18

— ¡¿Una marca?!

Dos días tuvieron que pasar para que su hermano regresara a casa de la mano de SeokJin. Ambos se veían nerviosos cuando vieron al pequeño omega allí en la sala viendo televisión.

JiMin sonrió en cuanto vió a su hermano allí junto a su pareja. Cuando se acerco inmediatamente noto la mordida en el cuello del pelinaranja.

— NamJoon... sabes lo que dire...

— ¡¡Si, lo se!!

Ambos hermanos sabían que ahora, con aquella marca en el cuello de SeokJin, debían decirle a sus padres de sus parejas.

No podían simplemente tirarles la noticia cuando NamJoon ya tuviera dos hijos y JiMin apunto de casarse, por que eso sería mucho peor.

— Llamare a mamá.

— No, mejor a papá. — pidió el alfa. — El es más tranquilo...

— Mejor llamare a los dos.

El omega agarro su teléfono y marco al numero de su padre omega, quien tardo tal vez unos cinco segundos en contestar. Inmediatamente el rubio lo puso en altavoz.

Hola, hijo.

Hola, papá ¿Esta mamá allí?

Sí, pero si querías hablar con ella por que no le marcaste?

— Por que Joon y yo queremos hablar con ambos.

JiMin ¿Puede esto esperar un par de minutos?

— Papá, es importante. — hablo esta vez NamJoon.

Se escucho un suspiro por parte de su padre omega.

Estaremos allá en un par de minutos.

— ¡¿Qué?! — exclamaron ambos hermanos al mismo tiempo.

Era una sorpresa, íbamos a llegar para el año nuevo.

— Entonces... supongo que si podemos esperar un rato...

JiMin acabo la llamad y ahora el alfa se veía más nervioso que nunca.

— Joder, JiMin. A ti también te espera una grande...

— ¡¿A mi por qué?!

— ¡¡Por qué invite a YoonGi a la casa!!

— ¡Sí serás, Park NamJoon!

Y esperaron pacientemente hasta que escucharon la puerta ser abierta. El hombre y la mujer llegaban con sus maletas y con rostros cansados, pero viéndose elegantes como siempre.

— Niños, ya llega... — la alfa se interrumpió al ver a un desconocido en la sala.

Ambos no tardaron el reconocerlo como el chico de la otra vez. Ese mismo que estaba la última vez que llegaron a casa.

Ambos hermanos vieron como sus padres fruncían levemente su ceño, estaban enojados y lo sabían. Pero antes de que los mayores dijeran algo, NamJoon se levanto del sofá interrumpiendo cualquier cosa que iba a decir la mujer.

— Mamá, quiero suponer que recuerdan a SeokJin...

— Sí, el amigo de JiMin.

— No es amigo de JiMin. Él les mintió para ayudarme.

— Explícate, Park NamJoon. — hablo su padre.

— SeokJin es mi omega. Desde hace un año y medio.

— ¿Por qué nos dices esto hasta ahora?

— Marque a SeokJin.

Los rostros de sorpresa de sus padres no se hicieron esperar. Su madre se veía furiosa mientras su padre trataba de verse comprensible. La alfa se había puesto roja de lo furiosa que se encontraba.

— ¡¡Lo que has hecho es inaceptable, NamJoon!!

El timbre sonó justo en ese momento. JiMin fue quien se paro, por qué sabía quien era. El rubio se dirigió a la entrada y abrió.

YoonGi sonrió cuando lo vio. El azabache ni siquiera volteo a ver el interior, solo se acerco al omega y lo beso, pero supo que algo iba mal cuando sintió como su pareja se tensaba entre sus brazos pero no se separaba.

— ¡¿Tú también, JiMin?!

YoonGi se separó rápidamente y volteo al interior, reconociendo al omega y a la alfa en el interior de la casa.

El azabache se había puesto repentinamente nervioso y con unas tremendas ganas de hacer pipí.

— Demonios, NamJoon ¿Para esto querías que viniera?

— ¡Yo ni siquiera sabía que vendrían! No creas que eres el único que será regañado aquí.

Pudo ver a SeokJin, pero su mirada se dirigió al cuello del pelinaranja.

— Demonios, ustedes no perdieron el tiempo.

— Ya era tiempo.

— Un puto año.

El carraspeo de una persona los hizo volver a la realidad. La mujer veía furiosa a ambos alfas, mientras estos trataban de esconderse.

— JiMin ¿Quien es el?

— E-Es YoonGi... m-mi novio.

— ¡Ustedes dos son tan...!

— ¡HyeRin, cálmate!

La alfa pareció tranquilizarse cuando su omega soltó su aroma y le abrazo. NamJoon y JiMin observaban aterrados a la alfa y el lobo de EunHyuk se había alterado al ver los ojos de sus hijos con un brillo de terror, por lo que su instinto fue detener a su pareja antes de que le hiciera algún daño a sus cachorros.

Por qué para un omega estaba primero la seguridad de sus cachorros antes de cualquier cosa, y era capaz de enfrentarse hasta en contra de su mismo alfa con tal de protegerlos.

— HyeRin, los estás asustando. Son nuestros hijos, no vayas a cometer alguna locura...

La mujer pareció calmarse en ese mismo instantes. Se sentó en el sofá y sujeto su cabeza sin saber que hacer; estaba enojada pero amaba a sus hijos y no quería hacerles daño.

— JiMin ¿Cuanto tiempo llevas con el?

— Hace dos me cortejo y hace uno empezamos a salir.

— NamJoon ¿Por qué no nos contaste de tú pareja antes de marcarlo?

— No les quería contar por qué sabía que reaccionarían así. Lo marque apenas hace un par de días que fue su celo.

— Se ve que el omega es buen chico. Mira, ha estado tranquilo todo este tiempo... — habló EunHyuk

— Pero tú... — voltearon hacía YoonGi que estaba seguro que se haría pis allí mismo — ¿Estas conciente que sales con nuestro hijo omega y con el menor de nosotros?

— S-Sí, se-señores.

— NamJoon ¿Por qué lo dejaste salir con el? — hablo HyeRin observando a su hijo.

— YoonGi es mi mejor amigo, confió en el. Ademas... se donde vive.

— Genial, pásame su dirección.

— Ay... otro mas a la lista...

Los dos mayores se pararon, la alfa aun con su ceño fruncido y el omega con una sonrisa. EunHyuk observaba con orgullo como sus hijos ya tenían pareja, pero le ponía triste pensar que prontamente ellos formarían sus propias familias.

— Niños... — atrajo la atención de los cuatro menores — Quiero muchos nietos.

— ¡¡Tendrán que pasar sobre mi antes de darles bebés a mis cachorros!! — exclamo HyeRin.

— ¡¡Mamá!! — exclamaron NamJoon y JiMin al mismo tiempo.

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