XXII Bell


Un efecto seguro de la guerra es disminuir la libertad de expresión.
-Howard Zinn

Este capitulo esta situado en el mismo tiempo que el pasado

William Wolf

-----Jueves 16 de abril de 1942-----

Veo todo borroso y solo escucho ruido en todos lados. Al enfocar mi mirada en mis piernas, solo las veo con manchas rojas...Pero no distingo si es solo sangre, o musculo expuesto.

抵抗する—No estoy comprendiendo. Me siento aturdido y golpeado. Me siento derrotado por esa asquerosa.

抵抗する

—Amira...

彼女はもうここにはいません. 

Sigo sin entender. Me siento frustrado y agotado...Me derroto en mi puta cara esa... cíngara...

Mi vista se va nublando cada vez mas hasta que  pierdo el conocimiento. Voy cayendo en ese sueño  que es muy probable que sea la muerte.

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Lentamente voy abriendo mis ojos  y solo puedo ver una silueta dándome la espalda. Estoy perdido, desorientado. Giro mi rostro  muy lento y veo un arma al intentar estirar mi brazo siento que estoy conectado a algún  aparato.  Me escaneo y salen cables de todos lados de mi cuerpo y me siento...con bastante dolor.

—Es mejor...quedar quieto.—¿Un japonés? 

Me comienzo a analizar a mas profundidad. Con cuidado me toco la nariz sintiendo que tengo un tubo que me esta arrojando aire. Me comienzo a jalar de forma agresiva ese tubo y varios metros que estan  dentro de mi nariz comienzan a salir junto con esa mucosidad.

—¿Qué me hiciste?—Al tirar de ese tubo que entro por mi nariz veo que también sale con sangrado.—¡¿Qué me hiciste desgraciado?!

El hombre al fin me da la cara y veo que de hecho, si es un Japones. 

—Salvar... vida.—Dicta mirándome sin miedo.—Eso hice.

El sujeto parece ser joven no pasa de los 35... Por su traje, debe ser una persona de rango. Sin embargo parece que tiene muy arraigadas sus creencias  del antiguo Japon, por la decoración y lo que veo a mi alrededor.

—¿Qué quieres de mi?¿Sabes quien soy?

—William Wolf...dirigir ravensbrück...o lo que quedaba de campo...Tu esposa ser Sigrid Wolf...antes conocida Sigrid Meyer...

—¿Cómo que lo que quedaba?—¿Qué mierda esta pasando? No tengo recuerdos de casi nada .

—Necesitas...calmar.—El hombre se sienta quedando frente a mi.—Tu campo...fue vaciado por rebeldes. Ahora  paso a manos de otro almirante Alemán.

Lo veo desconcertado y el me mira con cierta tranquilidad y preocupación. Es extraño, después de una breve pausa  comienza a jalar aire.

— Nueva información...Tu, muerto para Alemania Nazi.

—¡Diles que sigo vivo!¡Que me regresen mi cargo!

—Eso ser imposible...William.

Lo miro con rabia y esos ojos negros me atraviesan el alma. Creo que no sabe con quien trata o se cree que se puede comer el mundo.

—Sabemos que tu esposa no llamar Sigrid Meyer...Tu esposa ser Amira Lastrange... Una judía.

—¡Eso es una maldita mentira!

あなたの秘密は私にとって安全です—Me mira tranquilo.—Secreto seguro...mientras no salga de dos oídos.

Se apunta a sus oídos. Una vez me calmo lo dejo continuar.

—Amira...platicarme secreto en una carta. Ella pagar mucho dinero para escuadrón, protegerlos si Alemania nazi sabia  secreto.

—¿Amira?—Es cierto....no se de ella. Su mirada sigue igual de profunda que al inicio...parece que ni se inmuta.—¡¿Dónde esta Amira?!

El hombre exhala aire  y lo veo hasta cierto grado con melancolía, o eso preciara.

—Amira...morir en explosión...

—¡¿Que estas diciendo?!¡RETRACTATE!¡MIENTES!

—No mentir... Gitana, atar bomba  a Amira...Gitana activar bomba...Esposa morir.

El mundo se me viene abajo...Intento ponerme de pie a encararlo  y me veo en la situación mas humillante posible.

—¡¿Qué mierda me hiciste?!— Si no me controlo  voy a verme débil. Lo miro  y el solo se pone de pie.

—Pulmón colapso... Necesario extraer.— El hombre me apunta a el estomago.—Sección intestino, remover...Pierna derecha removida desde rodilla...Bomba afectarte a ti bastante.

Este maldito me mutilo...Soy su maldito juguete.

—Tu vivir bien...Pero nosotros necesitar también carpetas de Amira.— Lo miro con recelo y me informa.—Necesitar sus expedientes y comparar...resultados.

—¿No pudiste salvar a Amira en lugar de...

—Amira explotar William...Imposible hacer algo por ella.

Todo lo que dice llega a mi mente  de golpe. 

Mis ojos comienzan a quebrarse y siento pesadez en mi cuerpo. Siento un dolor inexplicable  que me ha dolido mucho mas que todo lo que puedo explicar.

Comienzo a derramar lagrimas de coraje y a quererme arrancar todo lo que me conecta y me mantiene vivo. El sujeto se me acerca  e intento empujarlo. De la nada saca una jeringa que me inyecta sabiendo que es un calmante.

—¡YO LA AMABA!¡YO AMABA A ESA MUJER!¡MALDITA GITANA! ¡ME LA ARREBATASTE! TE VAS A MORIR BASTARDA...

El japonés me mira esperando a que pase el efecto y siento como es que me quedare dormido.

Ryoma  Bushida

No había visto un hombre tan devastado, en toda mi vida. ¿Qué tan cruel tienen que ser los sangre contaminada para hacer algo tan inhumano?  Lo que Amira mando en sus cartas no era mentira. Esas personas son  salvajes.

Mando a dejar con seguro la puerta  donde esta William y ordeno a mis hombres que no no sean hostiles con el. Esta procesando todo lo que no recordaba y es normal...Perdió alguien importante, no esta en buenos términos con su pías y si bien entiendo el por que. Llegue a crear una estrecha amistad con Amira a pesar de hablar solo por carta. Entiendo el por que sacrifico tanto por ella, con esa mente tan brillante.

Sin mencionar  que tengo una gran cantidad de dinero que me pago y sus productos de super chocolate. Esto nos ayudara a nosotros a cambio de solo terminar protegiendo a William Wolf.

Llego a mi oficina y me encierro pidiendo privacidad y cero ruidos. Comienzo a abrir las carpetas y expedientes de todo lo que me mando Amira. Analizo bien todo lo que tengo a mis manos y tendré que procesar como actuar frente a estos rebeldes.

Al ir leyendo  con mas detenimiento. Encuentro un detalle interesante.

真珠湾 (Pearl Harbor)— Continuo viendo los expedientes. Tomo la lista de nuestros tokkōtai que  fueron a la misión Pearl Harbor  y repaso los nombres de los que no regresaron. Nada que no sepa. Sin embargo...la información que tengo de Jack Carter me resulta interesante. —あなたの名前はよく知られています...どこで見たことがありますか? (Tu nombre es familiar...¿Dónde te eh mirado anteriormente?)

Comienzo a analizar en mis expedientes y no me toma mucho encontrarlo.
ビンゴ! (Bingo!)— Jack Carter fue llamado para las filas aéreas Estadounidenses  y deserto. ¡Que cobarde! Según el expediente ah hecho destruir bastantes campos y ha logrado pasar información a cambio de refugio para él y su familia.

Estoy considerando si involucrarme con estos rebeldes o centrarme en atacar a los Estados Unidos. Desde el ataque a Pearl Harbor, sabemos que involucramos a Estados Unidos De America  en la guerra. ¿Qué estarán planeando?  


A mi despacho entran a interrumpirme.

—¿Cómo esta él?

—Devastado por...  muerte de esposa.

—Asi tenia que ser... Ya corría demasiado peligro.

—¿Cómo estas?

—Bastante adolorida...Pero el se llevo la peor parte.

—Es milagro lo que sucedió...

-----Viernes 17 de Abril de 1942-----

Jack Carter

Gracias a Mía, encontramos bastante información de relaciones amistosas entre Japon y Alemania. Y esto nos viene siendo de bastante utilidad  considerando que encontramos Japoneses en el territorio.
—¿Qué es todo esto?— Mía no logra interpretar los papeles. Pero se muy bien de que viene todo esto.

—Son mensajes encriptados Mía...

—¿Qué dicen?
—Ubicaciones de fabricas de armas, campamentos, fabricación de aviones militares...Técnicamente gran parte de  Japon armado hasta los dientes.

—¡Esto es bueno!

—Muy bueno...— Hoffman también esta presente y sabe que necesitamos compartir esta información para  la operación Doolittle.— Carter... Llama  a las oficinas y diles que hablas de parte de Hoffman...Compártele esto a Roosevelt o a su gente.

—¿Qué ganaremos con esto Hoffman? Habrá muerte de todos modos...

—Si no tienen una ubicación a donde atacar...Optaran por atacar  a los civiles...Teniendo objetivos, los civiles afectados reducirán de manera muy drástica. Sin mencionar que  reduciremos su armamento y armas.

—¿Civiles?...Hoffman...eso es..

—Carter...Tenemos el tiempo sobre nosotros...después te cuestionas. Podemos hacerlos que desvíen su atención a las armas y a los campamentos.

Sin decir mas salgo y voy al edificio donde tienen los teléfonos y paso el recado tal cual me mando Hoffman. Con esto se salvaran muchas vidas si nos hacen caso. Deberían de hacernos caso. Considerando que el 19 de Enero de este año se autorizo formalmente la planificación de esa maldita bomba...¿Por que la gente civil tiene que pagar por sus encargados que toman decisiones horribles?

En cuanto me permiten hablar comienzo a detallar las coordenadas que tengo y mando en forma de fax todo lo que Mía recupero.

Asi que tu eres el famoso Jack Carter del que todos hablan.— Me quedo en silencio  y solo escucho una ligera carcajada por el otro lado del teléfono.— James Doolittle...el encargado de la próxima misión y la primer venganza de Estados Unidos de America.

—No ataque a los civiles...Ellos no...

—¿Por que atacar civiles si podemos tener ventaja en la guerra?— Una vez mas se escucha la nada. Y una nueva risa sale de parte de el.—Muchacho...me encargare de destruir a los malditos Japoneses  y sus malditas bases...Saldrán como cucarachas  después del ataque.

—Señor...—Trago saliva nervioso. Después de la pausa prosigo—Espero que regresen sanos y salvos coronel.

Muchacho...Es una misión que será sin retorno...Con suerte los chinos nos permitirán aterrizar en sus tierras y nos ayudaran.

En cuanto dice esto, el hombre cuelga el teléfono y siento un vacío extraño.

Esos hombres van a morir...es lo mas probable. ¿Cómo pueden ir sabiendo que no regresaran? ¿Y sus familias? No podría yo hacer eso.

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Pasaron algunas horas y veo a Mía  hablando con unos militares de Estados Unidos de America. Me acerco y me uno a la platica para estar mas informado.

—Tienes que formar lazos con el...La conexión que llegara a tener con toda tu familia es importante...Por eso es mejor tenerlo desde cachorro.

—¿Cuándo lo podre conocer?—La mirada de Mía es como niña en navidad.—Lo necesito antes de trece de marzo.

—¿Qué sucede?— Mía me mira  como si al parecer apenas notase mi presencia. Estaba bastante emergida en sus pensamientos o en lo que sea que se traiga entre manos.

—Descuida...ya estan por traerlo.— Miro al hombre  que le acaba de dirigir la palabra a Mía.

Mía al escuchar esto  se agacha a entregar la caja que tiene en sus pies. A juzgar por ella son municiones  y una caja  es bastante en la guerra.

No tengo que esperar mas que cinco minutos al ver que traen a un pequeño pastor Aleman no  mas  grande de mes y medio y se lo entregan a mi esposa.

—Este pequeño proviene de la camada de la mejor buscadora de bombas hasta el momento. Ah demostrado ser activo y tener un olfato increíble. Creo que es perfecto para lo que buscas.

Mía lo recibe en brazos y por primera vez cruzan miradas los dos. Parece amor a primera vista. Pero ¿Que me sorprende? Mía hace conexiones muy rapido con los animales.

—¡Dios! ¡Hola mi amor!— El cachorro deja de llorar una vez  Mía lo carga. El canino la analiza  y comienza a tener un ligero movimiento de cola. Mía me mira con esa felicidad que hace tiempo no mostraba. Como cuando en Chicago conoció a Lampy.—Tenemos el regalo de Emma por su cumpleaños ¿Acaso no es lo mas lindo que miraras hoy?

—¿Cómo esconderás a ese cachorro hasta el día de su cumpleaños?

—Prefiero que se comiencen a conocer...La función de este pequeño va a ser ayudarnos a buscar minas  y mas que nada, protegerá a Emma y a Gunther  si se lo mandamos...Tenemos que crear un vinculo con este  pequeño.

Mía lo pone en el suelo y comienzo a ver como el cachorro camina de manera torpe y comienza a seguir a mi esposa por muy mínimos pasos que de.

—¿Cómo se llama?

—Dejemos que los niños le ponga nombre.

Me acerco a besar a mi esposa y la tomo de la cintura. Ella pasa sus manos por mi nuca y recibe ese cariño.

—¡Es el mejor regalo que pudiste conseguirle!

—Y tu eres el mejor esposo de este mundo.—Se acerca a mi oído y un escalofrió recorre mi cuerpo.— Que también me dio un regalo increíble en mi cumpleaños.

Aun recuerdo ese día...creo que se me ah dibujado una sonrisa depravada  en la cara.

Ambos nos miramos y nos centramos en darle el regalo a los niños. Una vez mas mi esposa agarra al cachorro entre sus brazos. Ambos comenzamos a caminar por el campo y encontramos a Emma con Gunther, quien   sigue en cama pero sigue teniendo mejorías. Mía esconde al pequeño canino detrás de ella y yo entro primero  captando la atención de ambos. Le hago la seña a Emma de que se quede donde esta  y tengo que explicarle yo debido a que su madre tiene las manos ocupadas. A pesar de comunicarnos con señas  hablamos en voz alta para que Gunther entienda.

—¿Cómo estan?— Emma mueve la cabeza contenta  y Gunther solo me levanta el pulgar. Ambos se miran felices.—Bueno...Mamá y yo tenemos una sorpresa para ambos...Por el cumpleaños de Emma que se aproxima.

Gunther nos mira extrañado. Sin embargo sus ojos se rasgan  al sentirse incluido en la pequeña familia. Emma por su parte  esta  que no le cabe la sonrisa que tiene en su rostro.
Mía poco a poco va  trayendo a frente al cachorro y ambos niños  al verlo se emocionan tanto que  Emma se deja ir corriendo y Gunther se levanta de la cama como puede y se pone en el piso. El canino en cuanto siente esa energía de los niños mueve la cola  y Mía lo deja en el piso. De inmediato comienzan a conocerse. Ahora es Mía  es quien con su voz y sus manos informa.

—Feliz cumpleaños Emma...aunque es tanto tu perro como de Gunhter  ¿Esta bien?

—¿Enserio también es mío?

—Solo si quieres quedarte con tu tío Jack.— Ahora yo hablo con Gunther y el me mira. Le pido a Mía que  se me acerque y ambos lo miramos. —Y con tu tía Mía.

Esta vez, las lagrimas de Gunther le ganan y Mía se agacha a su altura para limpiarle esos ojos llenos de aguita.

—No pretendo quitarle el lugar a tu madre Sigrid, Gunther...Pero, debes de saber...

—Papá ya me dijo...Mamá no regresara.— Maldito William ¿Por que eres tan hijo de perra con tu propio hijo? Mía se acerca a Gunther y le da un cálido abrazo, mientras besa su cabeza. Gunther regresa ese abrazo y se aferra con fuerzas a mi esposa. Como si sintiera el cariño de Sigrid a  con Mía.

—Voy a cuidarte...como tu madre lo hizo. Como  Clark me cuido...No tienes mi sangre Gunther, pero no necesito eso para quererte.

—Se siente...como un abrazo de ella.— La voz de Gunther es quebrada, pero tiene nostalgia. Ese abrazo le recordó a su amada madre. O quizás se despide de ella  a su modo a través de una persona.

Emma se me acerca y me pregunta que esta pasando. La miro feliz, veo que esta jugando ya un poco con el cachorro y al igual que Mía me agacho a la altura de mi hija y le doy la noticia.

—Gunther ...es parte de la familia. Va a estar contigo de ahora en adelante.

—¿Es como mi hermana Korina?

—Es tu primo y también va a ser como tu hermano.— Emma da un ligero gritillo ya que no sabe comunicarse con voz. Esto era todo lo que necesitaba  para poder seguir.  

No sabia si Mía quisiera una vez mas intentar integrar a alguien en la familia a raíz de la perdida de Korina. Sin embargo ya ha dicho todo con esas palabras a Gunther. Una vez el se suelta de Mía, ella se pone de pie junto conmigo y ahora vemos como Emma abraza a Gunther y el cachorro se les encima.

—¿Tienen un nombre para el cachorro?— Mía los mira  y ambos niños se dan una mirada  un tanto emocionada.

 —¡Cascabel!—Dice Gunther  mirándonos.— ¿Te gusta? Cascabel.— Mira a Emma y ella no logra comprender.

Mía  pide que esperen y va a buscar algo. No le toma mucho regresar con un pequeño cascabel  mientras se lo muestra a Emma. Y le hace con señas el nombre del objeto.

—Bell.— Es lo único que logra pronunciar  Emma con su voz. Parece que comienza a aprender a leer ligeramente los labios. Es muy inteligente de su parte  aunque solo sean pequeñas cositas.

—No, no Emma.— Gunther la mira  emocionado.— C-A-S-C-A-B-E-L—  Se espera para que Emma repita.

—BE-LL— Repite una vez mas con una sonrisa al ver que Gunther fallo.— Bell.

—¿Te parece si le ponemos Bell Gunther?— Mía lo mira con una sonrisa.—Sirve que si llegan a  necesitar a Bell, el acudirá  a su llamado, tanto tu como con Emma.

—Es como una combinación de los dos.— Piensa un momento Gunther. Despues de unos segundos ríe ampliamente.—Bell suena como mas rudo después de todo.

—Vamos a tener que entrenar a Bell.— Hablo haciéndole saber a los dos niños.— El nos va a ayudar a encontrar  bombas y los protegerá...para eso necesita ser entrenado.

—¿Bell se ira cuando ustedes salgan?— Emma pregunta un poco triste.—¿Le puede pasar algo?

—Bell se quedara a cuidarlos...Pero el necesita también aprender como cuidarlos.— Mía explica y ambos niños  quedan satisfechos.

Ahora solo queda esperar para saber como movernos. No me dio buena espina ver a mi hermano y a lo que quedaba de Amira con los Japoneses.

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Tres dias pasan  y se nos informa que la operación Dolittle fue adelantada por un barco pesquero que encontraron los aviones.

Hoffman nos  explica que sesenta y cuatro pilotos de los ochenta que  la componían son presos de la guerrilla china. Los demás murieron en combate y otros fueron atrapados por Japoneses. Como resumen importante parece que  se destruyeron:  Treinta instalaciones militares, fabricas de armamento, industrias bélicas, fabricación de aviones, plantas químicas y metalúrgicas y un aproximado de noventa edificios.  También mencionan que perdieron  aviones, barcos y portaaviones.

—No solo eso...— Hoffman se detiene y nos mira  con cierta melancolía.— Hubo mas de doscientos cincuenta  civiles muertos.

—¡¿QUE?! — Me levanto sin poder creer lo que me dice.— LAS HUBICACIONES ERAN EXACTAS...NO...

—NO LES IMPORTO...SON BAJAS...EN LA GUERRA ¡LA GENTE MUERE CARTER!

—Pero...Roosevelt...

—¡Soldado!— Hoffman me interrumpe y lo miro con bastante incertidumbre.— ¡No le importo!

—¿Cómo quieres que siga dando mis servicios a un pías que es igual de asesino que Alemania Nazi? 

Mía solo guarda silencio y analiza la situación que nos estan diciendo.

—¡Yo mate a esos civiles! ¡Gente buena! No involucrados en la guerra ¿No lo entiendes? ¡HOFFMAN!

—Se que estas tan desilusionado como yo...muchacho.— Mi coronel agarra mi hombro y me ve destruido moralmente.—Lamento informarte ...que en la guerra estas cosas pasan a diario.

—También me niego a estar en un pías que va a actuar asi.— Es lo único que dice Mía.

—¿Y que quieren?— Hoffman nos habla con franqueza y esta sonando estricto.— ¿Qué salgamos a darle de tiros a los  Estados Unidos?¿ Que rompamos lazo con el campo que tenemos al lado nuestro?

—Funcionábamos mejor solos... Sin ellos.

—Cero ataques desde que llegamos.— Hoffman nos arroja los papeles en la mesa molesto.—¡Estan matando Nazis! ¡Padres de familia! ¡Jóvenes! NO TENEMOS OPCION.

—Es muy diferente...mi gente no debe de actuar igual.— Se limita a decir Mía hablando de las mujeres refugiadas y quien esta a su cargo.

—No me vengas a... hablar de que no hacer y que no hacer...Rompiste la tregua con William y actuaste tal cual Estados Unidos ...

Mía guarda silencio  y  solo se limita a escuchar. Hoffman se agarra  el puente de la nariz y talla sus ojos  mostrando cansancio.

—No rompan la amistad con nadie aquí ¡Por favor!— Pasa a apuntar a Mía  con el dedo.— Va mas que nada para ti...Piensen en sus hijos...No tenemos lugar mejor que actualmente aquí.

Hoffman sale como puede de nuestra reunión improvisada y Mía se acerca a mi a sobar mi espalda.

—Mate a civiles Mía...¿Cómo podre vivir con eso?

XXIII Despertó un demonio








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