Capítulo 14
Todos sabían que era una batalla importante y por eso las apuestas estaban en todas partes, incluso entre las clases superiores. Izuku llegó a las gradas en el momento en que Denki apostaba sus almuerzos de todo el mes a favor de Katsuki, en contra de Ochako y Tenya que apostaban por Shoto. No quiso participar en eso y fue a sentarse a un lado de Hanta que estaba solo en la primera fila.
—Midoriya, tardaste en volver —comentó el azabache — ¿Quedaste muy herido?
—No, no. Me encontré a Kacchan y conversamos un poco —omitió la parte de su encuentro con el de quirk dual, prefería mantenerlo en privado — ¿Sero-kun no va a apostar?
—Ya lo hice —respondió el más alto con una sonrisa enorme característica de él —Hice una apuesta a favor de Bakugou, ¿qué hay de ti? ¿no juegas?
—No me gusta hacer eso —se mostró avergonzado el de ojos esmeralda.
—Entiendo pero, ¿quién piensas que ganará? —quiso saber el azabache — ¿Bakugou o Todoroki?
—...Kacchan ganará —se inclino sobre sus rodillas y miro hacia la arena donde estaban saliendo los competidores —Lo que me preocupa es cómo lo va a conseguir contra un rival tan fuerte. Podría desgastar su quirk, lastimarse, acabar lesionado, tener una fractura...
— ¡Midoriya, cálmate! —lo detuvo el más alto, ya que el pecoso se estaba poniendo a murmurar y a morderse uno de sus dedos, haciendo que no pudiera entender lo que decía.
—L-Lo siento, es un mal hábito —se disculpó apenado y con la cabeza baja.
Sero pudo notar que el más bajo apretaba los puños y se mordía los labios con fuerza ante su arrebato de nerviosismo, no era su intención hacerlo sentir mal por sus murmullos. Solamente no podía seguirle el ritmo y no quería que tuviera que repetirlo si le preguntaba qué dijo. No se espero que lo hiciera sentir mal y se preguntó si hubo personas en el pasado que molestaban a Midoriya por este hábito.
Realmente pueden haber personas muy desagradables.
—Midoriya, tranquilo, te pedí parar porque no llegaba a escucharte —le explico con suavidad, inclinando su cabeza hacia abajo para que el otro chico pudiera ver la sinceridad en su rostro —No es tu culpa ponerte nervioso y murmurar. Yo cuando estoy nervioso me sudan las manos o me trabó al hablar. Es normal.
—...Sero-kun es muy amable, gracias —sonrió un poquito el de ojos esmeralda —Kacchan la primera vez me grito para que me detenga porque no podía oírme y le tuve que explicar todo devuelta. Él parecía molesto pero no por mis murmullos, sino porque se perdió la mitad de la explicación.
—Bakugou es una persona amable. En el fondo, claro —miró hacia la arena y soltó un suspiro —Muy en el fondo cuando veo cómo está tratando a Todoroki.
El de pecas enfocó su mirada en el combate cuando el más alto dijo eso. Tenía bastante razón, Bakugou estaba dando una pelea increíble contra Todoroki. El de quirk dual levantaba barreras de hielo para evitar que el otro chico se le acercará, pero las explosiones del cenizo hacían que el hielo saliera disparado de todas partes y que lo dañará igual. Aparte de eso, los ataques del cenizo requerían de un acercamiento, lo que hacia que el bicolor se enfocará en que las barreras de hielo lo mantuvieran lo más lejos posible. Esa táctica desgastaba mucho de su energía y desde las gradas era posible ver que se estaba poniendo pálido y soltaba de la boca humo blanco por el frío que debía estar experimentando su cuerpo. Si no encontraba un equilibrio estaba acabado.
Todoroki-kun no va a ganar si no da todo contra Kacchan. Y Kacchan no quiere ganar de esta forma, así que lo esta presionando constantemente para que deje salir su lado de fuego.
El más bajo junto sus manos y rezo porque la pelea pudiera salir bien para ambos chicos.
Lo primero que Bakugou Katsuki pensó sobre Shoto Todoroki fue lo siguiente este bastardo podría ganarme. La primera vez que lo vio en la USJ, escuchando de Aizawa que era un alumno recomendado que entró con Yaoyorazou Momo —es decir, que tuvieron un examen especial con otros estudiantes destacados elegidos por héroes de la actualidad— fue la única vez que sintió que alguien podía ganarle. Un maldito genio, un muchacho que tenía un manejo perfecto de su mitad de hielo y un uso de su mitad de fuego arriesgado pero igualmente excepcional. En términos de fuerza, no podía decir que estuvieran igualados, llegó a reconocer para sí mismo que el bicolor podía estar encima suyo por muy poco. En lo demás, era un empate, con él destacando en varias áreas por supuesto.
Tenía una gran consideración por este muchacho como su rival, su nemesis, su enemigo. Por eso, saber que no estaba dando lo mejor de sí mismo en su combate lo tenía enfurecido y aunque podía empatizar un poco con sus razones, ¡seguía estando enojado!
¡¿Cómo podría demostrar que era el mejor contra un rival que daba la mitad de sí mismo para ganar?! ¡¿De que manera le podía probar a All Might que era digno de ser su sucesor si no demostraba sus capacidades?!
El cenizo en cada explosión quería gritarle al bicolor que peleará, que diera todo, que mandara al cuerno a su padre y solo tuvieran un jodido combate digno de una victoria. Estaba malditamente enojado y sentir el frío del hielo por su cuerpo no ayudaba a mitigar su ira, la aumentaba al cien por ciento. Justo cuando estaba por perder la cabeza y atacar todavía más fuerte, vio que el más alto se tambaleaba y estaba por caerse. Sus movimientos se detuvieron y cayó de pie en la área. Él también estaba cansado, la ira podía ser muy energica, pero obviamente se encontraba cansado después de usar tanto su quirk.
Sus miradas se encontraron. Rojo contra azul y gris.
—Tú...no piensas usarlo, ¿cierto? —hizo referencia a su quirk y el bicolor no le contesto, le dió una mirada hosca y enojada — ¿No dijiste que lo de Deku te ayudo?
—Dije que podía ser que te concediera tu deseo —respondió malhumorado el de quirk dual que sentía casi todo su cuerpo entumecido —No que lo haría.
El cenizo gruño y se acercó al otro chico. El más alto no levanto una barrera de hielo y lo dejo acercarse hasta que estuvieron cara a cara.
— ¿Crees que hacer esto te servirá? —le preguntó con el ceño fruncido — ¡¿Joder de esta forma a los demás crees que sirve de algo?! ¡Le ganaste a los extras de la primera prueba, hiciste lo que quisiste en la segunda y metiste a Sero en un jodido iceberg! ¡¿Todo para dejarte vencer al final?! ¡¿Acaso eres idiota?!
El de quirk dual no pudo responder ya que el más bajo se adelantó y le dió un buen puñetazo en la cara, mirándole desde arriba con desdén y enojo, declaró.
—No quiero ganar contra alguien que ya se rindió, Todoroki —gruño con rabia — ¡Si vas a ser un jodido héroe, el héroe que querés ser, demuéstralo y pelea con todo lo que tengas, mitad-mitad!
El público no estaba entendiendo la conversación entre ambos jóvenes, con la excepción de Enji e Izuku que estaban en las gradas. Pero, al menos, lograron comprender que las palabras del cenizo encendieron —literalmente— algo en el más alto, porque las llamas del fuego brotaron de su cuerpo a un ritmo tan alarmante que el de quirk explosivo tuvo que retroceder para no salir herido.
— ¡Sí, de esto estoy hablando! —celebró el de ojos rojos — ¡Ataca, Todoroki!
— ¡Recuerda que tú lo pediste! —rugió el de quirk dual — ¡Bakugou!
Las explosiones, el fuego y el hielo pusieron en alerta a todos los profesores. La batalla se estaba saliendo de control y se tuvieron que levantar barreras para evitar heridos. El caos que provocó todo tenía al público con los nervios a flor de piel. El humo que venía de la evaporación del hielo hacía difícil ver qué pasaba entre ambos jóvenes. Eso hasta que se empezó a disipar y solo uno de ellos quedaba, a duras penas, de pie.
Katsuki estaba parado mientras agarraba uno de los brazos de Shoto, el cuál tenía las rodillas tocando el suelo y se hallaba inconsciente. No hizo falta que se anunciará el ganador, la multitud exclamaba de pie eufórica y entusiasmada por la victoria del cenizo. Eso, hasta que el propio vencedor también se desmayo y cayó al piso.
Todos quedaron aturdidos por este desarrollo.
Lo primero que vieron sus ojos al despertar fue un techo blanco. Seguido de eso, estaba la sensación de hormigueo que iba desde sus muñecas hasta las puntas de sus dedos. Bakugou no sentía que fuera tan doloroso como cuando estuvo en su combate pero, de todos modos, se movió con cuidado y escucho que alguien a su costado le decía que no hiciera movimientos demasiado bruscos. Haciendo caso a esa persona, se sentó derecho en lo que parecía ser la camilla de la enfermería y recibió un vaso con agua fría junto con una manzana. Estaba bastante hambriento y le dió un mordisco mientras giraba la cabeza, encontrándose con la sonrisa de su mentor.
—El joven Bakugou tiene un nivel de recuperación bastante elevado —halagó el mayor —Ha despertado en menos de una hora. Es magnífico.
El menor se ahogo con la manzana al escuchar eso y el rubio se asustó, lo ayudo a tomar a agua y tomó asiento en la camilla junto con él.
— ¡¿Una jodida hora durmiendo?! —repitió consternado — ¡Mierda! ¡¿Qué pasó con el siguiente combate?!
—Joven Bakugou, tranquilo. Debido a su condición y la de la joven Uraraka aplazaron su combate para dentro de una hora —explicó el héroe y al notar que su pupilo estaba aturdido, agrego —Mientras estabas descansando fue el combate entre la joven Uraraka y el joven Kirishima. Ella fue la ganadora, pero también está bastante herida y agotada. Se les concedió a ambos una hora para recuperarse y llevar a cabo el último combate del día.
— ¿Kirishima perdió...? —se mostró un poco impactado el de ojos rojos — ¿Cómo fue?
—La joven Uraraka uso toda su destreza y velocidad para tener una ventaja sobre el joven Kirishima. Le llevo mucho tiempo pero logro tocarlo y con eso hacerlo levitar hasta la línea divisoria de la arena —contó el mayor que vio el combate con mucho interés —Aún así, tiene una de sus muñecas fracturadas debida al joven Kirishima. Recovery Girl se la curo recientemente pero sigue siendo de cuidado.
El de quirk explosivo chasqueo la lengua con disgusto, parecía que se había perdido un combate bastante bueno. Eijirou y Ochako debieron haber dado un buen espectáculo para que Toshinori pareciera tan complacido.
—Por cierto, muchas felicidades por ganar contra el joven Todoroki —le sonrió el rubio llamando la atención del menor y aprovechó la oportunidad para despeinar un poco su cabello —Fue un combate increíble.
—...Me termine desmayando —bufo el cenizo, recordando ese momento donde su visita se nublo por completo y no pudo distinguir si el bicolor estaba inconsciente o no antes de que todo se volviera negro —Lo tenía agarrado del brazo para darle el puto golpe final.
—El cual no habría sido necesario ya que el joven Todoroki estaba inconsciente —aclaró el rubio al notar que el menor parecía inconforme con su logro —Joven Bakugou, en verdad, has hecho un trabajo excelente. Debes estar orgulloso de eso.
— ¡Lo estaría si hubiera peleado con todo desde el principio! —se quejo el cenizo — ¡Ahrg, ese mitad-mitad bastardo hasta el final quiso seguir siendo terco!
—Lamento haber sido tan terco, Bakugou.
Katsuki casi salte del susto ante el sonido de una voz que venía de alguien detrás de una cortina. Las camas de la enfermería eran contra en total, dos a la izquierda y dos a la derecha. La voz venía de la persona al lado de la suya y la reconoció como la de Shoto. Ignorando que el rubio que le decía que sería mejor que todavía no se parará —tenía un par de relajantes musculares en el cuerpo que le harían difícil caminar— se salió de la cama y corrió la cortina, mostrando al de quirk dual que estaba postrado en cama con uno de sus brazos enyesado y que había una mujer de cabello blanco y ojos grises sentada a su lado, la cual llevaba un vestido azul oscuro.
Al ver a la mujer todos los insultos que tenía para el de quirk dual se le fueron de la mente y se quedó callado y quieto cuál estatua. Detrás suyo, el rubio dió una risa nerviosa y fue a rescatarlo.
—Joven Todoroki, Rei-san, es un gusto verlos —dijo el rubio —Mi pupilo no lo pensó mucho cuando abrió la cortina. Lamento molestarlos.
—No es molestia —contestó el de quirk dual con tranquilidad viniendo que el cenizo tiraba humo por las orejas —Bakugou, ¿querías decir algo?
—Lo haré cuando no halla testigos presentes —sentenció el de quirk explosivo.
— ¿Testigos...? —ladeo la cabeza el de quirk dual, imaginando escenas de crímenes de esas series que a dos de sus hermanos mayores les gustaba mirar.
—El joven Bakugou solo esta bromeando —se apresuro el mayor a evitar que el cenizo dijera una palabra y le tapo la boca con sus manos, para después dar una mirada hacia la mujer que permanecía tranquilamente en silencio —...Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que la vi, Rei-san, ¿ha estado bien?
—Sí, gracias por su preocupación, Yagi-san —sonrió la mujer, poniéndose de pie y evaluando con su mirada al cenizo —Bakugou-san, felicitaciones por su victoria. Y lamento que mi Shoto se lo halla puesto difícil. Está en una face muy rebelde.
El cenizo sintió que su ira se iba un poco cuando escucho de la boca de Rei Todoroki que su hijo estaba pasando por una faceta rebelde. Es más, ver cómo el de quirk dual se mostraba avergonzado y se negaba a mirarlo hacia que su diversión aumentará.
—Ahora, si me disculpan, me tengo que ir —se puso de pie la albina y acaricio el cabello de su hijo con dulzura —Estaré en el estacionamiento a la hora que acordamos, tesoro. Ah, tus hermanos dijeron de ir a comer a un restaurante con tu padre para celebrar tu primer torneo, ¿qué te parece la idea?
— ¿Tenko-san y Hawks estarán ahí? —preguntó el bicolor.
—Llegarán más tarde —confirmó la albina con una amable sonrisa —Junto con Fuyumi. Al parecer, no lo ha tenido fácil en la agencia de héroes donde está y debe hacer trabajo extra. Esa niña necesita relajarse un poco y debe tener muchos deseos de vernos a todos.
El de quirk explosivo vio al más alto asentir con la cabeza y después de que la mayor le dió un par de indicaciones más, se fue junto con Yagi de la enfermería. Eso lo dejo a él y al más alto solos. Sin poder frenar su curiosidad, se sentó en la cama del bicolor y le pregunto directamente si sus padres seguían juntos.
Todoroki no se sintió ofendido o incómodo por la pregunta de Bakugou y le explicó su situación con lujo de detalles. Después del incidente con su ojo izquierdo, su madre ingreso a un centro psiquiátrico por un año, al salir, pidió la custodia de él y sus hermanos a su padre. Al principio, Endevador no quiso ceder y tuvieron varios enfrentamientos en la corte, hasta que ambos llegaron a un acuerdo de custodia compartida con el paso de los años. Anteriormente, el de quirk dual vivía en la región de Kanto con su madre y no fue hasta que expresó el deseo de ir a Yuei —la prestigiosa academia de héroes de Japón— que volvió a convivir con su padre. Al ser el único menor de edad que quedaba en su familia, su padre y madre discutieron la idea de que viviera solo. Rei no podía dejar atrás el lugar donde trabajaba por tantos años y en el cuál estaba cómoda y segura, aparte de su departamento y los vínculos que tenía en esa zona que la ayudaron por muchos años con la crianza de sus cuatro hijos. Por otro lado, Enji estaba más que dispuesto a recibir a su hijo menor en su antigua casa hasta su graduación, pero el bicolor no quería acceder a eso.
Llegando a un acuerdo entre los tres, se decidió que si el bicolor lograba probar que podía sobrevivir por su cuenta, lo dejarían vivir solo. El pelirrojo busco un departamento de "prueba" para su hijo y vivió ahí durante quince días. En el tercer día causó un incendio, congelo la ducha, no logro hacer las compras con el dinero que le dieron y lleno las estanterías de soba, se robó —el bicolor lo negaría hasta la muerte sin importar las pruebas en su contra— a el gato de una vecina, intento poner una planta en su balcón y se le termino cayendo la maceta a el portero encima de la cabeza. En pocas palabras, un completo desastre.
Cuando Rei sentenció que viviría con Enji después de toda esa experiencia, Shoto no dió ni la más pequeña queja. Pero, muy en fondo, hubiera preferido vivir en el galpón abandonado —usado para actividades cuestionables— remodelado que su hermano mayor y cuñado transformaron el año pasado. Pasaría todos los días preguntándose si alguien murió en su habitación pero al menos no tendría que lidiar con su padre que podía llegar a ser muy insoportable y exigente.
Y ahora que Katsuki escucho toda la historia no sabía si debía golpear el bicolor por su inutilidad que ni siquiera sabía prender una cocina eléctrica —lo que causó el incendio fue que uso su quirk para calentar su soba— o reírse de lo hilarante que todo le resultaba. Pensaba seriamente que Izuku tenía mucho que ver con su reacción, porque empezó a reírse a lo loco hasta que le dolió el estómago y se quedó sin aliento.
Una vez se recupero, escucho del quirk dual lo siguiente.
—Eres diferente de lo que pensé, Bakugou —comentó el bicolor —No creía que algún día llegaría a contarte esto.
—Ni yo que iba a preguntarte —estuvo de acuerdo el cenizo —Desde el principio...
El de ojos rojos se quedó callado por un momento y el más alto inclino su cabeza hacia él, notando que tenía la mirada un poco perdida.
— ¿Desde el principio qué? —le insistió a que continuará.
Desde el principio los ví a todos ustedes y en especial a ti como mis rivales, ¿preguntar acerca de sus vidas? ¿para qué mierda me iba a servir eso?
El de quirk explosivo no sabe en qué momento fue que bajo la guardia, en qué día o semana paso de ver con tanta molestia a ese grupo de chicos que se le acercaba constantemente y lo molestaban con sus payasadas a sentirse relajado en su presencia. No tiene idea de cómo fue que sus compañeros de clase ya no se sentían tan amenazantes como antes. Pero sí sabe gracias a quien fue, Midoriya.
Un simple chico sin quirk lo hizo dar un giro de casi ciento ochenta grados. Una sonrisa se formó en su rostro al pensar en eso y tuvo muchos deseos de ir al ver al pecoso en ese preciso momento.
—Nada, mitad-mitad —se paro de la camilla y se estiró —Una estupidez.
Todoroki se sintió curioso por preguntar pero eligió no hacerlo y, en cambio, se puso en pie también y estiró una mano hacia el cenizo.
—La próxima vez te daré una pelea mejor —prometió el de quirk dual —Hasta entonces, ¿podríamos ser amigos, Bakugou?
Bakugou no lo pensó mucho, porque no había nada que pensar.
¿Acaso los amigos no podían ser también rivales? Le estrecho la mano al bicolor y le prometió que la siguiente vez también le daría una jodida paliza.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top