Capítulo 10

—Joven Bakugou, es suficiente por hoy —sentenció All Might.

Bakugou soltó entonces una de las pesas que estaba sosteniendo, se estiró el hombro derecho y gruño por lo bajo debido a un tirón de dolor que sintió en esa zona. Yagi le busco una toalla y una botella de agua, se las pasó y se le quedó mirando con preocupación.

—El Festival Deportivo es pasado mañana. Toma un día para descansar y relajarte —aconsejó el mayor —Intenta dormir lo más que puedas y desayuna apropiadamente. No entrenes más. Sería desafortunado que una lesión te impidiera participar.

—No soy idiota. Sé cómo cuidar de mí cuerpo —protestó el de quirk explosivo yendo hacía una banca para sentarse.

—Lo sé, pero recordarte estás cosas es importante —se sentó a su lado el rubio —Eres mi sucesor. Tengo que cuidar de ti lo más que pueda dentro de lo posible.

Creo que quieres cuidarme más de lo necesario.

En el pasado, había varias historias relacionadas a la razón por la cuál All Might no tenía un sucesor pese a ser casi un héroe en la edad de retiro. Algunas decían que era debido a que no tenía hijos de sangre que hubieran heredado su quirk. Otras que el criar un sucesor era un trabajo demasiado pesado para el actual Símbolo de la Paz. Y un par decían que se debía a que el rubio no quería adoptar a alguien que sería constantemente señalado como su sombra y sometido al maltrato mediático. De todas historias, el cenizo descubrió que la última era la que más se asemejaba a la realidad.

Toshinori no quería un sucesor debido a que sabía de primera mano que sería puesta bajo el ojo público, perseguido, marcado y atormentado por cada una de sus acciones. No tenía el corazón lo suficientemente endurecido para hacerle eso a alguien tan joven, que podría llevar una carga muy pesada sobre sus hombros e inseguridades horribles. Además de que heredar el One For All llevaría a que ese sucesor pudiera tener dolores físicos de por vida a cambio de una enorme cantidad de poder y otras cualidades.

Sin embargo, cuando se conocieron, Katsuki demostró que era alguien capaz de soportar toda esa carga con la frente en alto y seguir adelante. Valiente, intrépido y lleno de coraje, si no fuera tan fuerte, el rubio no lo hubiera elegido como su sucesor. Pero eso no quitaba el hecho de que seguía siendo joven y el rubio tenía muchísimo miedo de todo lo que pudiera pasarle. Se notaba por como las ojeras oscuras se le marcaban en la cara y sus manos temblaban ligeramente cada tanto. All Might se volvió muy sobreprotector una vez se encariño con él. No quería que saliera lastimado.

No quería que leyera en la prensa que era un héroe venido a menos, que no merecía la tutela del héroe número de Japón y que su actitud era más la de un villano.

El cenizo tomó un poco de agua y notando la mirada perdida de su mentor, chasqueo la lengua y se puso de pie.

— ¿Qué dirías si alguien sin quirk se mete en el Festival Deportivo?

Ante la repentina pregunta, el rubio abrió la boca por un segundo sin saber qué decir, hasta que una sonrisa se le formó.

— ¿El joven Midoriya va a participar? —tomando el silencio del cenizo como respuesta, continúo —Diría que es una persona valiente.

—Pero la mayoría e incluso él mismo dirán que es el idiota más grande todos los tiempos —dijo el de ojos rojos con el ceño fruncido —Así que, si van a decir eso acerca de alguien que tiene el valor de intentar algo imposible, ¿qué mierda da lo que digan acerca de mí si me burlo de todos y digo lo que mierda quiera? Yo sé quién soy y lo voy a demostrar. Al carajo la prensa y todos los demás.

—Me hubiera gustado mucho tener esa actitud tuya cuando era más joven —sonrió levemente el rubio —Aún recuerdo más los artículos del diario que hablaban de mis fracasos en lugar de los que decían todo lo bueno que hacia y las personas que salve.

—Tienes suerte de que sea tan genial —se mofo el cenizo.

—Agradezco que seas tan fuerte —reconoció el rubio poniéndose de pie —Pero puedes decirme si te sientes mal alguna vez, joven Bakugou.

El de quirk explosivo rodó los ojos y se fue a el baño. Los gimnasios de la academia no dejaban pasar a sus estudiantes después de la hora del cierre escolar pero con un tutor la historia era diferente. Tenían tiempo hasta las diez de la noche. Pero All Might no era tan sádico como para hacerle eso después de que Aizawa lo torturó toda la tarde. En verdad, el cenizo presentía que quería pasar un tiempo con él para conversar y era más fácil conseguir eso cuando estaba entrenando.

Al salir de las duchas, el mayor lo esperaba en la puerta de salida. Debido a lo tarde que era insistió en llevarlo en su auto hasta su hogar y el menor cedió gracias al cansancio y la fatiga. Se subió en el asiento del copiloto y apoyo el codo en la ventanilla para apoyar su cabeza ahí. La oscuridad de la noche y las luces de los edificios al pasar hicieron que sus ojos se sintieran irritados.

El de pecas esa mañana también tenía los ojos irritados. Le contó que paso toda la madrugada diseñando lo que usaría en el Festival Deportivo —en el cuál se había dignado en participar— así que no descanso correctamente. Pero aún así, su sentido del humor seguía siendo brillante y alegre. A diferencia de cuando se conocieron, ahora podía decir con seguridad que Izuku tenía una personalidad muy agradable, positiva y adorable la mayoría del tiempo. Realmente debió haber estado harto de todos cuando se vieron por primera vez.

Y ahora ese tonto incluso va a actuar en el festival. Sé que yo le dije toda esa mierda para que no se arrepienta pero...

— ¿Estás preocupado por el joven Midoriya?

La pregunta de Yagi, que parecía haber escuchado sus pensamientos, hizo que Bakugou casi se resbalara y su cabeza se cayera. Recuperando la compostura, siguió mirando hacia la ventanilla e ignoró la ligera risa de su mentor.

—Estoy seguro que estará bien —le aseguro el rubio —Tiene a una persona bastante fuerte y genial de su lado.

El cenizo sintió cierto calor en su rostro pero se quedó callado y cuando el auto se detuvo en su casa, simplemente se bajó velozmente y se metió en su casa.

Shimura les dió una muy extensa charla antes de darles el visto bueno para participar en el Festival Deportivo. Teóricamente, todos los alumnos eran libres de participar sin importar el departamento en el que estuvieran. Pero en la práctica era obvio que solamente el departamento de Heroísmo y el de Apoyo para Héroes podían formar parte, al ser esos estudiantes los que tenían la mayor cantidad de posibilidades de llegar a las finales.

No se debía a una injusticia, era la realidad. Los demás departamentos no tenían ni la mitad de clases de ejercicio físico o las clases necesarias para entrenar las destrezas de sus quirks que los futuros héroes de la sociedad. Podrían tener un accidente grave si llegaban a los combates sin la menor experiencia.

Midoriya tenía bastante experiencia en peleas callejeras. Por otro lado, Hatsune era de pensamiento rápido, estaría bien en un combate incluso si era superada en poder. Su profesor les tenía bastante confianza pero seguía estando preocupado por ellos y les recordó constantemente que tuvieran cuidado.

Aparte de eso, les dijo que estaría en las tribunas viéndolos.

Pese a que era muy patético, el de pecas hubiera agradecido que su profesor los acompañará hasta la arena cuando comenzó el Festival Deportivo.

Con una figura tan aterradora esos susurros no hubieran pasado.

—Hey, miren, ¿que hace Deku aquí?

— ¿Dejaron que un sin quirk participe? Puede terminar muerto.

—Va a hacer el ridículo.

—Debe ser idiota para estar aquí.

La clase A, la clase B de Heroísmo. El departamento de Apoyo para Héroes. Unos cuantos estudiantes de los demás departamentos con quirks buenos que querían poner a prueba. Todos ellos se enfocaron en él que acababa de entrar a la arena. Tuvo deseos de vomitar y sus piernas temblaron, pero después sintió que alguien le tomaba la mano y al girar la cabeza, vio la sonrisa de la de cabello rosa.

—Vas a dejarlos con la boca abierta —le guiño un ojo — ¡Lo aseguro!

—Gracias, Hatsune-san —sonrió el de pecas agradecido —Tú también lo harás bien. Vas a conseguir varios patrocinadores.

—Me mantendré en el centro de atención —le soltó la mano la femenina —Pero prometo no ir en tu contra, ¿tú prometes no ir contra mí?

—Lo prometo —saco su dedo meñique y la femenina lo agarro con una sonrisa —Te deseo mucha suerte.

— ¡Lo mismo!

Se escucharon unos cuantos susurros más. Izuku podía entender que la mayoría lo estaba llamando Deku. No sabía quién le había inventado ese apodo —cuya traducción era inútil— pero era bastante estúpido y molesto el tener que escucharlo.

—Hey, te tengo un mensaje.

La voz familiar hizo que el de pecas se girará al frente, notando entonces que Katsuki fue quien le hablo y se le acercó. Parecía estar bastante tranquilo, aunque su aura decía que ganar el festival sería para él sencillo, el de ojos esmeralda sabía que estaba más que nada emocionado por las batallas que tendría. Los nervios y el miedo parecían no existir en su lenguaje.

Y eso lo hacía genial. Increíblemente genial.

— ¿Te han mandando de paloma mensajera, Bakugou-kun? —bromeó divertido —Eso es bastante extraño.

—Solo lo hago porque me apetece —bufo el de quirk explosivo y señalo detrás suyo —De la cara redonda. Dice que Deku también se puede traducir como Dekuri. Una frase vieja para "puedes hacerlo". No está tan mal, ¿verdad? Cambias la jodida perspectiva y ya.

—...Bueno, me sigue sin gustar, pero si lo dices de esa manera quizás me termine gustando —sonrió el de pecas — ¿Lo harás?

—Me parece que sí. Así no sabrás cuando te llame inútil —le saco la lengua el mayor.

El más bajo rodó los ojos pero se terminó riendo y, entonces, se escuchó como se llamaba a los estudiantes a salir a la arena del estadio preparado para el Festival Deportivo y las ovaciones de las tribunas se volvieron estremecedoras. El suelo era de tierra y tan grande como un campo de fútbol americano. Cincuenta estudiantes se unieron a la competencia y bajo las indicaciones de Yamada que hacia de orador radial junto con Aizawa, el primer desafío del festival eliminaría a la mayoría.

— ¡El Festival Deportivo acaba de comenzar! ¡Childrens, separarse un poco y esperar la señal de Mindnight!

Los estudiantes obedecieron. Midoriya vio a Bakugou alejarse unos centímetros y cuando pensaba en lo que sucediera, Cementoss entro en la escena. Desde el suelo se levantaron muros de cemento, con los competidores arriba de ellos. A metros de altura, las tribunas tenían una mejor vista de los estudiantes y aquellos que le tenían miedo a caerse, se mostraron pálidos y angustiados. Algunos cayeron de rodillas debido al terror.

El cenizo no le tenía miedo a las alturas y dando un vistazo hacia el de pecas, noto que él tampoco. Se mantuvo estable en su plataforma como si nada. A diferencia de Kaminari que estaba arrodillado en el suelo y Ashido que dió un ligero chillido y se fue a abrazar a Sero que estaba en su misma plataforma. No lograba localizar a Kirishima pero no creía que estuviera tan mal en las alturas.

La voz de Aizawa se escuchó dando las indicaciones de la primera prueba.

—Es una batalla sin cuartel. Ganarán los estudiantes que queden en pie al finalizar los veinte minutos en el reloj —la pantalla mostró un reloj gigante para todos —Las reglas son simples. Solo tienen que tirar a los demás. Se les dará un puntaje según la cantidad de personas que eliminen.

— ¡Dicho eso, comenzamos! —grito entusiasmado el rubio — ¡Good luck!

Al instante, como si fuera instintivo, todas las miradas se centraron en el de ojos esmeralda. Él era el eslabón más débil en toda la cadena y cuatro personas, lo más cercanos a su plataforma, se lanzaron a atacarlo. Pese a que el cenizo sintió que tenía que ayudarlo, se quedó de pie y solo observó.

Y eso fue lo correcto.

Izuku no cambio de expresión cuando lo atacaron en grupo —se lo veía venir— solamente dió un paso a la derecha y con una limpia patada, arrojo al primer chico lejos de la plataforma. Después, dando un salto empujó a una de las chicas y de sus muñecas salió una especie de hilo que hizo que pudiera atar a uno de los chicos. Usando su cuerpo como centro, lo tiró hacia el último chico que quedaba y los arrojo a los dos. Al terminar, se veía tranquilo y relajado, de pie en la plataforma como si nada hubiera pasado.

En la pantalla principal del estadio apareció su nombre, el puntaje que obtuvo y que lo ponía en el primer lugar del Festival Deportivo.

La tribuna estaba atónita, al igual que el resto de los estudiantes y los profesores. Únicamente, Katsuki soltó una carcajada y usando sus explosiones, aprovechó que el de pecas había dejado aturdidos a todos para atacarlos por sorpresa. Lo superó cobrando seis víctimas.

Cuando volvió a su plataforma inicial, la cual quedaba cerca del más bajo, se vieron mutuamente a los ojos y en el momento en que todos pensaron que iban a atacarse a la vez, los dos saltaron en diferentes posiciones.

Midoriya pudo empujar a dos personas más. Bakugou a una. Todoroki, Iida, Yaoyorazou y otros más de la clase A que empezaban a notar la desventaja y que ambos chicos parecían haber pactado no atacarse, se pusieron a la ofensiva de inmediato. Los veinte minutos pasaron tan rápido que al escuchar el sonido del tiempo deteniéndose y a Mindnight gritando que ya era suficiente, todos se fijaron en los marcadores. Incluso aquellos que habían caído de las plataformas de cemento lo hicieron.

Gracias a su inicio espectacular, Izuku se quedó con el segundo puesto, a un punto de diferencia de Shoto que quedó en tercer lugar. El número uno, por su modo alocado y despiadado de atacar, fue Katsuki.

El de pecas se quedó mirando su nombre con un sentimiento de orgullo que no podría explicarse a sí mismo, estaba agotado e incrédulo, feliz y alegre. No pensó que llegaría tan lejos con unas muñequeras que disparaban hilo, zapatos con gravedad y rodilleras de hierro. La garganta le ardía y antes de que se pusiera a llorar, alguien le golpeó la espalda.

Al darse la vuelta, se encontró con los ojos rojos del cenizo. Tenía una pequeña herida en la mejilla derecha y su cabello estaba despeinado, pero tenía una sonrisa salvaje y engreída que le demostraba que seguía conservando el cien por ciento de su energía.

—Nada mal, Deku.

El de pecas hizo un puchero, el apodo le seguía sin gustar todavía sabiendo que el cenizo estaba usando, posiblemente, el significado positivo que le enseño Ochako. Pero entonces se le ocurrió una idea. Con una sonrisa inocente y brillante, se acercó hacia el de ojos rojos que le vio desconfiado.

— ¡También lo hiciste genial, Kacchan!

Debido a que no había muchas personas con ellos en las plataformas, las posibilidades de que alguien hubiera escuchado el apodo amoroso e infantil que el de pecas uso eran pocas. De todos modos, basto con ver al de quirk explosivo ponerse rojo hasta las orejas para saber que lo que sea que le halla dicho el más bajo fue extremadamente malo. Cuando el avergonzado cenizo inicio una persecución contra el alegre y suicida chico sin quirk que no se arrepentía de nada de sus acciones, Ereaser Head les recordó por el micrófono que la prueba había terminado y que era mejor que se detuvieran antes de que les quitarán sus puntajes.

Ambos chicos se detuvieron de inmediato. Cementoss deshizo las plataformas y todos bajaron. De la primera prueba se eliminaron más de la mitad de los participantes y se notaba por la manera en que quedaron en la arena.

Mina y Eijirou se acercaron hacia ellos, queriendo saber qué le dijo el de pecas a su líder. Por otro lado, Hanta y Denki se estaban recuperando de la altura a la que estuvieron expuestos.

—Como les digas, te mato —le advirtió el de quirk explosivo al de pecas.

—Es una manera amistosa de llamarte —se defendió el de ojos esmeralda —Si no me dejas hacerlo, tampoco te dejare llamarme Deku. Podrías usar mi nombre.

Bakugou pensó en hacer eso pero, de alguna forma, llamar por el nombre al contrario se sentía vergonzoso. Se sintió molesto por eso, ya que no le encontro sentido, ¿por qué le daría vergüenza usar su nombre?

—Bien —gruño el cenizo —Haz lo que te dé la gana, Deku.

Midoriya se sintió feliz de salirse con la suya. Además, el apodo del cenizo sonaba muy lindo y pensaba que le quedaba bien. Ya que aún con todo ese carácter varonil, poderoso e invisible, tenía ciertas características realmente muy lindas.

Por supuesto, no estaba tan loco como para decirle eso en voz alta.

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