasta cierto punto, quería una independencia, sí había tenido ayuda de ellos en un principio, pero les había devuelto la inversión.

Se dirigió a la salida y decidió caminar, no porque no fuera muy delgado, como solían ser lo omegas, tampoco era obeso, pero le gustaba sentir el aire fresco de la mañana, amaba Busan, además su trabajo estaba muy cerca de casa, lo cual era conveniente, entre él y Tae se turnaban los días que abrían el café. Y después de algunos minutos llegó a su hermoso café, "Friends coffe" en honor a él y Tae, abrió la puerta y vio a Tae atendiendo una mesa, sonrió y se dirigió a la cocina del fondo, luego dejó sus cosas en el casillero, sólo eran ellos dos y los fines de semana tenían otros dos chicos de ayuda.

Él lugar tenía de la locura de ambos, era colorido, las paredes eran de ladrillos, unas morada, elegido por Tae y las otras naranjas, elegidas por Jimin, habían almohadas en algunas esquinas, algunas plantas, las mesas, había para dos o cuatro personas y algunas que podían unirse a otras mesas.

Pronto el día de trabajo comenzó y varias fueron yendo y viniendo, era un día normal y justo a eso de medio día, se sintió el calor que se formaba y el aire caliente llenaba todo, a pesar de encender el aire, aún se sentía caliente.

— Sabes que me gusta tu estilo, es relajado y todo, pero, ¿Cuándo planeas usar lo que te he regalado? — preguntó Tae apareciendo en el mostrador, parecía que el ritmo había bajado

— Quizás cuando no tenga más ropa que ponerme — respondió con burla, Tae solía regalarle ropa linda, la cual Jimin ignoraba y aún tenía en bolsas en su closet, no es que Tae lo hiciera con mala intención, sólo quería que Jimin dejase de cohibirse.

— No me des ideas, Park Jimin — le retó

— Iré a hacer el inventario de cosas que necesitamos — dijo Jimin. Pero fue detenido pro Tae

— Yo iré, quédate aquí — Jimin observó por la ventana a los niños que venían camino a su cafetería y sonrió, era obvio que Tae no los quería atender, solían ser muy indecisos y hacerlo dar muchas vueltas, Jimin no era mejor soportándolos, pero sí más que Tae

Su amigo se dio la vuelta y se fue, milagrosamente cuando los niños llegaron tenían claro lo que pedían y Jimin lo llevó a ellos rápido, se burlaría luego de Tae.

Pero cuando regresaba de la mesa de los niños chocó con alguien y éste lo atrapó antes de caer al suelo.

Jimin vio una enorme sonrisa frente a él, un cabello platinado y unos ojos grises, casi plateados.

— Lo siento — se disculpó, Jimin

— No te preocupes, yo te golpeé — el extraño sonrió de nuevo y Jimin creyó que era guapo

— ¿Deseabas algo? — preguntó Jimin

— Quero dos cafés, un caramel con mucho dulce y uno con café amargo, que la única azúcar sea la de la leche y la crema — sonrió de nuevo, a Jimin se le hizo extraño el pedido, pero no dijo nada y se dirigió a hacer los pedidos

Cuando terminó y se los dio al chico, este pago y se fue, Jimin no supo su nombre y estaba bien, no le importó, no tanto.

— Hueles raro — la voz de Tae lo hizo pegar un grito nada masculino, estaba detrás de él oliéndolo

— ¿Raro? — preguntó cuando recuperó el latido de su corazón

— Sí, no sé me gusta, pero nunca lo había oído en ti — dijo Tae, pero luego se movió a atender a más personas

Y así pasó un día más para Jimin, con trabajo y mucho calor.

Esa noche iría al supermercado, era su día de ir y Jimin no había querido ir vestido bien, por lo que había pasado a cambiarse una pijama a su casa, lo cual Tae había refunfuñado alegando que el amor de su vida podría estar en el supermercado y lo conocería en pijama, obviamente había sido ignorado olímpicamente por Jimin.

Lo que Jimin no sabía es que, se decía que las palabras tenían poder y las de Tae podrían cobrar vida, ya que cierto Alfa había aceptado a regañadientes ir al supermercado a buscar unas cosas de su abuela. Había llegado esa tarde a Busan y había sido un día muy caluroso, ahora debía ir a buscar cosas, se sentía estúpido con el carrito en mano leyendo la lista, hasta que...

Un olor, era como galletas con canela y un olor a caramelo llegaron hasta él, su nariz empezó a olfatear el aire, era delicado y delicioso, siguió a su nariz y su lobo empezó a correr dentro de él, emocionado, quería aullar, pero no sería apropiado.

Mientras que Jimin había sentido un fuerte olor a Café y canela tostado lo llenó, decidió ignorarlo, sería por el área donde estaba, pero sintió como si el olor se intensificaba, cada vez más cerca de él.

Yoongi observó a un chico en pijama, tenía un lindo y gran trasero, cierto estaba en pijama, azul con círculos blancos, de él venía el olor, el chico se dio vuelta y Yoongi casi se traga la lengua de la impresión, era muy bello, olía demasiado bien.... Pero la insistente voz de su padre retumbó en su cabeza, tenía mejillas grandes, un poco de papada y no se veía... perfecto.

Por supuesto el chico se habría dado cuenta de su mueca, porque levantó una ceja y luego rodó los ojos para dejarlo allí.

Esa noche, había conocido a su Omega y le había dado su peor cara, pero le habían dicho que su pareja debía ser perfecta, hermosa, el chico era lindo, pero no cubría los estándares, se quedó sólo allí, viéndolo irse.

La Luna estaba en lo alto, veía a Alfa y Omega, veía la lucha que tendrían, Jimin no era un Omega cualquiera y Yoongi tenía tantos problemas consigo mismo.

Apartir de ahora los capítulos serán más largos. Auqnue este tiene 3182, sin contar las notitas al final.

Sé que es el cuero de una dama, pero pues no hallé uno de hombre, sólo. 👉🏻👈🏻 Algo así es Jimin, pero pues la sociedad shifter ha pensado que deben ser así, los omegas. 👇🏻👇🏻👇🏻

Y los Alfas así. 👇🏻👇🏻👇🏻👇🏻

  Y ahora un fanart bonito. ❤️


Gracias a quien esté leyendo esto. Tamo. ❤️🤧

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