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HeeSeung caminaba tranquilo en dirección al baño, era un perfecto viernes, donde tuvo una perfecta jornada de estudio, dio un perfecto partido donde ganaron claramente y sus calificaciones como siempre eran perfectas.
Como siempre, Lee HeeSeung siendo un Alfa perfecto pero como uno más del montón en cuanto a actitud.
Entró al baño en silencio y paró en seco al escuchar una voz conocida cantar en voz baja.
-- Uno, dos, tres y cuatro, siempre usa tu lente de contacto... --Se asomó leve y con ceño fruncido miró a JongSeong mirándose en el espejo-- Cinco, seis, siete y ocho, a nadie nunca debes mostrarle tu ojo... --Su voz tembló leve y él sintió un horrendo pesar-- Nueve y diez, eres un Alfa desde el vientre.
¿Alfa?
-- No le digas a nadie lo que oíste --Casi gritó cuando al voltearse encontró a JongSeong mirarle inexpresivo, sus ojos color café -uno de ellos claramente falso- le miraban sin sentimiento alguno.
-- ¿Qué clase de canción es esa?, jamás escuché tanta mierd-
-- Es mi canción de cuna desde que era un niño --Soltó callándolo de golpe.
-- ¿Qué clase de canción de cuna es esa, Omega? --Le miró raro.
-- La que a mí me crearon mis padres --Se encogió de hombros y caminó de nuevo al lavabo para guardar sus cosas y verificar que su lente de contacto estuviera bien.
-- ¿Por qué? --Soltó inconscientemente, Jay solo le miró inexpresivo tomando su mochila al hombro.
-- No tengo porque darte explicaciones, ni siquiera te conozco --Le miró de pies a cabeza y sonrió burlón-- Alfa --Soltó en un tono de burla antes de salir de allí en dirección a su clase, Lee tardó en comprender hasta que finalmente gruñó y salió dispuesto a discutir por la falta de respeto más el más bajo ya no estaba.
*
Riki suspiró aburrido, odiaba aquella clase extra de como ser buen Omega, sabía todo al pie de la letra, agradecía a toda deidad existente que aquella clase fuera la última en ese año y ya no escucharía patrañas de ''Jamás llevar la contraria al Alfa'' ''Siempre debe ser sumiso'' ''Los cachorros y el Alfa van antes que todo'', joder jamás escuchó tanta mierda en dos horas.
Miró por la ventana y abrió leve sus ojos viendo al chico de cabello bicolor que tanto andaba por su mente caminar tranquilo y sentarse a unos metros tras el basurero donde parecía estar cómodo mientras vigilaba que nadie le siguiera.
Pensó en los mil y un modo de poder salir de allí antes de que el chico volviera a desvanecerse y soltó un suspiro aliviado cuando la campana sonó, tomó sus cosas y salió cual bala del aula corriendo entre los alumnos que salían a almorzar.
Llegó al patio y corrió hacía el basurero, calmó su respiración y acomodó su cabello para caminar unos metros más y sonreír al dar la vuelta en el muro. Su sonrisa no duró mucho al no encontrar a nadie allí y tampoco un rastro de que el nombrado Hoon hubiera estado allí.
Suspiró y miró alrededor antes de gruñir bajo y caminar donde vio a JungWon llamarle, a unos metros de allí, escondido, estaba SungHoon aguantando la respiración mientras abrazaba su mochila a su pecho con fuerza.
Había escuchado pasos apresurados acercarse y luego detener e ir más lento por lo que se apresuró a esconderse por si se trataba de sus agresores usuales buscando darle una paliza ya que sin querer los había humillado con las calificaciones en la última clase extra de como ser un buen Alfa.
*
SeonWoo era alguien relajado, al no escuchar bien no se preocupaba de los comentarios ajenos ya que no los lograba entender del todo, a veces su discapacidad tenía una ventaja, a veces era una gran desventaja.
Como justo ahora que tenía a Yang JungWon encima como la vez que se conocieron ya que el Alfa no había logrado escucharle al avisarle que se hiciera a un lado ya que iba corriendo.
-- ¿Cuando configurarás tus aparatos? --Se quejó Yang.
-- ¿Cuando aprenderás que no se corre por los pasillos? --Contraatacó SeonWoo a lo que JungWon le dio la razón y se levantó ayudandole luego al contrario quien agradeció bajo y trató de configurar su aparato.
-- ¿Con eso no deberías de oír bien? --preguntó curioso.
-- ¿Ves esta marca? --Kim se había sacado un auricular y señaló la marca del aparato a lo que Yang asintió-- Es la peor marca de aparatos auditivos que puede existir --Sonrió como si nada volviendo a colocarse el objeto en su oreja derecha.
-- ¿Y por qué los usas si no te sirven?, pareces viejo de ochenta años que no escucha bien --Cuestionó, Kim le miró, ¿de donde tanta confianza?
-- ¿Acaso crees que soy millonario como para costearme unos de buena marca? --Alzó una ceja y reverenció leve-- Pasa buen día Omega --Y sin más, se retiró de allí hacía donde sabía que estaban sus dos únicos amigos mientras ignoraba los murmullos que solo escuchaba de los demás.
JungWon le miró irse y miró el empaque de galletas algo rotas en su mano con la etiqueta ''Lo lamento''.
Odiaba cuando abría la boca más de lo que debía.
*
--La cagué chicos --Lee miró extrañado como Yang se daba golpecitos en la frente contra la mesa del comedor, Nishimura acariciaba la espalda de su mayor negando.
-- Pasen contexto por favor --Pidió mientras tomaba con los palillos algo de su almuerzo y comía.
-- Fue a pedirles disculpas él mismo a SeonWoo y a darle unas galletas pero otra vez le tiró al suelo y abrió la bocota de más --Explicó el menor de los tres a lo que HeeSeung alzó una ceja y tragó su comida.
-- Olvídalo Yang, si la cagaste --Le señaló con los palillos viendo al menor lloriquear-- ¿Por qué tanto esmero en ese Alfa, JungWon? --Le miró con el bicho de la curiosidad encendiéndose.
-- Kim SeonWoo es mi maldito amor platónico desde el jardín de niños y jamás me atreví a acercarme a hablarle hasta ahora y lo que hago es cagarla con mi bocota --Suspiró, HeeSeung dejó caer los palillos con la boca abierta y Riki le miró con ojos como platos-- ¿Que?
-- ¡¿Te gusta Kim SeonWoo?! --Chillaron ambos en tono bajo para que nadie más les escuchara.
-- ¿Acaso no lo sabían?, es más que obvio --Les miró raro a ambos.
-- ¿Aun con sordera? --Le miró raro HeeSeung a lo que JungWon le miró mal.
-- Sí Hyung, aun con todo y su discapacidad me sigue gustando, es el mismo de siempre, nunca cambió --Sonrió leve soltando un suspiro cual colegiala enamorada.
-- En efecto, lo perdimos --Negó el Alfa de los tres y Riki le apoyó.
Un pequeño estruendo hizo callar a toda la cafetería y todos miraron a un grupo de cinco chicos reír a carcajadas luego de aventarle la comida al suelo a cierto chico de cabellos bicolor quien no se atrevió a levantar la mirada del suelo queriendo desaparecer, otro de ellos había derramado todo el batido sobre el Omega pelinegro que acompañaba al Alfa y otro parecía haber gritado al oído de SeonWoo quien acompañaba a sus amigos ya que este se quejaba sosteniendo su oreja.
Y como era de esperarse, toda la cafetería rompió en carcajadas viendo a los tres chicos anormales de la universidad en ese instante.
SungHoon pareció reaccionar y jaló del brazo a su primo y a SeonWoo para salir corriendo de allí siendo, como siempre, la burla de todos.
Riki en ese momento se sintió tan mal junto a sus amigos por no haber hecho algo.
*
-- Hyung, Omma dice que baje a comer --Dijo SungHoon en tono tranquilo mientras tocaba la puerta de la habitación de su primo.
-- No tengo hambre Hoon --Escuchó desde adentro y el menor suspiró, cada que hablaba con sus padres era lo mismo.
-- JongSeong Hyung, dejando de comer no va a solucionar nada, ya le hemos dicho que está muy bien como está --Usó su mismo tono que antes y tomó la perilla viendo que no tenía seguro como otras veces-- Voy a entrar --Avisó y entró al lugar.
Era casi una copia exacta a su habitación, paredes blancas, armarios marrones y grandes, un espejo y tocador, baño privado, cama grande, libros regados por todos lados, solo estaba la diferencia de que las cosas estaban en distintos lugares y en su tocador en vez de cremas y tintes como tenía él habían dulces y más dulces además de sus supresores y neutralizantes para el aroma.
Caminó a la cama viendo el bollo de sabanas y se sentó para abrazar este mientras olía el suave aroma a lavanda de su mayor que impregnaba el lugar.
-- Siempre es lo mismo Hoonie, estas gordo, cubre tu ojo, no te dejes marcar, nada de novios, cubre tu aroma, ¿usaste la colonia de menta que te enviamos?, esa huele más a Alfa --Escuchó la voz rota de su mayor y le sintió moverse para abrazarle bajo la sabana sin salir de su escondite-- Joder, sé que querían un Alfa, sé que soy un error de la naturaleza, pero al menos si me van a enviar a otro país déjenme tranquilo.
-- Hyung, ya le hemos dicho, usted no es un error de la naturaleza --Suspiró y vio al pelinegro salir de su escondite con sus cabellos alborotados y ojitos bicolor algo rojos e hinchados por el llanto.
-- ¡Soy un jodido Omega nacido de dos Alfas!¡Tú más que nadie sabes que durante generaciones no hubo Omegas y vine yo como el error que soy a romper y cagar todo! --Chilló y se tiró a su cama nuevamente enrollándose en su manta-- Y para colmo con heterocromía.
-- Jay Hyung, ya le hemos dicho que ser Omega no es nada malo y tener ojos bicolor tampoco lo es --SungHoon creía que ya parecía disco rayado, cada semana era lo mismo, a veces le molestaba que sus tíos solo llamaran para destrozar la poca estabilidad y seguridad que lograba construir en su primo.
A pesar de su imagen ruda y muy pero muy hostil y agresivo ser, su Hyung solo quería ser un Omega normal, pero claro, siendo criado para ser un Alfa perfecto durante toda su vida la cual se basó en ocultar su enfermedad de color de ojos e insultos a esta, para luego como cereza del pastel presentarse como Omega vaya que fue un cambio horrendo en la vida del más bajo.
Insultos, algún que otro golpe, su primer celo sin saber ni pio de nada de educación como Omega, fueron días oscuros hasta que sus padres decidieron hacer las maletas del menor y enviarlo con ellos para evitar la vergüenza de tener un Omega luego de tanto alardear a su hijo como el Alfa perfecto antes de su presentación.
Cuando su mayor llegó, le fue un milagro ganarse su confianza, claro, siendo él un Alfa y estar rodeado de estos no ayudó mucho, sino hasta que su madre cubrió su aroma y entró a al habitación del estadounidense, luego de tres largas horas, finalmente su primo comenzó a integrarse más con la familia, el resto es historia, incluso con ya tres años viviendo con ellos, aun para sus padres era un reto total el criar a un Omega adolescente con actitud de Alfa y un Alfa con actitud de Omega.
-- ¡Chicos bajen a comer! --Escucharon el grito de la mujer.
-- Vamos pero esta conversación queda pendiente --Señaló el menor a lo que Omega gruñó asintiendo y salió de su cama en pijama para acomodar su cabello y bajar con su menor detrás al comedor donde su tía y madre de Hoon los esperaba con la cena ya servida.
-- ¡Al fin!, ya creía que Hoon se había perdido camino a tu habitación --Negó viendo a los menores sentarse a comer, Hoon se sonrojó y Jay solo rió negando.
-- Fue un problema sacarlo de su cama, parecía pegada a él --Señaló el de cabello bicolor a lo que la mujer rió.
-- ¿Dónde está el tío? --Preguntó el extranjero del lugar.
-- Ya debe estar por llegar, fue a hacer las compras que no hizo esta mañana el flojo ese --Rodó los ojos y ambos chicos soltaron una leve risa antes de ver a la entrada donde el Alfa mayor de la casa entró con una bolsa en manos y mala cara.
-- A ver... --Se acercó y comenzó a rebuscar en la bolsa bajo a mirada expectante de todos-- Café, toallas sanitarias, chicles y un nuevo cepillo dental para tí --Dejó las cosas frente a su mujer quien se sonrojó escondiendo las toallas para mujeres-- Para Hoon eran tres cremas para la cara, una mascarilla para puntos negros que casi me mato con una vieja por ella, otro alcohol, agua oxigenada y otro peine --Dejó las cosas frente a su hijo quien agradeció-- Y para Jay eran tres paletas, dos paquetes de gomitas, dos lentes de contacto nuevos con estuche, el agua para estos porque no me sé el nombre y te compré una caja de supresores nuevos porque viene tu celo y no quiero Alfas en la entrada de nuevo --Señaló viendo a su sobrino sonrojarse leve mientras agradecía y seguía comiendo.
-- ¿Y esas? --La mujer señaló el resto de la bolsa.
-- Esas son mis cosas, ¿Crees que yo no me cuido la piel mujer? --Le sonrió como si nada y se retiró sacando risas de los menores.
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