IX Tus demonios

La guerra saca las respuestas emocionales humanas más negativas en ambas partes. 

-Henk Middelraad

-----Martes  24 de marzo de 1942-----

Amira Lastrange

Miro fijamente a William  a sus ojos. Tiene confianza en su mirada, quiere decir que tenemos  muy buenas noticias.

—¿Qué te hace estar tan de buenas?—Veo como parte un filete a termino medio. Como todo un caballero utilizando tenedor y cuchillo lo lleva a su boca.

—Descubrimos muchas cosas interesantes ayer con la llegada de caravanas de prisioneras  y suministros.

Definitivamente esta mas que emocionado. El filete lo parte con  una singular sonrisa y me invita a tomar asiento. Obedezco su orden y al instante me sirven lo mismo que a  él. De forma educada comienzo a comer. Lo espero a que me diga su descubrimiento en silencio. Agarro  la copa con vino tinto y paso la comida. William se limpia con una servilleta y me mira meneando el alcohol en su copa.

—Esas cucarachas ...estan escondidos en Lychen.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

— Las ultimas veces que perdimos prisioneras y suministros...Lychen estaba intacto,  los otros pueblos vecinos fueron bombardeados. Casualmente, ayer Lychen es bombardeado  y la caravana y alimentos llegan sin problemas.

William es  muy listo. Tiene razón, seria bastante coincidencia. Ahora comprendo sus deducciones. 

—Una jugada esplendida, cariño.

Mi esposo con la mano hace una seña de que nos dejen solos  y los soldados que nos  custodian asi lo hacen. Después de que la puerta se cierra, mi marido resuena su garganta  para proceder a contarme lo que tiene en mente.

—Voy a mandar tropas a Lynchen y sus alrededores. Si hace falta destruir el maldito pueblo para exterminar a esa plaga, que asi sea...Lamentaran haber si quiera pensado que podían hacerme frente.

Esa sonrisa de confianza me tiene loca. Veo que corta otro trozo de el filete y lo mastica degustando ese sabor tan suculento en su boca. 

—Y te tengo otra sorpresa mas.— Dos sorpresas en un día. Si que es mi día de suerte. De las bolsas internas de su saco, me muestra una pequeña foto  a blanco y negro. Me la entrega y al verla  me doy cuenta que nuestras sospechas desde hace tiempo eran ciertas. Solo que ahora completamente confirmadas. 

—¡Hola!¡Que agradable sorpresa!— Resueno mi garganta esta vez yo y paso el trozo de carne con el vino.— La gitana ...es la que nos esta causando estos problemas.— Escaneo la foto y me percato de que tiene atuendo o algo asi de una persona que esta como rata escondida entre los escombros y su cabello recogido.— ¿Es eso un disfraz?

—Estas en lo correcto...Si es la responsable o parte de la responsable de las caravanas ...Esto nos dice que es un maldito cebo.

—La próxima caravana ¿Cuándo es?

— Una en  ocho dias y la otra en quince  dias.— William alza su copa de vino y me invita a hacer un brindis. Levanto la mía también y en silencio festejamos.—No vamos a bombardear Lychen...Pueden sospechar que sabemos de su escondite...El siguiente pueblo mas cerca será arrasado. Pensaran que estamos haciéndolo por orden y distancia...Pero si mandare soldados, quiero ver si logran encontrar  algo interesante.

—Tengo noticias sobre la droga...—Al decirle esto ...William tenia un nuevo brillo en sus ojos.—Te voy a ser sincera... a Muchos soldados ya les da miedo inyectarse la pervitina por que saben que he estado modificando su componente...Piensan que les daré algo en etapa experimental...pero de momento tengo la solución, para seguir trabajando en ella.

—¿No morirían entonces los soldados? 

—Correcto.— Esta vez de mis  cosas saco un objeto muy común. William  al verlo, alza una ceja...Se que es incrédulo por lo que sus ojos miran.

—¿Chocolate?— Agarra la barra envuelta y la destapa viendo extrañado.—¿Me explicas?

—En efecto es chocolate...Pero tiene una combinación de cocaina y pervitina.— William sigue prestándome atención mientras le explico.— Mezclado  a la perfección sin sobredosis ...la dosis máxima son dos barras por soldado.

—¿Cuánto tardan en hacer efecto?

—En chocolate en barra unos siete minutos...Pero si se pone en estado liquido como una bebida...Sus mejoras son en dos minutos y medio.

—¿a que se debe  eso?

—El cuerpo humano absorbe mas rápido el liquido que el solido. 

—¿Qué efectos da?

—El dolor por heridas no les afecta... pueden seguir peleando, le da confianza, agresividad, elimina los sentimientos de empatía  y te hace sentir muy bien.

William abre la barra, arranca un trozo y lo prueba. El mira que sin miedo yo corto otro trozo y de igual modo lo consumo. En cuestión de minutos  la droga hace su efecto. Lo se por que las pupilas delatan a uno. Se ponen grandes y tus sentidos se agudizan. Como fue una dosis pequeña no tenemos un cambio tan radical.

—Eso si William.— Levanto el dedo índice  advirtiendo.—En dosis muy grandes causa insuficiencia circulatoria...una adicción muy severa que puede llegar al punto de que si no la consumes o la cortan de tajo...El resultado será muerte.

—Para evitar tener una adicción ¿Cuánto podemos consumir?

—Una barra William.— El sabe que la cifra que le doy no es un juego.

—¡Excelente!—Guarda el resto del chocolate  satisfecho con el resultado hasta ahora.

—¿Ya iniciaste la producción?

—Tengo para   alimentar a este campo tres veces.—Repito orgullosa de mi misma. Cada vez rompo barreras y nuevos obstáculos. Tengo que seguir explotando mi potencial.

—Diles que es un chocolate con alto en vitaminas  que los mantendrá fuertes...No quiero que les comentes nada de que tiene droga y asegúrate de que todos consuman.

—Ya tengo pensado eso...Déjamelo a mi.

Cuando llego la hora  de explicarles, les dije a los soldados tal cual William me comento. Sin mencionar que seria  mas sencillo cargar una barra de chocolate en  el bolsillo a simplemente cargar  tres kilos de arroz o carne.

Los soldados lo aceptaron  sin problemas. Nadie sospecho que ese dulce tenia  el trabajo de  hacerlos mas útiles. Tal cual, se derritió con  agua o leche y se sirvió como bebida caliente. Se les advirtió que estaban racionados  a dos por día para no decirles que era peligroso. Solo que tenían que aprender a administrarse. Ellos sentirán los cambios eventualmente  y se harán adictos sin darse cuenta. 

William quiere mas fondos para seguir produciendo el chocolate asi que tendremos una conferencia en secreto, donde solo se explicara a los altos rangos lo que causan. Tendrá que ser un secreto que nos llevaremos pocos a la tumba. En las guerras se tienen que hacer sacrificios.

Los próximos dias se les pondrá a prueba  con algunos ejercicios antes y después del chocolate. Los resultados serán esplendidos, tendremos fondos suficientes para seguir invirtiendo y produciendo. Pero yo tengo que seguir trabajando en los demás proyectos. 

Terminando nuestra charla  en su oficina de nuevo, me pongo de pie  y la puerta tocada tres veces.

—¡Pasen!— Uno de los soldados llega entregándole a William unos papeles y una carta.

—Llegaron tus mellizos.— El me entrega  la carta y al asomarme por el gran ventanal  se ven de menos tres grupos de mellizos y unos gemelos. Los únicos gitanos son los gemelos. Asi que como ellos comparten el mismo ovulo...deben de ser los que se separen y encierren por separado. Posiblemente su conexión sea mas fuerte que la de los mellizos.

—Tengo que trabajar...Si no te importa...

—Te acompaño.

William se pone de pie  y ordena que limpien y recojan la mesa. Al bajar conmigo comienzo a inspeccionar a los  mellizos y a los gemelos. Voy anotando su estado de salud y para que cosa ira cada uno. Las mas pequeñas de edad serán las que serán sometidas a la cirugía. Sus huesos son mas flexibles y tengo que ver si es posible que las dos vivan  competiendo algún órgano. Esto seria sin duda beneficioso y se pudiera extender la vida de un moribundo  hasta encontrar un donador.  O por que no, solo ver si se pueden crear siameses de forma artificial. 

Me acerco a unos de los mellizos. Los que mas miedo tienen. Me agacho  a su altura para ir checando sus dientes  sus medidas corporales y uno de ellos comienza a llorar desesperado.

—Shhh, estarás bien aquí.—  De mi bolsa saco unas cuantas golosinas y se las ofrezco. El llanto se convierte en sollozo y me roba los dulces de la mano como un pequeño ladronzuelo.

 —¿Quién eres tu?— Lo veo con dudas. Le regalo una sonrisa dulce para tranquilizarlo. Mientras veo como llena sus mejillas de golosinas.

—Soy la tía Sigrid...Los llevare a que coman como se lo  merecen y a que descansen bien...Unos niños y niñas tan lindos tienen que estar fuertes.

Veo a las dos gitanas gemelas y les sonrió también dándoles confianza.  Ambas permanecen abrazadas  sin intenciones de soltarse.

—¿Quieren comer?— Ellas afirman entre un llanto cortado y les extiendo la mano. Un poco dudosas, al final la toman  y se dejan guiar por mi. Me llevo a los pequeños conejillos de india  y ordeno que se les de una comida rica en proteínas, vitaminas y nutrientes. Para los experimentos a los que serán sometidos...tengo que tener niños en impecables condiciones.

William se me acerca  una vez todos estan comiendo tranquilos.

—Hubieras sido una excelente madre...

—Después de que veas lo que les hare...lo pensaras dos veces.— Lo miro que se queda en silencio y le regalo una sonrisa.— En una semana llegan siete mellizos mas y dos gemelos mas.

—Mas de diez bocas mas que alimentar...Que todo sea por la ciencia.

Uno de los mellizos se separa y se acerca a William mostrándole el plato vacío. Este solo le regala una media sonrisa y le alborota el cabello dando la orden que le den mas comida.

De pronto algo que ignorábamos por completo nos llama la atención. Dos de los gemelos se comunican en silencio con ese lenguaje de señas  que sabemos cierta  cucarachita hace.

—Le va a sorprender ver a alguien que se pueda comunicar con ella.— Comenta William estando a mi lado.—Esos no los tocas...los apartas  y que no sepan que va a pasar aquí. Los sacare al campo  para que busquen a la cucaracha sorda.

—Entendido...Que vivan atrapados en su mundo de colores.

— Quiero cargar a mi sobrina una vez mas.— Hasta a mi se me  estremeció el alma, de solo escucharlo.

—¿Y tu hijo?

—Sigrid lo crio con su absurda y estúpida enseñanza... A estas fechas no he recibido nada de el... Lo doy como caso perdido.

—Eso significa que...

—Si regresa...será sometido a una estricta educación militar y se le recordara por que Alemania nazi es mejor.


-----Viernes 27 de marzo de 1942-----

Mía Campbell:

«Inútil»

Lychen quedo devastado después de los ataques aéreos con bombas. Nos unimos a labores de auxilio y hemos podido rescatar a muy poca gente que fue enterrada viva  por sus propios hogares o escondites. Así como también se han encontrado muertos. No es un trabajo nada sencillo, pero tenemos que seguir adelante.

Conforme pasan los días veo que Gunther intenta aprender señas para comunicarse con Emma. Le tomara  tiempo. Papá esta mas tranquilo con él, sin embargo lo sigue rechazando, lo trata como si fuera el enemigo o como dice él, un mini William que representa un peligro para el futuro.

Se ha visto mucha actividad de soldado nazi por la zona... así que tenemos que andar con mas cuidado y si esta en nuestras posibilidades, exterminarlos.

Tenemos una caravana programada para el martes  que viene. Sin importar como estemos, tenemos que continuar con esa labor. Muchas vidas en juego si no lo hacemos.

Me toco tomar un descanso...Es mucha  muerte la que he visto por hoy. Mi estomago esta revuelto y creo que ya me afecto de mas. Solo quiero llorar tirarme en el piso como si fuera un bebe y gritar a todo pulmón lo que siento. El panorama de la guerra  es horrible, crudo y cruel. Nadie esta preparado para todo lo que se ve. Nos supera en todos los sentidos. El día que alguien diga que esta listo para la guerra...me voy a reír en su cara y golpearlo hasta que se quede inconsciente. No sabe la estupidez que dice.

No es una herida en la piel, pero duele como una. Todos esos restos de madres abrazando a sus pequeños, niños temerosos, personas grandes con miedo.  Su rostro quedo con miedo incluso después de muertos. No lo proceso tan fácil. Del lugar sigue saliendo humo y apesta a muerte. Caminar entre restos es algo que puede conmigo...Me remueve el interior. 

—Con que aquí andas de perezosa.

—Tu me conoces mejor que nadie.— Sin siquiera voltear a ver se quien es quien esta detrás mío.

—Soy tu padre...Se que el motivo no es la pereza...—Lo escucho  queriendo animarme. Sabe que estoy sobrecargada.—¿Cómo estas pequeña?

—Sobreviviré James...— Continuo sentada entre los escombros analizando el panorama y procesando todo.—Papá...¿Por que tanto muro a todos lados que volteo?

—Quizás no lo sepas...pero del otro lado de los muros hay comunidades judías y gitanas que son apartados de la sociedad. Se les raciona la comida y se les persigue como si fueran animales.

—¿Por que no escapan?

—Tienen bastante tiempo  en esas condiciones ...creo que su miedo y cansancio son mayores que sus energías.

«Son cobardes como tu»

—¿Cuántos de esos hay por esta zona papá?

—Unos  dos...—después de decirme esto me mira comenzando a entender que pienso.—Son partes de la ciudad muy grandes Mía...Esta lleno de soldados, trampas  y hambruna.

«La dejaste morir...Korina»

—Tampoco creo que sea justo pretender que no existen.— Ruedo mis ojos al  muro que tengo casi enfrente ya mas apagada que antes.—Mínimo hagamos explotar el muro para que  puedan salir...

—Mía...— Papá hace un espacio y se siente al lado mío.— Estoy orgulloso en la mujer que te haz convertido...Pero no sufras...no siempre se puede salvar a todos.

«Tiene frio...esta sola...por tu culpa»

—Sigo teniendo ruidos en mi cabeza al hacerme de la vista gorda y pretender que no existen. O que yo pude hacer algo y no lo hice...me atormenta

—Haces mucho mas de lo que otra gente hace...Sobre tus ruidos, o los ignoras o los escuchas y te unes a ellos.

—Pero...

—Mía.—James me interrumpe y lo miro  a los ojos. Su rostro es  serio. Pasamos unos segundos en silencio y el prosigue.—Lo que te voy a decir a continuación tómalo como  quien quieras de mi parte...Padre, líder, amigo los tres.

Papá se esta esforzando mucho...Solo que hace las cosas a su método que le ha funcionado toda su vida. O la mayor parte de ella. Él resuena su garganta y prosigue.

—Métete en la cabeza que...Por mas que desees ayudar a todos los de tu alrededor...Algunos  sacrificios  se tienen que pagar... No todos pueden ser salvados y eso no va a ser tu culpa.

«Miente...Eres débil»

—Pero pretender que la gente no existe... no nos hace diferentes a  ellos.

—No te atrevas a compararte con esos enfermos.— Sus palabras  son firmes, no esta bromeando ni hablar por simplemente hacerme sentir mejor. Se que cuando habla así como en estos momentos, es por que lo que dice, lo siente.—Pero ten mucho cuidado...tienes que endurecer ese corazón...No arriesgues a tu familia.

«Los gusanos la consumen...Esta sola en la obscuridad»

—Me siento mal papá...confundida.— Guardo silencio, trago saliva y lo veo con mis ojos a punto de romperse en llanto.— Tengo tanto, odio...Siento que si obedezco a lo que me dicen las voces de mi cabeza, me voy a hacer en alguien que me da miedo...alguien como Andrew.

«Despelléjalos vivos... córtales los intestinos...golpéalos hasta la muerte...depedazalos mientras sigan consientes, explótales sus ojos »

—¡Escúchalas! Que no te de miedo.— Prende un cigarro y esta vez tomo uno. Acerca la lumbre y lleno mis pulmones de ese dañino humo...pero al final me da un respiro. El cigarro me tranquiliza y todo se queda en silencio. Solo logro escuchar la respiración de papá a mi lado.—Ellas ya se cansaron de aguantar y recibir palizas Mía, ya se cansaron de enterrar a sus seres queridos, ya se cansaron de lo "correcto"...Tu también ya estas cansada de eso.

—No quiero ser alguien mala.

«¡No somos malas Mía!¡Somos la justicia en carne y hueso!»

—Solo eres alguien realista. El hecho de que  tomes  acciones  drásticas ...es por que lo ameritan las circunstancias.— Papá se levanta de los escombros y besa mi frente.— No somos malos ¡somos la justicia encarne y hueso! Mi cabeza me repitió lo mismo. 

Él ha pasado por este mismo proceso ¡También las tiene! Se comienza a alejar  para seguir buscando personas. Se que lo que me dice es para que me defienda  y no me quiere ver muerta. Ni a mi ni a nadie mas. Tal cual dijo...todos estamos cansados de enterrar eres amados.

Me quedo fumando en ese lugar lleno de  muerte, cadáveres, tristeza. Mi mirada esta perdida y yo en mis pensamientos.

«¿Me escuchas?»

La voz en mi cabeza es fuerte y clara. Tenia tiempo ignorándola. Pensé que se había esfumado...Pero sigue rondando.
—Pensé que te habías perdido...En alguna parte del camino ¿Qué quieres?—Quiero afrontar a esas voces.

«No...no es que quiero...la pregunta correcta es ¿Qué queremos?»

—Bien...¿Qué queremos?— No puedo creerlo que hable conmigo misma en voz alta. Fumo un poco y expulso el humo de el cigarro.

«¿Recuerdas a Korina?¡Nuestra hija!»

El silencio me invade y a mi cabeza llega una clara y viva imagen de mi hija riendo...No puedo evitar sonreír un poco mientras siento como las lagrimas caen solas por mis mejillas. La veo cuidando a Emma  feliz, jugando con ella en Pearl Harbor.

—Si...Hija.—Alzo mi mano al ver que ella quiere tocarme. En cuanto estamos por tocar nuestros dedos indice, mi hija comienza a desmoronarse como si fuera polvo. Al verla de nuevo a los ojos...Estos ya están vacíos. Antes de que su abdomen desaparezca  veo su herida por la cual la vida se le apago.— ¡NO!¡KORINA!

«Ya es tarde ¡Nos la arrebataron!» 

—Tengo que decirle aun tantas cosas ¡Por favor! ¡Solo unos minutos mas!

«¡Se rieron en nuestra cara!¡Nos pisotearon!»

—No me hables como si fuéramos  dos personas.

Me ahogo en mi dolor y tengo una pelea conmigo misma. Con lo que se que quiere que haga venganza y yo.

«Entonces no seas cobarde ¡Escúchame!¡ACTÚA!»

En silencio intento controlarme  y me es difícil. Pero ella sabe que la estoy escuchando. Me pide que actué...Desde Norwich la silencie y en chicago se apodero de mi unas pocas veces  y ahora la tengo que escuchar.

«¿Quienes nos...¡No no no! ¿Quién me arrebato a mi hija de mis manos?»

Tapo mis oídos intentando silenciar mis pensamientos.  Pero, los sigo escuchando. Las lagrimas corren de forma fluida por mis mejillas y solo me queda responder para que me deje de sentir atormentada.

—William y Amira... lo hicieron.

«Y siguen libres como moscas, dando vueltas para regresar y joderte»

Cállate.

«Riéndose de ti...pensando como matar a tu hija, a tu esposo, a tu padre...»

¡Cállate!

«Pisando y profanando los restos de tu hija...hirieron a Emma...Se burlaron en tu cara!»

¡CÁLLATE!

Como por arte de magia  dejo de escucharla. Abro los ojos y veo hacia todos lados...Como si quisiera encontrar a la personificación de mi conciencia. Quizás se quedo callada y se fue de nuevo.

Pero no es tan fácil... Aunque no la escucho...se que  sigue presente. Estoy odiando en estos momentos  todo lo que paso con mis hijas. estoy odiando  a esos dos seres despreciables.

—¡Tienen que morir!— La voz de mi cabeza  sale de mis labios. Tengo miedo y no quiero volver a repetirlo de ese modo. Tapo mi boca sorprendida como si esa maldad encapsulada se esparciera por mi cuerpo. —¡Van a morir!

Ya no puedo seguir negando lo que siento. Me canse de ser buena. Guardo silencio, por que cualquiera que me viera diría que estoy loca. No los culparía... estoy peleando conmigo misma.

Respiro e inhalo de nuevo del cigarro. Se que tengo silencio por que ese pensamiento lo he bajado al corazón.

Miro al  muro  en silencio hasta que logro tranquilizarme. Todo es silencio...desde hace años, no  había  tanta tranquilidad como hoy.  Sin decir mas me termino el cigarro y pienso un sin fin de cosas.

Existen cinco etapas del duelo.

La primera es  la negación... a pesar de tener a mi hija en mis brazos  sin vida...Una parte mía lo negaba con fuerzas, me ayudo a no caer en concreto solido ese "colchón momentáneo"

A continuación sigue la ira, es cuando  estas frustrado y  buscas a los culpables. Reflejas con la gente que te rodea tu molestia.

La negociación   es la siguiente en la lista. Y es cuando te replanteas  con preguntas como ¿Qué hubiera pasado si... Buscamos y fantaseamos un resultado diferente, quizás encontrando un falso alivio.

Me mantuve en la depresión  por mucho tiempo y creo que sigo en esa etapa.  Se que mi hija no regresara y se que tengo un cuadro clínico muy marcado. Por mas que intento mantenerme ocupada, me siento triste y  a veces no encuentro el motivo para seguir con esto. Es algo que nunca terminara y solo seguiremos sumando muertes.

La etapa de la aceptación  dudo que la logre pisar, por que no le encuentro la salida  a este  dolor.

Pero a quien engaño... a pesar de que ya las repetí todas en mi cabeza...Añadiré una mas a la lista.  Por que no voy a poder vivir así. No me permito perdonar a quienes me hicieron daño y que ellos piensen que se pueden retirar así de fácil...Sin medir las consecuencias.

Existe la ultima etapa que nadie quiere hablar de ella por que no quieren ser malas personas. O quizás por que su ser querido murió de forma natural. Pero ese no es mi caso con mi niña...Mi hija fue cruelmente asesinada por esos animales... Muero de ganas por  aplicar la propia justicia. Y no por eso seré mala persona.

—La venganza  me permitirá encontrar la aceptación en algún momento.  Eso es lo que busco y quiero...Venganza.

Eh decidido hacer un pacto con mi voz interior y le daré cierta libertad sin cuestionarme las cosas. Simplemente actuare  hasta llegar a esas dos malditas moscas. Se hundirán en la mierda y me rogaran de rodillas pidiendo piedad. Pero eso es algo que no escuchare y me asegurare de que no se vuelvan a meter con mi familia.

Yo soy Mía Astrid Campbell Locke... Y la venganza  es lo que vine a hacer a Alemania.

X Chocolate






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