XXXII Tres demonios

Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz. mundo sin armas y vivir con paz.

 -Albert Einstein

-----Viernes 7 de Agosto de 1942-----

Ryoma Bushida

Mucha tranquilidad por parte de los rebeldes. Pienso bastantes cosas, por que la gitana tiene razón. De haber  roto su tregua estaríamos todos muertos. ¿Qué no era una persona salvaje sin  poder pensar?

Los soldados japoneses le tocaron su mayor tesoro y ella se desquito con ellos a muerte...pero no con nosotros. Deberíamos estar muertos y ah sido su misericordia que nos mantiene en vida.

¿Cómo proceder? Ella tiene al hombre que mato a mi familia. Solo escucho que dicen que no fue su culpa y las ordenes son dadas por él en ese fragmento; Debería ponerme a buscar  las coordenadas y todo el fragmento de esa charla para  mínimo saber si ese hombre miente.

Mis vigilantes me comentan que siguen sin tener movimiento y el tiempo se les termina. En su lugar estaría  posiblemente pensando como quitarme la vida. Pero claro...ellos no practican al harakiri.

Miro a Amira dormir después de haber sellado nuestro amor con una noche llena de entrega total y caricias. Sin embargo  lo que la gitana me dijo retumba en mi cabeza.

«Traiciono a su esposo para irse contigo...Cuando le dejes de servir...estarás en el lugar de William si no tienes cuidado Ryoma... Estarás en mi silla contestando preguntas »

«Esfúmate. No tienes necesidad de arriesgarte por ella. No quiero tenerte rencor...no quiero tener que matarte.»

Me quedo pensando en silencio y analizo bastantes cosas en este momento. Mientras estoy en mis pensamientos. Amira comienza a moverse de forma inquietante. Creo que esta teniendo una pesadilla.

—Largo...— Después de este balbuceo da un giro violento mientras me percato que aun tiene los ojos cerrados—Aléjate...

Me pongo de pie y me dirijo a ella. Intento calmarla  y ella al sentir que la tocan se mueve de forma mas violenta y lanza un pequeño grito. Lagrimas comienzan a salir de sus ojo cerrados y grita de forma desesperada.

—¡DEJAME!

Al ver que su pesadilla se intensifica me pongo sobre de ella  tomándola de las manos. Y ella intenta soltarse. Se rehúsa a abrir los ojos y llora desconsoladamente.

—¡Amira!¡Estar bien!¡Abre ojos!

—NO...Esta sobre de mi...

—¡Prometer nada pasar! ¡Soy Ryoma!

Al ella ir despertando mas, parece reconocer mi voz. Con cuidado va abriendo los ojos hasta que mira a su alrededor  preocupada.  Con cuidado retiro las lagrimas de sus mejillas y sostengo su rostro. Ella se siente avergonzada.

—¡Lo...lo siento!

—No tener nada que disculpar.—Me acerco a besar su frente para tranquilizarla.—Miedo es normal con oponentes tan difíciles como gitana.  

—Pero ustedes son mejores ¿No?

—Nunca es bueno dar por hecho resultado de batalla.—Guardo silencio un momento y prosigo después de resonar mi garganta.— Si no han muerto...peligrosos.

Amira parece preocupada. Mira hacia todos lados como si fuera de la carpa se sintiera  vigilada.

—Gitana no tener movimiento desde hace horas.— Me acerco a besar su cuello y ella responde de manera positiva.— No ah salido de carpa desde que fue a buscar a su esposo.

Lentamente comienza a quitarme la poca ropa que tengo y a dejar mi pecho descubierto. De igual modo hago como ella y contemplo sus hermosos pechos,  el jinbei que tenemos puesto nos estorba y necesito verla desnuda una vez mas. La tengo para mi, solo para mi. Mi nariz se impregna de su olor y recorro lentamente con mi lengua su abdomen, me detengo en sus pechos. Me aseguro de llenarla de placer hasta que los siento duros.

Es la mujer de mis sueños. Estoy consiente de que le arrebate la esposa a otro hombre. Pero mis pecados se pagaron al perder a mi familia. Perdí con creces ese día y tengo derecho a rehacer mi vida. Amira no esta siendo obligada a nada y William se hizo no fiable.

Amira comienza a hurgar entre la ropa que aun tengo puesta de mis caderas para abajo y se encuentra con su premio. Subo mi lengua a su cuello y siento como traga saliva. Esta extasiada, pero se que necesita mas que eso. Necesita que la haga mía una vez mas.

La luna es nuestra única testigo de lo que sucede en esta carpa. Una vez todo termine la llevare de regreso a Japon y podrá tener una vida plena y sin peligro.

Una cosa lleva a la otra y mi nueva mujer me pide con la mirada que consuma su deseo. Me voy abriendo paso y ella gime al sentirme con ella siendo uno. No me puedo cansar de ella. Es adictiva.

Mía Campbell

Rasgar la carpa  en la parte trasera me ah permitido salir  sin que ellos sospechen. Tendrían que subir a un árbol para ello.  Pueden ser muy profesionales con sus espadas, pero, nos subestiman y nos miran como inferiores. Esa ventana es la que tenemos de oportunidad. Los tanques están estacionados donde esta el campo de ellos.

Esto que pretendemos  es bastante peligroso pero es una oportunidad de oro. 

Nos hemos bañado en fango y vamos con camuflaje. Avanzamos muy poco y cada que los guardias miran hacia acá  nos mantenemos ocultos. Ventaja, la hierva es alta,  eso nos sirve a nuestro favor. Así como puede ser nuestro enemigo. 

Mis codos sangran  posiblemente de tanto arrastrarme entre la hierba alta. Pero no me puedo dar por vencida.

Mi esposo viene detrás de mi  y ambos estamos arriesgándonos bastante ¿A que costo? Regresar con nuestros hijos y tener una familia.

Cualquier mínimo error nos costara la vida. Así que tenemos que ser perfectos. Dejamos de arrastrarnos por que escuchamos ruido  y nos mantenemos en silencio. No suena un ruido de que busquen algo que no encuentran. Suena a un ruido de que están dando su rondín por esa zona. Dentro de pocos minutos irán a avisarle a Ryoma que no tenemos movimiento. O si esta muy ocupado con Amira, posiblemente entre ellos lo hablen. 

Una vez escuchamos que se mueven  continuamos hasta llegar a las ruedas de los tanques. Son cuatro en total. Bastantes para el campo. Ryoma alejo a los soldados y esto también nos da ventaja. Al parecer si le molesto que no cumplieran con su parte del trato. 

Carter continua arrastrándose hasta llegar al segundo y ambos nos hacemos señas para saber que llegamos.  Debido a que entrenamos a Bell el nos ayuda. Toco su nariz y le entrego una soga, el del mismo modo que nosotros intenta moverse entre la hierva con cuidado. Por su gran olfato encuentra a  Carter. Una vez siento el tirón de la cuerda ambos comenzamos nuestra sincronía mental y comenzamos a trabajar.  Escondemos muy bien explosivos entre las ruedas  y por la parte  de abajo del tanque logramos entrar dentro.

Para mi sorpresa el tanque esta vacío. Eso es bueno por que así no están cambiando rondas y si llegan a encontrar un cadáver, levantaríamos sospechas. 

No se mucho de tanques y apuesto que Jack tampoco. Pero al ir mirando todo el lio  dentro, comenzamos a cortar cables. esto con la intención de que los tanques no puedan rotar a atacar o girarse hacia el campo. Una vez que intenten prenderlos  las ruedas aplastaran los explosivos y quedaran inmovibles e inservibles.

Comienzo a guardar los cables que aparte de que troce , también arranque una buena porción. Esto para que no los unan y se haga funcional de nuevo.  Jack de seguro esta haciendo lo mismo. Una vez terminamos  salimos y ambos jalamos la cuerda para encontrarnos de nuevo. Admito que el trabajo ah sido muy pesado y nos sentimos exhaustos. Tener tanta fuerza en los brazos es fundamental.

Una vez reunidos  decidimos hacerlo mas sencillo. Nos arrastramos al  tercer tanque  descansamos  unos minutos. En forma de susurro me comenta.

—Esta vez yo  subo y hago lo mismo... Descansa y vigila.— Mientras recupero el aliento mando a Bell a dar una vuelta de seguridad. En menos de tres minutos llega. quiere decir que no encontró nada peligroso.

Jack comienza a abrir la compuerta  con cuidado y silencio y se adentra. Yo me apresuro a ir colocando los explosivos  entre las correas de las llantas bien ocultos.

Pasando el tiempo nos encargamos del ultimo tanque y esta vez cambiamos papeles.

Nos toma bastantes horas  pero todo indica que fue un éxito.

Cuando llegamos al campo  ordeno a algunas de las personas que  descansen y se retiren a sus campañas.

Es la excusa perfecta para que ellos nos vean trabajar igual sin levantar sospechas. Sin embargo del lado que tenemos a los japoneses  mandamos a levantar dentro de las casas de campaña una pared de madera que se ve invisible para ellos. Para evitar que escuchen que trabajamos, afuera la gente se encarga de hacer el ruido que generalmente se hace.  Debido a que los samuráis tienen arcos y flechas  nos servirán de escudos contra estas y las balas. Lo único que ellos pueden ver es que comenzamos a arrimar costales a la entrada para hacer  nuestra barricada y defendernos.

Con esto les estamos haciendo saber que vamos a pelear.  

 Entre la hierba alta nos hemos encargado de dejar mas explosivos. Debido a que vemos que no tienen perro de rastreo. Los samuráis están esperando poder hacer un ataque  cercano para poder usar sus katanas. Tenemos que intentar que no se acerquen o en su defecto si cruzan la barrera que  nos enfoquemos en ellos por que nos van a rebanar si nos alcanzan.

Andrew en su tiempo nos enseño que dejar trampas en el bosque bien planeadas son fundamentales. También hemos dejado agujeros con estacas. Estas trampas no nos quitaran a todos los enemigos pero el numero debe de ser considerablemente reducido.

Uno de los hombres  de papá,  Rooks  se encarga de proporcionarnos extra defensa. Debajo de nuestra ropa  en lo largo de los brazos, piernas, torso y parte del cuello  tenemos que llevar una malla algo pesada. Esto evitara que las katanas nos rebanen. Estuvimos haciendo pruebas  y con nuestras armas es imposible traspasar la defensa. Sin embargo   al utilizar esta protección debajo, reduce nuestra movilidad. Estamos utilizando las mallas desde ya para acostumbrarnos y conseguir resistencia o no sentirnos tan pesados el día que inicia la guerra.

Hemos distribuido las armas entre las casas de campaña. Por que toda junta intentaran explotarla para dejarnos indefensos. También tenemos algunas cuantas enterradas a escasos centímetros de la tierra.

En estos días Andrew y Logan se han hecho residentes temporales en los que los escucho  e intentan desconcentrarme. Tomo el medicamento que Scarlett me dio de prueba y se calman un poco. Sin embargo, Elizabeth también es silenciada y eso no lo quiero.

Me informan que desde la radio tengo a papá en la linea esperando que atienda y dejo de hacer mis cosas y me acerco a hablar con él. Tomo un fuerte suspiro por que se que no me espera nada bueno. 

—¿Diga?

—¿¡Por que me hiciste esto!?— Papá se escucha mas angustiado que molesto.—¿Pretendes que te maten?¡DEJAME AYUDARTE!

—Papá...necesitas aun tiempo para practicar el caminar con tu prótesis. No te pienso arriesgar así.

—¡TU ME DIJISTE QUE NO ERA UN ESTORBO!

—No lo eres ¡Por favor! Comprende...No te voy a exponer sin que aun tengas la practica.

—¡Es un suicidio!¿Por que no vinieron ?

—Por que seria hacerles saber que huimos y no se detendrían...¡Los niños no merecen eso papá!

—¿Y tus hijos merecen quedarse sin padre y sin madre?— La voz de papá es quebrada. Conociéndolo se esta tallando los ojos para secar las lagrimas.—¿Crees que es natural que un padre entierre a su hijo?

—No...pero...papá

—¿Por que me quieres hacer pasar por ese dolor?¿Por que no me dejaste ir con tu madre entonces? ¡AQUI ESTOY LUCHANDO! ¡ERES UNA INGRATA!

Me parte el corazón escuchar a papa así.

—No pienso morir James.— Trago saliva y escucho silencio del otro lado.—No me quede para morir ¡VOY A PLEAR!

—Ellos tampoco piensan morir...

—Si escapo...me llevare el problema.— No puedo evitar que mi voz se quebré. Comienzo a recordar ese día.— Como en Pearl Harbor...por escapar... El precio que pagamos fue Korina.

—¡Las cosas no tienen que ser igual! ¡Me encargare de desaparecerlos y que tengan nuevos nombres, identidades todo...¡Por favor Mía!¡No me hagas pasar por esta angustia!

Trago saliva limpiándome las lagrimas que salen. No quiero seguir huyendo y vivir con miedo que maten a mis hijos. Prefiero borrarlos del mapa.

—¡Papá!— resueno mi garganta e intento mostrarme lo mas relajada posible. — Si muero...es por que no estaba destinada a llegar mas lejos.

Solo escucho el llanto de papá por el otro lado. Es un llanto muy desgarrador. Me remueve las entrañas.

—Lo siento papá...Pero ya me canse de esconderme.

James  no me responde nada y continua en su llanto continuo. Pasan los segundos y estoy por cortar la comunicación cuando escucho que traga saliva.

—Mía Astrid Campbell Locke.

—¿Si James?

—¡Aplasta a esos hijos de perra!

Es el quien corta comunicación y me mantengo pensando un momento. Mis manos tiemblan y me siento mal. Al instante agarro una bolsa y comienzo a regresar lo que comí hoy. Me veo a un espejo y estoy pálida.

Mi vista se comienza a poner borrosa y veo destellos.  Mi corazón late con fuerza  y ellos empiezan de nuevo.

«Estas destinada a morir»

«Estaremos para recordarte y verte caer»

«Quizás te muestren la cabeza cercenada de tus hijos»

«Quizás mientras miras eso una bala le atraviesa el cráneo a Carter»

«Y seguido decapitan a James»

« Ahogan a Hoffman hasta que le revienten los pulmones»

—¡NO!— Tapo mis oídos y los sigo escuchando.—¡NO EXISTEN!¡LARGO!

«Scarlett partida en dos»

«¡Cooper  ahorcado exhibido en publico»

—¡BASTA YA!¡LARGO AL ABISMO!

«Te voy a perseguir y te voy a cazar hasta que me pidas piedad»

«¡Esa voz!»

Abro los ojos  de golpe y frente a mi esta William. Los tengo a los tres frente a mi. Solo que en su versión aparentemente muerta.

«¿No pensaste que podríamos aparecer los tres al mismo tiempo?»

Logan esta con la estaca atravesándole el estomago, alguno de sus dedos faltan y de su entrepierna chorrea sangre. Las cuencas de sus ojos están vacías pero sabe donde me encuentro. Su color de piel necrosa.

«Vamos a ser espectadores de tu muerte...Me pregunto ¿Cómo se pondrá Carter?»

Andrew  tiene varios mordiscos, al parecer de  lobos o animales pequeños. Su piel es pálida y parece que  mira su dedo que el ampute. Pasea sus orbes de un lado a otro mientras ve que no esta solo. Con su otra mano sostiene un hacha  que la arroja al aire mientras la vuelve a sostener  con facilidad del mango.

Intento mantener  la calma y no salir corriendo. De seguro es una alucinación. Debe de ser una alucinación. De lo contrario ya me hubieran atacado. Y no es posible que los muertos regresen de la ultratumba así por que si.

«Me gustaría que mi hermano muera  de tristeza como yo lo estoy haciendo...Sin mencionar que esa mujer que tenemos enfrente me tiene torturándome»

William apunta hacia mi  y los otros dos me miran.  El nazi tiene  su pierna rota y la otra amputada, sostiene su ojo  el cual se le quito, con su mano libre. Sangra de múltiples partes del cuerpo por heridas que yo le hice... muy similar al estado en el que esta  en esa carpa de prisionero. Los susurros se escuchan entre ellos.

«En su defensa ¡Se lo tienen bien merecido!»

Elizabeth  aparece detrás mío y los mira.  Siendo que mi enfermedad o sea lo que sea que tengo empeora. Ahora veo a las personas frente mío. Estoy aterrada y solo me mantengo como espectadora. Trago saliva, Elizabeth una vez mas habla.

«¿Que hacen aquí?»

«No es obvio...Viéndola sufrir...¡Morirán!»

—Nadie morirá aquí hoy.

«En la guerra todos mueren Mía... Y mas cuando se hace en algo personal.»

—¡Es diferente! ¡Estamos peleando por una buena acción!¡NUESTRA FAMILIA!

«Ryoma pelea por su familia»

—¡No es nuestra culpa! ¡Ni la de Jack! Ryoma...

«No quiere saber tus razones sin valor...Al verte romper una tregua...te conviertes en el enemigo...nadie nunca entenderá tus actos ...solo juzgara tus acciones...Me paso en Norwich»

«Para Ryoma mataron a su familia e intentas asesinar a sangre fria a la mujer de la cual esta enamorado.»

—¡Es diferente! ¡Yo no estoy experimentando con nadie!

«Entonces ¿Qué buscas conquistar Mía?»

—¡Nada!— Miro a todos los presentes o las alucinaciones mientras guardan silencio.— Quiero ser la mujer mas libre de todas, quiero igualdad, quiero que no existan las torturas, quiero que nadie carezca de hambre.

Por arte de magia todos desaparecen y solo queda Elizabeth conmigo.

«¿No quieres someter a nadie?»

—No.—Elizabeth me mira incrédula sin embargo me permite continuar.—Pero, si venciendo en esta guerra es el primer paso para lograrlo...que así sea.

—Mía...— Al dirigir mi mirada detrás veo a mi esposo.— ¿Te están molestando las voces?

—Yo.— Apunto hacia  mi alrededor, pero cuando mi vista se fija en donde estaban hasta Elizabeth se ah ido.— Hace minutos atrás... si

—¿Estas bien?

— Me siento impaciente... intranquila.

Jack sin decir nada se me acerca y besa mi frente. Siento sus cálidas manos tocar mis mejillas. Sus brazos me rodean  y ese abrazo se mantiene  fuerte y cargado de amor.

—¡Todo estará bien!

Me aferro a mi esposo y le regreso el abrazo.

—¡Ellos estaban aquí!— Lo abrazo con fuerzas. Jack se mantiene en silencio y no me dice nada.— Me atormentan con Ryoma y su deseo de vengarse...¿Qué tal si...

—No son reales...— Jack me sostiene con fuerzas.— No puedo entenderte...Pero te juro por nuestros hijos que no será como te dicen ¡Vamos a  regresar  con vida a verlos!

Tengo mucho miedo y esas voces siguen  retumbando...Intento ignorarlas pero me agobian. Carcomen mi cerebro y solo quiero que se callen.

—¡Basta por favor!

«Muerte»

«Ryoma pelea por su familia»

 «Caeran en las garras de Amira»

Jack me abraza sin decirme nada. Se mantiene en silencio  lo escucho  con una respiración agitada. Al cruzar miradas con el veo sus ojos cristalinos. Esta desesperado.

—¡LARGO!

«Nadie sobrevivirá »

«Su afilada hoja atravesara el cuello de tu esposo»

«Mas electrochoques te esperan»

—¡No es real Mía!¡Piensa en nuestros hijos!¡Ellos no quisieran verte mal!

—¡LARGOOO!

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Tras cerrar mis ojos se escuchan un silencio lleno de paz tranquilidad.  Al ir abriendo paulatinamente mis ojos , sigo sin ver a nadie y el ruido despareció.

Jack me mira  su pulso tiembla y su mirada  esta llena de agua. Esta asustado...es normal. Ni siquiera sabemos que tengo.

Lo abrazo con fuerzas  y siento de nuevo como besa mi frente.

—¿Cuánto tiempo paso?

—Unos diez minutos...— Mi esposo suspira  y  siento que se comienza a relajar.—¿Cómo te sientes?

—Por fin tengo silencio...—Menciono agobiada.—¿Estoy volviéndome loca?

—¡NO!— Jack me agarra de mis manos.— No digas eso...Nunca mas ¿Entendiste?

—Pero yo ...veo gente que...

—No me interesa Mía...¡No estas loca! ¡Scarlett lo va a arreglar!

—Jack...

—Mía...— ahora pasa una de sus manos a mis mejillas.— Repite conmigo..."Todo esta bien conmigo"

—Todo esta...

 «No lo esta...seguimos acechando»

Jack me mira con miedo. Ignoro ese susurro que me atraviesa la espina dorsal y una vez mas inicio.

—Todo esta bien conmigo.

«Todo esta bien contigo Mía»

Elizabeth se hace presente  esta vez su voz es cálida y para nada golpeada.

«Recuerda que tu los personificaste como a mi»

«Estoy preocupando a mi esposo»

«Cuando te molesten...imagina que son pensamientos intrusivos...que les diste un rostro Mía...Ellos ya están silenciados... Y no existe manera de que te estén molestando»

Comienzo a sentirme mas tranquila. Jack se mira más relajado cuando me comienza a ver  que estoy bien.

—¡Todo esta bien conmigo Jack!

—La base esta lista Mía...El terreno listo y nuestras defensas lo mejor que se puede.

Miro a mi esposo y continuamos reuniéndonos con mas personas para  hacer mejoras en estos dos días restantes.

-----Domingo 9 de Agosto de 1942-----

Rondan por las  nueve  de la noche. Desde ayer comenzamos a escuchar a los samuráis prepararse para la batalla. Tenemos personas vigilando por que en cuanto sea media noche... el ataque puede comenzar a cualquier momento.

En mi carpa solo analizo el plan una y otra y otra vez repito todo tantas veces que lo se por rutina. Sin embargo dejo una ventana abierta para  el enfrentamiento.

Los samuráis salen a hacer sus rutinas de manejo de katana y entre ellos Amira es quien de alguna forma u otra se defiende con esta letal y filosa arma.

Ese día que nos informaron que se preparaban al aire libre, justo frente de nosotros, parecía que era con el fin de infundir miedo. No les importo que viéramos sus enfrentamientos de practica entre ellos  ni su precisión de tiro con arco. 

Amira a pesar de tener problemas en su rodilla ah mejorado mucho gracias a los métodos que ellos utilizan mas su conocimiento en la medicina.  Una vez fue su turno de  enfrentar unos cuantos oponentes  los derribo sin tanto problema a pesar de su desventaja. Ryoma le enseño bien. Incluso a la hora de probar el filo de sus katanas, rebano los troncos con un corte limpio.

«Esos cortes irán a tu cuerpo Mía»

—Lo se ...Quiere  imponer miedo.

«¿Lo esta logrando?

—Ni un poco...

Escucho un ruido fuera de mi carpa. Paro mi platica con Elizabeth  y cojo mi arma apuntando. 

Para pronto mi esposo entra haciendo señas de que me tranquilice.

—¡Ten cuidado Jack! Pude haberte disparado...

—¿Estas bien?— Se que me escucho y necesita que le cuente por mi misma.—Escuche ruidos y quería saber como estabas.

—Elizabeth y yo tenemos nuestra platica de preparación.

—¿Los demás invasores?— Hasta cierto modo se ah acostumbrado a mis charlas conmigo misma. No se alarma tanto como antes si se trata de Elizabeth...Pero con respecto a los demás, le preocupa.

—No se aparecen desde ese día.—Miento y veo a esos tres rodear a mi esposo como si quisieran matarlo. Él también necesita concentración. Ryoma tiene algo personal contra él.—¿Cómo estas tu?

—Inquieto...no se cuando darán el primer ataque.

—¿Estas preocupado?— Indago por que su mirada muestra intranquilidad y miedo.

—Si Mía.—Para mi sorpresa no miente y es sincero...me acerco a él y con uno de sus brazos me acerca a su cuerpo mientras con su otra mano libre me delinea el rostro hasta llegar al mentón. Sus ojos tienen miedo.—No quiero perderte...no pude protegerte como te jure ese día en el altar... y no quiero...me aterra la idea de vivir sin ti.

Mi esposo abre su corazón y me revela sus mas grandes miedos. El también tiene su propio tormento. Carga sus propios demonios y al igual que yo pelea día a día con ellos.

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