V Sentido Moral

 La guerra no determina quién tiene la razón, sólo quién queda.                     
-Bertrand Russell


Amira Lastrange

Llegamos a lo que es un muelle improvisado. Estará a unos quince kilómetros, tal vez veinte de Ravensbrück.

Tengo que admitir que, aquí hubo una masacre. Y lo que más ronda en mi cabeza en este momento es, que no veo cuerpos de quien intercepto a dos pelotones de soltados y los restos de un tanque de guerra.

No siento algún miedo por enfrentar a quien sea que causara este caos... Pero, si estoy impresionada.

Sichern Sie zuerst den Umfang!— William da la primer orden y los hombres al instante comienzan a buscar por todos lados pistas.

Me acero a William poco a poco. Se nota que desde que sus ojos vieron como redujeron a nada a tantos hombres no le agrada del todo. Se que tampoco tiene miedo, pero solo le intriga saber quién posee tanto poder para quitarlo del camino y seguir siendo el más fuerte.

—¿Qué esperas que encuentren?

—Un hilo por el cual tirar. — Se aleja de mi comenzando a buscar también algo. Le sigo de cerca.

Mientras él se entretiene mirando los calibres de las balas que quedaron, enfoco mi atención en el único lugar que tiene un pisotón en la puerta. Un asqueroso PUB.

Cargo mi arma y le quito el seguro para no perder tiempo en caso de que existan enemigos ocultos.

—¿Qué capto tu atención Amira? — William me agarra del hombro deteniéndome. Con la mirada le señalo la puerta. El también ve que hubo movimiento. — Räumen wir diesen Bereich auf! Ihr zwei, mit mir! (¡Despejemos esta área! ¡Ustedes dos, conmigo!)

Se acercan a él los señalados y son los primeros en entrar apuntando con sus armas. William también entra al instante y yo detrás de él.

¡Por dios! Qué manera tan patética de morir. Miro a William de reojo y volvemos a ver al hombre en el piso.

Es scheint, dass er einer sehr gefährlichen Dame begegnet ist. (Parece que se topó con una señorita muy peligrosa.)—Mi esposo  y yo nos agachamos a inspeccionar el cadáver.

—Solo un idiota necesitado moriría con los pantalones abajo y exponiendo sus miserias. — Me pongo unos guantes y analizo las dos heridas que alcanzo a percibir. — De seguro era una judía, prostituta o gitana. Para que tuviera una cercanía tan próxima y poder atacar al hombre. Debieron de ponerle duro por alguna parte de aquí.

—Ni siquiera veo algún fluido. — Espeta William acercándose a una mesa, algo ha captado su atención. —Ella estuvo sentada aquí.— Señala.

Me alejo del cadáver y en efecto veo una parte de la mesa se marcan unas sentaderas. Ahora todo va teniendo sentido.

—Ella lo provoca, él se acerca pensando que tendrán sexo salvaje. Ella lo ataca y le entierra una navaja o cuchillo en la mandíbula atravesando su lengua. Los rastros de sangre lo confirman. El soldado se hace para atrás y cae al piso.

Señalo donde comienza a haber rastros de que el hombre se arrastró pocos centímetros dejando una mancha en el piso y quitando el polvo del piso. William pone atención y sigue escuchándome.

—Ella se regresa a enterrarle la misma arma en la cabeza. Muerte instantánea.

—Las pisadas confirman que si es una mujer.

Me acerco a ver que la huella está clara, para ser de un hombre se ve muy pequeña. Sin mencionar que dudo que el soldado sea homosexual. No le daría tiempo al soldado de estar en cuatro y voltearse a causar heridas como él las tiene. Pongo mi pie sobre la huella polvorienta y coincide el tamaño...es alguien que mide maso menos lo que yo ando midiendo.

—La pregunta aquí es... ¿Cómo ella causo toda esa masacre fuera? — Toco el puente de mi nariz y paso rápido a mi mentón. Continuo  viendo la escena y sigo las pisadas a los pocos metros, veo una mancha de vomito en el piso. —Creo que esta mujer no es una asesina experta...

—Se le revolvió el estómago al ver que mato a alguien. Posiblemente ese coronel fue su primera víctima.

—Aunque no sea experta asesinando. Sabe defenderse...Afuera hay una masacre.

Los soldados captan nuestra atención y salimos rápido a ver que sucede.

Uno de los soldados se acerca a nosotros dos. William ve que no le hace el saludo conocido, el soldado se acerca a mi sacando su arma. Me apunta en la cabeza sin miedo a tener a William de frente.

Wer bist du wirklich? (¿Quién eres en verdad?)

Esto me toma por sorpresa, y parece ser que no está jugando. William me defiende y lo aleja empujando al soldado.

Wenn du noch einmal eine Waffe auf meine Frau richtest, bringe ich dich um! (Si le apuntas con un arma de nuevo a mi esposa... ¡Te mato!)

Ekelhafter Verräter! (¡ASQUEROSO TRAIDOR!)— El soldado suelta su arma y se avienta a William como animal. — Du hast eine Bohne geheiratet! Du fickst eine Bohne! Wir arbeiten für eine Bohne! (¡Desposaste a una judía!¡Te coges a una judía! ¡Trabajamos para una judía!)

Los demás soldados no dicen nada. Solo dejan que se golpeen entre ellos y unos cuantos pasan sus ojos hacia mí. Trago grueso y veo como William tiene dificultades para defenderse del soldado ya que  lo está ahorcando con fuerzas. Él le mete golpes fuertes en el costado sin lograr doblar al soldado.

Intento interferir, sin embargo, me impiden acercarme. Las acusaciones son fuertes, estoy como entre una manada de lobos, tengo que ser cautelosa.

Escucho un grito y veo que William le ha arrojado tierra a los ojos al soldado. Aprovecha esos momentos de debilidad y se acomoda su manopla.

Se que mi esposo está enojado y desatara a sus demonios. Mas por qué se siente amenazado con la bomba que le ha tirado ese imbécil.

Lo golpea repetidas veces hasta que comienzo a ver cómo es que el hombre sangra de la cabeza. La fuerza que tiene William para golpear es increíble. Se le comienza a hundir el cráneo y el hombre pierde fuerza. Suelta un sobre el cual William no pone mayor importancia. Yo sin embargo lo agarro y comienzo a ojear su contenido.

¡¿De dónde mierda ha salido todo esto?!

Die Wahrheit kommt immer ans Licht.

Después de esto. Veo recortes de periódicos de hace bastantes años donde me describen como Amira Lastrange, fue en el año que estuve en Chicago cuando se destapo todo lo de los espías nazis. Mas recortes donde aparece la auténtica Sigrid Meyer. Intento no mostrar un rostro desencajado para no levantar sospechas, sé que tengo muchos ojos viéndome ahorita. Sin mencionar que como ultimo tiro de gracia hay cartas interceptadas entre William y Richter que fue quien firmo para confirmar la muerte de Amira Lastrange y cubrió todo esto. Esas cartas serian el final de William y tendría pase directo a ser ejecutado.

Guardo el sobre en un bolso interno de mi saco. Y más soldados comienzan a sacar cosas del barco sin identificar. Para ser un barco con alimento como está registrado...tiene todo...menos alimento. Quedaron armas, no muchas, pero quiere decir que los intercepto el pelotón. Sacan ropa de personas y algunas fotografías al parecer de tripulantes.

Un soldado se acerca a William esperando a recibir órdenes, pero este sigue endemoniado y ahora lo tiene con su bota en el cuello y con una pistola metida hasta la garganta.

Haben sie schon das ganze Schiff durchsucht? (¿Ya revisaron todo el barco?)

El hombre me mira y niega con la cabeza. Al parecer solo han revisado algunas partes.

William ist beschäftigt... Überprüfen Sie die Kabinen (William está ocupado...Revisen los camarotes)— Le hago una seña pidiendo que me lleve. Debido a que no se ha esparcido el por qué pelean...Se que con el escarmiento de William los demás quedaran conformes. Habrá que sacar los papeles que avalan mi identidad de Sigrid Meyer.

Al encaminarnos a los camarotes no encuentro mucho que me ayude a saber quién tenía esta peligrosa carta e información. Así que tendré que seguir indagando.

Al asomarme por la pequeña ventana veo que William ya ha ejecutado al hombre que se atrevió a levantar su arma hacia mí y se atrevió a golpearlo. Los tiene en fila y los tiene firmes...De seguro los está sermoneando. Con eso bastara mientras no salga más de esta maldita información.

Paso al siguiente camarote y ¿Qué veo aquí? Una muñeca. Veo las dos literas sin encontrar nada más que un mueble y un armario. Abro el cajón del mueble y veo que hay unos dibujos de un infante... o quizás dos... los trazos son diferentes como para que sea de un niño.

Algo me dice que no les dieron tiempo de agarrar todas sus cosas. Abro el closet y encuentro más ropa de un infante, y más ropa masculina, pero de talla muy pequeña.

Das haben wir gefunden.— Un soldado me muestra un dije que encontraron en otro camarote. Al abrirlo ahora todo tiene sentido para mí. John Walker ¡Este maldito dije pertenece a la puta de Scarlett!

Miro a mi alrededor y ahora se de quien es este mierdero que piso. ¡Todo tiene lógica!

La maldita gitana se ha movido hasta acá junto con su asquerosa gente. Quiere decir que James, Hoffman, Carter, Scarlett y su cría sorda del demonio están en Alemania.

Mas que asustarme...me comienzo a sentir emocionada, necesito seguir indagando. Agarro toda la ropa que quedo y comienzo a buscar en todos los bolsillos algo útil.

Sin pasar mucho revisando me doy media vuelta y destiendo las camas. ¡Lo tengo! Debajo de las almohadas cae una hoja con un dibujo.

—¡La gallina de los huevos de oro! ¿Vienes por venganza gitana? ¿Se te murió tu hija la negra?

Sostengo en mis manos un dibujo sencillo con los nombres de Mía, Gunther...  y la sorda de Emma. Seguido de un patético letrero que dice ¡Gracias por cuidarme de los truenos!

Esto es exquisito. La maldita gitana me ha acercado en bandeja de oro a toda su prole. Bajo de manera triunfante y satisfecha viendo que William ya puso todo en completo orden y no ha pasado a mayores.

—¡Están aquí! — Le entrego el dibujo, el dije de Scarlett y una foto de la tripulación porque no conocemos esos rostros. El pasa sus ojos viendo el dibujo y veo que su atención también ha sido captada— Ella dejo un sobre con evidencia incriminatoria hacia ti William.

William pasa su mirada hacia la foto y su mandíbula se tensa...sus dientes crujen.

—¿Todo en orden?

—No del todo...tenemos un pelotón hecho mierda... ¿Por qué aseguras que fue ella? — William no  esta tan contento como yo al ver que nuestras presas están rondando por nuestro territorio.

—Porque la maldita perra esta dolida... le arrebatamos a su hija ¡La venganza la está consumiendo!

—Regresemos al campo... Va llegando hora, de que Mía Campbell entre a Ravensbrück ¡Se ocupa disciplinar con vara de hierro a esa salvaje mujer!

—¡Quemare toda evidencia William!

—Llamare a los japoneses de todos modos. Si llegamos a tener problemas. Tendremos donde huir.

—No pienso moverme si ellos están aquí.

—¡Descuida! — William besa mi frente. — Eso sería que en dado y remoto caso le crean a la gitana. 

-----viernes 23 de enero de 1942. -----

Mía Campbell

Tenemos dos semanas que estamos en territorio Alemán, en el pueblo de Lychen tal cual Jack opino en el barco.

Cooper y sus hombres tienen tres bases más bien ocultas en Zootzen, Neuthymen y Wilde Heimat. Pueblos vecinos y muy cercas de Ravensbrück. Con esta base, será la numero cuatro. Lo único que no le agrada a papá es que entre las cuatro tienen que estarse comunicando y conectadas entre sí, por así decirlo.

Cada campo tiene su modo de sustentarse. Pero, si avisan que hay una caravana de prisioneras para ser llevadas a Ravensbrück, la resistencia mueve a sus hombres para intentar detenerlos y evitar que sigan dándole prisioneros y mujeres para que experimenten con ellas según se nos dijo en el barco. A toda costa ayudare. Después de cómo me desempeñe en el primer enfrentamiento, no me pueden decir que mi lugar es en la base.

—¿Segura que no te duele? — El hombre deja de trabajar y espera mi respuesta.

—Es bastante soportable...comparado a otras cosas ¡Prosigue por favor!

—Como desees.

Se escucha la maquina prenderse de nuevo y se acerca a seguir trabajando.

Tengo varias horas aquí...Lo que alcanzo a ver y como ha trabajado sé que ya no falta mucho. El dolor se hace ligeramente más fuerte cuando siento la aguja tocar partes de mi espalda. Si que tenían razón, algunos lugares, el dolor es considerable; Pero, como dije, no es nada comparado a lo que ya me han hecho pasar, y no pienso retractarme.

Pasados unos cuarenta minutos más, la máquina se detiene y el sujeto que estuvo trabajando conmigo se pone de pie y me mira.

—¡Ya quedaste! — Me reincorporo y el hombre sostiene un espejo largo el cual puedo ver toda mi espalda. —Como te lo prometí...ya no se nota nada.

—¡Me encanta! — comienzo ponerme mi ropa y mi chaqueta. Siento dolor en toda la espalda, el cuello y la cintura. Si que quede sensible.

Dentro de la misma base camino hacia el cuarto que me designaron a mí, a Jack y a Emma.

Al abrir la puerta, me percato de que Carter está limpiando y acomodando las armas.

—Jack ¿Dónde está Emma? —Mis ojos recorren el lugar sin encontrarla.

—¡Tranquila! Esta con Gunther y Scarlett los supervisa. — Ambos cruzamos miradas, me conoce bastante bien. — Ser madre...te puso los nervios más sensibles.

—No es tanto la maternidad...—Me acerco a él, mis brazos rodean su cuello. Lanzo un fuerte suspiro y sé que Jack siente como su nuca se calienta por el aire que eh arrojado. —Es...Por mi culpa...Korina...

—¿Enserio crees que es tu culpa? — Siento como sus labios besan una de mis manos.

—No creo... ¡Lo se! — Me detengo, trago saliva intentando explicar sin lloriquear. —Descuidé a Korina...por priorizar a Emma. Le permití salir a buscar a su hermana sola.

—Le permitimos...—Siento las manos de Jack tocar una de mis mejillas. — Pero...ni siquiera pensábamos que William y Amira estuviesen detrás de eso...Si lo hubiéramos sabido, las cosas serian diferentes.

—Sigue siendo igual... Es mi culpa.

—Mía...Duraron años perdidos del mapa.  Nos acostumbramos a una vida más tranquila ¡Quítate de la cabeza que fue tu culpa!

Las palabras de Jack resuenan fuerte dentro de mí. Él incluso deja de hacer lo que hacía y es cuando se gira hacia mí. Acaricia mi mejilla pasando a mi cuello y rechazo el toque, siento una molestia cuando pasa por el ya mencionado.

—¿Qué te paso? — Mi quejido lo alarma, sé que siente mi piel diferente. Me descubre el cuello echando mi cabello hacia el otro lado y lo veo pasmado. —¿Qué... ¿Qué? ¡¿Que te has hecho?!

No tengo tiempo de responderle, cuando veo que, papá está viendo desde fuera de nuestro pequeño cuarto  con los ojos más grandes incluso que los de Jack. Parece que no tiene parpados. Se acerca a ambos y cierra la puerta como si se tratase de algo que deba de dar pena.

—¡¿Me explicas?!

Ahora ambos me miran esperando una respuesta. Tomo aire, toco el puente de mi nariz y expulso  el aire por la boca algo irritada.

— Tape mis horribles cicatrices.

—¡¿Cicatrices?!—Papá ahora sí que cambia esa cara de asombro y parece que le ha molestado. — ¿Te hiciste más de esas cosas en el cuerpo?

—Si. — Me limito a contestar sin siquiera darme vergüenza mostrar mi tatuaje del cuello.

Después de ese silencio y de ver como traga saliva papá, me quito la chaqueta y la camisa interior blanca mientras les doy la espalda a ambos. Recojo mi cabello hacia adelante para descubrir mi espalda y dejarles ver los tatuajes que me he hecho para tapar las cicatrices. Cubro mis pechos con una de mis manos mientras esta vez logro ver cómo el rostro de papá es de que esta furioso y Jack pasa a tener uno un tanto mas...deseoso.

—¡MÍA ASTRID CAMPBELL LOCKE! — Parece que James esta que arroja humo por las orejas. Creo que se lo tomo peor de lo que pensaba. — ¿Pero? ¿Qué? ¿¡MIERDA!? Estas ...Eso es de gente delincuente.

—Te recuerdo que somos mafiosos...No somos ni buenos, ni justos papá...sino delincuentes ¿No?

—¿Y cuando me ha mirado a mí con esas cosas? — Escucho los pasos de James y toca mi espalda...Parece que se quiere asegurar que son verdaderos. — Esas cosas las usan para marcar prisioneros... ¿Así te miras? ¿Cómo una maldita prisionera? Además, que son todas esas letras chinas...

—Es japonés...— Corrijo haciendo que James eleve la ceja. — El del cuello es el nombre de Jack y cubre perfectamente bien la marca. El de la cintura es el nombre de los Barnes y también cubre excelente la horrible cicatriz que Logan me dejo y es lo justo...ellos atendieron esas heridas.

Después de unos segundos veo como es que su rostro sigue rojo. Como sé que no contestara continúo explicando.

— Viendo desde su ángulo, el primero de lado izquierdo, es el nombre de Emma, el de abajo es el de Korina con su fecha de defunción. De lado izquierdo arriba esta tu nombre  papá, y debajo de ti está el de mamá con su fecha de defunción igual.

—¿Yin Yang? — Es lo único que habla Jack comenzando a entender el significado de cada tatuaje en mi espalda.

—Las letras de en medio de mi espalda dicen libertad...Y la de mi espalda baja centrada dice Amor ¿Dudas?

—¡QUITATE ESAS COSAS YA!

Ignorando lo que me ha pedido. Me visto de nuevo solo poniéndome mi blusa de tirantes blanca y volteo a ver a papá desafiándolo.

—No voy a quitarme algo que me ayuda a superar lo que paso.

—¡Se supera con la mente!

—¡Intento! — Espetó ya molesta. —Pero las putas marcas me recuerdan día a día lo que paso...lo que me hicieron ¿Tanto trabajo te cuesta entender?

—Y esas marcas ¿Qué te recuerdan discúlpame Mía?

—Porque peleo aquí y ahora. — Simple y sin rodeos. — Y llevo en mi piel una pequeña parte de la gente que ya no está con nosotros. No podía traerme sus tumbas papá...

—Y ¿no se te ocurrió otro puto idioma?

Alzo una ceja viéndolo molesta y más irritada, mientras él continúa soltando su rabieta.

—Los japoneses invaden y atacan Pearl Harbor...y tú vas a ponerte en la piel esa porquería de letras...

—No me apetece que la gente sepa que tengo en mi cuerpo...Ni me apetece que todos sepan a quien quiero memorar marcando mi piel. — Veo que toca el puente de su nariz también y pasa a masajear sus parpados. —No lo aceptas ¡Lo entiendo! Yo tampoco acepto tu estilo de vida por años papá...pero lo respeto.

—Es muy diferente...

—Solo te pido...respeto...era esta opción o cortarme con un cuchillo la piel con marcas...

James guarda silencio mirándome. Se que va a soltarme más cosas.

—¿Qué le vas a decir a tu hija?

—La verdad...— Después de unos segundos de silencio lo encaro. —¿Cuál es tu verdadera molestia? Papá...el mundo sigue avanzando ¡Avanza tú también!

—El mundo está en la situación que esta porque la gente cambiada Mía...Los valores morales se comienzan a perder. Ahora hacerse esas cosas en el cuerpo, vivir sin estar casados, ser razas mejores...son ideas estúpidas.

—¿Me estás diciendo que cambie por hacerme tatuajes? ¿Qué no soy la misma de antes porque me quise tapar mis cicatrices y quiero darle un cierre a todo eso y poder seguir?

—Cada vez haces más permisiva tu mente. Te repito, los valores morales...

—¡¿Tu qué me vienes a hablar de valores morales James?! — Posiblemente me arrepienta de esto, pero lo necesita escuchar. — ¡Matas gente, las enganchas a las drogas, torturas gente, abandonaste a tu hija por tu maldita ambición por el dinero! Me metiste a esa mierda de tu trabajo, y enseñaste a tu hija a asesinar... ¿Me vas a venir a hablar de valores? — Ambos seguimos mirándonos, pero ese enojo en papá se ha esfumado. —¡Hipócrita!

—Solo eh querido protegerte...

—Cuando necesite de tu protección...me botaste a la calle...y quizás si tu hubieras estado en mi vida...Logan Hunt  jamás hubiera abusado de mí. Se le hizo fácil porque me vio sola...Si tu hubieras estado... él jamás habría cometido sus fechorías conmigo...

—Hija...

—Vete James ¡Déjame sola!

Sin decirme más, se da media vuelta abre la puerta y se retira con esa mirada destruida. Puede ser un hombre muy duro...Pero cuando se trata de mi o de la familia, es muy sensible.

—Eso...hasta a mí me dolió. — Jack se acerca a mi poco a poco. Sabe que estoy irritada.

— ¿Entonces qué? ¿Dejaba que siguiera diciendo sus tonterías?

—Calma. — Jack levanta las manos y es cuando noto que sigo alterada. — Este chapado a la antigua Mía. Intenta entenderlo un poco. Para ti tienen lógica, aunque para él no las tengan...Recuerda que Clark siempre te decía que estabas muy adelantada para esta época.

—La gente ocupa escuchar la verdad Jack. Es mejor eso... a vivir en una mentira.

—Concuerdo...Pero a lo que me refiero yo es... — Analiza lo que tiene que decirme. —Que creo que como hija...no lo entendiste.

—¿Discúlpame?

— Para él...Siempre serás su pequeña de cinco o seis años Mía. Si crees que no le duele saber todo lo que pasaste.

—Salió en todos los malditos periódicos lo que Logan hizo conmigo...Si tanto le dolió ¡¿Por qué mierda no intervino?!— Miro a mi esposo y mis ojos están por soltar esas lagrimas que me delatan. —¿Crees que no lo eh pensado todo este tiempo cientos... no no millones de veces?

—Te aseguro que si ese periódico llego a sus manos...él y tu madre sufrieron como no te imaginas...y claro que se culparon. Te aseguro que, más de una vez quisieron dejar todo e ir contigo. Pero si lo seguía gente peligrosa, hubiera sido contraproducente para ti. — Creo que Jack entiende mejor el sentimiento de James que yo. —¿De qué hubiera servido matar a Logan? Si al final te seguirían enemigos de él.

—¿De qué lado estas Jack?

—Sabes que siempre te voy a apoyar...Pero ahora eres madre y yo padre Mía...Nos aferramos a seguirlos viendo siempre como nuestros pequeños... ¿Qué harías si sabes que Emma decide dedicarse a algo que no te agrade?

—¡Ella tomara el buen camino! La sacare de la maldita mafia y se moverá como alguien decente.

—Eso no lo vamos a decidir nosotros...así como James no decide tu futuro.

Las palabras de Jack retumban en mi interior. Entiendo que quiere decirme. Trago saliva miro el reloj percatándome de la hora.

—En treinta minutos partimos...vamos a ver a Emma.

Salgo de lugar sabiendo que sigue mis pasos. Al llegar al cuarto donde esta Emma, la vemos que ya se ha dormido y también Gunther.

—Cuídala Scar...Sabes que cualquier cosa que pase...

—¡La cuidare como si fuera mi hija cariño! — Scarlett me abraza como si fuésemos hermanas... mas bien, por que somos hermanas. —¡Pero no habrá necesidad de ello!¡Regresaran los dos!

Esto es muy duro...es la primera vez que me alejo quizás por un día o más de mi hija y que no sé qué pasara conmigo. Tanto Jack como yo besamos a Emma y sentimos pesar en nuestros corazones.

Nos quedan diez minutos para partir, nos equipamos con las armas necesarias. Tendremos que movernos cercas del pueblo de Zootzen por que llevan una caravana de prisioneras.

Al salir y vernos armados James cruza miradas conmigo. Él no me ha autorizado salir.

—¿Vas a acompañarnos?

—Si James.

Sus ojos se rasgan, pero no se opone.

—¿Llevas la Benzedrine?

—N...no.

Esa es una droga de las que más se ha distribuido últimamente entre los británicos y americanos. Aumenta la confianza y la agresividad. Papá ya las ha probado con personas y esas cosas pueden hacer que un soldado este combatiendo hasta diez días sin dormir.

—Lleva morfina y cocaína mejor.

—Pero...

—La Benzedrine, no hace que te de sueño...pero tu cuerpo seguirá sintiendo fatiga. Eventualmente colapsaras y serás blanco fácil para el enemigo. Ya advertí de eso y algunos prefieren seguirla usando.

—Tampoco quiero consumir morfina ni cocaína papá.

—Llévala por si te hieren...el dolor se calmará...se lo que te digo.

Sin decir más, pongo unas cuantas tomas en mis bolsillos. Es hora de nuestra primera misión. No sé qué será de nosotros. Si es que seremos las salvadoras de ellas, o me convierta en compañera y los varones en fusilados o reclutados para otro campo.

 VI Señuelo



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