Capítulo 47: Cariños

Ese día fue probablemente el más alegre que habían tenido en mucho tiempo.

El fin de semana habían decidido hacer compras para bebé. Ropa para niño, porque, Hyuna y Dan tendrían un baroncito. Anduvieron por el centro comercial comprando chupetes, mantas, ropa e incluso Namjoon había decidido comprarle un oso de felpa, a ambos omegas les pareció algo tenebrosa la expresión del oso sin embargo ambos alfas lucían orgullosos con tal compra.

Pero, para ser sincero ya había pasado 5 años desde ese día. Después de tal descubrimiento. Todos habían terminado su carrera universitaria Namjoon había empezado a trabajar en la empresa de su padre y gracia a eso habían podido comprar una hermosa casa en la ciudad.

Namjoon ya tenía 23 años y Seokjin 22. Fue hermoso el ver crecer a el cachorro de Dan y Hyuna, todos habían desarrollado una unión única. Y el cachorro se había encariñado enormemente con la pareja contraria, amaba cuando se reunían porque así podía tener mucho amor para el. Sin embargo a pesar de tener toda la joven vida de conocerlos, este siempre saludaba con enorme respeto a Namjoon, con una reverencia y luego un abrazo, sin embargo con Seokjin apenas lo veía se lanzaba hacia sus brazos y llenaba de pequeños besitos su rostro, era extremadamente cariñoso con el. Algunas tardes en las que Hyuna y Dan tenían que trabajar cuidaban al pequeño peli negro, le encantaba las tardes de película, acurrucarse contra el vientre de Seokjin y dar besitos sobre este, era una pequeña costumbre que tenía, quizás de manera involuntaria, pero este siempre solía hacerlo.

El lado paternal de Namjoon había crecido enormemente, tanto era así que algunas veces se mantenía cocinando lo que se le antojaba al cachorro, con este alzado, sentado a un lado de su cintura, su mano izquierda sujetándolo y con su mano derecha se encontraba mezclado los ingredientes que utilizaba.

De hecho, no muy profundo el quería un cachorro también, y se lo dejaba ver no tan indirectamente a Seokjin cada que lo marcaba y anudaba, siempre se aseguraba de terminar muy profundo y anudarlo incontables veces durante el acto.

Así que, por supuesto, fue duro el darse cuenta que no podrían verse durante 2 años. Dan y Hyuna habían aceptado un contrato en un país extranjero, duraba un año, sin embargo el pago sería más que suficiente como para crear su propia empresa de música y no tener que preocuparse por el dinero en el futuro.

Sin embargo, para ambas familias ir sería demasiado duro el no verse en tanto tiempo, después de pasar tantos años juntos.

Lo que los llevo a desear aún más a ellos a formar una manada.

El tiempo se fue haciendo tarde, Seokjin se encontraba preparando la cena como  de costumbre mientras esperaba a Namjoon del trabajo. Ligeras gotas de lluvia caían del cielo oscuro, y su lobo empezaba a inquietarse al notar que Namjoon estaba durando más de lo normal.

Sin embargo, todo miedo se esfumó cuando de pronto este abrió la puerta de la sala y entro con prisa, daba grandes zarpazos hasta que por fin se situó a su lado. Capturando sus labios en un húmedo y necesitado beso, su pecho subía y bajaba con prisa y entre sus muslos yacía un enorme bulto.

Había olvidado la cercanía de su celo.

Con sus manos sobre la pequeña cadera en un fuerte agarre que lo pegaba hacia atrás para sentir la fricción entre el bulto y los pomposos glúteos.

-Iré a bañarme- avisó, para después darse la vuelta y subir quitándose la camiseta lentamente. Como si quisiera tentar a Seokjin de alguna forma. La gran espalda era marcada hermosamente por sus músculos. Y, para ser sinceros, sus hormonas se habían elevado después de sentir el miembro de su alfa.

Termino de cocinar y apagó el fuego. Para después de subir en busca de su alfa. Antes de entrar a la puerta de baño se aseguró de quitar todas sus prendas, y una ves se libró de estas abrió la puerta y se permitió entrar.

-Tenía la fe de que subirías- dijo socarrón. Acercándose violentamente hacia su cuerpo alzándolo de muslos cuando llegó, haciendo que por esto su miembro chocara contra ahora su cuerpo desnudo. Rápidamente su cara se coloreó y trató de huir contra el contacto visual del moreno. Hasta que una mano fue colocada bajo su barbilla alzándola para que lo observara.

-porque me huyes precioso?- preguntó curioso alzando con coquetería una de sus cejas.

-Pensé que sería en la tina- avisó. Y cómo si fuera posible su rostro se sonrojó aún más.

-Sería una pena sentir como tu aroma se deshace en la ducha- mencionó y seguido de eso guió su boca hacia las clavículas contrarias, abriendo su boca para después pasar su lengua húmeda subiéndola hasta su cuello. -Delicioso. Ahora abre esas piernas para mi precioso- ordenó con cariño. Y después guió con cuidado sus dedos hacia abajo, internando con cuidado estos. Sintiendo cómo se empapaban con el lubricante del mejor metiendo y sacando a un ritmo constante para prepararlo. Y una vez lo estuvo se permitió moverlo hacia el mueble del lavabo. El espejo mostraba la hermosa espalda, sus curvas y cómo su hermosa figura de Relog de arena se marcaba. Dio un casto beso en su labios y después se permitió entrar.

-Que bien me recibes- mencionó en un gruñido. Lo estaba volviendo loco el cómo engullía por completo su miembro, se sentía húmedo y apretado. Su interior se sentía caliente, y lo animaba a seguir entrando.

-Bésame- mencionó, pero su voz se escuchó demasiado baja para la armonía del lugar. Incluso tuvo que desacelerar las embestidas para escucharlo mejor. -Bésame mientras lo haces- dijo, viéndolo a los ojos. Y la manera en la que lo dijo lo cautivó, porque parecía que le estaba dando una orden. Y sus labios se encontraron nuevamente deseando ni separarse de nuevo. Pero las embestidas fuertes y profundas lo volvían débil. Haciendo que su agarre contra las baldosas fallara cada que el golpe de adentro lo llenaba y sus labios eran profanados por la lengua contrarío. Y justo cuando pensó que iba a caer. Una mano fue colocada bajo su glúteo, haciéndolo sacar un gemido por cómo entró aún más profundo, sujetándolo de la cadera con la otra.

-Vamos a la cama- mencionó.

-Pero, la ducha-respondió.

-No nos estamos bañando mi amor, después la tomaremos- dijo y salió lentamente del contrario, para después cargarlo en brazos y dirigirse a la cama -Necesito hacerte bien el amor- indicó girándolo y entonces sus suaves caderas quedaron al aire dispuestas a ser tomadas por su alfa su boca bajó de su espalda baja hasta sus glúteos, y una vez estando allí se permitió besar y chupar a su antojo toda la zona. La cálida lengua se colaba por entre sus muslos hasta llegar a su entrada, su sabor alteraba sus nervios y su lengua parecía derretirse contra la calidez y humedad de este.

Y para el contrario por su parte era vergonzoso la manera en la que se volvía tan débil solo con sentir la legua de su alfa. Su trasero se impulsaba hacia atrás queriendo sentir más de su suave lengua, los dedos de sus pies se recogían, y sus pezones se mantenían erectos.

Pero, cuando el contacto acabo y vio cómo el moreno se irguió queriendo ya entrar se asustó. Y todo rastro de temor desapareció al ver el cómo con cariño una sábana era colocada sobre sus glúteos.

Ingreso necesitado, de forma rápida y violenta. Eran fuertes y violentas los movimientos, incluso obscenos. Le gustaba esa posición, sabía que su alfa disfrutaba enormemente esta posición, amaba el echo de que en esa posición podía introducir aún más de su miembro y podía ingresar por completo sin lastimarlo.

El Fuerte agarre en su cadera, y el ritmo constante de las embestidas sumándole el echo que su respiración se escuchaba pesada y sus gemidos ahogados eran una clara señal de que su alfa lo estaba disfrutando enormemente. Y permitiendo seguir los deseos de se mente, el mismo retiro la sabana. Pero antes de quitarla por completo una mano fue colocada encima.

-"Promesa"- le recordó.

-Quiero quitarla joonnie- mencionó, y añadió -Quiero que veas- quitando por completo esta dejando ver su rosada entrada siendo penetrada con dureza por el enorme glade, y su testosterona parecía querer quemarle el cuerpo, sentía como su sangre recorría con fuerza sus venas y estas mismas parecían picar.

Sus movimientos se tornaron aún más violentos pero sin llegar a lastimarlo y sus ojos se tornaron de un fuerte carmín. Y justo cuando empezó a sentir su nudo lo levantó de espaldas quedando recostado a su pecho aprovechando el momento para ingresar el nudo de golpe y morder su niveo cuello dejando así una marca.

Quizás unos tres meses habían pasado después del celo de Namjoon. Ahora aprovechaba enormemente el poder disfrutar de esa posición sin ningún obstáculo de por medio.

Esa misma tarde habían programado tener una cita al finalizar el trabajo del mayor. Así que, después de esto ambos se había dirigido al parque más cercano para disfrutar de la hermosa tarde. Los cerezos estaban frondosos, y la fresca brisa les acariciaba el rostro de una manera suave. El río han empezaba a ser coloreado de tonos rosas y naranjas por el reflejo de las nubes y el sol. Ambos con un cono de helado en una de sus manos en dirección a unos asientos que se encontrarán cerca de este para disfrutar la vista. Su nariz si mejillas con pequeños rastros de helado en el que el menor tuvo que ayudar para limpiarlo. Y camino de regreso un hermoso ramo de Gypsophilas se le fue extendido.

-"¿Aceptarías mi amor?"- mencionó con una hermosa sonrisa, sus ojos parecían dos gotas de rocío.

-Namie- hizo una pausa -"Es como la primera vez" - mencionó con pena mientras se dirigían hacia el auto.

Una vez en casa y haber comido la cena se dirigieron a la sala de estar. Aún sin retirarse la ropa que había usado durante el día con su omega entre sus piernas mientras repartía cariño entre sus muslos.

-Si me sigues tocando ahí me voy a excitar- mencionó sin pena alguna.

-Namjoon!- reprochó -no digas eso!

-Dejémonos de cosas yo se que tú también quieres- respondió, y tomo con cuidado su mandíbula para besar con cariño sus labios, jalándolo cuidadosamente de su muñeca hasta que el aliento de este chocará contra sus labios -Quítate la ropa- ordenó -Quiero ver tu cuerpo- y mientras el contrario hacía caso su mano volvió a su propio glade, y le fue imposible tratar de controlar sus ganas de no masturbarse pero tener a su omega justo enfrente quitándose la ropa con cuidado lo excito en gran manera.

Pequeños besos eran repartidos a lo largo de su cuello.
Y su lengua se movía al rededor de toda la nívea piel.

-Me vuelven loco tu pequeños pezones- mencionó dando pequeños besos. Su mano derecha yacía en su espalda baja, dando pequeñas caricias con su pulgar para tratar relajarlo. Y entonces se permitió tomar entre sus labios uno de los botones.

Pero paró.

Como si estuviera tratando de entender algo.

-¿Joonnie?- llamó asustado -¿porqué te detienes?- preguntó.

-Nada, solo creí...- pero no termino la frase. -Nada mi amor, solo me maree un poco- respondió con una sonrisa.

Pero lo tomo por sorpresa para ser sinceros, porque, por un momento al tener el pezon entre sus labios, su paladar detectó algo de leche.

Pero lo descartó por completo, seguramente su propio paladar había quedado saborizado con el helado que habían comido antes de llegar a casa.

El otro día fue probablemente uno de los peores que había tenido en mucho tiempo. Los mareos empezaron desde temprano, y no había dejado de vomitar desde que se habían despertado. No fue hasta después de unos minutos que sus mareos desaparecieron y su respiración se había ajustado.

-Jinnie- llamó, y al voltear observó unos hermosos ojos completamente redondos al igual que los de un cachorro. Y entonces se permitió soltar una linda sonrisita.

-Que pasa- mencionó.

-Deberías, hacerte una prueba de embarazo...

Hola amores míos, lamento la tardanza. Falta un capítulo más y terminamos oficialmente con Alfa Kim.

Gracias por el apoyo, los amo. ❤️🥹

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