XIII Resureccion

La guerra es el infierno. 

-William Tecumseh Sherman

-----Miércoles 01 de abril de 1942-----

Jack Carter

Mi cuello siente cada vez mas la presión de quedarse sin aire. Retrocedo utilizando mi fuerza y peso para sofocar a ese hombre. Se afianza a la cuerda sin soltarme y logro escuchar como es que  un segundo soldado ah encontrado a Scarlett y a Emma.  

Mi hija se queja  y veo que se la arrebata a Scarlett con fuerza y  la empuja para intentar sacar la ex mujer de mi amigo John.

Emma se acerca a darle patadas en la pierna  por que el soldado tiene de la cabellera a la pelirroja. Ella desesperada intenta pedirle que no la lastime. 

Comienzo a ver ligeramente  borroso por que este hombre no me deja en paz. Con mi codo comienzo a golpearlo en el cuerpo  para sofocarle. Sin embargo mis ojos siguen puestos en mi hija y scarlett.

—¡JAMES! ¡COPPER!— Scar grita pidiendo ayuda al ver que estoy tendiendo problemas. Intento sacar mi 9mm y le disparo en la planta del pie. El hombre suelta un poco la cuerda. Al igual que los de la mañana  no siente dolor. Ambos forcejeamos por el arma  y la terminamos tirando al piso. 

Una vez mas miro a donde esta mi hija y veo como el soldado le levanta la mano, le lanza una bofetada a mi hija. Emma cae al piso y comienza a tallarse la mejilla, sin embargo se levanta e intenta impedir que lastimen a Scarlett. Una vez mas el asqueroso sujeto esta vez la empuja con la fuerza de su pierna y mi hija cae en una mesa  que sostenía una foto enmarcada. Los vidrios se incrustan en los brazos de mi pequeña y es cuando llora mas desesperadamente. Mi sangre hierve y me lleno de cólera.  No quiero que mi hija vea lo que va a pasar...pero tampoco quiero que la sigan lastimando.

Saco fuerzas de no se donde mierda, pero se que va a haber una masacre aquí. Golpeo con  mas fuerza al sujeto hasta que logro soltarme de su agarre. Con mi pierna lo pateo con fuerzas y el retrocede. Con la cuerda que me intento ahorcar la cojo entre mis manos y esta vez yo la paso por su cuello y aprieto con fuerza. Con una mano sostengo ambos lados y con mis piernas me enredo en su cuerpo para impedir que se mueva. Con mi brazo libre, comienzo a golpearlo con fuerzas al rostro.

El hombre empieza a arrojar saliva por la boca y sus labios se comienzan a tornar morados. Sus ojos estan tan abiertos que, se que no le queda mucho para que se asfixie el inútil desgraciado.

Con ambas manos agarro de nuevo la cuerda y aprieto hasta que el hombre  deja de moverse. Para asegurarme de que esta muerto continuo apretando por unos segundos. El otro sujeto parece que no se percata por que forcejea con Scarlett. Sin embargo basta unos segundos de su atención para ver que su compañero esta muerto. Arroja a Scarlett  a un lado y agarra a mi hija poniéndole una pistola en la cabeza.

Me detengo en seco y aprieto mis puños.

Wenn du noch näher kommst, platze ich ihm den Kopf! (Si e acercas mas ¡Le reviento la cabeza!)—Emma se mantiene sollozando y sabe que corre peligro.

Wenn du dich umdrehst ... ich schwöre, ich lasse dich am Leben ... Wenn du ihn berührst ... wirst du wie dein Kollege enden. (Si te das media vuelta ...juro que te dejo vivo...Si le tocas un pelo...terminaras como tu colega)

El hombre se afianza a mi hija y con violencia le apunta el cañón del arma en su cabeza. Mis dientes crujen, mis nudillos truenan, mi mandíbula esta tensa  y mis pupilas muy dilatadas. Este desgraciado se va a morir.

Respiro para calmarme cuando veo que Scarlett ha cogido mi arma y el disparo que se escucha es el que atraviesa la mano que sostiene el arma  del hombre. La cual cae al piso. Emma aprovecha a correr con Scarlett mientras ella la abraza e intenta tranquilizarla.

Sin nada ni nadie que me detenga me acerco  a el.

NEIN ENTSCHULDIGUNG!

Deine Worte haben für mich keinen Wert ... Deine Vergebung kam spät. (Tus palabras no tienen valor conmigo...Tu perdon llego tarde.)

El hombre de forma tonta intenta sacar un cuchillo. Como si eso me hiciera sentirme amenazado. Le golpeo con fuerza y le arrebato el cuchillo fácilmente. Por que esta cagado de miedo. Sin tener una pizca de remordimiento. Lo entierro con fuerza en su estomago, sus ojos se emblanquecen y chilla de dolor. Repito esta acción las veces que sean necesarias para  descargar el enojo que siento.

Las lagrimas recorren las mejillas del hombre y la sangre sale de su boca. 

Du hättest meine Tochter nie anfassen sollen... Dreckiger verdammter Hund (Jamás debiste tocar a mi hija...Inmundo perro de mierda)— Continuo enterrando la filosa arma en su abdomen y pecho. Llega el punto en que parece carne molida de tanto daño que hago en su cuerpo. La sangre salpica mi cuerpo, mis manos estan llenas de ese esta  y no hay ropa que no tenga manchada de este liquido carmesí. Perfore su corazón, sus costillas se partieron y muchos órganos estan igual dañados.

—¡CARTER!

Escucho la voz de Scarlett gritarme, es cuando miro hacia ella y veo a Emma aterrada de lo que acaba de ver. Me freno en seco,  aun con el cuchillo en la mano.  Mi hija se esconde detrás de Scarlett.

—¿No escuchaste cuando te llame?

—Por eso te mire.

—Tenia rato llamándote...

Sin siquiera poder terminar  de hablar llega un soldado mas. Mi mero instinto  me hace arrojar el arma y justo   entra perforando ambas mejillas del hombre  empalando la lengua  también. Me arrojo sobre el y retrocedemos. Sigo con la adrenalina al tope, mi corazón bombea sangre  a cantidades enormes y me siento aun con rabia. El hombre y yo caemos por las escaleras rodando. En cuanto llegamos a piso liso, el nazi retrocede  huyendo de mi, pero eso no va a ser posible, ni en sus sueños. Me reincorporo  mas rápido que el , con mi pie golpeo de manera bestial en su rodilla y esta se parte en dos   haciéndolo caer. El sujeto a la hora de gritar se desgarra  las mejillas y lengua al tener la daga  incrustada.

RUHIG SEIN! (¡CALLATE!)— Silencio al hombre quitándole el arma blanca de sus mejillas. Mientras el grita le entierro el cuchillo en su lengua  que la parte en dos y su campanilla se ve comprometida. La estocada ha sido tan fuerte que queda empalado en el piso de madera vieja. Intenta seguir gritando, pero su propia sangre comienza a ahogarlo de manera rápida.—Ich hasse sie ... ekelhafte verdammte Nazis ... Wer gibt ihnen das Recht, so viele Menschen zerstören zu wollen?(Los odio...asqueároslos nazis de mierda...¿Quién les da el derecho de querer arrasar con tanta gente?)

El hombre me mira mas aterrado que nada. Lo tomo con ambas manos  por la cabeza y con mis pulgares comienzo a presionar sobre sus cuencas oculares.

Ich hasse sie! Und ich werde sie ausrotten ... einen nach dem anderen ... Und wenn ich dabei sterbe ... werde ich so viele wie möglich mit in die Hölle nehmen. (¡Los odio! Y los voy a exterminar ...uno por uno...Y si muero en el proceso...me llevare a los mas posibles al infierno conmigo.)— Comienzo a sentir como en mis ojos salen lagrimas. Y es mas odio y desesperación que nada. Continuo apretando hasta que sus ojos salen de sus cuencas. El sujeto apenas respira.—¡Por tu culpa no se nada de mi esposa!¡Esta herida! Y sufre un maldito infierno...bastardo de mierda.

Estoy  molesto. Ardo de cólera, la sangre me hierve y  el pensamiento de desquitarme con el primer nazi que se me cruce invade y recorre mi cuerpo.

—Largate James...— Dicto sin siquiera verlo pero se que me mira  posiblemente por lo que acabo de hacer.— No estoy de humor para tus insultos idiotas.

—Yo solo...venia a recomendarte.— Aclaro su garganta por unos segundos.— Que te limpies todos los restos. Antes de que abraces a tu hija...Hueles a muerte.

Solo escucho que se aleja de mi. El sonido de sus zapatos al tocar la madera y su caminado es muy distintivo. Saco mis pulgares de sus cuencas  y veo al hombre muerto. Miro mis manos manchadas de sangre, aprieto mis puños marcando las venas y aun sintiéndome a otro nivel de lo que sigue de encolerizado.   Golpeo el piso con fuerzas, aprieto mis dientes e intento gritar...pero no sale sonido.

Intento controlarme con respiraciones profundas, pero estoy muy alterado.

—¡TSK!— Mis dientes  crujen unos con otros. Estoy tan podrido como el puto de William.—¡Aaaaah!

Me limito a gritar sin importar que. Y continuo golpeando el piso viejo de madera   y en cada impacto sale polvo. Necesito sacar todo lo que siento...y canalizarlo de algún modo. Me vuelve loco no saber nada de Mía, ni de Gunther. y que cada minuto que pasa, los campos de concentración exterminan gente con métodos inhumanos. Desgraciados e inútiles como esta cucaracha muerta  por mi mano. Se burlan, cometen atrocidades y abusos a mujeres y niñas. ¿Cómo pueden vivir en la faz de la tierra gusanos tan despreciables? ¡Son peor que animales...matan por deporte y diversión.

Mía Campbell

Estoy helada... Mantengo los ojos cerrados por que hasta me cuesta trabajo  abrirlos. Esa zangoloteada en los rápidos me ha dejado mal. Creo que moriré de hipotermia o desangramiento. La costra que se había formado para taponear mi herida se ha ido y la sangre sigue corriendo de nuevo.

Abro lentamente los ojos y sigo cubierta de bastante nieve y ramas. Siento que me entumo al moverme un poco.
Tengo bastante tiempo escondida desde que William y Amira se llevaron a Gunther. De no ser por que me enterré bajo una gran cantidad de nieves y ramas me hubieran encontrado.

No me puedo mover ¿Es esto el final?

«No puedes morir...No...no...no ¡No debes morir!»

—Mamá... 

Creo que estoy mas muerta que viva. Muevo mis labios pálidos y morados. Siento como la piel se comienza a pegar por el frio.

De repente comienzo a ver a mamá, los Barnes, Korina...

Después de todo...si existe algo después de la muerte. ¿Es este el lugar al que vienen las personas cuando mueren?

—¡Eres patética!—Escucho a mi alrededor. Giro a todos lados sin ver a nadie. Pero es muy familiar esa voz.—¡Si! ¡Estoy hablando contigo ¡Maldita pobre estúpida!

Giro mi rostro abruptamente y  en mi radio visual aparece Elizabeth...¿Estoy volviéndome loca? o ¿En verdad morí?

—¡DIOS! ¡Mosca muerta!— Siento que retrocedo...sin embargo se que mi cuerpo no se mueve.—¿Dónde estoy?¿Estoy muerta?¿Por que tienes que aparecer tu?

—No estas muerta ¡Si eres estúpida!— La veo paseando como si nada.— Estas a nada de que te mueras...Me gusta llamarlo el lugar a donde van las malditas pobres y mestizas.

— Si sabes que tu estas aquí también ¿Verdad?

—Tu me llamaste...No me culpes...yo si morí hace tiempo.— Me mira como si fuera real lo que veo.—Tienes un estilo mas rebelde...no de esa santurrona idiota de Norwich...En fin...¿Qué puedo hacer por ti?

—¿Dónde estamos para empezar?

—Pensé que eras mas lista...— Me pega con su dedo índice en la frente.— Supongo que todo esto pasa dentro  dentro de tu retorcida y enferma cabeza.

Miro a mi alrededor confundida, cuando habla de nuevo.

—¿Por que no me resumes que esta pasando a ver si te puedo ayudar?

—¿Tu ayudándome?—Ella solo alza una ceja y se cruza de brazos...Es cierto ella dijo que yo la llame.—¡Siéntate! Ni siquiera se si estoy loca ya ...la historia va para largo.

Elizabeth se sienta a escuchar lo ocurrido es raro por que su aura se siente ...agradable.

—En fin...Existen mujeres mas malvadas y retorcidas que tu.

—¿Sabes que creo?— La miro negando con la cabeza.— Deberías ya que si lo sabes...¡Que todo es culpa de Jack Carter!

—¿Qué tiene que ver él con esto?

—Ya veo por que tu pobre mente  me llamo como ultimo recurso.— Sigue burlándose de mi aun muerta...—Piensa...tu y yo tuvimos problemas por él ¿Capish?

—No soy idiota Elizabeth.

—¿No?— Lanza una burla hacia mi.— Yo pensaba que si ...En fin no me salgo del tema; Después aparece su novia incinerada loca que no estaba incinerada pero si loca y si que te ah hecho la vida de cuadritos...por que eres idiota... Si yo fuera tu...ya la habría metido a a un maldito  cuarto y la hubiera hecho mi puta...Pero se me olvida que tu crees en el poder del amor y el convencimiento.

—¿Qué quiere decir eso?

—En pocas palabras...¡Que te falta Maldad!

—Entonces supongo eres esas voces de mi cabeza que me dicen que hacer cuando intento hacer el mal.

—Mayormente ...se puede decir que si.

—¿Estoy loca?

—Desde que naciste querida...pero me tiene sin cuidado...Quizás esa idiota de Amira  cuando te sometió a los electrochoques te despertó una personalidad agresiva.

—¿Crees..?

—Querida...A tu marido lo perdiste por un tiempo por el mismo tratamiento.

—Yo no te conté eso...

—¡Estoy en tu cabeza! ¡Idiota! Todo lo que me contaste como imbécil ya lo se...Lo curioso es que me personificaste  a mi...Me siento muy alagada.

—Quizás solo puedo pensar en ti ...por que eres una de las mayores perras que conocí. Pero que termine estimando.

—¡Me alagas!—Aplaude y solo escucho eco a nuestro alrededor.— En fin...si te puedo ayudar en algo siempre estaré susurrándote que debes hacer.

—¿Y que debo hacer? Según tu...

—Primero...levantarte por que te haz de mirar muy patética casi tiesa y congelada...Segundo. Atravesarle con una maldita flecha de oreja a oreja a esa judía imbécil.

—¿Por que te pedi consejos?¡Largo! Trae a mamá, Korina...los Barnes...¡Fuera!

—¿Perdiste a una hija?

Guardo silencio... si es un dialogo conmigo misma sabe todo lo que siento. Elizabeth o lo que sea que es, se reincorpora y me  empuja hacia atrás dándome una bofetada.

—¡Si! Perdiste una hija...por que eres débil, ingenua y te gusta creer que la gente muy en el fondo tiene algo bueno. Pero te das cuenta que en el fondo tienen mas bien una voz que les dice como iniciar un caos.

—Pero...
—¡Levántate! Si te centras en lo que perdiste...Caerás en una miseria...¡RECURDA LO QUE AUN TIENES!

Comienzo a levantar los dedos de uno por uno con las personas que tengo aun vivas.

—Papá, Hoffman, Scar, Cooper, Gunther, Jack... Emma.

—Mi familia...

—No te quiero ver aquí mas ¡Largate! Y si te dejas morir por alguien tan patética como esa judía chueca  e inmunda...Te juro que  te regreso para matarte de nuevo.

Elizabeth me avienta y siento que caigo en un vacío. Sin embargo, abro mis ojos y mi entorno es donde me  terminando los rápidos.

—Jack...Emma...Papá—Susurro de la forma mas baja. Comienzo a desenterrarme del escondite  que me hice y salgo  viendo a mi alrededor. 

De forma instantánea  busco en mis bolsas y me percato que aun tengo una toma de marihuana y hojas. Masco una de ella y me dispongo a quitarme la ropa para ver que tan grave es la herida. Al quedar solo en interiores en la parte de mi torso logro ver la herida. Agarro una rama y la muerdo con fuerza. Introduzco mi dedo en al herida y me doy cuenta que si tengo orificio de salida. Lo entumida no me permitía sentir. Entonces la bala no se alojo en ningún lado. Mi sangrado es lento por que el frio ralentizo mi flujo. Sin perder tiempo  reviso lo que tengo alrededor.

Camino unos pocos metros mas y encuentro un campamento abandonado. Al parecer ya se movieron. Solo quedan cenizas aun calientes y  pescado en varas dorado mordisqueado. Las sobras.

Tengo hambre asi que me acerco a comer lo que sea con tal de calmar mi apetito. Entre la fogata veo un palo que sigue al rojo vivo luchando por sobrevivir y lo tomo. Sin pensarlo lo entierro en los orificios de entrada y salida haciendo una ligera cauterización que me ayudara.

Gracias a que estoy entumida el dolor es bastante soportable.

Tengo una venda muy mojada. La acerco a las cenizas  un rato. Mientras corto hojas y las lavo en el rio. Una vez estan lo mas limpias posibles las coloco en el orificio de entrada y salida  y cubro con la venda  para ejercer presión.

Tengo que moverme...De seguro hay soldados nazi moviéndose. Esos dos pedazos de idiotas dijeron que estaban  cerca de su maldito campo del infierno.

«No eres tan inútil como pensaba»

Ruedo los ojos  ahora designando a es voz que me induce a lo malo como Elizabeth. Le queda la personalidad .

Comienzo a caminar  y al alejarme del rio. En el camino encuentro varias personas colgadas con letreros de, judíos, gitanos, homosexuales, herejes, brujos y traidores.

Escupo la hoja de marihuana y me pongo a mascar otra. Necesito estar muy lucida y lista para el combate si hace falta y si eso implica drogarme hasta las orejas, para ver a mi familia de nuevo...Que así sea.

Me adentro de nuevo al bosque un poco y  el olor a muerte y podredumbre  comienza a impregnarse en mis fosas nasales. Mientras camino voy recordando como es que William en verdad  es un maldito tirano con su propio hijo. Gunther no mentía...y ahora esta en Ravensbrück . Escuche claramente como  entre William y Amira lo golpearon. El me vio...se que me vio y no me delato. Mas bien pensó rápido me cubrió y puso de excusa al conejo que  rondaba que podía delatarme. Movía su nariz en el árbol donde estaba ...quizas era su madriguera o escondite.

Tengo que sacarlo de ese maldito infierno.Y si regreso sin el ...no Sabre como voltear a ver a todos a la cara después de saber que no nos mintió. Sin mencionar que William me culpa de la muerte de Sigrid y  no quiero que se consuma  en alguien peligroso y se haga como William.

Conforme sigo hundida en mis pensamientos comienzo a  ver algunas partes donde la nieve esta color tierra y sucia...Se aprecia algo congelado.  Me percato que Ravensbrück esta a unos cincuenta metros de mi. Soy mas cautelosa escucho como es que hay gritos de  personas que William tiene de confianza. Conforme me acerco mas a la masa congelada el olor se hace mas intenso...tan intenso que me provocan nauseas.
Me acerco lo suficiente como para ver que eso congelado son prisioneras. Siento como una flecha atraviesa mi corazón al ver a toda esta gente apilada y muerta. Las condiciones en las que las tienen son peores. Se nota que son experimentos de Amira y cuerpos que mueren por fatiga o exceso de trabajo.

Comienzo a escuchar ruido y entre tanto cuerpo apilado y congelado no me es difícil esconderme  y pasar desapercibida.

Stinkt! (¡APESTA!)— La voz de una persona se escuchaba que venia cargando peso.—BEEIL DICH! Ich möchte nicht, dass William und seine Frau uns belästigen. (DEPRISA! No quiero que William ni su esposa nos fastidien.)

De donde yo estaba escondida me toco ver como es que comenzaban a arrojar  cuerpos. Para seguirlos apilando entre  los congelados. No se tomaban la molestia de revisar sus cadáveres  por que el olor te hace que no te quieras acercar.

Kinder?— ¿Escuche bien lo que dijo? Afino mi oído mientras intento contener las lagrimas que quieren salir.

Sin que alguien responda solo siguen  con su trabajo de deshacerse de los cuerpos.

Al voltear a ver los cuerpos  que arrojaron me percato de que en efecto son niños...Pero, son ¿Gemelos? Cae  al congelado piso y uno de ellos se ve en los huesos mientras que el otro  tiene una ceguera  en sus ojos  y con múltiples   costras y heridas en su cuerpo. Al parecer el que perdió la vista esta muerto.

Al dirigir mi vista hacia ellos veo que uno de los gemelos  tiene los ojos abiertos y a duras penas traga saliva. Me mira desde hace minutos y sabe que estoy viva. Ambos guardamos silencio  y el lentamente comienza a alzar una mano con mucha fuerza pidiéndome  como ayuda.

El niño continua alzando el brazo como para que lo jale y el ayude. Yo me limito a poner mi dedo índice en mis labios  y a negarle para que no nos descubran.

Veo unas botas  acercarse al niño. El alza la mirad a hacia el.

—¡Debes tener sed niño!— Sin decir mas comienzo a ver como un chorro de orina cae sobre el rostro del niño seguido de  risas y burlas de todos. Incluyendo al hombre que lo orina.—¿Se te quito la sed? ¿Hambre?

Con un cuchillo que todos y absolutamente todos cargamos en estos tiempos parte un brazo de su hermano y se lo arroja. Malditos inhumanos, malditos cerdos.

—¡Come! Recuerda que el mas fuerte es el que vive.

El niño ignorándolo me mira de nuevo y alza el brazo pidiéndome ayuda.

—¿Qué miras niño?— El soldado se agacha a ver hacia donde estoy  y me limito a dejar los  ojos abiertos  y mezclarme entre los muertos. Por el tiempo que tengo en la fría nieve mi color es bastante pálido. El hombre mira hacia todos lados y me mira por unos segundos. Pero no le resta más importancia.—¡Son tu familia! Montón de gitanos podridos muertos.

El soldado se aleja  y les ordena regresar a Ravensbrück. En cuanto  se alejan lo suficiente  me acerco lentamente al niño y lo acobijo entre mis brazos.

—¡Hey!¡Resiste!

—Ten..go ham...bre...
Ente mis cosas esculco y solo tengo poco. Dos barras de chocolate  para la energía.  Sin pensarlo abro una de ellas y lo hago comer poco a poco.

—¿Qué pasa dentro?

—La doctora...nos...lastima...A todos.

—¿Todos? ¿Cu...Cuantos mas hay dentro?

—Muchos...

Mi corazón se acelera  y mis ganas de llorar son inimaginables. ¿Que estan haciendo con los niños?

—¿Qué les estan hacie...— Al mirarlo de nuevo el niño ha dejado de emitir sonido. —¡Hey!

Sus pupilas estan como las de Korina...El pequeño ha muerto.

Algo...sombrío y turbio esta pasando con niños dentro. Niños gemelos...¿Sera un experimento mas de Amira? ¿William?

Dejo al pequeño en el piso y le cierro los ojos. Mi corazón se abruma  y sea como sea, se que tengo que entrar a ese lugar.  Gunther y mas pequeños corren peligro. 

XIV Forjando a un Wolf




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