CAPITULO 1
Dejar mi ciudad, Athens, fue difícil ya que viví toda mi vida ahí, pero hoy… hoy ingresaré a la mejor universidad de Mobius.
Toda mi vida he estudiado en las escuelas e institutos más estrictos de mi ciudad, desde pequeña tengo la costumbre de estar al tanto de mis estudios y no distraerme cosas que según mis padres "te arruinan el futuro". Incluso siendo infante he soñado con ir a esta famosa universidad, muy pocos han logrado salir graduados de esta misma, debido a que es bastante conocida por sus muy estrictas reglas. Por ejemplo: Cabello tomado o corto, actitud formal dentro de la universidad, es obligación tener todos los apuntes, nunca debes llegar tarde, si llega a ser así se dan el lujo de dejarte fuera y eso influye en las pruebas finales para graduarse.
Menos mal mis padres me criaron de esta forma, les agradezco por eso en cierta parte, pero sé que de todos los que quieren entrar en dicha universidad, yo seré una de las graduadas.
—Atención señores pasajeros, les habla aerolíneas Chao. Les informo que hemos llegado a nuestro destino, tiempo de vuelo 4 horas; les agradecemos por volar con nosotros y esperamos volver a ser uno de sus preferidos. —Habló el capitán interrumpiendo mis pensamientos.
Observo por la ventana, queriendo admirar el aeropuerto de este. No veo más que edificios y aviones… muchos aviones. Siento como el avión se detiene avisando que podemos bajar.
Camino con calma bajando las escaleras de este y apresuradamente corro a recibir mi equipaje, que por suerte lo diviso a tiempo, una maleta burdeos con bordes blancos.
Arrastrando mi maleta que viene con ruedas, voy hacia la zona de vehículos Taxis, viendo uno aproximarse. Hago una señal para que este se detenga, y al hacerlo procuré guardar mi maleta en la zona trasera, continuando con entrar y entregarle la dirección de la universidad. Sin reclamo alguno asiente y se dirige hacia mi nuevo destino.
No es normal en mí colocarme nerviosa, no lo encuentro algo del todo positivo, pero no puedo evitarlo. Pensar que estuve esperando 20 años por esto y ahora que lo tengo a mi alcance no debo dejar que se vaya de mis manos.
Sacudí la cabeza para relajar un poco mis nervios, dirigo mi mirada hacia el exterior que la ventana del vehículo me permitía ver. Grandes edificios, tiendas costosas, vehículos costosos, hermosos parques con muchas naturaleza, La verdad Mobius siempre fue conocida como un lugar "bueno para vivir". me pregunto cómo sera este nuevo año; ¿tendré amigos?
Mis padres nunca me permitieron socializar de manera correcta, por el simple motivo de que se solían preocupar de que yo cumpliese con el papel de la hija estudiosa de la clase alta.
No debería estar pensando en ellos ahora, creo que debería de buscarme un trabajo, para poder pagar los meses de universidad.
—Es aquí —hablo una voz ronca, siendo ésta la que me despierta de mis pensamientos— 5 Rings señorita —dijo esperando su paga, busque en mi bolso el dinero. Se lo entregé bajándome del transporte con un "Gracias" de mi parte.
Veo al Taxi partir y perderse de mi vista. Suspirando e intentando que los nervios no se pasen del limite caminé hacia la gran universidad, que sin exagerar es enorme, y con mi maleta a mi lado camino hacia el despacho del director, o en este caso, Directora.
[...]
—Oh,con que usted es la señorita Rose —Habló la directora mientras veía mi expediente de primaria y secundaria —¿Está segura de que tiene lo necesario para entrar a esta universidad? —Cuestionó
—Tengo todo lo necesario que podría necesitar la universidad —Solté— No veo porque no darme una oportunidad aquí.
—Su entusiasmo me agrada,es todo lo que un alumno de este recinto necesita. —Murmuró para luego quitar los ojos de mi expediente y mirarme— Ha tenido 10 en todas las materias de primaria, y no hace falta mencionar secundaria. —Exclamó esbozando una sonrisa— Pero lo que más se pide aquí es la educación.
—Soy la persona más educada que usted podría conocer —Dije orgullosa, para removerme incómoda— Y bien ¿Cual es el edificio? —Pregunté apresurando la conversación
—veo que tiene prisa —Rió bajo acomodándose los lentes y guardando mi expediente en una carpeta con mi nombre en una caja bajo llave— Edificio 2,la recepcionista te dará la llave —Explicó— Comienza mañana a las 8:00am —Agregó para dar por finalizada la conversación.
Solo asentí y me retire de allí, un tanto perdida e ilusionada de cómo podría ser mi habitación.
Caminando hasta el edificio indicado anteriormente, al entrar pude ver a una mujer con vestimenta formal, sentada frente a un ordenador, con una pared que tiene millones de llaves colgando. Asumí que ella era la recepcionista.
—buenos días —Saludé a la mujer adulta con una de mis mas confiables sonrisas.
—Buenos días —Reiteró devolviendo el mismo gesto.
—Soy una de las nuevas estudiantes de la universidad, Amy Rose —Me presenté mientras ella me escuchaba atentamente— Y la directora me explicó que usted me entregaría una llaves o algo así —Agregé.
—Oh, por supuesto querida —Respondió y me entregó unas llaves— Tu compañero no se encuentra hora mismo, por lo tanto puedes instalarte más comodamente —Terminó de decir para volver a mirar el monitor.
Solo caminé sin articular palabra obviando el hecho de que estaba aterrada, había dicho compañero. ¡Comparto la habitación con un hombre, quizás!
No me tomó mucho llegar hasta la habitación asignada por la llave. Nunca me imaginé que iba a tener un compañero de cuarto, y menos si este resultaba ser un chico, Oh chaos, cómo se supone que reaccione ahora.
Llegando al cuarto introduzco la llave en la cerradura, abriéndome paso al abrir la puerta como resultado, ingresé a la habitación y me sorprendí ante tan desordenada presentación del cuarto. Libros, apuntes, lapices y ropa desparramadas por toda la habitación ¿Como demonios alguien puede vivir ante tal ambiente? Sólo hice lo que siempre supe hacer, Ordenar.
Al recoger todo y dejarlo en una esquina de la habitación pude visualizar mejor el cuarto, una litera apegada a la pared, dos escritorios separados, uno frente a la ventana y al lado de la litera, y el otro frente apegado a la pared al lado de la puerta, también me parece que se ubican dos muebles y estantes para guardar la ropa y otro tipo de accesorios. Reviso una que está llena de ropa, y para qué mencionar que desordenada también, reviso la otra y estaba vacía, por lo que ello ya me indica que es la mía. Dejo mi maleta a un lado para después desempacar, sin aún lograr comprender como es que mi "compañero" puede vivir en éstas condiciones.
Y hablando de eso, esto muy nerviosa de como presentarme, ¿Debería de leer un libro, así cuando entre, tenga una imprensión de mi? o ¿Debería estar sentada esperando a que pase por la puerta? Ninguna me convence, son muy estúpidas.
También me pregunto qué aspecto tendrá mi compañero de cuarto. Pero ha pesar de que me cause curiosidad, sólo me limito a passr de eso sacudiendo mi cabeza.
Comienzo a mirar detenidamente la pared, llena de posters de estrellas de rock y ¿Chili Dogs? Veo una guitarra eléctrica junto a la litera, asumo que "él" la toca, un poster en particular llama mi atención, Uno de Crush 40, mi banda favorita, al parecer a él tambien le gusta esa banda, bueno, algo en común con el compañero anónimo
En eso escucho unos pasos acercándose a esta habitación, provenientes del pasillo, cada véz más cerca.
¡Chaos! ¡No estoy preparada aún! ¡Qué hago, qué hago! Está bien Amy, no entres en pánico, no entres en pánico.
-—¡Adiós Sonic! —Escucho unas voces femeninas despedirse, provenientes fuera de la habitación mientras se abría la puerta.
—Adiós linduras —Dijo una voz masculina, asumo que el es ese tal "Sonic", escuché el chirrido de la puerta cerrarse, y todo quedó en pleno silencio— Vaya, preciosa. ¿Cómo lograste entrar a mi habitación? —formuló observándome presuncioso.
Al ver mi rostro confundido ante su obvio egocentricismo, logró aceptar que yo realmente no le conocía de nada.
—¿Quién eres tú? —preguntó ahora con el ceño fruncido. Ahí estaba la pregunta que tanto temía.
Diablos, la pregunta apareció, y ahora mucho menos sé cómo actuar. Sólo pude voltearme lenta y tímidamente hasta ver su rostro.
Tenía que asumir que era increíblemente atractivo. Llevaba una chaqueta de cuero el cual la llevaba levemente abierta, junto con una polera negra también, unos pantalones azul marino junto con unas tenis deportivas rojas, sacudí la cabeza para dejar de admirarlo.
—Todavía no respondes —Dijo cruzandose de brazos y palpitando su pie contra el suelo, apresurando la conversación.
—Amy Rose —Pronuncié únicamente mi nombre por ser presa de los nervios, y realmente esperaba que entendiese que me estaba presentando.
—Un gusto Rose —¿Rose? ¿Acaba de llamarme Rose?— ¿Qué haces en mi habitación, quién te dio la llave? —Exigió respuestas, pero que tipo más descortés. ¿Cómo pudo entrar aquí siendo que exigen educación más que nada?
—Una pregunta a la vez porfavor —hablé suspirando y ordenando las preguntas para responderlas— Me disculpo por aparecer sin previo aviso en nuestra habitación —hablé haciendo énfasis en la palabra "nuestra".
—¿Nuestra? —Me interrumpió -ahorrándome el hecho de mencionar que también es una falta de respeto- largándose una que otra carcajada para luego mirarme y acercarse— Ya veo lo que pasa aquí —Dijo para acercarse y acariciar una de mis púas delanteras— eres una de mis fans y sobornaste a la recepcionista para que te entrege la misma llave de mi habitación —Y ahí estaba volviendo al inicio, y yo creyendo que ya se había dado cuenta que no le conocía de nada.
Mantenía su rostro con una sonrisa, y debo decir que su comentario me desagradó por completo por el simple motivo de que éste erizo piense que uno sería capaz de sobornar a alguien con tal de estar con él, lo empujé levemente separándolo a unos cuantos pies de mi para aclararle todo.
—Te equivocas erizo —le dije mirandolo fríamente— Yo provengo de Athens, estudié desde mi infancia en las escuelas más estrictas que podrías conocer y, por si fuera en menos, no te conozco, y no soy ninguna "fan" —Dije haciendo unas comillas imaginarias con mis dedos en la palabra fan, sin poder creer que mi compañero enfrente tuviera el egocentrismo tan ejercitado como para creer que tenía "fans"— Y me desagrada el saber que usted se imagina que pude llegar a sobornar a alguien por una habitación —proseguí— y desgraciadamente, soy tu compañera de cuarto —Finalicé con el tono irritado ante tan desesperante situación, y sin esperar mucho de él, me volteé efusivamente prestando atención a mi maleta nuevamente.
Se veía totalmente confundido. ¿En serio creyó que era su fan?, él apenas realizaba una acción de mayor notoriedad después de eso. Empezó a mirar y examinar el cuarto, creo que busca su desorden.
—Asumo que tuviste mucha prisa para salir —Dije cambiando el tema de conversación cruzandome de brazos.
—¿Por qué lo dices? —Dijo mirandome con aquellos grandes ojos verdes.
—Cuando llegué, estaba todo desordenado, por lo tanto pensé que no tuvo tiempo para ordenar —Dije sonriente.
—¿Ordenar? —pronunció, para luego de unos determinados segundos, comenzar a reírse a carcajadas nuevamente— Yo nunca ordeno, siempre dejo todo en el suelo, me da una total pereza perder tiempo en algo como eso, como ahora. —En un acto rápido se quitó la chaqueta de cuero y la lanzó cayendo sobre la superficie de la comoda que hace minutos atrás asumí que era suya— Sabes, eres afotrunada de dormir en el mismo cuarto que yo, imagina cuantas chicas quisieras estar en tu lugar.
—Más bien, es un castigo —Dije tomando la chaqueta de cuero de este y doblandola, guardandola dentro de la comoda— Si en algún momento te motivas a buscar tu desorden, está ahí —Hablé señalando la esquina del cuarto.
—Con que tu fuiste quién recogió todas mis cosas —Este erizo sí que puede determinarse como cerebro de tortuga.
Caminó hacia donde señalé, cogió el montón y me hizo aun lado para meter el montón de cosas golpe en ma cajonera. Hizo presión en este para que lograra adentrarse del todo y cerró el cajón, nunca había conocido a una persona con tal nivel de desorden— Dormirás en la cama de arriba —Sentenció, señalando la cama. Yo solo asentí.
—¿Y sabes algo? —Volví a pronunciar, aumentando mi valor, llamando su atención— Eres alguien de muy poca educación —determiné.
—¿Por qué lo dices rosita? —Habló intrigado mientras se recostaba en la cama de abajo.
—En primer lugar, —comencé a manifestar con un dejo de molestia— Deja de apodarme Rosita, y en segunda —retomé— No me has dicho tu nombre —Dije con el ceño fruncido.
El único hecho de pronunciar que le desconocía la identidad causó una expresión de sorpresa en el cobalto, sentandose de un salto que sólo dio como resultado un golpe en su cabeza con las tablas que sujetan mi cama.
— ¡Ouch! —Masculló irritado, frotándose la parte afectada. No pude evitar que se me escapase una risa que intentaba contener.— No le encuentro la gracia —Me reprochó a lo que yo carraspeé intentando mantener la compostura— Y por lo demás, tampoco logro comprender el cómo es que no me conoces. ¡Soy una leyenda en éste Campus! —Exclamó.
Rodée los ojos ante aquella ridiculez, pensando en que realmente me había tocado un lunático egocentrísta y amante de sí mismo. Me causaba repugnancia.
—Me parece que más por presumido que por gentil —agregé— ¿Puedes decirme tu nombre como una persona civilizada lo haría normalmente?
—Que pesada —Masculló entre dientes, notando sus facciones tensas y molestas. No tardó mucho en levantarse y posicionarse frente a mí con su ceño fruncido— Sonic Maurice The Hedgehog, 23 años. Un no-gusto en conocerte. —Dijo para luego tomar mi mano y depositar un beso en esta, provocando un sonroje en mis mejillas.
Levantó su mirada y sonrió burlón al notar mi sonrojo, con brusquedad apartó mi mano y me dio la espalda sin pensarlo dos veces lanzándose sobre el colchón.
—Espero estés contenta con eso. Porque no pienso hacerlo de nuevo. —advirtió malhumorado, cambiando su posición dándome la espalda.
Debo admitir que mientras se presentaba, lo decía de una manera tan educada que no reconocí al chico engreido y desordenado de hace un momento
—Amm… —musité sin encontrar palabras que estés decentemente correctas ante lo que acababa de ocurrir— Así… Así estuvo bien. No debiste exagerar demasiado. —Murmuré para mi misma abochornada ante la acción cometida en el dorso de mi extremidad, solo subió los hombros y desde ese momento, ya pareció no importarle más lo que quisiese comentar.
¡CHAOS! este será un largo y estresante año de carrera.
Bueno chicos! este es un nuevo Fic que tengo planeado hacer, Espero tenga mucho apoyo al igual que mis demás novelas, comenten si quieren que la siga y que opinan sobre la trama de este ¡Hasta el proximo cap!
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