O5
Eventualmente JiMin se olvidó totalmente de su familia y se enfocó completamente en JungKook, tratando de complacerlo hasta en lo que no pedía, aprendiendo incluso a cocinar algunas recetas ya que "-Yo tengo que hacer tu comida, Kook. No voy a dejar que alguien más te alimente". Aprendió a lavar a mano y en la lavadora, no es como si antes de ser mordido no lavara, es solo que, bueno, realmente no lavaba, todo lo mandaba a la tintorería, así que el primer día que lo hizo fue un desastre, había puesto jabón de más en la máquina y ésta no dejaba de sacar espuma. JungKook se había reído bastante y JiMin se sintió muy inútil, pero el alfa lo había abrazado y le había dicho que no importaba, luego le beso la frente.
En pocas palabras, JiMin se había convertido en el auténtico (intento) de un amo de casa. Porque vamos, realmente el omega no estaba hecho para eso, él podría hacer un montón de cosas y trabajar en otras tantas, pero las actividades del hogar no se le daban. JungKook lo sabía, pero lo dejaría estar, si su omega se sentía más útil de esa manera, no le diría nada al respecto, ni tampoco le diría de la mujer que llegaba cuando ellos salían que volvía a hacer todo el aseo.
JungKook, por otra parte, había regresado a la empresa luego de que sus vacaciones finalmente terminaran.
El día en que oficialmente debía volver, JiMin se había lanzado contra él, queriendo subírsele encima y después se había echado a llorar de manera inconsolable. Él realmente no se quería separar ni un segundo de su alfa, así que JungKook había tenido que quedarse ese día. El segundo día fue bastante similar, JiMin lloró, JungKook lo consoló, pero después le explico que no debía faltar un día más, el omega intento entenderlo y al final lo dejo ir. Ese día se había sentido demasiado solo y deprimido, incluso había dicho el nombre de su alfa en varias ocasiones, y después, cuando no obtenía respuesta, recordaba que JungKook no estaba en la casa.
Para cuando JungKook volvió esa noche, JiMin no se separó de él en ningún momento, siempre tocándolo y procurándolo.
Poco a poco se fue haciendo una rutina.
JiMin se levantaba a las ocho, a veces despertaba a JungKook dándole pequeños besos, entonces el alfa invertiría los papeles y se pondría sobre el omega, dándole besos más profundos y casi arrancando el ligero pijama, pero después de eso, al medio día, JungKook se iría a su trabajo y no volvería sino hasta casi las ocho.
Entonces el omega se la pasaría encerrado en la casa, sin hacer nada, ni hablar con nadie, porque realmente él se quedaba solo en la casa (los guardias en el jardín no contaban como compañía, diablos, JiMin ni siquiera salía al jardín).
No es que JungKook le hubiera prohibido hacer cualquier cosa, pero él tampoco le había dicho nada de que podía salir, así que JiMin no se sentiría cómodo haciéndolo, aunque realmente quería salir, estar en esa casa tan grande sin JungKook, o alguna persona haciéndole compañía lo ponía ansioso, nervioso, por no decir que lo deprimía.
Tuvieron que pasar dos meses para que JungKook se diera cuenta de esa situación, y se sintió terrible. Había descuidado a su omega, había hecho que se sintiera desdichado al pasar tanto tiempo solo y no tener con quien hablar. Pensándolo bien, JiMin no tenía a nadie con quien socializar aparte de él, porque si, iban con su familia de vez en cuando, pero era una vez cada mes y eso no era suficiente.
—Minnie ¿Te gustaría salir mientras yo no estoy en casa? — JungKook pregunto una noche, con JiMin acurrucado sobre su pecho.
— ¿A dónde? — murmuro adormilado el omega.
—A pasear, a donde tú quieras, para que gastes el tiempo en algo mientras yo no estoy.
El omega apoyo la barbilla en el pecho de JungKook, mirándolo.
—Sí, me gustaría salir. No me gusta estar solo.
El alfa asintió y beso su coronilla.
🍒☹
—... Y no hables con otros alfas. Si sientes que corres peligro, ve a donde haya mucha gente y me llamas, no huyas ¿De acuerdo? Si quieres regresar antes, me llamas y yo mando a alguien a recogerte o vengo yo. Cualquier cosa que pase, me llamas, Minnie. Te quiero. — Beso la frente de un risueño JiMin. — Me llamas.
JiMin rió, su alfa era tan sobreprotector.
—Sí, Kookie. Sólo que no me quedo claro ¿Tengo que llamarte? — al ver la mala mirada de JungKook sólo comenzó a reír — Ya, lo siento, yo te llamo. Te amo. — él se acercó y le dio un pequeño beso al alfa. Éste sonrió y miro a su niño bajar del auto. Ahora no estaba muy seguro de poder quedarse tranquilo dejando solo a JiMin por ahí, pero el omega había insistido fervientemente que no quería guardaespaldas y se merecía salir, así que con un suspiro y una última mirada, piso el acelerador y se fue de ahí.
Cuando JiMin vio a JungKook irse, el nerviosismo exploto dentro de él. Comenzó a mordisquear su labio y miro a su alrededor ¿Qué podría hacer primero? ¿A dónde iría?
JungKook le había dado una tarjeta de crédito para que comprara lo que quisiera y a él le hacía falta ropa (claro que no), así que...
—Disculpa ¿Tienes este pantalón en una talla más chica?
Esta era la cuarta tienda a la que iba y de todas había salido con al menos dos bolsas.
La chica a la que le pregunto lo miro con los ojos bien abiertos.
—No te puedo atender ahora, pero pregúntale a SeokJin.
JiMin ladeó la cabeza, la chica apunto a su izquierda, a un muchacho rubio que miraba con ojo crítico a un maniquí.
El omega se dirigió hacia el rubio, los pantalones en una mano y las bolsas en la otra.
—Oye, disculpa...
—Espera ¿No ves que estoy ocupado? — JiMin dio medio paso hacia atrás. De acuerdo, ahora se sentía un poco atacado.
—Lo siento. — se disculpó, pero el chico lo ignoró.
Comenzaba a tardar tanto que JiMin se preguntó si lo mejor sería irse, después de todo había bastantes tiendas bonitas a las que podría ir.
—Ahora si ¿Qué necesitas? — dijo cuándo JiMin miraba del pantalón a la puerta, luego miro a Jin, apenas captando que le hablaba.
—Quería saber si tenían este pantalón en una talla más chica.
— ¿Querías o quieres saber? — Jin se cruzó de brazos y JiMin parpadeo varias veces, sintiéndose perdido.
Tal vez lo mejor hubiera sido irse, pero entonces el chico frente a él comenzó a reír y le quito el pantalón.
—No, ya no hay más chicas, sólo más grandes, pero si te queda este ¿No? — ahora lo miro con ojo crítico a él. — No te ves tan delgado.
JiMin abrió la boca ligeramente con sorpresa y bajo la mirada para verse a si mismo.
—Vamos, pruébatelo, seguro te queda.
🍒☹
— ¿Qué tal estuvo tu día, bebé? — pero en lugar de contestarle, JiMin paso sobre la palanca de cambios y se sentó en su regazo, pasando sus brazos por su cuello y escondiendo la cara ahí mismo. — ¿Qué pasa, Minnie? ¿Sucedió algo malo?
—No, pero te extrañe mucho y estoy un poco cansado.
JungKook levanto la carita de su omega y lo miro.
Efectivamente, se veía cansado, así que le dio un beso en la frente y lo regreso a su asiento.
—Entonces vayamos a casa a que descanses.
🍒☹
— ¡Hey! Eres tú. — JiMin miro hacia la voz, era aquel chico rubio de la tienda de ropa, bajó la mirada hacia su libro con algo de disgusto, esperando que al verse ignorado, el chico decidiera pasar de él, pero no fue así, en su lugar el chico se sentó a su lado.
JiMin tenía ya un par de semanas yendo a aquel parque y ni una sola vez se había encontrado a ese chico, hasta hoy, claro está.
— ¿Por qué ya no has ido a la tienda?
El omega suspiro y lo miro con la cabeza ladeada.
—Ya tengo demasiada ropa.
Jin asintió solemne, como si comprendiera a la perfección de lo que hablaba. Saco un cigarrillo y se lo puso en la boca.
— ¿Y vienes seguido por aquí?
—Yo, uhm, no, bueno si, pero, uhm... — JiMin apretó los labios disgustado. No sabía si sería adecuado decirle la verdad, después de todo era un completo desconocido.
—Interesante. — Jin saco el encendedor y jugueteo con él, luego miro al omega de reojo y con uno rápido movimiento bajo el cuello del suéter de JiMin, dejando a la vista su mordida, éste jadeo con sorpresa y su libro cayó al suelo.
De un manotazo apenas consciente, se quitó las manos del rubio de encima.
Jin se rió.
—Lo siento, lo siento. — dijo entre risas, juntando el libro del piso — No era mi intención asustarte. No, no, no, en serio, no te haré daño. Toma — dijo apresurado cuando JiMin comenzó a levantarse. — Juro que sólo era curiosidad, jamás he tenido un amigo omega al que hayan mordido.
JiMin, sentándose lo más alejado de chico que pudo, abrazo el libro y miro a su alrededor un tanto angustiado.
—No somos amigos, no te conozco y ni siquiera se tu nombre. — murmuro.
Quería a JungKook, ya.
—Soy SeokJin. — estiro una mano mientras que con la otra al fin prendía su cigarrillo.
JiMin se mordisqueo el labio, mirando la mano del contrario con desconfianza y tratando de convencerse que no le pasaría nada, aquel chico no podría hacerle nada y JungKook no tardaba en llegar, así que con renuencia, estiro su mano y sacudió levemente los dedos del otro para regresar su mano y abrazar el libro con fuerza.
—Eh, soy JiMin.
—Y dime, JiMin ¿Qué se siente que te muerdan?
—Mh, duele bastante.
Jin asintió, dándole una calada al cigarrillo y luego miro más allá.
—Creo que te esperan. — apunto con el cigarro hacia JungKook, que estaba en su auto, viéndolos con el ceño ligeramente fruncido.
JiMin se levantó de inmediato y camino hacia su alfa, aunque no muy lejos se detuvo y, mirando sobre su hombro, le dio un tímido adiós a Jin, que levanto la mano con media sonrisa, después casi corrió al coche, al que se subió sin mirar atrás.
— ¿Nuevo amigo? — dijo JungKook. No estaba enojado, ni celoso, sólo curioso. De inmediato se había dado cuenta de que el chico que estaba con JiMin era un beta, alguien insignificante que no intentaría nada con su omega.
JiMin primero le dio un beso en la mejilla y después asintió, acomodándose en su asiento.
—Sí, creo, él trabaja en una de las tiendas de ropa que están por aquí. Se llama SeokJin. — hasta cierto punto JiMin estaba emocionado, pues, aunque las primeras impresiones que le había dado el rubio no fueron las mejores, tal vez podrían ser amigos y él podría hacerle compañía mientras estaba en el parque.
Y dicho y hecho.
JiMin y Jin siempre se encontraban cuando éste último salía de su trabajo. Se habían hecho muy buenos amigos y confidentes. JiMin incluso ya se lo había presentado a JungKook, que, aunque el chico le había parecido algo entrometido, estaba bien, porque el omega parecía contento y cómodo con su compañía.
🍒☹
Fue un viernes cuando Jin le dijo a JiMin que no podría verlo porque tenía una cita. El omega lo aceptó de buena gana, deseándole mucha suerte, y JungKook al enterarse de la situación le prometió que saldría unas horas antes del trabajo para recogerlo y llevarlo a algún lindo lugar.
El omega casi se deshace de la emoción, porque hacía mucho que no salían, así que aquel día se esmeró en ponerse más bonito y presentable.
Y ahí estaba, sentado en la misma banca de siempre, leyendo un libro y esperando con ansias la llegada de JungKook, el cual probablemente no tardaría más de una hora.
Comenzó a tararear dándole vuelta a las hojas con cuidado, sumergido en la lectura, cuando alguien se sentó a su lado.
Miro de reojo y sin levantar la mirada. Era un alfa, y lo estaba mirando fijamente. JiMin de inmediato regreso su vista al libro, asustado, contrariado y nervioso.
El alfa sonrió con arrogancia.
¿Qué no se supone que los alfas pueden sentir cuando un omega esta tomado? Pues sí, pero a éste en particular no pareció importarle el olor a otro alfa que desprendía el omega.
JiMin intento hacerse más pequeño, junto las piernas, pego los brazos a los costados y agachó la cabeza junto con los hombros, pero esto sólo hacía que alfa sonriera más, sintiéndose poderoso al oler el miedo del omega. Lo había estado viendo desde hace un rato, y cada vez le había gustado más lo que veía ¿Qué estaba tomado? Eso a él no le importaba, sólo lo quería para un rato después de todo.
El alfa se le acerco de poco a poco y cuando JiMin vio que estiraba la mano hacia él, se levantó de inmediato y comenzó a caminar a pasos rápidos hacia algún lugar concurrido, como le había dicho JungKook que hiciera si se sentía en peligro, pero el hombre lo detuvo antes de que pudiera dar más de diez pasos. Sintió la sangre correr a sus pies y un escalofrío lo recorrió, dejándolo helado. Gimió angustiado y miro sobre su hombro.
— ¿A dónde, pequeñín? — JiMin sabía que aquel no podía tener buenas intenciones, así que intento quitarse su mano del hombro, pero el alfa en vez de alejarse se acercó más, pasando su brazo por el pecho del omega y pegándolo a él. Para esos momentos JiMin ya estaba en pánico, su libro cayó al suelo cuando intentó quitarse la mano de encima.
—Por favor, suélteme. Por favor. —estaba rogando y ciertamente no le importaba, sólo quería estar a salvo.
Miro a su alrededor, había personas, pero no parecía importarles y es que era común ver ese tipo de escenas, así que simplemente la gente aprendió a ignorarlas.
Sintió al alfa pegarse a su cuello y lamerlo, él casi vomitaba e inconscientemente bajo la cabeza y levanto el hombro, negándose a recibir esas no bien recibidas atenciones.
Se removió lo más que pudo, pero el hombre sólo le paso el otro brazo por el estómago y lo levanto, JiMin gritó, él realmente grito. Las personas los miraron, algunos con molestia, otros con lástima, probablemente creían que era uno de esos tantos omegas que se negaban a ser mordidos y de cualquier manera no moverían un solo dedo, no planeaban meterse en una pelea por algún desconocido.
El omega vio con terror como la gente se levantaba y se iba, dándole la espalda y dejándolo a su suerte.
Pronto la impotencia de no poder soltarse llego y a pesar de que siguió luchando por liberarse, el alfa comenzó a llevarlo y él comenzó a llorar.
Al intentar liberarse, al luchar, al llorar y pensar en lo que podría pasarle, no se dio cuenta de que el estúpido alfa, dejándose llevar por su arrogancia, lo llevaba justamente hacia donde JungKook solía recogerlo, ni tampoco se dio cuenta de que justamente el auto de éste estaba estacionándose.
JungKook bajo de inmediato, olvidándose incluso de apagar el auto o de cerrar la puerta, su lobo gruñendo con rabia al ver al otro intentar llevarse a su omega.
Se contuvo de atacar de inmediato, porque podría lastimar a JiMin y era lo que menos quería, así que espero hasta que el otro alfa hubo avanzado lo suficiente como para darle la espalda y entonces ataco.
Antes que nada lo obligo a soltar a JiMin, enterrando sus dedos en los antebrazos y jalándolos hacia atrás los separo del omega y se los torció en la espalda.
El omega cayó al suelo entre sollozos.
—Ve al auto. — le gruño.
Los ojitos de JiMin lo miraron desde el suelo, al principio asustados, después se llenaron de más lágrimas y corrió al auto, donde se encerró, subiendo las piernas al asiento y abrazándolas, todavía llorando.
Pero no pudo dejar se ver por la ventanilla, preocupado de que cualquier cosa le pudiera pasar a su Jungkookie.
Claro que a éste no le paso nada, ya que al tener ventaja desde un inicio sólo noqueo al otro y lo dejo ahí tirado, más preocupado por volver y consolar a su omega, que por vengarse de aquel imbécil.
En cuando entro al auto sentó a JiMin en su regazo y acaricio una y otra vez su espalda, tratando de calmar los temblores de, siendo sinceros, el cuerpo de ambos. JungKook en serio estaba enojado y tocar al omega lo tranquilizaba.
Claro que cuando enterró su rostro en el cuello del omega para inhalar su hermoso olor y le llego el olor del otro toda calma se esfumo.
Se separó de él y tomo su rostro entre sus manos, buscando alguna herida, algo diferente.
—Bebé ¿Te hizo algo?
JiMin negó fervientemente, sorbiendo por la nariz.
—Él me quería llevar, Kook. — sollozo. — Me lamió el cuello y... — se interrumpió, tallándose el cuello donde el otro alfa lo había lamido, intentando deshacerse del olor, pero JungKook quito amablemente su mano.
—Te vas a hacer daño, mejor vamos a casa, bebé, vamos a casa y te quitaremos ese horrible olor que traes encima ¿Si? Y todo estará bien.
JiMin solo gimoteo asintiendo y volvió a su asiento.
El camino de regreso se hizo corto y las palabras de consuelo a JiMin, parecían nunca acabarse.
Llegando a la casa JungKook llevó a JiMin hasta el baño de su habitación, donde comenzó a desvestirlo con delicadeza, acariciándolo cada que temblaba entre sus manos.
En cuanto la tina se llenó metió al omega para después desnudarse y en dos segundos él ya se estaba metiendo entre JiMin y el duro material de la bañera.
Alcanzó una esponja y la lleno de jabón antes de pasarla por los hombros y pecho del omega, después por su cuello, en donde puso especial cuidado en dejar bien limpio y libre de cualquier olor ajeno.
Cuando sintió que ya era suficiente, dejo la esponja de lado y repartió castos besos alrededor del cuello ajeno.
JiMin se dio la vuelta, sin importarle que estuviera tirando agua, y se sentó a horcajadas sobre JungKook.
Lo necesitaba tanto.
Necesitaba sentir que su alfa aun lo quería, necesitaba sentir la seguridad que solo él podría brindarle, y JungKook lo entendió, él también lo necesitaba, así que no se hizo de rogar.
Tomo su pene y con pocos tirones ya estaba erecto. Paso un brazo por la cintura de JiMin, pegándolo a él y levantándolo en el proceso, mientras que con su otra mano guio su pene hasta el ano del omega, donde se enterró con lentitud.
JiMin gimió y oculto su rostro en el cuello del alfa, dejándose hacer y poniendo nulo esfuerzo en hacer cualquier cosa. JungKook tampoco le exigía nada, él solo quería que su omega disfrutara.
Fue un vaivén lento y cuidadoso, preciso, cada embestida directo a la próstata de JiMin, pero todo lleno de amor.
Pronto el omega se corrió entre sus vientres y el alfa dentro de él.
🍒☹
JiMin se dejó caer boca abajo en la cama, demasiado cansado para levantar las sabanas y cubrirse. Sus párpados temblando de sueño, queriendo cerrarse, pero se obligó a abrirlos una vez más cuando sintió a JungKook cobijarlo y acostarse junto a él.
—Gracias por todo, Kookie. — el último par de palabras dichas en un bostezo. —Te amo. —sonrió adormilado.
El alfa le paso el brazo por la espalda y lo atrajo hasta que la cara del omega estuvo prácticamente enterrada en su cuello, le dio un beso en la cabeza y a continuación inhaló con fuerza su dulce aroma.
—Yo también te amo, mi pequeño omega, yo también te amo.
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