VI Señuelo

-----Sábado 24 de enero de 1942-----

 No tengo miedo de un ejército de leones guiado por ovejas; tengo miedo de un ejército de ovejas guiado por un león. - Alejandro Magno

Mía Campbell:

Logramos escabullirnos justo donde se nos indico que la caravana pasaría. Uno de los tramos mas angostos  a nuestro favor para interceptar una caravana. Admito que el ambiente se siente bastante tenso afuera. No sabes si de ir caminando te  encontraras con una bomba, un tanque, un escuadrón, o simplemente te esperan para disparar a matar.

Se necesita ser muy cauteloso e ir con cuidado. Nos tomo mas del tiempo debido por que descubrir minas para nosotros nos es muy complicado. Son muchas cosas las que tienes que cuidar a la vez. Lo cual me lleva a pensar en algo que creo seria necesario comenzar a implementar.

—¿Estas bien Mía?— Jack es quien me llama y salgo de mis pensamientos. Enfocándome en lo que esta pasando ahora. —Te noto inquieta.

—Estoy bien Jack...—cruzo miradas con mi esposo y unimos nuestras frentes.— Estaba pensando en el camino que nos toco tomar.

—El enemigo nos quiere exterminar...

—No dejaremos que pase.—Jack comienza a ponerme  lodo en el rostro  y a desalinearme.—¿Cómo te sientes? ¿Estas segura de esto?

—Caravana   localizada a setecientos metros de nuestra posición.— Cooper aparece tras de nosotros. Cogemos los binoculares  y localizamos la caravana. De pronto Cooper agarra un dispositivo que utilizamos como una radio portátil llamada handie talkie . Al prenderla  nos percatamos de que  los demás compañeros que tienen esta radio ya estan en sintonía y escuchan a Cooper.

—Escuchen equipo... Nada de bombas, ni explosivos. Recuerden que son prisioneras  y no sabemos si una de ellas corre, los soldados la quieran abatir. Todo limpio y con armas.— Escuchamos como le responden a Cooper  con un "copiado" o "Enterado" el prosigue dando ordenes.— Sin mencionar que habrá compañeros abajo.

—Ningún nazi tiene que salir a avisarles a sus aliados.— Ahora es papá quien esta dando la orden.—Tiren a matar ¡Francotiradores! ¿Listos y en posición?

—Águila uno, lista y en posición defendiendo el ala norte.

—Águila dos, lista y en posición defendiendo el ala sur.

—Águila tres, lista y en posición defendiendo el ala este.

—Águila cuatro, lista y en posición defendiendo el ala oeste.

—Águila cinco y seis  listas y en posición  de apoyo para eliminación de enemigos.

—¡Bien!— Cooper después de escuchar a sus hombres listos  dirige su mirada hacia mi.—¿Estas lista inspectora?

—Solo dime Mía...Hace mucho deje de ser inspectora...Cooper.—Me quito la gabardina enorme  que me cubre del frio. En cuanto mis pies tocan la nieve  siento un escalofrió recorrer mi piel.  Pero continuo preparándome. Me agarro el cabello  y lo recojo lo mejor que puedo.

—¿Estas segura de esto? Podemos apegarnos a otro plan si te arrepientes... o no te sientes lista.

—¡Descuida! Se que tu, papá y mi esposo...Me cuidan la espalda.— Jack se acerca a mi y besa mi   frente.— Prosigue por favor.

Cooper toma la radio portátil y abre la señal.

—¡Locken comenzara a moverse! — En cuanto apaga la radio  me comienzo a mover. 

El camino  que decidimos tomar esta a nuestro favor. Es estrecho, esta sobre  colinas, asi que tenemos la altura y el bosque a nuestro favor para ocultarnos. Una vez me posiciono doy la señal para que prosigan.

Guardo mis armas bajo la nieve y la tierra  sin dejar marca. Por que se que puede ser peligroso.
Al irse acercando la caravana  me percato que comparadas a ellas no tenemos diferencia. Todas las prisioneras estan caminando a pie sobre la nieve.  Sus pies estan bastantes fríos  y lastimados. Se nota por el color que tienen.
También percibo que no existe un rango de edad de momento. Veo niñas desde los cinco años aproximadamente hasta personas que fácil superan los setenta.

Me cuesta imaginar que, esos soldados no sientan nada al llevar a las mujeres asi. Sufren y muchas ya lloran por el dolor o por el destino que tendrán.

Bueno...Eso lo pensare después. Tengo que comenzar a trabajar. Y depende de mi actuación   se decide todo por hoy. Y claro de la puntería de mis compañeros. Esta caravana tiene a bastante gitano...Se les nota en los rasgos y su tono de piel. Tomo aire por mi nariz tres veces y despejo mi mente. ¡Es hora de actuar! 

Salgo corriendo de entre los arbustos los cuales me oculte y resueno mi garganta.

FIICA! (¡HIJA!)— Intento acercarme a una pequeña que es la que le veo su rostro con mas miedo.— te-am gasit in sfarsit! (¡Te encontré al fin!)

HOCH! (¡ALTO!)— Al intentar dar mas pasos hacia la niña, tres alemanes me apuntan con su arma. Uno de ellos es el que grita  y me encara.— ¡NICHT BEWEGEN! (¡NO TE  MUEVAS!)

Sie ist meine Tochter (¡Es mi hija!)— Apunto con el dedo índice a la niña desde lejos   y las vuelvo a poner al aire mostrando que no estoy armada.

Du wirst sprechen, wenn es dir gesagt wird! (¡Hablarás cuando se te diga!)— Con su escopeta me pega en un costado con la culata. Me tuerzo del dolor y caigo de rodillas al piso. Nada mejor para que esas lagrimas que pretendo salgan de forma mas natural.— Dreckige, dreckige Zigeunerratte! (Asquerosa inmunda rata gitana).

Bitte... bitte!! Tochter! (Por...por favor!!¡Hija!)

Esta vez la culata me pega en la nuca  y me regresa al suelo. La fuerza con la que intentan someterme  por el simple hecho de ser mestiza, es increíble ¿Cómo pueden tener tanto odio a la gente?

Abschaum der Gesellschaft! verfluchte und sterbende Mischung! (Escoria de la sociedad! Mezcla maldita y moribunda).

Después de estas palabras me agarra del cabello por la nuca , me arrastra  frente a la niña. Los demás soldados que patrullan ríen  al ver el espectáculo.

El hombre que me tiene de rodillas les ordena ir a ver si de donde salí no tengo armas o algún aliado. Descubren que no se encuentra nadie mas. El soldado, comienza a esculcarme por todo el cuerpo de forma violenta.

Bitte ... ich bin nicht bewaffnet ... ich will nur meine Tochter ... ich habe Geld! ( Por favor...No estoy armada... Solo quiero a mi hija... ¡Tengo diner..!)

El soldado  me golpea en  el mismo lugar donde me golpeo al inicio y me saca el aire. Caigo al suelo y los soldados ríen de nuevo comenzando a bajar  sus armas ¡Estan bajando la guardia!

—¡Escoria!— El soldado me vuelve a tomar de el  cabello haciéndome que lo mire.—¿Wer schickt dich? (¿Quién te manda?)

Niemand (Nadie)

El hombre saca su 9mm y  me apunta  con su  arma  en la frente. Ve que  reflejo "el miedo que quiere imponer." Rueda sus ojos a ver a la niña que identifique como mi hija, en una acción rápida cambia de objetivo y desde lejos se a quien le apunta.  Da dos disparos al aire y pone tensas a las prisioneras quienes gritan y lloran. Los soldados ríen   y yo solo me limito a ver al hombre divertirse.

—Una vez mas...gitana.— Pasa el arma de nuevo apuntando a la niña y me mira con odio. —¿Wer schickt ...? (¿Quién te man...?)

El soldado sin poder terminas la frase, veo como  revienta la cabeza un francotirador  de los que estan posicionados a uno de sus compañeros.  

¡LA PAMANT!— Grito a todo pulmon. La mayoría entendió asi que  las mujeres y niñas  se agachan y cubren su cabeza  con sus manos poniéndose lo mas cerca que pueden al piso. Las que no entienden solo siguen a las mujeres que actúan conforme se les ordeno.

El soldado  y yo cruzamos mirada y es cuando lo golpeo con fuerzas en el mentón. El soldado tira el arma mientras los demás alrededor comienzan a caer  uno tras uno. Estoy consiente de que esto va a ser una masacre y un exterminio.
 El soldado  por el golpe del mentón se aturde y me suelta. Voy rápido a los arbustos donde enterré mi arma, mi daga y rápido lo encuentro. Sin embargo el soldado aturdido se recupero mas rápido de lo que pensé.  Comienzo a correr para no ser un blanco fácil, pero, la nieve me hacen ir considerablemente mas lento.

El nazi tiene que refugiarse por que  no esta en una muy buena posición. Ambos corremos  hacia el mismo árbol que esta caído y su gran tronco nos sirve como trinchera.

El y yo cruzamos miradas. El hombre me golpea con fuerza  y yo a el le sigo pegando con el pie. Suelta su arma  y esto lo hace que se enfurezca. Se avienta sobre de mi y saca su cuchillo. Se que se dispone a abrirme   y dejarme desangrar como animal.

El forcejeo comienza e intento tener maña, por que en fuerza me va a terminar matando. 

Lass deine Waffe fallen.

El hombre me  comienza a acercar el cuchillo  y veo que se dirige a  mi pecho. Con ambas manos intento detenerlo, mientras con mis piernas logro golpearlo en sus partes nobles. Al tener con mis dos manos la suya la someto fácilmente y suelta el arma.

—Perra...mestiza.— Sus manos rodena mi cuello y comienza a sumergirme en la alta nieve. Intento defenderme pero no logro ver nada. Al el jalarme hacia afuera  lo veo lleno de odio. Esta cegado por la ira. Y aprieta cerrando mis vías respiratorias  para acabar con mi vida.

Intento con todas mis fuerzas y el soldado no me deja de asfixiar.

—Tu sola... Iras al campo...y serás reformada...

Escucho un escopetazo  y solo siento que la fuerza que me apretaba el cuello se comienza a ir. Los ojos del soldado estan emblanquecidos  y comienzo a sentir tibio en todo mi abdomen. Al hacer un chequeo rápido veo que el soldado tiene un boquete  en su estomago por el cual le ha atravesado una escopeta.  Sus intestinos comienzan a salirse de su lugar y el hombre mira hacia atrás entre moribundo y aun lleno de odio. 

Meine Frau... fass dich nicht selbst an... Tier! (Mi esposa...no se toca...¡Animal!)— Es Jack. Quien ha atravesado a ese hombre y de seguro va a morir. Sus ojos me lo dicen.

El soldado  y el siguen mirándose. al parecer la mirada de Jack le genera mas miedo que odio. Sin decir mas   carga la escopeta y le revienta la cabeza la cual por el tipo de munición se divide en miles de pesados, dándole una muerte instantánea.

—¿Estas bien?— Al yo afirmar con la cabeza  veo que extiende su mano para levantarme.— Jamás estarás sola...siempre estaré cuidando tu espalda.

Esos segundos de distracción  son suficientes para tener a un soldado  que le salto a Jack por la espalda.

—¡Jack!— Estoy por ayudarlo y siento un jalón en mi pierna  cayendo a la nieve de nuevo. Al buscar con mis ojos, veo que  es un nazi que  no tengo idea como llego aquí. Pero se que quiere impedirme que le ayude a mi esposo.

A pesar de que me han tirado. Logre recuperar el aire que había perdido cuando ese estúpido me estaba cortando la respiración. Me apresuro  a coger mi arma esta vez y sin pensarlo dos veces le dejo una bala en la frente, la cual le da una muerte instantánea.

—¡Imbécil!— Me reincorporo  y escucho a Carter  quejarse. 

Me apresuro a buscarlo y lo encuentro intentando quitarse de  la espalda al soldado. Su quejido  fue debido a que le enterró un cuchillo en el hombro. Lo piensa apuñalar mas veces. 

Apunto con mi arma y le da justo en la espalda al nazi. Este hombre  aun sigue afianzado a Jack de la espalda. Pero le es suficiente para  mi esposo  retroceder y comenzar a  tomar el mando de la pelea. El tronco que nos servía de trinchera , tiene varias ramas  naciendo de el.  Miro en silencio como Jack, continua retrocediendo hasta que la espalda del hombre se incrusta en las ramas y lo comienzan a perforar, quedando empalado.  El soldado intenta jalar a Jack para que se quede con el incrustado , pero le es imposible.  Mi esposo esta en ese frenesí descontrolado   y con facilidad logra quebrar uno de los brazos del hombre.

—Me das asco...— El soldado entiende lo que Jack le dice y le escupe  en el rostro. 

Carter  lo comienza a empujar con fuerza utilizando la planta de su pie.  El hombre continua  empalándose mas profundo en el tronco. Los gritos y lloriqueo del soldado son horribles. 

Abschaum wie du verdient keine Gnade ... Du warst kurz davor, diese Frauen in die Hölle zu bringen (Escoria como tu no merece piedad...Estabas por llevar a esas mujeres a su infierno)

Fick dich... (Jodete...)

James aparece caminando con tranquilidad  y viendo a Jack  desquitar su coraje con el moribundo hombre. Solo se dispone a  prender su cigarro mientras es espectador.

—Jack...— James se me acerca y me agarra de el hombro para impedir que me acerque a mi esposo.

—No vamos a interferir ...

—Pero...

—Intento matarlo, y se  burlo de ti y de la niña. Es su karma.

Escucho un nuevo quejido  que me revienta los oídos y al   girar hacia mi esposo veo que con su propio cuchillo, esta  cortando la rama la cual atraviesa al soldado por mitad. Hace una especie "T" en el. Lograba ver como sus  intestinos sobresalían y sus lagrimas  corrían por sus mejillas  como un pequeño. En su desesperación  intento sacar su cuchillo y abrirse la garganta. Pero Jack estaba tan cerca que interfirió con ese suicidio.

— Noch nicht... (Todavía no...)— Le arrebato el cuchillo su arma y cualquier cosa que pudiera utilizar como objeto para quitarse la vida.

Acto seguido Jack le  trituro dedo por dedo. Escuche crujir cada una de sus falanges y metacarpos. Carter  pisoteaba   cada hueso que tenia. No había arrepentimiento ni mucho menos pena por el  nazi. Cuando el hombre  dio el ultimo grito de igual modo le agarro la lengua con la mano y la  cerceno sin sentir pesar por él sujeto, le reventó los oídos  y estoy bastante segura que el sujeto quedo en sordera. Procedimiento final...extirpo los ojos   del nazi.

James retira su mano de mi hombro y me acerco a mi esposo.

—Jack...— Al tocarlo del hombro y el sentir mis manos sobre su piel. Es como si fuera otra persona. Todo ese odio se disipa. Es imposible que Jack me mire con esos ojos. Estoy inquieta a decir verdad de lo que es capaz de hacer. Pero el también carga la muerte de Korina y se que  tiene muchísima rabia acumulada. 

—¿Estas bien?— Une mi frente con la de el. Esta acción de el me mancha de sangre las mejillas. Sin embargo a pesar de estar inquieta, no me da miedo mi esposo. Afirmo estar bien  con un movimiento con mi cabeza y el me abraza con fuerza.—No me gusta ver que te peguen...Mucho menos que te abusen o te maltraten.

—Pero valió la pena...—Miro a papá de reojo.—¿Bajas de prisioneras?

—Ninguna... Yo quería venir a ver que hubieran matado a tu idiota esposo.— James sigue viendo de reojo la "obra de arte de Jack" pasa su mirada hacia el de nuevo y prosigue.— Pero tendré mas suerte para la próxima.

—En tus sueños...Abuelo.

Admito que la relacion de ambos me sorprende. Aunque no lo parezca, es su forma de decirse. Me alegro de que estés bien.

James pone su mano sobre mi hombro y espera a que lo mire. Se que sigue resentido por lo ultimo que hablamos y los tatuajes.

—¡Buen trabajo hija!¡Salvaste a  mucha gente inocente!

—Salvamos...

—Sin bajas...Se que aguantaste bastante bien esos golpes hasta que se relajaron pensando que tenían el control.

Papá intenta  hacer las pases conmigo a su modo y me da un ligero empujón  con su codo  en mi brazo. Sin embargo, me quejo y  me doblo ligeramente por el dolor. Sin pedirme permiso me levanta la blusa   y nota mi enorme moretón por los golpes que me dio el soldado.

—Eso se ve mal.— Espeta Jack.—¿Duele mucho?

—No se ve mal...se ve horrible.

—No duele tanto.— Me bajo la blusa, intentando no preocupar a nadie. De lo contrario no me dejaran tomar mi papel en la siguiente  toma de caravana.— Vamos a la base... Quiero ver a Emma.

William Wolf

La caravana  esta retrasada por tres horas. Lo único que puedo hacer es asomarme por mi ventana del segundo piso  viendo el camino. Esperando divisar a mis prisioneras. Pero que llegue tarde no es normal. De hecho siempre llega antes de tiempo.

—Es esa maldita gitana  y su grupo de inadaptados estúpidos...Con sed de sentirse los salvadores.

—No sabemos si es cierto...Calma.

Amira esta molesta  y en el fondo, se igual que ella que debe de estar involucrada el pequeño Dedrik y su esposa la gitana.

—Sabes que en ese barco, las pertenencias eran de ella. Y hemos recibido dos ataques de los cuales no tenemos sobrevivientes...No es casualidad.

—Amira...Entiendo tu molestia.— Sigo viendo paciente al la llegada de la caravana.— Esta preparándose un escuadrón. Saldremos a ver donde quedaron varados y sabremos que paso.

Escucho que intenta calmarse con respiraciones  y se que se comenzara a poner ropa para salir. Una vez  ruedo mis ojos  hacia un soldado. Me da la orden que su equipo esta listo. Me alejo de la ventana y procedo a arreglarme igual para salir.

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El transcurso de llegada es de cuarenta minutos. En cuanto veo el terreno, se que es perfecta para una emboscada...es como si fuera un cuello de botella. La altitud  hace que la caravana  sea un blanco fácil de asaltar.  Mínimo tengo siete hombres con la cabeza atravesada por francotirador. O quizás  seis...y el séptimo se la reventaron con  una escopeta. 

—¿Qué los habrá hecho no defenderse si van alertas?— Nos damos una mirada cómplice, como si supiéramos lo que dirá el uno del otro.

—Una distracción.— Recalco tranquilo mientras ella  afirma moviendo la cabeza.—¿Qué los distrajo?

—No tenemos bajas en prisioneras.— Dicta tranquila Amira.—Alguien que no estaba prisionero.

Veo que se pone unos guantes y comienza a caminar dejándome solo. La nieve esta teñida de carmesí y se que aquí no hubo enfrentamiento. Esto es una masacre.  Me agacho a ver el cuerpo del soldado y al ver  el rastro de la nieve me hago una idea de lo que sucedió.

—¡William!— Es Amira.—Tienes que ver esto.

Camino con tranquilidad  y al acercarme a ella me encuentro con una escena  que sin duda me deja fascinado. La mente del ser humano es muy retorcida.

—¿Qué opinas?— Amira sabe que tengo una respuesta para esto.

—Tiene firma de Dedrik Wolf por todos lados.—Al ver al sujeto en el lamentable estado que se encuentra no me cabe duda que el pequeño Dedrik anda saciando su necesidad de que alguien pague la muerte de su  hija negra.

Un hombre sin lengua, ojos, orejas, y  huesos triturados  es para que no diga quien fue. Pero si conoces al artista... No necesitas nombre. El sello es mas que suficiente.

Me acerco al hombre y se  inquieta. Aunque ya esta mas moribundo que nada. Este pobre infeliz sintió la ira de mi idiota hermano. Admito que me causa escalofríos ver como deja a sus victimas...La agonía que les hace pasar creo que logra superar incluso la retorcidamente de Amira. Cuarenta minutos con mi esposa son mas que suficientes para que mueran. Este sujeto de seguro tiene horas. Sera mejor que no caiga en manos de el pequeño Dedrik. 

—Pagaste tus pecados soldado.— Saco mi 9mm y  se la pongo en la frente.— Que Dios te guarde en su gloria.

Sin mas jalo el gatillo y le termino su sufrimiento. Amira me  observa mientras la veo tragar saliva y perderse viendo al hombre que sufrió.

—¿Qué tienes?— Esta inquieta.—¿Qué sucede?

—Nada...—Se voltea evitando tener contacto visual conmigo. 

Conozco muy bien a mi esposa y se que algo le aterra.

—¿Le tienes miedo a la gitana y a Dedrik?

—N...No.

Es normal...Después de ver esta escena. No la puedo culpar. Me acerco a ella  y la dejo procesar las cosas, paso mi mano por su hombro y siento que arroja un enorme suspiro.

—Entonces... ¿Qué tienes?

—Creo que debimos matarlos...Estan muy molestos.— Busca refugio en mi. Beso su frente  e intento tranquilizarla.—Y si...si les tengo miedo.

—Es normal tener miedo.— Dicto tranquilo viendo a mi alrededor.— Dedrik  siempre sabe hacerme pensar que no somos tan malos...comparado a lo que él hace.

—¿Tu le tienes miedo a  Dedrik?

—Respeto mas que miedo...— Veo mi alrededor.— Pero tenemos mas números que ellos. Ya saldrán de su agujero de ratas donde se oculta...Y los masacraremos.

—Ya no podemos tener bajas.

—Habrá mas caravanas interceptadas...tenlo por seguro. Tendremos nuestra recompensa...no te frustres por que esto se va a repetir de nuevo...pero no serán sin algo a nuestro favor.

—¿Volverán a atacar?

— Sin duda. Pero, terminaremos descubriendo donde se esconden.— La siento mas tranquila. Le mostrare algo que le levantara los ánimos sin duda llegando a casa.— Mientras...me gustaría pedirte ayuda con unos asuntos.

—¿Qué sucede?

—Es la droga...necesitamos algo diferente... 

—No es mucho mi área de trabajo...o mas bien diría yo, mi  fuerte. Menguele es  el que solo hablo de ello...lo menciono mas que nada.

—Pero ellos no son tu... no confió en nadie mas que en ti.

—¿Qué estas buscando exactamente?

—Lo mismo que hace la pervitina... Pero que su efecto sea lo mas instantáneo posible. Para en casos como estas emboscadas, solo se inyecten y pasado unos segundos todos sus sentidos exploten.

—Pides unas maquinas...

—Quiero unos soldados superiores a los de todo el mundo.


—Quieres algo muy fuera de la realidad...William.

Miro a mi esposa y sonrió. Se que mis metas se miran bastante ambiciosas. Pero nunca me conformo con algo a medias. Si los ingleses y americanos tienen una droga mejor que la nuestra. Quiere decir que podemos seguir mejorando.

—Suena a algo sacado de un libro de cuento... Pero, confió en ti... Siempre tienes resultados con números positivos.— Amira me mira y guarda silencio.— Hace  cinco o seis  años atrás. Que Alemania estuviera asi de fuerte, era algo muy difícil de imaginar para muchos...Míranos  ahora.

Saca de la bolsa de su gabardina un frasco con pervitina. Creo que  su cerebro esta trabajando a diez millones de revoluciones. Se que algo se le esta ocurriendo ya. Dirige su mirada hacia mi  y me regala una sonrisa ladina.

—Lo que pides...lo tendrás. ¡No se que tan cercano a tus expectativas!— Amira siempre  me sorprende, asi que no me da problema su respuesta.— Pero intentare que sea lo mas certera o cercana a lo que pides.

—Eres una mujer con muchos dones ocultos Amira.— No lo puedo negar...comencé queriendo hacerle la vida imposible  hace años y me termino demostrando lo maravillosa que es su mente.— Demuéstrale al mundo una vez mas  de lo que es capaz Amira Lastrange...

VII Pervitina










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