Me encontraba en el baño intentando limpiar las brochas, pues estaban llenas de pintura, y a decir verdad, no tengo ninguna experiencia en limpiar material artístico por lo que estimo que me demoraré un buen rato.

Sally, por fin convenciéndose de hacer un buen trabajo, secó las brochas y sus manos con una toalla y abrió la puerta del baño, satisfecha con su trabajo. Cuando vio en la puerta del taller un mechón morado antes de que esta se cerrase.

Recordaba perfectamente haber visto a Mina y a Bunny horas antes de entrar a Artes, y sabía claramente que ese mechón significaba una sola cosa. Y es que ese color lo tenia una sola persona en toda la universidad.

—Oh no...—musitó, sabiendo que algo iba a ocurrir. Se quedó quieta un momento, para escuchar el indicio de algo que la hiciera entrar en pánico. Un grito se hizo presente, pero no pasó ni medio segundo cuando este se calló, y de inmediato supo que algo estaba pasando.— ¡Amy!

Corrí hacia la puerta dejando las brochas en el suelo y tomé el pomo entre mis manos y lo agité con fuerza, pero estaba con pestillo.

—¡Demonios! —exclamó con preocupación, mientras seguía agitando el pomo— ¡Amy!

No escuchaba nada y eso me preocupaba, no me serviría de nada gritar y lo tenia bien claro. Sin pensar en otra cosa comencé a correr por el pasillo gritando:

—¡Ayuda! ¡Ayudenme, por favor! ¡Alguien! —exclamaba sin obtener respuesta, pues la universidad aparentaba estar vacía— ¡Ayuda! ¡Ayuda!

No tenía suficiente tiempo como para seguir buscando, cuando pensé que no habría nadie e iba a volver, por la puerta que da al patio estaba entrando un erizo. Un erizo muy conocido.

—¡Maurice! —Lo llamó, le observó por un momento con un rostro de desagrado y la ignoró completamente— ¡Sonic, por favor! ¡Detente!

—¡Dejame en Paz, Sally! —gritó devuelta

Corrí hacia él y lo tomé del brazo por la fuerza, comencé a correr en dirección a donde se encontraba Amy sin hacer el mínimo caso a los reclamos del erizo azul.

—¡¿Qué quieres?! —exclamó con enfado, haciendo fuerza para no ir con ella.

—¡Es Amy!

—¡No la coloques a ella como excusa para hablar conmigo!

—¡Sirve de algo y salvala! —gritó lanzando al erizo a la puerta.— ¡sé un héroe por una maldita vez!

Sonic volteó a mirarme totalmente confundido, pues no sabia de que hablaba. Cuando unos gritos femeninos se hicieron presentes dentro del cuarto.

—Es Amy... —musitó el erizo.

—¡Claro que sí, imbécil! ¡es lo que te he estado diciendo! —reclamó la de orbes celestes— ¡Por lo que más quieras, ayudame!

—¡Haste a un lado! —Sonic retrocedió unos pasos, y tomando impulso se lanzó a la puerta derribándola un poco y destrozando el pestillo— ¡Amy!

Sonic y yo entramos a toda prisa al salón, abriendo la puerta por completo. Amy se encontraba en el suelo llorando a mares y con todo el cabello desordenado y teñido con pintura, y allí, con rostro de miedo, se encontraban Mina y Bunny.

—¡Sally! —exclamaron las dos con alegría, como si no hubiera pasado nada.

—¡¿Qué creen que están haciendo?! ¡Estúpidas, fuera! —gritó la mencionada con enfado, ambas aterrorizadas salieron de allí de prisa. Sonic se encontraba rojo de cólera.

—¡Maldición! —grito pateando un tarro de pintura, fue hacia Amy quien se encontraba destrozada— Amy, Amy. Tranquila, ya pasó ¿de acuerdo?

Me enternecia un poco como Sonic se preocupaba de calmar a Amy, quizás, si hubiera sido yo la que estuviera en esa situación, sonic no hubiera venido a salvarme.

—Sonic... —habló con un hilo de voz Amy, con los ojos inyectados en sangre— Gracias por venir...

—no te preocupes —él la abrazó con delicadeza— siempre vendré a salvarte.

Maldito estúpido, se lleva todo el crédito. No puedo mentir, me sentía rara, verlos a los dos abrazados como amigos de toda la vida me hacia enojar

—Maurice —lo llamó, siendo vista por este— debemos levantar los cubos de pintura. Andando.

Este asintió y se levanto, viendo su camisa machada de pintura por el cabello de Amy.

Mientras tanto, ambas involucradas se encontraban corriendo por el pasillo buscando a alguien. Al no tener resultado, se dirigieron al estacionamiento, donde se encontraba a quien buscaban encendiendo su moto.

—¡Shadow! ¡Shadow! —gritó Mina corriendo hacia él— Shadow por favor ayudanos —pidió

—¿Qué quieren? —preguntó tomando su casco.

—Es Amy —dijo, Shadow se mostró más interesado.— Ella estaba en la sala de Artes, pero sonic entró y escuchamos gritos, intentamos abrirla pero no pudimos.

—¿Sala de Artes, no es así? —ella asintió— gracias —de inmediato, apagó su moto y dejó su casco hay mismo y corrió lo más rápido que pudo hacia el lugar.

—¡Corre! —le gritó, cuando lo perdió de vista comenzó a reír acercándose a Bunny— ingenuo.

—¿No crees que nos estos metiendo donde no debemos? —opinó la mitad robot.

—Para nada, es lo que se merece ella por lo que le hizo a nuestra amiga. Y a esta universidad.

N/A: ¡Hola lectores! :D no me maten por no aparecer, tengo muchas historias que actualizar, en fin, espero les haya gustado el capitulo n.n Bye!