XXIV Legado Campbell



Un día de batalla es un día de cosecha para el diablo. -William Hooke


-----Miércoles 29 de Julio de 1942-----

Mía Campbell

El mes pasado entre el cuatro y siete de julio. Estados unidos se proclamo triunfante en una pelea sobre Japón.  Una batalla  marítima en la que  ayudo a regular la balanza. Japón llego a pensar que  seria el golpe definitivo para los americanos. Sin embargo, Estados Unidos triunfa ya sea por decisiones mal tomadas, apresuradas o simplemente por el destino.
 Se pudiera decir que es un ligero avance. Algo que se veía imposible hace unos meses atrás, esta dando esperanza. 

Nosotros por nuestro lado seguimos invadiendo caravanas y saqueando víveres. Ahora que William salio de la region, se siente que no esta el mismo orden ni estrategia que William Wolf tenia. 

Por muy increíble que parezca se nos llego la noticia de que William falleció en esa ultima batalla. De  "Sigrid" no comentan nada...pero debió de morir...estaba mas expuesta que William.

«¿Y por que nos seguimos sintiendo con enojo?»

—Por que necesitamos verlos con nuestros propios ojos...Elizabeth ¿Estoy equivocada?

«No bajes la guardia...escucha a tu instinto»

—No bajare ya mas la guardia...tenlo por seguro.

El panorama para nosotros ah cambiado bastante. Con papá en recuperación eh llevado el mando  de la estrategia desde entonces. No me siento capaz y siempre creo que necesito de Carter a mi lado. Pero creo que no lo eh hecho tan mal. Las perdidas han sido muy pocas. Pero el territorio tomado va con mas lentitud debido a que no quiero perder gente. Papá en este tiempo ya tendría el doble de territorio.

«¿Que son unos cuantos peones caídos? ¡Vamos! Ataca  con todo»

—Shhh ¿Quieres que me encierren?— Camino por el campo tranquila viendo que todo este en orden. Algunos alcanzan a escuchar mis diálogos que tengo  y no quiero que duden de mi capacidad por esta huésped que tengo en mi mente. Intento desviar su atención saludando lo mas amable posible.

«No...amamos nuestra libertad»

—Mía...— al darme media vuelta veo a mi esposo mirarme extrañado.—¿Con quien hablas?

Guardo silencio viéndolo un poco apenada por lo que ah escuchado.  No estoy lista para hablar de esto.

—Algunas veces hablo en voz alta...me ayuda a ordenar mis ideas.

—Pero ¿A quien preguntaste eso?

Agarro un poco de aire y me tranquilizo. Si me ve con miedo se preocupara.

—Mi conciencia Jack... ¿No te ah pasado cuando pierdes la cordura y sale Dedrik Wolf?

Jack Guarda silencio y creo que logra entenderme un poco, poniéndole ese panorama. El solo se tranquiliza  y me indica que le siga.

«¡Por poco!»

Apresuro el paso y sigo a mi esposo y veo que James esta siendo participe de una riña.  Esta tomado y aleja a las personas con palabras amenazantes.

—¡QUITENSE! ¡YO PUEDO SOLO!

Al ver el panorama y mientras comienzo a empujar gente veo que esta en el piso con su prótesis de su pierna. Intenta ponerse de pie y veo como cae al piso lleno de fango  y se frustra.

Algunas personas murmuran y otras les parece divertido ver a papá en esa situación. El no merece ese trato...no ah perdido poder.

«¿Que vas a hacer al respecto?»

—AHHH— intenta ponerse de pie una vez mas y veo sangrado de su extremidad  amputada. Algunos de sus fieles seguidores intentan ayudarle.  Pero es muy orgulloso. Quiere demostrar que aun es útil.—¡YO PUEDO SOLO! ¡MUEVETE!

Al final logra mantenerse de pie y solo veo que  al intentar dar un paso el dolor es tan fuerte que cae del mismo modo. Mas murmullos y burlas se escuchan.   Muchos rumores se escuchan de que su carrera se acabo y otros que no lograre dar la talla de lo que fue James Campbell. Pero me tiene muy de malas  ver que no le den el respeto que papá merece. Después de todo, todo esto es gracias a su dinero y negocios.

—Deberíamos de mandarlo a un asilo de ancianos retirados...

—James Campbell solo esta siendo la burla de la gran mayoría de los de aquí.

Escucho mas murmullos que me comienzan a poner muy de malas.

«Creo que merecen regresar al campo»

No voy a permitir que hablen asi de papá, ni frente de él, ni a sus espaldas.

Saco mi arma y disparo al aire tres veces. Las personas entran en pánico y se agachan. Después de ello se escucha solo el silencio.

Me acerco a papá. Se nota que esta al borde de las lagrimas  y se siente muy apenado. Me agacho a su altura.

—Hija...— Su voz es muy quebrada.—Te estoy avergonzando y haciendo mas complicado el trabajo.

Saco un pañuelo  y limpio lo mejor que puedo a papá. 

—Yo lo arreglo...Ahora déjale a tu hija este problema si...pero confía en mi.— Busco a Carter con la mirada y el me ayuda a sentar a papá en en el piso.

Cuando lo limpiamos y me reincorporo veo alrededor  y solo veo ojos posados en mi. Se que mi rostro  les esta diciendo todo. Pero tengo que hacer algo.

—¿Ya terminaron? O acaso van a seguir burlándose de James Campbell...

Nadie se atreve a cuestionarme nada en estos momentos, las miradas se desvían de mi y pasan a ponerlas en el piso sin saber que decir.

—¿No les da vergüenza? ¡ESTE HOMBRE!—Apunto a papá  y prosigo.— NO TIENE NECESIDAD DE ESTAR GASTANDO SUS RECURSOS Y DINERO EN USTEDES.

Uno de los subordinados de papá se me acerca e intenta hacerme entrar en razón y con brusquedad me aparto.

Y sin embargo aquí esta...poniendo su vida al limite. Dándoles refugio y comida caliente para que puedan pasar estos tiempos tan mierda lo mas digno posible.—Me siento con rabia y parece que el ser humano tiende a ser egoísta por naturaleza.—¡Hipócritas! ¡Sinvergüenzas! ¡Lo único que les pide a cambio es respeto!

—Señorita Campbell.— Es Rooks.— Uno de las manos derechas de papá.—Tranquila.

Señora Campbell.—Lo miro molesta y se que esta viendo un demonio en mis pupilas.— Creo que merezco tu respeto también ¿No? 

Rooks se aparta y me permite continuar. Una vez mas veo a toda la multitud,  ya no saben que decir.

—No los voy a forzar a respetar a James Campbell, ni les pondré trabajos forzados para que ganen su comida...Sino ¿Para que carajos los salvo?...Eso ya es cosa de cada quien y a ver si nos ponemos todos a razonar un poco...sobre lo mierda que hemos sido últimamente...¡LARGO!

La  multitud desaparece  y se comienza a ir. Una vez no tengo mas personas  me doy media vuelta  y paso uno de los brazos de papa alrededor de mi hombro y Carter por el otro lado. Papá esta devastado.

—¡Hija!...Perdóname...— Se rehúsa a soltar su botella con alcohol y se sigue tragando las ganas de llorar.—Solo soy un maldito estorbo desde que estoy asi...Te complico las cosas...no sirvo para nada.

—James...—Carter siente el dolor de papa igual que yo.— Vamos viejo...solo es cuestión de practica...después en las carreras estará ganándonos a todos.

—Te vas a poder poner de pie James... Y jamás serás un estorbo...Esta maldita gente es una idiota desagradecida.

—Hija ...pero...

—Son igual que la prensa  amarillista de Norwich...

—Parece...que solo siguen a uno como esperando a que uno sea perfecto...

—¡Solo quieren esperar el mínimo error para criticar!—me miran James y Jack.— Solo quieren  que uno se equivoque.

—Lo estas haciendo bien pequeña...—James es el primero en intentar cambiar de tema. Y lo logra. Le miro y veo a papá dándome esa esa aprobación.—Eres y serás mucho mejor que yo.

—No digas eso...aun me falta mucho.

Poco a poco lo reincorporamos  y es cuando Cooper aparece. Su rostro no muestra que tenga buenas noticias.

—Deberían traer a James...Pero sobre todo, deben ir Mía.

Cooper se dispone a ayudarme con papá. Cuando llego veo que todos nos esperan.  Al ver llegar a James y a Carter con Cooper algunos hacen caras de que no estan de acuerdo.

—Esta junta es solo para encargados...No podemos darnos el lijo de que todos escuchen.

—Lo que tengas que decirme... me lo dirás frente a James Campbell...

—Pero Mía... Yo lo decía para que James descansara...

—¡Dejemos algo claro! ¡Caballeros!—Guardo silencio. Jack y Cooper comienzan  a acomodar a papá. Acto seguido se sientan al lado de el.—James no esta aquí por consolación...El se gano a pulso un lugar aquí, y quien quiera seguir trabajando conmigo...le tendrá que rendir cuentas a él ¿Estamos claros?

—Tsk...— Miro hacia donde viene el ruido y un hombre  de mucha confianza de papa rueda los ojos en forma de fastidio. Toma una manzana  que tiene en la mesa.

—¿Disculpa?

—Eres una mujer...—Informa fastidiado.—No es que queramos seguir trabajando contigo....no tenemos opción.

—¿Hablas por todos?— Miro a mi alrededor y nadie dice nada mas.

—Eres débil y te dejas llevar por los estúpidos sentimientos...Nos terminaran matando a todos...por que no sabes cuando te quieren ver la cara de idiota.— Guarda silencio  unos minutos y se cruza de brazos.— Tenemos años viendo como es que no le llegas ni a los talones a lo que James fue...Mira el territorio...no tienes nada.

James quiere opinar y solo lo volteo a ver. El comprende que me deje a mi las cosas. Se acomoda y se dispone a ser un espectador.

—¿Quién mas piensa lo mismo?

El hombre mira a su alrededor y ve que no tiene apoyo. Se fastidia y habla de nuevo.

—No sean cobardes... de menos aquí mas de la mitad la juzgan...Nomas dicen que sirve  para calentarles el pito...Tengan bolas y encárenla.

Llega el silencio sepulcral y  yo solo miro a todos los presentes.

«¡Déjamelo a mi!»

Encárgate...— Murmuro en voz baja y  sigo dando ese silencio para darles la oportunidad de hablar.—¡Debido a que les faltan pantalones! Creo que puedo seguir...

—No eh terminado.— El hombre una vez mas intenta hablar  mientras juguetea con su manzana. Me doy media vuelta y disparo a quemarropa  triturando la manzana antes de que caiga de nuevo a sus manos. 

Todos quedan en silencio y escucho como tragan varios saliva.

Me quede callada escuchando tus tontearías...y no dijiste nada. —Sus ojos parece que miraron un fantasma y su color de piel empalidece.—Ahora te toca a ti cerrar la boca...y escuchar mis palabras...De una vez escuchen todos.

El silencio parece que será el reinante por un par de minutos mas o lo que tenga que ser necesario.

Me tiene sin cuidado...lo que piensen de mi. Me importa poco que piensen que solo vengo a calentarles el cerebro.—Ruedo los ojos a ver el primer sujeto que se revelo.— Solo me importa salir  con mi familia de aquí con vida...y si tengo que trabajar con ustedes y confiarles mi vida...no es por mero gusto...es por que al igual que ustedes no tengo opción...Asi que pongámonos un poco esos pantalones y procuremos no morir de manera estúpida mientras resolvemos este conflicto bélico.

—¿Tienes un plan?

—No tengo necesidad de compartirte mi plan... idiota.

Se escuchan murmuros  y esto me pone mas de malas asi que alzo un poco la mano para pedir la palabra.

—Asi como ustedes no estan en su derecho de respetarme por que si...Yo también tengo mi criterio propio...y no confió a todos mis planes.

—¿Que? ¡Me vas a imponer respeto! ¡Eso se gana! ¿Qué mierda has hecho para que yo me gane tu respeto?

—Disminuir en mas del 50% las bajas...— Habla James captando la atención de todos.

—Eso a su vez  nos hace ahorrar municiones por la estrategia.—Ahora habla Carter.— Y tener balas es oro aquí.

—Sin tantos heridos...tenemos mas material medico.— Scarlett es quien habla, entando a esa habitación.

—Por ende si ...eh hecho mucho mas que tu  en esta misión.— Me doy media vuelta, escucho que quiere volver a hablar y me le adelanto.— ¿Qué haz hecho tu en  esta guerra para yo ganarme tu respeto?

—¿A que mierda viene esa estúpida pregunta?

¡Responde la maldita pregunta!

El sujeto guarda silencio. Los miro a todos  y espero que le ayuden o respalden sus camaradas y no escucho nada.

—¿Nadie?— Espero aun paciente a que me reconozcan  algo que hace este idiota y solo los veo negar la cabeza.—Entonces creo que ya sabemos la respuesta...

Lo miro  haciendo que se quede en silencio y me le acerco.  Traga saliva y esta por tomar asiento.

— Ni te atrevas a sentarte... ¡Largo de aquí!

—¿Según quien?¿Por tus ovarios me quieres echar? ¿No sabes distinguir lo profesional de lo personal?

—Según yo...soy tu superior...No tengo que darte mas explicaciones. Y quien no quiera pertenecer a esta sala por el hecho de no tener un maldito miembro entre las piernas puede salirse...no les tendré resentimiento.

Una vez mas guardo silencio esperando y para mi grata sorpresa  nadie decide irse.

—¡Eres una mierda! ¿QUE TE HACE DIFERENTE A AMIRA?¡SE TE ESTA SUBIENDO EL PODER A LA CABEZA!

—¡NO TE ATREVAS A COMPARARME CON ESA RAMERA GENOCIDA!— Se que mis ojos demuestran todo lo que quiero transmitir.—La diferencia entre ella y yo es que no eh sacado una maldita arma para reventarte la boca...te estoy permitiendo hablar y que te defiendan...no es mi culpa que seas un inútil que no tiene argumentos ni actos  que valgan la pena recordar para nadie.

Lo miro con odio por osarme conparar con Amira. Después de un silencio continuo.

—Yo no te pongo a trabajar para que comas lo minimo...ni te utilizo como rata de laboratorio...mucho menos te eh amputado esa maldita lengua...¡LARGATE!

Tyrana  quien  de igual modo esta presente me ah dado su lealtad  como si fuera James Campbell y lo agradezco de corazón. Una vez el lugar se desocupa y el maldito impertinente sale de el lugar, le hago la seña a Scarlett de que tome ese lugar y se una a la platica.

«Asi se arreglan las cosas»

—¿Algo mas antes de continuar?

James se pone de pie con todo y su dolor  y con el mayor esfuerzo que eh mirado antes.  Mi esposo intenta ayudarle y el niega.

—Quien esta frente hablando y tomando las decisiones... Es mi sucesora ...Ella porta el legado Campbell mucho mejor que yo...

Escuchar a papá decir eso me hace  ponerme sentimental. Pero no es momento. Le permito continuar.

—No estamos jugando a ser soldados señores...— Papá me apunta una vez mas  y las miradas se posan sobre mi.—Quien le pierda el respeto a Mía...ella tendrá el derecho de tratarles como crea conveniente.

—Si señor...

—Y escúchame tu...— Ahora me mira a mi se que me la va a poner difícil.—El día que tu dejes que te pierdan el respeto... yo mismo me largare de aquí y retirare mis fondos...

Lo miro y accedo a lo que me dice. Después de esta charla  comienzo a compartir  los planes y como nos moveremos hoy.

Jack Carter

Mía tiene tiempo actuando muy extraño. Parece que tiene platicas en voz alta con alguien mas... Me preocupa, y tiene momentos en los que se pone como muy agresiva. 

Digo, el sujeto se lo merecía. Sobrepasar su autoridad es algo que varios de esta mesa no permitiremos. Pero había algo en ella...extraño.

 Pasaron varias horas desde que la reunión termino.  Me mantengo en silencio mirando hacia mi esposa. De lejos observo como es que continua con el entrenamiento de Bell y parece lo entrega para ser un completo protector  de nuestros hijos. El can le tiene un respeto  a Mía y a mi que ya nos reconoce como los lideres. Seabe que debe de proteger a los niños a toda costa.

Eso hasta cierto punto me pone mas tranquilo.

—¿Qué piensas?
Salgo de mis pensamientos al ver que Hoffman me hace esta pregunta y llega con carpetas. Eso solo indica que no  son buenas noticias.

—Que  no tienes muy buenas noticias.— El viejo Hoffman solo ríe y se sienta a mi lado  a hacerme compañía. —¿Qué tienes para mi?

—Quiero que lo mires tu mismo.— Me entrega la carpeta. Abro para ver su contenido.

Lo que miro no me tiene muy contento y hasta cierto modo inquieto.

—¿Es...

— No tengo idea si sea nueva o antigua... recuerda que tu hermano se alió con los japoneses...no tenemos pruebas de que sean de hace un año atrás o de hace dos dias.

Una fotografía de William me alerta  bastante. Tendría sentido que este con japoneses por que la ultima vez  ellos fueron quienes los cubrieron...pero les perdimos el rastro. La ultima vez que regresamos solo vimos la escena de batalla y carne  congelada por todos lados. Había sido suficiente para nosotros  y darnos a entender que Amira y William habían muerto.

—¿Ya sabe Mía?

—No...acaban de enviármelas. Eres la primer persona con la que comparto esto.

—No puedo ni ver a esa gente a la cara...Por mi culpa bombardearon a civiles...Creí tontamente es esa gente.

—Eso no es todo...—Hoffman me entrega una nueva carpeta  y veo letras japonesas.—Un general  perdió a toda su familia con esos ataques.

—¿Cuántos eran?

—Su esposa, su hijo y su hija.— Al abrir la carpeta voy viendo  fotos de los ataques y de el general Ryoma Bushida. Tragó saliva viendo fotos de como quedo tanta gente. Me siento directamente culpable de esto.—Se especula que el ayudo a Amira y a William, mantuvieron mucha interacción por carta.

—¿Qué mas sabes de él?

—Sabe que tu fuiste el que paso las coordenadas...Al parecer se filtro esa llamada o parte de ella y te tiene en la mira Jack.

Guardo silencio y arrugo el papel. Lagrimas comienzan a salir de coraje y de culpabilidad.

—Merezco que me mate Hoffman... mate a su familia.— Cierro la carpeta y se la regreso.

—¿Qué sucede? — Mía  llega y me ve afectado. Además merece saber la verdad. Miro a Hoffman y le hago la seña de que puede compartir esa información.

El le entrega las carpetas a Mía  y ella observa la información.

—¿William?—Se alarma como yo al ver la foto sin embargo su reacción es diferente por bastante.— Amira debe de seguir viva.

—¿Cómo puedes saber eso?

—Hablamos de Amira...

—Vimos  los trozos de carne...debe de estar hecha pedazos.

—¿Viste su cabeza?

—Mía...solo quieres buscar un motivo para pensar que sigue viva...¡Quieres vengarte!

—Eso no es todo.—Hoffman interrumpe y lo miramos.— Tu esposo tiene al general Ryoma   tras el...ya sabes por los bombardeos.

Mía me mira recordando  ese asqueroso contrataque y tan bajo que hicieron los americanos. Se que se preocupo pero se intenta hacer la fuerte.

—¿Sabemos donde se encuentra este tal Ryoma?

—Hace un mes en Japon...se perdió rastro de el.

—Maldición.— Mi esposa se queda pensando unos minutos.—Ahora no por favor...necesito pensar.

—¿A quien le pides silencio?

Mía me mira molesta y hasta cierto grado desesperada. Veo como agarra su cabeza por los costados y pide silencio repetidas veces. Hoffman y yo nos miramos extrañados  pero esto claramente nos alerta.

—¿Mía?— al intentar tocar el hombro de mi mujer ella me mira y parece no reconocerme. Se ve asustada y desesperada.—¿Qué pasa?¡Háblame!

—No guardan silencio...—Tapa sus oídos  y se comienza a agarrar el cabello como si quisiera arrancárselo.—Ellas no me dejan de  decir...

¿Qué mierda esta pasando? No estoy comprendiendo.

—¿Ellas?—Trago saliva. Hoffman me mira  y me hace una mirada de que algo no esta nada bien.—¿Qué dicen ellas?

—Que los voy a perder...

—¿A quienes Mía?— Hoffman intenta acercarse a ella.

— A todos ustedes.

Mi esposa esta actuando como esa vez que vio a Andrew descuartizar a alguien. 

—Tranquila Mía...

—¡NO NO NO!¡LARGATE!¡TU ESTAS MUERTO!¡TU TAMBIEN! Jack Carter los borro de la faz de la tierra para protegerme.

¿Sera un ataque de pánico?

—Elizabeth...¡No los escuches!¡Nadie te olvido!¡Te sepultamos dignamente.— ¿Elizabeth? ¿Qué diantres sucede?

No es ataque de pánico. Mi esposa me mira con una desesperación   inquietante en sus ojos. Actúa como esa gente en la cárcel  cuando visitamos a Cooper...

Hoffman siempre lleva con sigo unos calmantes por su herida. Se acerca a intentar calmar a Mía y  le inyecta en el brazo sin siquiera ella inmutarse.

Me da miedo lo que estoy viendo

¿Qué le esta pasando a Mía?¿Qué atormenta a mi esposa?¿ Por que tengo tanto miedo?

—No...por favor...Guarden silencio...— En minutos los sedantes comienzan a hacer efecto.

¡NO! No es eso ella esta bien. Ella siempre puede con todo...pero ¿Por que tengo tanto miedo?

—Trae a Scarlett pero ya...—Hoffman me informa y dejo a mi esposa en sus manos.

En cuanto llego al área medica Scarlett me ve y creo que mi mirada le transmite todo. Ella  sabe que algo anda mal. 

XXV Lo que los ojos no ven y el corazón siente.

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