07. Guerra

Taylor daba vueltas por la habitación de Will.

Einstein dormía en una esquina de la alfombra y Will se encontraba sentado en la silla de su escritorio viendo como su vecino caminaba de un lado a otro.

Taylor prácticamente le había rogado a Will que lo dejara venir a su casa por unas horas.

—Cuándo mis hermanas se pelean, la casa parece un campo minado de guerra y siempre termino herido —murmuró el chico de forma desesperada—. Si estoy con Alexis, Rain se enoja, si estoy con Rain, Alexis no me habla ¡Ugh!

—¿Sus peleas duran mucho? —preguntó Will con curiosidad.

—La última vez que se pelearon así de feo no se hablaron por más de un mes —se llevó las manos al rostro y se dejó caer de espalda a la cama de manera muy dramática.

Will miró sus tenis, su mente procesaba los gritos de Alexis y la forma en la que Rain le arrojó el agua al rostro.

—...Odio que mis hermanas peleen —prosiguió a decir Taylor y apartó las manos de su rostro para mirar al techo.

—¿Crees...? ¿Crees que Alexis decía muy en serio todo lo que le gritó a Rain? —preguntó levantando la mirada a Taylor—. Estuvo algo fuerte todo lo que le dijo.

Taylor suspiró sonoramente y se apoyó de los codos contra el colchón para mirar a Will.

—No sé. Quizás sí, quizás no.

—¿De verdad ninguno la soporta?

—Will, yo quiero demasiado a mi hermana, pero la chica es un dolor en el trasero que no disminuye con el tiempo, si no que más bien aumenta.

Will frunció el ceño.

—¿Por qué?

Bipolaridad. Su hermana fue diagnosticada hace un par de meses.

Taylor se dejó caer nuevamente de espaldas a la cama y puso su atención en el techo mientras respondía—: No tengo la menor idea. ¿Sabes? No tuvimos una mala infancia, ni tenemos una mala vida, nuestros padres son muy buenos y nada jamás nos ha faltado.

—¿Entonces es así solo porque sí?

Taylor no iba a decirle, no le correspondía hacerlo.

—Siempre tratamos de no hablar mucho frente a ella y evitamos comentarios de cualquier cosa que la pueda alterar cuando pasamos tiempo en familia. No te tomes muy a pecho todo lo que Alexis dijo, solo estaba molesta, en realidad no estamos hartos de Rain, sólo cansados.

—Si esto ha sido un problema por mucho tiempo, ¿por qué no han buscado ayuda profesional?

Taylor bufó.

—No puedo contar la cantidad de psicólogos y psiquiatras que mis padres han pagado para que Rain suelte algo de información de lo que pasa por su mente. Rain ya tiene diecisiete años, si no quiso hablar antes, no lo hará ahora.

En eso no mentía.

—Mi papá es psiquiatra —soltó Will y Taylor se sentó rápidamente en la cama viendo a su vecino con atención—. Quizás pueda ayudar, no sé.

—Si tu padre es un psiquiatra, entonces tú puedes ayudar —Lo señaló con una sonrisa—. Algo debes saber sobre sacarle información a las personas. A tu padre no querrá ni hablarle, pero a ti...

Will negó.

—¡Tu hermana me odia!

—Rain odia a todo el mundo.

—Cierto, pero, aunque yo quisiera ayudar, ella jamás me contaría de sus problemas.

Taylor suspiró.

—Tienes razón, solo... Solo pensé que eras un rayo de esperanza, quizás esto de que estén peleadas me quiere hacer buscar una solución, aunque no la haya.

—Lo siento, Taylor —Will hizo una mueca—. Tendrás que esperar a que ellas decidan hacer las paces.

—Mientras eso suceda... ¿Puedo pasar las tardes después del colegio aquí?

—Después del colegio, tengo prácticas de baloncesto, pero por la noche, a eso de las 8:00 pm puedes venir y vemos películas o jugamos algún videojuego.

—Suena bien —el castaño asintió.

—Solo esperemos a que la guerra no dure mucho —Will sonrió de lado y Taylor suspiró.

Él conocía a sus hermanas, la guerra no estaba ni cerca de terminar.

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