X Chocolate
Las leyes son silenciosas en tiempos de guerras.
-Cicerón
-----Martes 31 de marzo de 1942-----
Mía Campbell:
Es el día de asaltar otra caravana programada. Ya estamos en posición como de costumbre. Yo con mi atuendo, los francotiradores en posición y listos para disparar.
Las comunicaciones han sido ya establecidas y solo esperamos a que se acerquen para ejecutar el plan.
De un frasco agarro los trozos de carbón y comienzo a ensuciarme el rostro y las manos.
Jack esta al lado mío con los binoculares, y no me ha dejado bajar.
—¿Qué sucede?— Le susurro de la forma mas silenciosa posible.
—Se detuvieron...— Veo que cierra un poco mas los ojos aunque tenga los visores como si esa acción le ayudara a enfocar mejor.—Creo que estan comiendo.
Jack me pasa los binoculares y lo confirmo por mi misma. Parece que estan sacando una barra de chocolate y la engullen con singular alegría.
—Estan comiendo... creo que es chocolate...— Le paso una vez mas los binoculares.— Posiblemente estan exhaustos. Las barras de caramelos les da energía rápido.
—Si pero ¿Por que no lo habían hecho antes?
—Considerando que nuestros ataques no son donde mismo siempre. Quizás tienen para tomar un descanso o un bocadillo.— Jack agarra su barbilla y delinea su perfil con su dedo índice hasta llegar a su frente y darse dos ligeros golpes en la ya mencionada.—Contactare a los demás.
Mi esposo coge el handie talkie y abre las líneas de canal. Una vez que le responden que estan al tanto el prosigue.
—Aquí Carter... La caravana se detuvo por unos minutos a comer.— Solo se escucha el ruido de la radio y continua.—¿Abortamos la misión?
—¿Dejar la misión? ¿Por que se detuvieron a comer?— Habla un compañero por la linea algo irritado.—¿Qué comieron exactamente?
—Unas barras de chocolate...— Jack confirma y una vez mas se escucha el silencio.
—La misión continua tal cual se ha hecho siempre.— Habla James ahora dándonos luz verde.—No tenemos patrones diferentes por que se detengan unos minutos a comer chocolate.
Escuchando la voz de papá y su confirmación. Me siento mas segura. Sin cuestionar y acatando ordenes me agarro mi cabello y lo oculto.
—Cuida mi espalda Jack.— Sin decir mas comienzo a bajar a otro arbusto. Con la ayuda de una rama con hojas voy desapareciendo las pisadas para que no se vea que baje. Y solo se vea la tupida nieve en el piso.
Pasan unos cuantos minutos mas y se comienzan a escuchar las pisadas y el marchar de los soldados. Analizo con detenimiento y veo quien será mi "familiar" en peligro. Localizo a una señora de edad avanzada y se que ella será mi ayuda.
—Mamă! ...MAMĂ! (¡Madre! ¡MADRE!)— Salgo de entre los arbustos y los mismos soldados me apuntan con sus armas.
—FRAUEN! HOCH! (¡MUJER!¡ALTO!)— El soldado me apunta acercándose con velocidad.
Levanto mis brazos en señal de que no quiero pelea. Lo veo que esta bastante molesto. Sin siquiera dejarme arrodillarme me detiene.
—Sie werden auf Befehl handeln und sprechen! (Actuaras y hablaras cuando se te ordene!)
Veo a la mujer que hago pasar por mi madre y trago saliva. La mujer se ve confundida, y sus ojos muestran un comienzo de ceguera. Muevo ligeramente las manos intentando calmarla.
—Mama... e in regula!!! (Madre...esta bien!!)
—SIE SPRECHEN, WENN SIE BESTELLT WERDEN!(¡HABLARAS CUANDO SE TE ORDENE!)
El hombre me da un golpe que me tira al piso de forma muy sencilla. Tiene bastante fuerza. Guardo silencio y solo escucho a los hombres reírse. Al girarme a verlos a pesar de que se burlan de mi, sus rostros se miran molestos. No han soltado sus armas...Parecen, alertas.
Sin ser suficiente para el soldado nazi, me agarra del cuello de mi camisa y me planta dos golpes mas. Sus golpes estan cargados de odio. Es diferente a los de las otras veces...Es como si me quisiera matar o como si tuviésemos un conflicto desde hace tiempo sin resolver... Como si fuera personal.
Con el simple movimiento de quitarme la nieve del rostro, el soldado comienza a golpearme de nuevo. Me comienzo a aturdir. veo todo bastante despacio y escucho las risas de los demás soldados muy lejos.
«¿Que haces?¡Defiéndete!¡MATALO!»
Me siento ensordecida y con un fuerte dolor en mi mejilla. Siento y escucho como sus golpes me abren la boca y comienzo a soltar sangre. Sus nudillos se tiñen de carmesí.
«¡NOS VA A MATAR!»
Mientras el soldado sigue golpeándome con fuerza. Solo escucho un un francotirador que le revientan la cabeza al soldado. El cuerpo del nazi cae sobre mi y me impide seguirme moviendo, me siento aturdida.
Solo logro escuchar que han revelado su posición e inicia el enfrentamiento. Permanezco tirada con el cuerpo sobre mi y escucho ruido. Y una gran cantidad de armas dispararse.
«¡Levántate!¡Pelea y Mátalos!»
Tomo un respiro de unos treinta segundos, agarro aire y lleno mi pulmones. Con fuerza me quito el cuerpo de encima de mi y le quito el arma. Por el peso se que esta cargada.
Al quitarme el peso muerto y ver mi panorama...las cosas no estan saliendo como normalmente salen. Estamos teniendo bajas, mas de las habituales.
Escucho unos pasos acercarse a mi y al dar media vuelta tengo a pocos metros un nazi queriéndome apuñalar. Disparo sin pensarlo. El sujeto no cae al piso adolorido. Disparo dos veces mas y como si esto fuera obra de el diablo... No caen como las otras veces...Parece que les inyectaron adrenalina...o les quitaron el dolor.
«¡Apuntale a la cabeza!»
Alzo un poco mas mi brazo y al jalar el gatillo, sorpresa sorpresa, no tengo mas balas.
—¿Sorprendida?
El sujeto sigue acercándose con menos rapidez.
—¡ABAJO!
Me agacho sin pensarlo y solo escucho una escopeta que parte en pedazos al sujeto. El impacto de esas armas siempre deja un orificio de entrada y uno de salida junto con daños irreparables en el cuerpo.
—¿Sorprendido?¡Imbécil!— Jack llego justo a tiempo. Miramos a nuestro alrededor y algo no esta saliendo bien. Esta gente esta muy resistente. No comprendo, ni siquiera gritan de dolor.—vamos a ocultarte...
—Jack no...
—¡Algo no esta bien!
Ambos nos miramos en silencio confundidos. Con una mano se encarga de cargar la escopeta y me la entrega para que yo pueda defenderme. El agarra su arma manual y con la otra sostiene su cuchillo.
Detrás de Jack esta un nazi terminando de cargar su arma. Apunto con la escopeta y sin darle tiempo de respirar, disparo. El ahora ex soldado queda con el pecho completamente hecho añicos. Las costillas deben estar mayormente rotas y la caja torácica destruida. El hombre se mantiene con vida después de eso por unos segundos mas...Supongo que es mientras la sangre termina de correr por lo que queda de su cuerpo.
—¿Qué mierda les esta pasando a estos hombres?
Aun con heridas que debería tenerlos muriéndose de dolor en el piso, son capaces de seguirsé moviendo... Esto esta causando muchas bajas a nuestro lado. Mi cabeza no logra procesar lo que mis ojos miran. Creo que toda la lógica se rompe aquí.
—¡MIA!— Jack me saca de mis pensamientos. Me jala hacia la direccion que el corre y es cuando me centro y regreso a la realidad.
Me logra llevar a terreno alto y nos atrincheramos detrás de un gran tronco. Mueve su mano mientras mis ojos siguen sus movimientos.
—¿Cómo te sientes?— Me toma de los costados de mi rostro con sus manos y clava sus ojos marrones sobre los míos.—Esos golpes estuvieron bastante brutales.
— Estoy bien.— Me alejo un poco de el.— Ya paso el aturdimiento.
Carter coge otra escopeta que tenemos oculta y se lleva bastantes municiones. A mi me deja también una caja completa.
—¡Ocúltate!— Me da la orden mientras el baja a ayudar a papá y a Hoffman.
Al seguir sus pasos veo que Jack no se arriesga y va reventándoles la cabeza a los soldados o encajándoles el cuchillo. Sin embargo, muchos de ellos no mueren al instante. No tengo respuesta para esto...estoy inquieta.
Sin embargo dejo la escopeta de lado y entre los arbustos donde inicialmente estábamos ocultos tenemos varias armas. Agarro un rifle de francotirador Lee- Enfield y me posiciono para poder ayudar a las bajas rápidas. La ventaja por la cual papá quiso estos modelos británicos es que estos pueden cargar diez tiros por cargador. A diferencia de los demás que cargan cinco por cargador.
A pesar de que estan pasando sucesos extraños seguimos ganando sobre ellos. Y ese tiene que ser el resultado final.
Una vez posicionada, controlo mi respiración y comienzo a limpiar la zona dando tiros y muertes limpias. Lo malo de eso, el francotirador hace mucho ruido y podre ser detectada si doy bastantes tiros tan rápido. Que se mezclen con los sonidos de la batalla.
Sigue pasando la batalla de manera diferente a veces anteriores. Sera que los estan drogando...o acaso experimentan con ellos...¿Cómo saberlo? Solo se que en este punto, tengo mas dudas que respuestas. Y tengo trabajo que hacer, el cual consiste en proteger a mis compañeros y familia.
—Después de todo...es cierto.—Esa voz... Seguido de una risa tenebrosa que fue aumentando su intensidad. Intento girarme junto con el arma, sin embargo me lo impide dándome un jalón a la pierna y ponerme boca arriba. William patea mi arma y pasa sus manos rápidamente a mi cuello apretando con fuerza.
«¡Mátalo!¡Mátalo! No nos pueden salvar...Defiéndete»
Mis ojos asesinos se clavan en el y mientras el se burla de mi con su singular sonrisa de hombre confiado.
—Eres peor de lo que Logan describió...— Pasa a apretar mas hasta comenzar a sentir que mis vías respiratorias les cuesta tomar aire. Conociéndolo, solo pretende desmayarme o noquearme... Una vez que me debilita me suelta con una de sus manos y agarra una bengala. La apunta hacia arriba sin disparar aun.—Eres la peor plaga que ...que estamos logrando exterminar... Maldita cucaracha, sangre impura asquerosa.
—N...o.— Alzo la mano para intentar evitar que esa bengala sea arrojada. Los arbustos que me cubrían del enemigo lo cubren a él de que vean que me ha emboscado.
La bengala ha sido disparada y William me agarra de las mejillas y gira mi rostro hacia el horizonte. Logro ver como es que se acercan a lo lejos bastantes nazis junto con tres tanques de guerra. Hicieron una maldita redada sobre nuestra redada.
—Dile adiós a tu pequeña resistencia... Comparado a la cantidad de hombres y maquinas que vienen a exterminarlos. Son como una cucaracha estando a punto de ser aplastados por una bota.
«COBARDE...¡INUTIL!»
Me voy quedando cada vez sin fuerzas. Y solo puedo ver como el ejercito de William se acerca a pasos agigantados hacia mi familia y amigos.
William comienza a poner su mano que tiene libre sobre mi boca para evitar que siga jalando el poco aire que puedo y es cuando aprovecho a afianzarme de su mano. Mis caninos y dientes se clavan sobre su mano.
La acción de William es soltar mi cuello e intentar golpearme. Me levanto corriendo de nuevo a los arbustos y busco primero que nada nuestra propia bengala para las emergencias. Sin pensarlo la arrojo justo al campo de batalla para captar la atención de los demás.
Se escucha un silencio cuando la bengala comienza a incendiar a un hombre y todos voltean hacia mi.
—¡EMBOSCADA!— Grito tan fuerte como puedo...pues mis cuerdas han sido muy lastimadas y sobre mi cuello se notan las marcas que William me dejo de el ahorcamiento.—¡VIENEN TANQUETAS! ¡DISPERSENCE!
Sin poder seguir avisando William me jala nuevamente hacia los arbustos y me intenta noquear...Una vez mas, se que quiere hacerme su prisionera...de lo contrario ya tendría una bala en la frente.
—Que pena, Mía...Perdió a su hija.— Sus palabras inyectan veneno en mi sangre...Mis ojos se llenan de agua y me siento inquieta. Crujo mis dientes de la rabia que siento.—Perdió a los Barnes...perdió a su estúpido gato...¿Quieres saber como mate a tu hija?
Mientras me dice estas letales palabras que me inyectan de odio me comienza a golpear a la altura del hígado, siento retumbar en mi cuerpo.
—Bajo el agua...Enterré ese cuchillo pensando que eras tu, hasta partir la maldita hoja...sus asquerosos y contaminados ojos se emblanquecieron y peleo sin éxito.
«Calla»
—Mientras tu te diste media vuelta y la dejaste morir en mis manos...Nunca quisiste a esa asquerosa niña...desde que te vendió a mi, planeaste como matarla...nunca fue tu hija...la utilizaste para cuidar a Emma.
Sin darme por vencida logro golpear a William en la entrepierna y lo hago callarse.
—Maldito...¡ASESINO!— Me arrojo sobre de él y lo golpeo con fuerzas.— ¡TE VOY A MATAR!
Golpeo a William con fuerzas mientras veo como el parece no le afectan mis golpes. Comienza a reír sin yo entender y solo provocándome mas enojo.
El labio de el maldito nazi comienza a sangrar mientras él se ahoga con su propia sangre estando boca arriba y yo sobre de el.
Una vez le eh dado bastantes golpes... veo que no para de reírse.
—¿De que te ríes?¿Cual es la maldita gracia?
—Que... Walker pregunto lo mismo antes de recibir su dosis de veneno...—Me quedo en silencio. la piel se me comienza a congelar junto con la sangre.—Pero...tu...estas justo donde te quería.
Rápido le quito el seguro a mi arma para rematarlo...Cuando solo siento frio en todo mi cuerpo y bastante tibio en mi estomago. Me giro de forma desplacía y solo puedo ver que en mi sombra que refleja en la nieve sale un rayo de sol. Comienzo a sentir un reflujo y de mi boca empiezo a sentir el sabor de la sangre.
William sigue riendo mientras yo sigo dentro de mi shock. Delante de mi al voltear hacia el horizonte veo los tanques cada vez estar mas cerca.
—¡LE DI!¡LE DI!¡LE DI JUSTO EN EL ESTOMAGO!— Se divierte como si fuera una maldita diversión.
Amira Lastrange:
La gitana me mira con un odio que jamás había visto. Lagrimas de coraje ruedan por sus mejillas mientras intenta moverse. William se la quita con facilidad de encima y con una prenda rota, le hace un torniquete. Que claro no se desangrara...no le di en ningún lado importante.
—¡Hola Mía!—Intenta moverse pero apenas esta procesando como es que cayo en nuestra trampa de principiantes.— Haz causado mucho desastre últimamente por territorios hostiles.
William la comienza a arrastras por la nieve con una cuerda que va atada debajo de su busto mientras deja una linea de sangre. La estúpida tose salpicando sangre por su paso y su ropa se mancha...la sangre siempre ha sido escandalosa. Se viera que esta moribunda...pero tiene más fuerza reservada. Solo esta en shock y quizás por eso se ve en tan mal estado.
— Va a ser una pena.— Me voltea a ver como sabiendo que esta mas por perder que nada.—Que no estés en Lychen... y tu única hija, este sola.
Reconozco esa mirada. Le acabo de inyectar terror. Pongámosle algo de sal a la herida. Lleno mis pulmones de aire para continuar.
—Sin poder hablar...pedirá ayuda, pero mamá y papá nunca aparecerán...—La veo que ligeramente comienza a clavar sus uñas en la nieve poniendo resistencia.—Descuida... en Ravensbrück se reunirán.
—N...o..
—No es una pregunta Mía...es una afirmación....Te dije en esa cárcel que regresaras a Norwich...y quisiste jugar a los soldaditos...Yo no estoy jugando Mía.— A William parece costarle trabajo controlarla. Parece que a pesar del disparo va recuperando su fuerza. Me acerco a ella y hundo mi dedo en su herida de bala que le atraviesa el estomago. La gitana grita y chilla de dolor.—Te prometo que cualquier cosa que tengas en mente que le pasara a Emma...¿Asi se llama tu bastarda no?
Le doy unas palmaditas en la mejilla burlándome de ella y al mismo tiempo sirve para captar su atención hacia mi. Si que esta comenzando a sudar.
—Sera peor...que cualquier cosa que tengas en mente...En ese lugar cuando nos trataron peor que ratas...te dije lo que le pasaría si era una hembra.
Mi esposo la amarra con la cuerda a uno de los autos que tenemos...Creo que la hara caminar hasta Ravensbrück.
—Si caes ...el auto te arrastrara. Para que no gastes energías.
Disfruto esto tanto como William y ambos nos reímos de ella. La gitana se mantiene con la cabeza abajo. Me gusta pensar que se esta metiendo miedo al imaginar todo lo que le espera. Pero la realidad siempre es la peor perra de todas.
—WILLIAM— Detrás de nosotros se escucha este grito de guerra y rabia. Conozco esa voz. Al ambos girarnos a hacerles burla de que tenemos a la bastarda sangre contaminada, esa maldita sonrisa se nos borra de nuestros labios al ver que al parecer venían mucho mas preparados de lo que pensábamos.
Los dos lanza cohetes portátiles son lanzados a dos de nuestros tanques. Provocando una maldita masacre y unas bajas increíbles. Tienen bastante artillería pesada. Esos modelos estarán disponibles hasta diciembre de este año ¡Maldito James Campbell!
—RESPONDAN AL FUEGO...MASACRENLOS CON EL TANQUE.
William es quien da la orden y los soldados comienzan a hacer lo mejor posible que pueden.
—¡La maldita gitana!
Giro mi rostro hacia donde la dejamos y solo veo la maldita cuerda trozada, las pisadas en la nieve y las manchas de sangre que va dejando en el piso. Al redireccionar mi mirada solo veo a la bastarda gitana bastante lejos para los pocos segundos que siento que la deje de ver.
La sangre me hierve al ver a esa maldita huir como una cobarde.
—¡REGRESA AQUI! ¡RATA!¡COBARDE!— Me acerco a donde la cuerda esta trozada y veo una jeringa vacía...de seguro la maldita tenia morfina o algo para emergencias.
Veo a uno de los soldados tirados en la nieve y lo levando empujándolo hacia la direccion que se fue.
—¿QUE ESPERAN? ¡TRAIGAN A ESA MALDITA GITANA! ¡VIVA!
El sonido de una nueva explosión y el impacto nos tiran al piso. Al girarme a ver que ha sido...me percato de que han destruido nuestro ultimo tanque. Y que los desgraciados tienen una torreta de disparo continuo. William busca a su hermano con la mirada. Mientras Carter intenta abrirse paso para matar a su hermano a golpes.
—¡DISPERSENSE!— La voz de James ha resonado por todos lados dándole la orden a su patético grupo de rebeldes. Cater al escuchar esto se regresa a atrincherarse y no cometer un error.
—¡LOS QUIERO VIVOS!— Es lo único que grita William para iniciar un enfrentamiento peligroso entre ambos bandos.
Detrás de los tanques que ya se redujeron a nada solo sirven para podernos cubrir de las municiones. William, yo y algunos hombres nos quedamos detrás para hablar.
—Muy bien ustedes seis...conmigo.— Esto me incluye a mi dentro del grupo, en total seremos siete contándolo a él.— Dejen que estos soldados se encarguen de esto.
—¿Y nosotros?
William se limita a apuntar hacia donde estan las pisadas de la gitana. Resuena su garganta y nos mira fijamente.
—Un ciervo se nos escapo...y esta lastimado.
—Es difícil encontrarla.—Opina uno de los que estan siendo parte del grupo.
—Lychen...— Me limito solo a decir eso y todos me miran.— Va por su hija...
Mi esposo comienza a hacer que nos movamos hacia la direccion de la gitana.
—Ya tengo un escuadrón dirigiéndose a Lychen.— En silencio William ordena que se dispersen.—Denken Sie daran, dass sie unbewaffnet und verwundet ist ... Sie ist nicht ungeschickt und möglicherweise hat sie die Wunde bereits stärker angezogen, um ein Tropfen zu vermeiden. (Recuerden que esta desarmada y herida...No es torpe y posiblemente ya se apretó mas la herida para evitar el goteo.)
—JAWOHL (SI SEÑOR)— Al unísono confirman y todos nos disponemos a comenzar a buscar a la gitana parida por el mismísimo demonio.
Si no creyera en la ciencia, diría que si tiene contratos con lucifer para que la maldita salga viva de cosas tan poco probables...Pero prefiero seguir pensando que, es suerte la que la desgraciada tiene y se le tiene que acabar en un momento. Solo es cuestión de seguir tirando esos malditos dados hasta que la suerte este de mi lado.
Miro hacia las copas de los pinos por simple instinto como esperando que pudiera trepar en minutos hacia algo tan alto. Como si con esa herida pudiera hacer eso. Ruedo mis ojos hacia los alrededores sin tener éxito en ver algo fuera de lo común.
—Si yo fuera una gitana asquerosa y cobarde.— William me saca de mis pensamientos y me mira riendo ligeramente.— ¿En que maldito agujero me escondería?
—En el maldito agujero donde sepulto a su hija.— Ambos reímos al recordar ese glorioso momento en el que sabemos que una de sus crías ya esta tiesa.— La comida para gusanos mas asquerosa que de seguro comieron...carne de un esclavo negro.
—Ni para abonar la tierra de seguro sirvió ese desperdicio de carne...— William me mira y levanta el dedo índice en seña de que guarde silencio.—Pero menos mal ya no esta robando aire ni espacio...los negros son un error en el planeta tierra que será erradicado...al igual que los mestizos.
—Posiblemente se dejo acuchillar de solo pensar que tenia una madre de sangre contaminada...y una hermana sorda ¡Pobre criatura! — Se que nos puede escuchar, no pudo ir tan lejos.—Mejor hubiera nacido muerta antes de ser parida por semejante mujer tan asquerosa.
Escuchamos un ligero sonido como de el pisar de una rama.
—Si sabes maldita gitana que...mientras tu juegas a las escondidas y pierdes el tiempo...Una gran cantidad de soldados se dirige a Lychen.—William guarda silencio y comenzamos a afinar el oído.— A los soldados les encanta la carne fresca...y que mejor que una niña muda...sin fuerza suficiente para defenderse...
Pasan los segundos y no tenemos respuesta de las provocaciones.
— Deja de hacerlo tan difícil mestiza...Una vez estés respirando bajo tierra nos podremos retirar en paz...Tu hija no sufrirá daño si te entregas.
Una vez mas pasan los segundos y sigue habiendo el mismo sonido de silencio.
—Continuemos buscando...De seguro esta intentando arrastrarse hasta Lychen.
A lo lejos solo logramos escuchar detonaciones...al parecer el enfrentamiento con James esta bastante pesado...El siempre hace las cosas muy complicadas...Cuando el diablo escucha el nombre de James Campbell, se le hela la sangre por que ya tiene reputación hasta en el mismo infierno.
Al dar unos pasos me detengo en seco analizando que en la nieve mezclada con la tierra percibo la sangre fresca...debe de ser de la maldita gitana. El único Pero es ¿Por que no tenemos pisadas impresas en la nieve?
—Amira...— William llama mi atención y le miro fijamente.— No te separes. Esa zorra es muy astuta...Y recuerda que ella también nos esta cazando...mas vale prevenir que lamentar.
XI Supervivencia
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