Capitulo 31
Uraraka estaba caminando junto con Asui hacia al campamento cuando la vio, una chica de cabello rubio largo, que le caía hasta un poco más abajo de los hombros, ojos amarillos que parecían casi dorados a la luz del sol, con una falda de uniforme azul y la parte de arriba de un bikini rosado con bordes negros, iba al lado de Midoriya, con una enorme y resplandeciente sonrisa.
Le pareció la niña más bonita del mundo entero.
— ¿Ochako-chan? —la llamo su amiga, intrigada de porqué se quedó quieta a mitad de camino, con una expresión aturdida y sus mejillas sonrojadas.
La más baja centró su atención hacia lo que llamo su atención y noto también a la bonita chica que iba al lado de su amigo. Entonces, se preguntó si lo que pasó a su mejor amiga era lo que Ashido denominaba un gay panic.
Realmente quería preguntarle pero, inmediatamente, la castaña salió de su aturdimiento al ver que ambos jóvenes se iban adentrando cada vez más y más en el campamento y se perdió la oportunidad.
—E-Eh, Tsu-chan, espérame un segundo —pidió nerviosa, en lo que salía corriendo y buscaba detener a los otros dos antes de que fueran para el área de las salas donde estaban los profesores — ¡Deku-kun! ¡Espera! ¡Deku-kun!
El de pecas se detuvo, la rubia también y los dos se dieron la vuelta para mirar a quien lo llamó. La castaña trago saliva, pensando que la chica era todavía más linda de cerca e intento sonreírle. La rubia hizo lo mismo, aunque se escondió detrás del muchacho y solamente inclino parcialmente su cuerpo hacia la derecha.
¿Eso también debería parecerle lindo o ya sería una exageración?
—Uraraka-san, hola —la saludo el pecoso que ni cuenta se daba del estado de su amiga — ¿Sucede algo? Pareces agitada.
—Nada importante, Deku-kun, solo que pensé que no me ibas a escuchar y no se me ocurrió otra forma de que me hicieras caso —se excuso la de quirk de gravedad, en realidad, tuvo miedo de que el chico no la escuchará y se terminará yendo más lejos con la rubia, con los profesores presentes ya no tendría tanto valor de hablarle — ¿Quien es ella?
—Es Toga-san, nos conocimos hoy pero ya somos amigos, ¿no? —la presentó el de pecas y por la sonrisa de la rubia, se dió cuenta que ella debía estar muy feliz con esa introducción —Toga-san, ella es Uraraka Ochako, una amiga del departamento de Heroísmo.
—Hola —se acercó pero la rubia se echó hacia atrás, quedando cubierta ahora completamente por el de pecas y retrocedió —L-Lo siento, ¿te puse incómoda?
Himiko negó con la cabeza, después tiro de la manga del pecoso y le pidió que se le acercará, alejándose de la castaña que parecía bien con eso aunque curiosa y un poquito celosa de la suerte de su amigo.
—Izuku-kun, no me dejes sola con ella —le murmuró —Por favor.
— ¿Por qué? ¿No te agrada? —interrogó sin creer que a la de ojos dorados le cayera mal la otra chica y la rubia negó de inmediato — ¿Entonces? Uraraka-san es una buena chica.
—Y es muy linda y cuando sepa que yo soy horrible se va a ir corriendo —hizo un puchero la más baja —Eso va a dolerme bastante. Mejor que no pase.
—No pasará, Toga-san. Uraraka-san no es el tipo de persona que juzgue a otros tan duramente —aseguró el de pecas —Seguro van...¡ayy!
El de ojos esmeralda no sintió el momento en que Bakugou lo tomó del brazo derecho y lo llevo contra su pecho, para luego apoyar su mentón en su hombro y darle una dura mirada a la rubia que quedó con la boca abierta ante su inesperada llegada.
Además, de que le veía como Touya cuando se robaba el helado de chocolate que se guardaba para después de su turno nocturno. No era su culpa, si no le dejaba una nota, se lo comía y punto.
¿Acaso el de pecas traía una nota y ella no la vio? Tendría que preguntarle a Tenko después.
—Deku, ¿quien es ella? —preguntó entre dientes el cenizo.
—U-Una amiga, ¿por qué me agarras...? ¡¿cómo es que tienes tantas heridas, Kacchan?!
El de quirk explosivo tenía casi la misma cantidad de vendajes en los brazos que la rubia y una venda en la mejilla, del lado izquierdo de la cara. Se veía muy mal y el de pecas olvidó muy pronto que le agarro del brazo para alejarlo de la chica, en cuanto se puso a examinar sus heridas, solo le importó el bienestar del cenizo y preguntarle cómo rayos se lastimo tanto si en la mañana estaba bien.
Y el de quirk explosivo estaba bastante satisfecho con esa atención, así que se dejó hacer y mando a la mierda a los demás.
La rubia miro la escena con una ceja alzada —y con puras teorías volando por su mente— y Ochako aprovecho eso para a acercarse.
De cerca, ella era todavía más linda.
—No te lo tomes a mal, Bakugou-kun puede ser algo celoso con Deku-kun —comentó tranquila la castaña e inocentemente, ya que ella no sabía nada de los sentimientos del pecoso por el cenizo — ¿Te llamas Toga?
—Es Himiko Toga —respondió la de ojos amarillos con una leve sonrisa y decidiendo ser valiente, pregunto — ¿Puedo...llamarte Ochako-chan?
Himiko sintió que toda su sangre se movía frenéticamente cuando la castaña le aseguro entusiasmada que podía hacerlo. Por otra parte, la de quirk de gravedad tuvo una sensación parecida, aunque por un motivo completamente diferente.
—E-Entonces deberías estar en cama, Kacchan —tartamudeo nervioso el más bajo — ¿Y si te desmayas? ¿O las heridas se vuelven peores? Mañana siguen con el entrenamiento regular y Aizawa-sensei no es muy...hum, compasivo que digamos.
Katsuki rodó los ojos por la exageración —aunque no tan alejada de la realidad— acerca del modo de entrenamiento espartano de Eraser Head y se acostó sobre las piernas de Izuku, que estaba apoyado sobre el tronco de un árbol. Se habían desplazado a la zona cercana a la laguna, dónde el pecas estuvo antes, por pedido del cenizo de hablar en un lugar privado y tranquilo. De haber sabido que estaba tan agotado, el de ojos esmeralda habría insistido en que descansará adecuadamente en el campamento. E incluso hubiera tratado de que tomara una siesta.
Sin embargo, era muy difícil luchar contra alguien tan terco como el de quirk explosivo. Era más sencillo rendirse y velar por su bienestar como pudiera.
—Estaré bien, nerd. Deja que me acueste aquí por un rato y me sentiré mejor —dijo, aunque era una mentira solamente para que el contrario le prestará atención —Y dime quién mierda era la chica de antes, que te abrazaba del brazo y se quedó cerca tuyo cuando la cara redonda se apareció.
El cenizo no quería admitir sus obvios celos pero, bien, sabía que estaba celoso de aquella chica desconocida y que escuchar una explicación por parte del pecoso podría hacerlo sentir mejor o peor. De todos modos, quería saberlo.
—Ya te mencioné que es una amiga que hice hoy, se llama Himiko Toga y es muy agradable —repitió el de pecas con una sonrisa y pasando las manos por el cabello suave del cenizo, dándose por vencido con el hecho de que no volverían al campamento en la brevedad — ¿Me contarás más sobre ese Reino Subconsciente que mencionaste, Kacchan?
El de quirk explosivo lo hizo con bastante gusto y el afán de presumir. Contó a grandes rasgos lo que era el Reino Subconsciente de su quirk, que ya podía usar otro quirk —pese no podía probarlo todavía por orden de su mentor— de One For All y que su cuerpo estaba molido gracias a un enérgico portador. All Might le dijo que los secretos de One For All podía compartirlos con las personas que fueran de su confianza y dejando de lado su enamoramiento por el de pecas, lo consideraba una persona de confianza y alguien del cual necesitaría ayuda de ahora en adelante. Esa fue, en realidad, la razón principal por la que le busco después de su entrenamiento.
—Necesito que me hagas unos guantes que puedan controlar los Latigos Negros —confesó el de ojos rojos —Para un mayor soporte y que no termine con los huesos de los brazos fracturados.
—Los haré el siguiente cuatrimestre, puedes contar con ello. Tendré que verlos en acción un par de veces para saber bien qué es lo que necesitarás —puso una mano bajo su mentón y frunció ligeramente el ceño ante una idea — ¿O me podrías describir como se sintió el usarlos, Kacchan? Podría empezar con los prototipos y diseños antes, también pensar en los materiales y, ah, tienes que decirme si es un quirk que te duele al usarlo para pensar en los engranajes y las maneras en que puedo aligerar esa carga. Además de que...
Bakugou cerro los ojos ya que había aprendido que los balbuceos y murmullos de Midoriya la mayoría de las veces no necesitaban de una respuesta de su parte. Eran un mecanismo del pensamiento de su amigo el cuál no entendía para nada, pero si a él le resultaba le parecía perfecto. Prefirió tomar una siesta y disfrutar de las inconscientes caricias que le daba en el pelo, en lo que continuaba hablando consigo mismo.
El cenizo se preguntó, mientras descansaba, que si sentirse tan tranquilo con la persona que le gustaba era normal. Si no debería estar nervioso por estar apoyado sobre su cuerpo o porque estuvieran tan cerca el uno del otro. Desde que acepto que le gustaba el de pecas, podía sentir que ciertas cosas dentro suyo cambiaron. Ahora era más conciente de la atención que le prestaba, la cantidad de veces que llegaba a pensar en él y cómo se sentía a su alrededor. Por otro lado, no sentía un mayor cambio respecto a cómo era cuando estaban juntos. Claro, quitando de lado los celos que sintió por verlo con Himiko.
Quizás, si lo pensaba con calma, estar enamorado del pecoso podría no ser tan malo. No buscaba una relación y no creía que él fuera a hacerlo, todavía. Podría iniciar poco a poco a marcar terreno y antes de que el de ojos esmeralda fuera capaz de darse cuenta de lo que sucedía, estarían saliendo o se habría vuelto loco por él. Sí, sonaba a un buen plan dentro de su mente.
Desafortunadamente, el de quirk explosivo desconocía lo muy despistado y denso que podría llegar a ser el alumno de Soporte Técnico.
Le esperaba un largo camino por recorrer.
El final del campamento fue para todos un enorme alivio. Nunca se habían sentido más agotados y cansados, adoloridos y sobreexplotados que en esas dos duras semanas. Estaban todos ansiosos por volver a sus hogares a tener un último descanso antes de volver a las clases normales dentro de Yuei.
— ¿Ya te podremos ver en la escuela no, Deku-kun? —pregunto Uraraka a su amigo mientras subían al autobús — ¡Tenemos que volver a nuestras platicas del receso!
El de pecas se rió y asintió, estaba muy feliz por volver a Yuei después de su secuestro y le conmovía que tantas personas estuvieran alegres de su regreso. Se subió al autobús detrás de su amiga y la vio yendo a sentarse junto con Toga, la cual tenía un permiso especial de Shimura para viajar con ellos, que estaba reservando el lugar. Las dos se sonrieron mutuamente, la rubia mostrando sus afiliados colmillos y, por algún motivo que el de ojos esmeralda no entendía, su amiga se sonrojo cuando se sentó a su lado.
¿Por qué sería?
—Deku, muévete de una vez y busca un asiento.
La voz demandante de Bakugou hizo que el de pecas se disculpara y se apresurara en elegir un asiento, el cuál termino siendo en medio del autobús. El cenizo le dió un pequeño empujón para quedarse con el asiento de la ventanilla y él le hizo un puchero.
—No es justo —se quejo —Ya fuiste de ese lado, Kacchan.
—Me muero de calor y los putos viajes largos me dan mareos —se justificó el de quirk explosivo, abriendo la ventanilla y disfrutando de la circulación de aire —A no ser que quieras que te vomité encima, no te quejes nerd.
El más bajo soltó un pequeño bufido pero después se olvidó del asunto y saludo a Kaminari y Kirishima, que caminaban medio dormidos por el autobús, siendo seguidos de cerca por Ashido y Sero que no estaban en mejores condiciones. Luego de verlos así, el cenizo suspiro y se puso de pie, murmurando que no se le ocurriera robarle el asiento en lo que iba a asegurarse de que ninguno de sus amigos se muriera en el viaje. El de ojos esmeralda se inclino en su asiento para ver como el de quirk explosivo, usando la cinta que salía de los brazos del azabache, ataba a los cuatro en los últimos asientos del autobús para que no se cayeran. Ninguno se quejaba porque ya estaban todos dormidos, abrazando sus mochilas y en el caso del pelirrojo y el azabache, usando gorras para cubrir sus rostros.
Kacchan en verdad es un buen amigo.
El de pecas volvió a acomodarse en su asiento y vio a Todoroki junto con Iida tomando los lugares que había detrás suyo. De paso, Yaoyorazou y Jiro se pusieron al frente. El de quirk dual le pasó unos dulces para el viaje, el de lentes le pregunto si tenía agua en caso de que le diera calor y las femeninas le preguntaron si podían escuchar música sin audífonos —en caso de que le molestará— ya que se les olvidaron en una de las mochilas, pero no sabían cuál era y la habían dejado debajo del autobús con el resto del equipaje pesado. El de ojos esmeralda acepto los dulces, respondió a su disciplinado amigo que tenía agua suficiente para el viaje y a las femeninas que no le molestaba el ruido de la música.
Para ese momento, el cenizo ya había vuelto y se sentó a su lado, saco de su mochila unos auriculares y el celular y el de pecas supuso que sería un viaje silencioso entre ellos —no que le molestara, en realidad, pensaba trabajar en los bocetos de los guantes para el de ojos rojos— por lo que se preparo para hacer otras cosas. Así que, cuando sintió el peso de la cabeza del contrario sobre su hombro, su cuerpo se tenso ligeramente y le miro de costado.
—Kacchan, que yo recuerde nunca acepte el papel permanente de almohada humana —dijo en un tono de broma e ignorando el leve rosado en las orejas del más alto — ¿Ya te vas a dormir?
— ¿Algún maldito problema con eso? —bufo el cenizo, maldiciendo por dentro que no pudiera ser lindo o coqueto como le saldría a otros en esa situación.
—No, pero primero déjame agarrar un acuerdo y una lapicera —pidió el más bajo.
Katsuki se movió, dejando a Izuku libre de tomar de su mochila una de sus tantas libretas y una lapicera que tenía en la punta una goma de borrar con la cara de All Might. Después, viendo que el de pecas no tenía ni la más mínima reacción ante su acercamiento, volvió a recostarse en su hombro e intento ver si le pasaba algo. Todo lo que encontró fue que le costaba ver por la posición de su cabeza y que su lapicera se torcia, haciendo que sus palabras salieran mal. Sin embargo, no soltó la menor queja en su contra y simplemente siguió escribiendo.
Estuvo tal vez unos diez minutos intentando descifrar qué rayos estaba escribiendo cuando escucho su voz, demasiado cerca, de su sensible oído derecho.
— ¿No que te ibas a dormir, Kacchan?
La inesperada pregunta hizo que el de quirk explosivo se asustará y por reflejo, se alejara del pecoso, el cuál le vio con una ceja alzada y mordiendo la cabeza de All Might que tenía la lapicera.
—P-Perdón, ¿si estabas durmiendo? —le pregunta avergonzado —Es que me pareció que estabas despierto. Y pensé si no estabas incómodo o algo así. Hum, no quise asustarte Kacchan.
—No me asuste, mierda —murmuró de mal humor el de ojos rojos, acostándose contra la ventanilla y mirándole de reojo, preguntó — ¿Ya estás haciendo lo que te pedí, Deku?
El de pecas sonrió confirmando lo que pensaba el cenizo acerca de que estaba trabajando en los guantes para los Latigos Negros y se le acercó, lo suficiente para que sus hombros se rozaran y coloco su libreta sobre el regazo del mayor, sin percatarse de que se ponía nervioso por su inesperada cercanía y por el hecho de que lo tenía acorralado contra la ventanilla del autobús.
—Son los bocetos iniciales —señalo una de las páginas —A diferencia de tus granadas, son guantes más flexibles y moldeables. Todavía estoy pensando si su uso podría afectar la nitroglicerina que sudan tus muñecas, Kacchan. No sé si será una buena idea crear un aislante entre ambos o no. Realmente tengo que ver cómo funciona ese quirk, pero esto me da una guía y pensaba preguntarle más a All Might acerca de ese portador e iniciar una investigación en internet sobre el mismo en cuando llegue a casa. Oh, ¿sabías que se pueden hacer varios prototipos para diferentes héroes con un mismo quirk que cumplan las mismas o similares funciones? Shimura-sensei me contó...hhhmm, ¿hummm?
El cenizo puso las palmas de las manos contra la cara del pecoso haciendo que esté lo viera con confusión. Lo que sucedió es que Midoriya a medida que hablaba se iba acercando más y más al rostro de Bakugou, lo que puso sus nervios al límite y cuando estuvo por explotar —literalmente, sus manos sudaban y de los nervios podría provocar una estúpida explosión— lo detuvo, para evitar una desgracia. Al ver que el de pecas finalmente volvía en sí, lo soltó y se empujó más contra el vidrio de la ventanilla, de ser posible le hubiera encantado ser uno con el vidrio si eso lo liberaba de la incómoda vergüenza que estaba viviendo actualmente.
—Me estabas escupiendo en la cara, maldito —mintió, eso no pasó, pero no encontró otra excusa.
—Oh, lo siento —se rió avergonzado el de pecas.
El de quirk explosivo le resto importancia y se dió la vuelta para quedar viendo el paisaje de las montañas que estaban dejando atrás. En el autobús, Uraraka intentaba detener —en vano— a Toga y Asui de hacerle dibujitos en la cara a Ashido que estaba durmiendo, Aoyoma había puesto una extraña música francesa que se podía escuchar en todos lados, Todoroki usaba su quirk de hielo ya que la calefacción del autobús no estaba funcionando y todos se morían de calor, Tokoyami jugaba a las cartas con Sato y Jiro le hacía unas trenzas en el cabello a Yaoyorazou.
Aunque debería ser imposible, se quedó dormido con todos esos sonidos de fondo y parte de los murmullos de su acompañante, que hablaba acerca de cosas que no entendía para nada, en tono bajito e inentendible que le saco una sonrisa durante el resto del viaje.
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