Narrado por JungKook

Desde que tengo memoria, el mundo en el que crecí estaba estructurado por jerarquías rígidas. En ese mundo, los alfas de pura sangre eran los indiscutibles gobernantes, y todos los demás, incluyendo a los alfas convencionales, como lo soy yo ahora, parecíamos estar destinados a servir a sus designios.

Mi nombre es Kim JungKook, y en estos momentos soy un alfa convencional, sin embargo no siempre fue así, yo renuncié a mi linaje de alfa puro, pero eso es solo una parte de lo que soy ahora.

Nací en una familia influyente, y mi apellido, Jeon, lleva consigo una historia de alfas puros que han gobernado durante generaciones. Mi padre era un alfa puro, y su padre antes que él, y así sucesivamente.

Por supuesto, se esperaba que yo continuara esa tradición, que me convirtiera en un líder, comprometido con otro u otra alfa.

Crecí con esas expectativas, con el peso de un linaje que me definía antes de que pudiera elegir por mí mismo. La tradición familiar dictaba que los Jeon solo podrían emparejarse con un Alfa, y cualquier desviación de esta norma se consideraba tabú.

Pero a medida que crecía, comencé a cuestionar las bases de este mundo en el que vivíamos. Las jerarquías, las normas y las expectativas que me habían sido inculcadas desde mi infancia. Algo dentro de mí empezó a resistirse a la idea de que no podía elegir a quién amar. Mi mundo se volvió más complejo y contradictorio con cada año que pasaba, hasta que finalmente llegué a un punto de quiebre. Ese punto en el que el peso de las tradiciones chocó con mis sentimientos más profundos.

Pero ¿Cómo llegamos a este punto? - TaeHyung está a punto de casarse.
¿Cómo dejé que mi omega, mi precioso Taehyung, dijera aquello: "Ya no me gusta quererte. Ya no lo haré"?
Estas preguntas resonaron en mi mente mientras lo veía alejarse de mí, su mirada llena de decepción y dolor.

Regresemos un poco en el tiempo, y podrán entenderlo mejor.

En aquellos días, nuestra relación estaba en su infancia, y ambos éramos jóvenes e ingenuos. Yo, como alfa lleno de privilegios, y él, un omega demasiado encantador.

En la escuela, yo tenía amigos alfa de baja categoría. Eran leales a mí, aunque solían burlarse de los omegas, incluso jugar con ellos. Éramos adolescentes malcriados que creían que nuestro estatus nos otorgaba un poder ilimitado.

Y luego estaba Taehyung. Siempre había sido diferente, con su belleza que destacaba incluso entre los omegas. Las criaturas más bonitas del planeta.

Creo fielmente que Taehyung me sedujo con sus bonitos ojos. Pero en su defensa, yo no puse mucha resistencia a sus encantos.

Comenzó a seguirme desde ese día. Cuando me sentía atrapado en este mundo de jerarquías.

Las diferencias entre alfas, betas y omegas se reflejaban incluso en los cursos que llevábamos en la escuela. Mientras que los cursos para los machos, como yo, incluían talleres de entrenamiento de fuerza, a los omegas se les obligaba a llevar cursos de cocina y costura. La diferencia estaba en que mi futuro ya había sido escrito, sería un abogado o político, incluso si no estaba de acuerdo con ello o no era el mejor estudiante. Un día, la frustración me invadió por tanto peso sobre mis hombros, mientras me encontraba en un entrenamiento de fuerza con los demás lobos. 

Planeaba saltarme el almuerzo, harto de las constantes miradas.

Subí al último piso de la azotea en busca de aire fresco.

En una pequeña banqueta, encontré un rincón para mis pensamientos. Pero mi tranquilidad se vio interrumpida por un aroma dulzón inigualable. Giré para ver quien era y lo ví, este omega que pondría mi vida de cabeza, él estaba llorando y sostenía una caja de almuerzo.

- ¿Puedo sentarme aquí? - preguntó el omega.

- Haz lo que quieras - Respondí de mal humor.

El omega dudó en sentarse junto a mí en la estrecha banqueta, pero luego se ubicó a mi lado y procedió a lloriquear. Mi estómago rugía, y no pude evitar escuchar sus sollozos. Me contó algo entre lágrimas, pero no le presté atención, solo hasta que escuché la palabra "comida" y mire aquella caja.

- Mi comida no está bien, por eso no puedo atraer a un buen alfa. La maestra dijo que era "incomible".

- ¿Y qué quieres que haga yo al respecto? -Contesté, mordaz, sin desviar mi vista de la caja.

- Tienes razón, los alfas no saben de cocina -El omega pareció darse cuenta de a donde estaba viendo, así que solo sonrió y dijo -¡Ten!

Mi hambre era voraz, y sin pensarlo dos veces, abrí la caja y devoré su comida tan rápido que apenas pude saborearla. Sin embargo, al levantar la vista, noté que el omega ya no lloraba. En su lugar, una amplia y rectangular sonrisa iluminaba su rostro.

Gracias -dije, casi sin disculparme por mi comportamiento anterior.

El omega pareció divertirse con mi respuesta.

-¿Y cual es tu nombre alfa?-Dijo Taehyung, riendo suavemente.

Recuerdo que ni siquiera se lo dije pero él encontró la forma de averiguarlo.

Ese fue el inicio. Luego TaeHyung, el omega que sonreía y hablaba mucho, comenzó a seguirme y como intento de cortejo me enviaba comida.

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Así comienza Alfa convencional, espero que les guste 😘