Capítulo 11
Jodida mierda. Maldita sea.
En la cabeza de Bakugou, se repetía el apodo que Midoriya uso con él, ese tono dulce y amable, ligeramente burlón le llegaba a los oídos de una manera que le hacía estremecer. Se sentía muy diferente a la forma amistosa en que Kirishima le llamaba Blasty o cuando Kaminari y Sero lo trataban de hermano. Era más íntimo e inexplicablemente agradable.
— ¿Tienes calor, Bakugou? —tocó su cara Ashido —Estas rojo.
—No es nada —chasqueo la lengua el de ojos rojos y miro hacia atrás — ¿Esos dos siguen queriendo vomitar?
—Hicieron un equipo para evitar que otros los atacarán. Pero eso no quiere decir que lo hubieran pasado bien —dijo la de quirk ácido que podía ver de lejos a el rubio y el azabache, sintiendo compasión por ellos, porque ella también al inicio estuvo muy asustada de las alturas —Los iré a...
Antes de que la femenina pudiera terminar de hablar, la voz de Yamada hizo eco en el estadio.
— ¡The second test acaba de comenzar kids! ¡Se trata de una batalla de caballerías! —informó el héroe con gran entusiasmo — ¡Formen equipos y prepararse por la batalla!
El de quirk explosivo miro hacia el de pecas que también le devolvió la mirada y estaban por acercarse para formar equipo cuando la voz de Aizawa los interrumpió.
—Bakugou, Midoriya y Todoroki por ser los primeros puestos tienen una cantidad de puntos que les será dada a quienes les ganen —indicó el azabache —No pueden formar equipos entre sí.
Katsuki gruñó al escuchar eso e Izuku retiro su mano que estaba por tomar la otra, se rió nervioso y miro hacia el cenizo con un poco de nervios.
—Buena suerte, Kacchan —le deseó.
—No te atrevas a perder, Deku —bufó el de ojos rojos —No hasta que te atrapé.
Está vez, la risa del pecoso fue un poco más alta. Aunque, cuando se dió la vuelta y se alejó del cenizo, esa risa se fue apagando y también su sonrisa. En la arena, la mayoría de los estudiantes lo miraban con desconfianza, como si hubiera hecho algo para engañarlos durante la primera prueba.
Ni que fuera mi culpa, ¿por qué creyeron que estaría indefenso desde el principio?
El de ojos esmeralda soltó un suspiro cargado de tristeza. Necesitaba tres personas para formar un equipo y por lo que parecía, nadie estaba dispuesto a unirse a él. Es más, debido a que era el segundo lugar, debían pensar que era mejor que se quedará solo y así tendrían más oportunidades de quitarle la venda de puntos que le dió Mindnight hacia unos minutos.
Estaba tan ocupado con su angustia y preocupación, que no noto los pasos de algunas personas que se acercaban a él hasta que una de ellas lo llamo.
— ¡Deku-kun!
Oh, genial, el apodo ya le quedó de por vida. Sin embargo, era bueno que Ochako lo dijera con un tono tan amable y feliz. Muy refrescante.
—Ah, perdón, es que escuche que Bakugou-kun ya te llama así y pensé que estaba bien hacerlo también —se disculpó la chica llevando una mano a su cabello con vergüenza y preguntando con entusiasmo — ¿No te gusta? ¡Creo que te queda bien! ¡Es genial!
—Todavía no me gusta, pero tampoco me molesta que lo usen —no quiso decir que solo le gustaba un poquito cuando lo decía el cenizo, para no ser grosero con la castaña —Uraraka-san, ¿qué quieres?
— ¡Hagamos equipo! —sonrió la de ojos chocolate y agarro el brazo del más alto que estaba a un lado de ella — ¡Iida-kun también quiere participar!
El más bajo dirigió una mirada hacia Tenya que, aún luciendo nervioso, logro asentir varias veces con la cabeza y moviendo sus manos explico sus deseos de formar un equipo juntos. Sus labios formaron una sonrisa cuando a lo lejos noto que Mei se acercaba también hasta donde estaban ellos con los brazos agitados y con la clara intención de hacer un equipo.
—Gracias —les dijo a ambos chicos —Pero, ¿están seguros? Muchos van a ir tras de mí por ser el segundo lugar y el que está en una mayor desventaja.
—No se compara a lo que tendrá que enfrentar Bakugou-kun —opinó el de lentes —Muchos más irán en su contra por ser el número uno.
—Aparte de que el discurso de apertura que dió no ayudo a que el enojo fuera menor —se rió nerviosa la de ojos chocolate —La clase B lo quiere eliminar.
El de pecas asintió, recordando que el cenizo fue...bastante egocéntrico con su discurso, era bueno que tuviera un respaldo importante para llevarlo a cabo y una confianza abrumadora en sí mismo. Incluso él mismo estaba seguro que, sin importar lo que pasará, el que ganaría el Festival Deportivo sería el de ojos rojos. Pero no podía decir eso con dos estudiantes de la clase A cerca. No quería arruinarles el ánimo.
Aizawa les notificó que en dos minutos comenzaría la batalla. Por lo tanto, se pusieron en posiciones y se prepararon.
Cumpliendo lo que creía Izuku, Katsuki ganó la batalla de caballerías. Aunque no lo tuvo fácil, especial contra él y contra Shoto. Sabiendo claramente que ganarle al cenizo no era una opción, uso el quirk de Ochako y el de Tenya para mantenerse lo más lejos posible de su alcance hasta que terminara el tiempo. Fue como un juego de caza entre el gato y el ratón —uno que ambos disfrutaron bastante— en el cuál el equipo del bicolor se vio involucrado cuando casi chocan. Antes de que se acabará el tiempo límite, el cenizo logro quitarle su banda al del quirk dual y Hanta usando sus cintas le quitó la suya.
Aún así, debido a que aguantaron hasta el final y le quitaron las vendas a algunos otros, su equipo quedó en el segundo lugar.
— ¡Eso fue increíble, Deku-kun! —lo alabo la castaña cuando se tiraron en el suelo para descansar un poco — ¡Tus estrategias fueron increíbles!
—N-No fue para tanto —tartamudeo nervioso el de ojos esmeralda ya que la otra chica estaba muy cerca suyo y uso sus manos para crear algo de distancia —Sin su ayuda no podría haberlo conseguido.
—Sin mis babys no lo habrías podido lograr —le dió una palmada fuerte en la espalda la de cabello rosado —Ahora quedan los combates.
El ambiente alegre se fue por el suelo cuando Midoriya escucho eso. Lo que seguía a continuación eran los combates uno a uno entre los cinco equipos de caballerías que llegaron a la final. Así que, tendría que enfrentarse a un estudiante del departamento de Heroísmo, a Hatsune o a Shinsou Hitoshi del departamento de Apoyo.
En un combate uno a uno contra un futuro héroe entrenado sin dudas estaría perdido.
— ¿Qué mierda le dijeron para que pusiera esa jodida cara de perdedor?
La voz gruñona de Bakugou y la ligera patada en su espalda que recibió bastaron para que el más bajo girará la cabeza. El cenizo ahora sí lucía un poco más cansado y tenía en el antebrazo derecho una herida de quemadura superficial, cortesía de cierto rubio de la clase B con el cuál parecía llevarse mal. Le veía con un poco de preocupación y eso en automático le hizo sonreír.
—Felicidades por ganar, Kacchan —le dijo con alegría.
El cenizo frunció el ceño y luego, le agarro de la parte de atrás de la camiseta para hacer que se parará. Se lo llevó hacia la salida del estadio, dónde Mindnight estaba indicando a los estudiantes para que fueran a sus asientos en las tribunas. Los estudiantes que todavía no sabían que ellos dos se conocían, miraron con los ojos bien abiertos como el número uno de Yuei arrastraba al chico sin quirk hacia el pasillo. El de pecas se libero al ya no soportar el tirón en su ropa y miro al de ojos rojos con enojo.
—Eres malo —hizo un puchero y se cruzó de brazos, mirando indignado al contrario —Te felicitó y me tratas así.
—Porque no quisiste responder mi jodida pregunta —contestó de mal humor el cenizo — ¿Qué mierda te dijo la cara redonda para que te pusieras tan mal?
Izuku hizo que su puchero se volviera peor para no tener que responder pero ante la enorme posibilidad de que el de quirk explosivo siguiera presionando el asunto, cedió y le contó lo que le tenía deprimido. Al escucharlo, Katsuki lo miro de una forma más comprensiva y su actitud paso de ser gruñona a una más paciente.
—No creo que pase del primer combate. Aunque de por sí ya es bastante bueno que halla llegado hasta eso —murmuró el de ojos esmeralda —Nadie podía creer que pasaría de la primer prueba o la segunda y lo logré y eso me hace sentir muy bien. No tengo nada de lo cual arrepentirme.
—No tienes que decir toda esa mierda, idiota. A nadie le gusta perder —bufo el cenizo sin creerse el acto de "estoy bien aún si pierdo" de su amigo —Si pierdes, puedes quejarte, enojarte o ponerte a llorar. La mierda que quieras. Estará bien.
El más bajo se quedó sin saber qué decir por un segundo. Un nudo le crecía por la garganta y le impedía expresar sus emociones, solo pudo dirigirle al cenizo una sonrisa torpe. Por suerte, eso basto para que el contrario más o menos entendería como se sentía y no siguieron hablando del tema.
Las tribunas de los estudiantes no estaban dividas pero, por obvias razones, las clases A y B se mantenían en dos bloques opuestos en los lados derecho e izquierdo. Se podía notar la rivalidad entre ambos grupos aún si se mantenían tranquilos y se dedicaban a conversar entre ellos.
El de pecas no sabía dónde sentarse y pensaba esperar hasta que Mei llegara para ocupar un lugar a su lado. Pero entonces, el de quirk explosivo lo empujó a un asiento libre cerca de las escaleras, en una posición donde estaban lo suficientemente cerca para ver la arena de los combates sin quedar en la punta y se sentó a su lado, con una pierna cruzada arriba de la otra y dándole una mirada para que no se atreviera a irse. El más bajo suspiro y se quedó en su lugar. Al cabo de unos minutos, llegó a Eijirou a sentarse a su lado y Hanta junto con Denki se pusieron detrás de ellos. Mina había llegado con Mei y la arrastró con el grupo de chicas de la clase A.
Su amiga parecía estar bien con ellas, así que pensó que no tenía caso decirle nada y se quedó con los chicos.
— ¡Te luciste Midoriya! —le golpeó los hombros el de quirk eléctrico que se sentaba detrás suyo — ¡Estuviste increíble!
—G-Gracias, Kaminari-kun —tartamudeo el de pecas debido a la fuerza del otro.
—Lo hiciste realmente bien —agrego el azabache —Nunca imagine que podías hacer artes marciales. O acrobacias.
—Hago karate desde que tenía cincos años y el año pasado forme parte de un club de gimnasia artística.
En realidad, el año pasado un centro deportivo cercano a su casa estuvo impartiendo clases de yoga, natación, gimnasia artística y boxeo. Mientras Inko iba a hacer yoga con sus amigas, el de pecoso quiso probar hacer gimnasia artística —en vez del boxeo o karate que ya había practicado por bastante tiempo— la cual era buena para la flexibilidad del cuerpo y la resistencia. Fue infernal la mayoría del tiempo pero se divirtió bastante y aprendió varios trucos que podía mezclarlos con sus técnicas de karate. Nadie esperaría que pudiera dar una voltereta hacia atrás y luego encajar una patada en el estómago de otra persona. Le fue increíblemente útil en su último año de secundaria.
— ¿Te gustan mucho los deportes, Midoriya? —quiso saber el pelirrojo con curiosidad.
El cenizo pese a no aparentarlo también estaba curioso. Había supuesto que el de ojos esmeralda algo sabía sobre peleas y tenía un cuerpo delicado pero con músculo, pero no pensó que hubiera ido a hacer deportes por su cuenta. Creía que era más del tipo estudioso que deportista. Por lo tanto, estaba atento a la conversación y agradecía que sus amigos fueran tan parlachines, por una vez.
—Al principio no. Aprendí artes marciales para defenderme —respondió con honestidad el de ojos esmeralda —Lo empecé a disfrutar más adelante y gracias a los profesores que tuve que fueron bastante amables conmigo.
El ambiente animado decayó un poco y el de pecas se rió nerviosamente al darse cuenta que era su culpa e intento modificarlo.
— ¡N-No fue algo tan malo y es bueno hacer deporte! Me mantuvo activo —sonrió, poniendo las manos a sus lados intentando demostrar que fue una buena experiencia —Pude defenderme de los que me molestaban y me hizo sentir bien conmigo mismo. Aún sin un quirk, soy una persona fuerte y resistente. Conseguí eso gracias a las artes marciales. Así que...¡auch! ¡¿eso por qué fue?!
Midoriya miro indignado —por segunda vez en menos de una hora— a Bakugou que le había golpeado la frente con los dedos pero ese sentimiento se esfumó cuando noto en los ojos rojos del contrario sentimientos contradictorios de tristeza y enojo. Por un segundo, pensó que el cenizo se compadeció de él y eso no le gustó, ya que no quería su pena. Sin embargo, después el de quirk explosivo gruño y declaró.
—Porque no quería seguir escuchando tu maldita historia —expresó el de ojos rojos su respuesta —Si está en el pasado y eres tan fuerte gracias a las artes marciales, entonces no tienes que decir nada más idiota. Hey, Kaminari, ve a buscar comida. Me muero de hambre.
Antes de que el de pecas entendería que el cenizo quería cambiar su ánimo y el de todos con su brusquedad, Kaminari que lo comprendió al instante se puso de pie y agarro a Sero para ir a buscar un par de sodas y botanas. Kirishima comenzó a contarle al de ojos esmeralda durante su tiempo en un club de boxeo y, como si nada, el ambiente entre ellos se volvió ruidoso y divertido una vez más.
Para cuando el más bajo comprendió todo esto, solo pudo mirar al de quirk explosivo con una sonrisa de agradecimiento.
La hora de los combates llegó después de unos cuarenta minutos de descanso. Fueron arreglados por un sistema aleatorio y el primero que salió fue el de Ashido contra Aoyama, siendo la primera la ganadora. A continuación, siguieron Yaoyorazou y Tokoyami, aunque todos pensaron que quién ganaría sería la azabache, debido a su pensamiento rápido y práctico, el que ganó fue el chico. Luego de eso, el combate más impresionante y corto fue el de Todoroki contra Sero.
Una demostración absurda de poder dónde el azabache quedó congelado en un iceberg.
—...Eso fue un poco extremo —comentó el de pecas viendo hacia el azabache dentro del hielo, prácticamente, congelado con todo y sonrisa —Pobre Sero-kun.
—No tuvo ni la más jodida oportunidad —murmuró el de ojos rojos —El bastardo mitad-mitad exagero. Pero este debe ser su jodido límite.
El de pecas hizo un sonido afirmativo. Las capacidades del quirk dual del bicolor no debían excederse o de lo contrario, podría resultar en un paro cardíaco ya sea por hipotermia o por el calor de su fuego. Viéndolo desde esta distancia, todavía sin estar muy seguro, creía que debía estar experimentando cierto grado de hipotermia y su cuerpo tenía que estar temblando por la creación de aquel gigante iceberg.
—Todoroki-kun será un oponente difícil, Kacchan —dijo el de ojos esmeralda —Su especialidad parecen ser ataques a largas distancia, eso le da cierta ventaja respecto a ti que debes acercarte para atacar.
— ¿Desde cuándo te volviste mi maldito entrenador? —repuso molesto el cenizo pero el más bajo sabía que no le disgustaba su opinión. De ser así, lo habría mirado mal y no le habría respondido —Puedo acabar con ese bastardo con facilidad.
—Midoriya, pareces muy seguro de que Bakugou va a pelear con Todoroki —se unió a la conversación el de dientes puntiagudos — ¿Le tienes mucha fé?
Eijirou solo buscaba bromear con el más bajo. Después de todo, una cosa que toda la clase A tenía en claro era que Shoto y Katsuki sin dudas iban a enfrentarse en los combates. Era el evento que la mayoría esperaba con más ansiedad desde que, inesperadamente, Tenya y Momo que entraban en el ranking de los más fuertes fueran eliminados por Mei y Fukumigake. Eso demostraba que no solo el poder era importante en una batalla, sino también las estrategias más inesperadas y la manera en que podían llevarlas a cabo.
Por lo tanto, debido a que más que ser un asunto serio era algo de conocimiento general y casi obvio, el de dientes puntiagudos solo quería bromear acerca de ello con el de ojos esmeralda. Nunca se espero que Izuku le diera una respuesta tan entusiasta.
— ¡Por supuesto que sí! ¡Kacchan es sin dudas muy fuerte y puede ganar! ¡Estoy seguro que lo logrará!
Si no fuera porque estaban sentados uno al lado del otro, el cenizo podría haber evitado que el de pecas viera su sonrisa debido a lo que dijo. Es más, ya que estaban lo suficientemente cerca, el de quirk explosivo noto ese brillo determinado e inocente en los ojos esmeralda del contrario que aseguraba con toda convicción que sería el ganador.
El pelirrojo se rió de buen agrado. No espero ese tipo de respuesta y confianza que el más bajo tenía en el cenizo. No obstante, una pequeña cosita llamo su atención.
— ¿Desde cuándo llamas a Bakugou por su nombre, Midoriya? —quiso saber con completa inocencia y el de pecas se sonrojo hasta las orejas.
— ¡E-Es reciente!
¡Mierda, lo olvide por completo! ¡Debí usar su apellido!
Hasta ahora, no se le había escapado ese apodo cariñoso para con el contrario. Ya que el de pecas presentía que no le caería en gracia que lo llamara así delante de los demás. Avergonzado y nervioso dirigió una mirada hacia el de ojos rojos que también estaba avergonzado, los bordes de sus orejas se encontraban colorados y lo miraba de brazos cruzados, pero no lucía tan enojado y eso alivio al de pecas.
Por otra parte, el de quirk de endurecimiento solo pudo preguntarse cuando esos dos llegaron a ser tan pero tan cercanos.
No pasaba tanto tiempo lejos del cenizo, ¿cómo sucedió esto? Era muy interesante.
—Tú y la rata electrica también tienen una forma de llamarme, ¿qué mierda importa como me llame Deku? —hablo el de ojos rojos para que la situación pasara como una sin importancia —Claro que es un apodo jodidamente infantil.
—Es lindo —refutó el de pecas.
—Lo que mierda digas —no discutió el cenizo.
— ¡Oh, entiendo! Aunque a mí me gusta más llamarte Blasty —opinó el de dientes puntiagudos.
Al menos, el pelirrojo era de pensamiento simple. Para cuando Denki volvió con Hanta —el cual llevaba una manta encima para entrar en calor— se le había olvidado todo el asunto y el de ojos esmeralda tuvo cuidado de no volver a soltar ese apodo, porque estaba convencido de que el de quirk eléctrico sí que podría hacer un escándalo por eso.
Los siguientes combates fueron un poco más interesantes, a el pelirrojo le tocó contra Testu Testu de la clase B, un combate que terminó al inicio en empate y después con la victoria del chico de la clase A. Después de eso, Mei perdió contra Tsuyu. El siguiente combate fue Ochako contra Fukumigake y termino ganando la castaña. Y, finalmente, fue el turno del cenizo contra Shinsou Hitoshi, el único alumno del departamento de Apoyo para Héroes que paso a los combates.
Midoriya tenía la idea de que este chico ojeroso de cabello púrpura y ojos amatista cuya postura en la arena de combate era bastante relajada poseía una especie de quirk de control mental. Lo sabía ya que durante las caballerías lo vio controlando a algunos chicos para que formarán equipo con él y lo obedecieran. Desafortunadamente, no sabía cómo funcionaba su quirk.
Pero se lo veía muy confiado y eso que estaba por pelear con el actual número uno junior de en la academia.
Al de pecas empezó a dolerle el estómago de los nervios y eso que no era él quien estaba por salir a la arena.
— ¿Por qué mierda parece que fueras a vomitar, idiota? —le preguntó el cenizo poniéndose de pie — ¿No crees que pueda vencer a ese maldito extra?
—Primero, es grosero referirse de esa forma a otras personas Kacchan —murmuro el de pecas haciendo un puchero —Segundo, no debes subestimar a tus oponentes. Nunca. Te lo digo por experiencia.
Cuando empezó a hacer artes marciales, hubo unas cuantas ocasiones en las que se confío de más en momentos en que sus atacantes lo enfrentaban en grupos. Hubiera sido más inteligente correr pero él, tercamente, decidió pelear y salió completamente destrozado como todo un idiota. Eso no tenía que ver con que era un sin quirk o una persona débil, si no que fue demasiado arrogante y se sobreestimo a sí mismo. De ser posible, aunque el de quirk explosivo tenía las bases para eso, no quería que cometería sus mismos errores.
Así que, el de ojos esmeralda tomó la mano a Bakugou y viéndole con seriedad, le pidió.
—Por favor, ten cuidado Kacchan.
—...No me digas que mierda hacer, Deku.
Aún con sus palabras bruscas, el cenizo le dió un ligero apretón a la mano del más bajo antes de soltarle e irse para su combate.
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