Capítulo 5

—¡Juan Pablito! —exclamo emocionada nada más ver el rostro de mi mejor amigo a través de la pantalla.

¡Mala amiga! ¡He estado preocupada por ti! ¿Qué onda contigo? ¡No me contestabas ni las llamadas ni nada! —me grita enojado el ojiazul.

—¿Ya has terminado? —alzo una ceja divertida.

¡No! Te echo de menos... —hace un puchero de lo más adorable.

Conocí a Juanpa al poco tiempo de que me mudara a Argentina, él aunque sea de México se encontraba en Buenos Aires por temas de trabajo. Nos conocimos en un rodaje de un anuncio y desde el primer momento, supimos que nos llevaríamos genial. Nunca he conocido a alguien tan generoso como él y tan buena persona. Este chico siempre está dispuesto a ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio. Además, gracias a él he aprendido el español mucho más rápido.

Claro, con un profe así quién no... hasta todas estaríamos feliz por meter horas extras...

Aww... yo también te echo mucho de menos. Y no llevamos ni una semana separados —hago una mueca.

Si tanto me echas de menos... ¿por qué no me has llamado hasta ahora? —entrecierra los ojos desconfiado.

Pues es una larga historia, pero resumiendo. Lo rompí. Pero que conste que no fue culpa mía —me apresuro a decir.

El castaño niega divertido.

Obvio que no Hailee, cómo podría ser pues tu culpa —rueda los ojos sarcástico.

Bueno, cuéntame. ¿Cómo va todo por ahí?

Se encoge de hombros desinteresado.

Por aquí nada a cambiado. Cuéntame cómo te va a ti por ahí. ¿Qué tal con tus hermanos?

Cierro los ojos y suspiro pesadamente.

Los idiotas viven con otra docena de chicos. ¿Te lo puedes creer? ¡Es una tortura! —gruño y me llevo las manos a la cabeza.

Ay no seas dramática mija, si tú siempre te has llevado estupendo con los chicos.

—Perdón, ¿he dicho chicos? Quería decir animales salvajes.

Mi amigo suelta una gran carcajada haciendo que sonría.

Te echo de menos... prométeme que vendrás a visitarme. Por favor —junto mis manos, rogando.

Claro que sí. En cuanto pueda voy —me guiña el ojo y se cubre la boca con la mano en medio del bostezo.

¿Qué hora es allí?

—Esta semana estoy en París y aquí son las 00.30 pasadas —dice volviendo a bostezar —Estoy reventado...

—Anda, ve a dormir pendejo. Hablamos mañana.

—Neta, ¿cuándo dejaras de insultarme? —intenta parecer serio, aunque termina por sonreír.

—Cuando en Inglaterra deje de llover —sonrío de oreja a oreja mientras mi amigo niega con la cabeza divertido.

—Au revoir —se despide antes de cortar la llamada.

Me levanto de la cama con una enorme sonrisa plasmada en mi rostro y tras mirarme en el espejo, me dirijo al armario a por una sudadera.

—¡AAAAAAAAH! —grito asustada al ver al idiota escondido en mi armario.

—¡AAAAAAAAH! —comienza a gritar el idiota.

Le cojo del cuello y le saco de mi armario al mismo tiempo que llega el resto de la manada a mi habitación alarmados.

—¿Qué pasa? —gritan todos mirando mi habitación como si estuvieran buscando algo, o alguien mejor dicho.

—Pasa, que este gilipollas —zarandeo un poco a Matt, a quien todavía le tengo agarrado de la camiseta —estaba escondido en mi armario. Casi me da un infarto —gruño.

—Lastima que haya quedado en un casi... —murmura Taylor logrando una mala mirada por parte de mis hermanos y yo.

—A ver Matt, ¿qué cojones hacías en el armario de mi hermana? —Nash se cruza de brazos.

—Nada. Sólo buscaba comida.

Le miro con una ceja alzada incrédula.

—¿Qué? No serías la primera que escondiera comida... —se encoge de hombre y ruedo los ojos —. Ahora que todo está aclarado. Me puedes... —señala mi mano y tras dudar un poco la suelto.

Rápidamente se aleja de mí y se coloca entre Gilinsky y Cameron.

—Por cierto, Hailee tiene novio —dice tosiendo.

Abro los ojos como platos al igual que todos los demás.

—¿Tienes novio? —exclaman todos.

—¿Pero qué mierda dices tú? —le grito al rubio quien se esconde detrás de Jack.

—¿Cómo se llama? —pregunta mi mellizo.

—¡Que se lo está inventado subnormal! —le grito.

—No sé, algo así como... Juan Pa... —hace una pausa y todos le miran intrigados. Suelta un suspiro  —ay, no sé... es que tenía un nombre muy raro. Y hablaban raro... no sé, tal vez Carter sepa algo.

—¿Pero qué voy a saber yo?

Me doy un facepalm.

Tienen que estar de broma. ¿Tengo que vivir con esta gentuza? Bueno, lo mejor será que ya comience a preparar mi funeral.

Dramática.

—Vamos a ver, que solo somos amigos —ruedo los ojos y saco una sudadera azul de mi armario para acto seguido salir de mi habitación y bajar hasta el salón.

—¿Qué clase de amigos? —me pregunta Johnson sentándose a mi lado al igual que todos los demás.

—Con derecho a roce seguro —afirma Gilinsky segurísimo.

Aaron le da un zape al moreno, ya que se encuentra delante de él el chico del anuncio dental. Le dedica una mala mirada mientras se soba la zona con la mano.

Gruño.

—Me voy a dar una vuelta —digo levantándome del sofá mosqueada.

—Uy, alguien tiene novio...

—¡Que te follen Caniff! —grito antes de salir de casa cerrando la puerta de un portazo.

Subnormal.

Es la mejor palabra que le define. Le define a la perfección.

Bueno, a mí se me ocurre otra... Buenorro.

Cállate.

Camino unos cinco minutos y tras escuchar unos pasos detrás de mí, me volteo. Frunzo el ceño al ver al mejor amigo de uno de mis hermanos.

—¿Por qué me estás siguiendo? —le pregunto a la defensiva y frunzo el ceño cuando me ignora y sigue adelante, unos pasos delante de mí esta vez. Suspiro y decido seguirle —¿por qué me estás siguiendo?

Mueve un poco la cabeza y puedo ver una sonrisa vacilona en su rostro, aunque no le puedo ver del todo, ya que no ha volteado la cabeza completamente.

—Creo que esa pregunta debería hacerlo yo, porque eres tú quien me sigue...

Gruño.

—Idiota —murmuro y comienzo a andar más de prisa logrando adelantarle de nuevo.

—Así que eres amiga de Juanpa... quién lo iba decir... —suelta una risita y me paro en seco para voltearme lentamente hacia él con los ojos entrecerrados.

—¿Cómo sabes tú eso?

—Me lo tomaré como un sí —sonríe con arrogancia y me cruzo de brazos esperando a que me conteste —Matt ha dicho que hablabas con un tal Juanpa... y en un lengua muy rara, es decir, en español —alza las cejas satisfecho.

—Vaya, ¿nunca te has planteado en estudiar criminología o algo? Resolverías los casos en seguida.

—La verdad es que sí.

—Era sarcasmo, idiota.

—Lo sé, bizcochito.

Abro los ojos horrorizada al escuchar su raro mote en español.

—¿Pero qué dices flipado?

Cameron se encoge de hombres.

—La verdad es que no tengo ni puta idea. Es la única palabra que sé en español. Me la enseñó una fan peruana —alza las cejas orgulloso y niego con la cabeza.

—Pues te podrían haber enseñado alguna otra. No sé, una que más acorde contigo. Como por ejemplo... Pendejo.

Hace una mueca.

—No sé yo, no me convence mucho bizcochito.

Gruño.

—¡Ya deja de llamarme así Cameron!

Sonríe de oreja a oreja.

—Awww que mona, soy importante para ti —ante mi cara de confusión, decide aclararme —cuando llegaste, dijiste que tenías buena memoria solo para las cosas importantes. Y recuerdas mi nombre, eso solo quiere decir una cosa —mueve las cejas insinuante.

—Si, que eres gilipollas.

—No. Que soy importante para ti —me guiña el ojo y respiro profundamente.

No puedo con tanta tontería. Me supera.

—Eres el mejor amigo de Nash. Claro que sé tu nombre.

—Pero si mal no recuerdo... —hace una mueca pensativa —no tienes relación con tus hermanos, por lo que no hablábais de mí.

Le miro con ganas de asesinarme.

—Te veo muy pendiente de mí y de todas mis cosas... —entrecierro los ojos y sonríe de como un niño pequeño, haciendo desconcertarme.

—Pues claro, tenía muchas ganas de conocerte. Tu maldito hermano no dejaba de hablar de ti. Más de una vez creía que eras una de sus ex, y créeme, tenía mis motivos —levanta su dedo índice y elevo una ceja —cuando ibamos a comer una hamburguesa y yo pedía con ketchup, se le cristalizaban los ojos y decía: Hailee odia el ketchup. Como yo... Y no hablaba durante toda la comida. Cuando ibamos de compras, siempre, pero que siempre, se compraba una camiseta azul. Y preguntarás ¿por qué? Pues, decía que tú siempre le decías que le quedaba genial la ropa azul, ya que sus ojos se veían aún más bonitos, si es que eso era posible —aprieto los labios al escuchar a Cameron —Y aún no has escuchado lo peor... una vez, me obligó a ver la serie completa de Gossip Girl, si, las 6 temporadas enteritas junto a él comiendo un montón de helado. ¡Y en menos de cuatro días! —se lleva las manos a la cabeza.

Me muerdo el labio inferior y le miro a los ojos. Él frunce el ceño levemente.

—¿Estás bien bizcochito?

—Me voy a casa —digo antes de darme la vuelta y comenzar a caminar hasta la casa.

Maldito Nash.

¡¿Por qué es tan imbécil y dulce a la vez?!

_______________________________________

Hello personitas!!

¿Cómo están? Espero que fenomenal. ¡Ya casi es la navidad! Y yo estoy de vacaciones y he aprobado todo! Hasta las p*t*s matematicas! Si, si, lo sé... es muy difícil de creer jajaja.

•Bueno, ¿qué os ha parecido el capítulo?

Juapa Zurita... 7u7 escriban aquí todo lo que les venga a la cabeza cuando escuchan esas dos palabras.

•Matt... bueno, ¿qué decir de él? Es un caso aparte. Pero aun así le amamos ¿o no?

Bizcochito... 😂 a ver, confiesense peruanas... ¿quién fue la que le enseño esa palabra?

•¿Quién ama a Nashty? ♡ es demasiado dulce.

•¿Alguien shippea a Hailee con Juanpa? ¿O mejor con Cameron? ¿O alguno otro...? Si es que hay muchas opciones jajajaja.

¡Espero que os haya gustado mucho el capítulo! ♡ ¡Muchas gracias por votar, comentar y leer!

Instagram: aanee1992

¡Os amo más que a la nutella personitas bellas! ♡♡♡

Agur♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top